jueves, 29 de noviembre de 2007

¿Cómo alcanzar la fe más alta? - Quinta Parte

El Asentimiento Mental


John Wesley, fundador de la Iglesia Metodista, dijo que el diablo le ha dado a la iglesia un sustituto para la fe, que se parece y suena como ella, tanto que la gente no puede ver la diferencia. El lo llamaba “asentimiento mental”


Mucha gente lee la Biblia, y está de acuerdo que es verdad, pero solo con su mente; y eso no produce resultados porque la fe viene del corazón.


Marcos 11:23-24

23 Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho.

24 Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.


El asentimiento mental es similar a la incredulidad. La persona que asiente mentalmente solo cree lo que ve o siente. Es la persona que dice que la Palabra de Dios es verdadera pero se rehúsa hacerla.


Santiago 2:14

14 Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?


La fe siempre actúa en lo que cree; la fe que no tiene acciones correspondientes nunca recibirá nada de Dios.


Eso es lo que hace el que asiente mentalmente; dice: “Yo se que la Palabra de Dios es verdad, pero...”; y no se da cuenta que al decir esto se excluye de las promesas de Dios.


2 Corintios 5:7

7 (porque por fe andamos, no por vista).


Nosotros andamos por la fe y no por vista; no importa que circunstancias existan a nuestro alrededor; como no asentimos mentalmente sino mas bien creemos la Palabra de Dios, alcanzaremos la victoria en todo momento de nuestras vidas.

sábado, 24 de noviembre de 2007

¿Cómo alcanzar la fe más alta? - Cuarta Parte

Incredulidad Por Desobediencia


Hebreos 3:7-4:6

7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz,

8 No endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,

9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años.

10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos.

11 Por tanto, juré en mi ira: No entrarán en mi reposo.

12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.

14 Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio, 15 entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación.

16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?

17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?

18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron? 19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.

1 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.

2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.

3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.

4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.

6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia.


Hebreos 4:6 en la Nueva Biblia de los Hispanos dice así: Por tanto, puesto que todavía falta que algunos entren en él, y aquéllos a quienes antes se les anunció las buenas nuevas no entraron por causa de su desobediencia (incredulidad)”.


En este pasaje podemos ver claramente este tipo de incredulidad es por desobediencia.


La desobediencia es no dejarse convencer de que la Palabra de Dios es cierta y por eso tomar la decisión de no hacerla.


Estos versos nos citan lo que pasó en los capítulos 13 y 14 de Números, cuando el pueblo de Israel se negó a obedecer a Dios y entrar en la tierra prometida.


El pueblo de Israel había visto el poder de Dios para sacarlos de Egipto; pasó en seco por el medio del Mar Rojo, bebió agua de la peña y comió el maná, el pan del cielo; de día los protegía la nube y de noche la columna de fuego, no hubo enfermo entre ellos y su ropa no se desgastó. Pero a pesar de eso dijeron: “¿Para que nos trajo Dios aquí? ¿Para que nos maten los habitantes de la tierra prometida? Ojala muriésemos en el desierto; hagámonos capitanes y volvamos a Egipto. Se rehusaron a creer a Dios y murieron en el desierto.


Israel conocía cual era la voluntad de Dios; pero no se dejó persuadir para actuar en ella; prefirieron creer en sus temores que hacer lo que Dios les dijo; y finalmente recibieron lo que temían, murieron en el desierto.


Muchos creyentes son así, conocen la Palabra de Dios pero prefieren creer en sus temores y nunca entran en su “tierra prometida”. Rehúsan hacer lo que la palabra de Dios dice.


Creer es un acto de tu voluntad, tu decides si crees o no la palabra de Dios. La desobediencia también es un acto de tu voluntad, tu decides el rehusarte persuadir. La pelota está en tu cancha.


¿Cuál es la cura para la incredulidad por desobediencia?


1 Samuel 15:22

22 Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.


Isaías 1:19

19 Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra.


La cura para la incredulidad por desobediencia es obedecer.

jueves, 15 de noviembre de 2007

¿Cómo alcanzar la fe más alta? - Tercera Parte

Dos Tipos de Incredulidad


Incredulidad Basada en la Falta de Conocimiento de la Palabra de Dios


En Romanos 10:17 dice: Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”; es decir, la fe llega a nosotros cuando adquirimos conocimiento de la Palabra de Dios; luego, la falta de conocimiento de la Palabra de Dios producirá el efecto contrario, la incredulidad.


Oseas 4:6

6 Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.


La falta de conocimiento de la Palabra de Dios trae como resultado que no tengamos fe para recibir lo que necesitamos de Dios.


Mucha gente no puede recibir lo que Dios ha provisto para ellos.


Pastor Fred Price dijo: “Si hubiera sabido lo que se ahora mi hija nunca hubiera fallecido a los cinco años.”


Es triste, pero hay muchas cosas que nos han pasado porque no sabíamos entonces lo que conocemos ahora; por eso debemos pasar mas y mas tiempo en la Palabra de Dios.


¿Cuál es la cura para la incredulidad por ignorancia?


Josué 1:8

8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.


Salmo 1:1-3

1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche.

3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.


Proverbios 4:20-22

20 Hijo mío, está atento a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.

21 No se aparten de tus ojos; Guárdalas en medio de tu corazón;

22 Porque son vida a los que las hallan, Y medicina a todo su cuerpo.


Romanos 10:17

17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.


La cura para la incredulidad por ignorancia es adquirir conocimiento de la Palabra de Dios.

sábado, 10 de noviembre de 2007

¿Como Alcanzar la Fe más Alta? - Parte 2

La Espiritual o Fe de Abraham
Romanos 4:17-22
17 (como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes) delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,
21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido;
22 por lo cual también su fe le fue contada por justicia.
Abraham tenía esta clase de fe espiritual que cree en la Palabra de Dios antes de creer en lo que dicen sus sentidos físicos.
Romanos 10:17
17 Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
La fe espiritual se basa en la Palabra de Dios; porque la fe viene por oír la Palabra.

Abraham hizo cuatro cosas que lo llevaron a tener esta fe espiritual.
  1. Oyó la promesa de Dios acerca de su necesidad
  2. Creyó la promesa
  3. No consideró las circunstancias, ni lo que decían sus sentidos físicos
  4. Alabó a Dios por la respuesta.
Si seguimos esos pasos tendremos la misma fe que tuvo Abraham para recibir la promesa de Dios.

jueves, 1 de noviembre de 2007

¿Como Alcanzar la Fe más Alta? - Parte 1

Dos Clases de Fe


La Fe Natural o Fe de Tomás


Juan 20:24-29

24 Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

25 Le dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

26 Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.

27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!

29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.


Tomás solo creía lo que podía ver; su lema era “ver para creer”. Tenía un tipo de fe que solo se basaba en la evidencia de sus sentidos.

Hoy día mucha gente piensa de esta manera; dicen: “Si no lo veo no lo creo”. Pero esto no tiene sentido. Nosotros creemos que tenemos antepasados aunque nunca los hayamos visto; creemos que tenemos cerebro aunque no lo veamos; creemos en los átomos aunque no los veamos.

La fe de Tomás solo puede creer en las cosas que ve, siente o toca.

Las personas con esta fe dicen cuando oran: “Siento que Dios me escuchó”; pero la verdad es que Dios nos escucha cuando oramos de acuerdo a su voluntad aunque no sintamos nada. Estas personas creen en lo que siente su cuerpo antes de creer en la Palabra de Dios.

El sentir algo no significa que Dios nos haya escuchado; pues Marcos 11:24 dice que primero debemos creer y luego recibir.