viernes, 20 de enero de 2017

¿Que nos justifica ante Dios? ¿La fe o la ley?

¿Que nos justifica ante Dios? ¿La fe o la ley?

La pregunta de hoy es que nos justifica delante de Dios, ¿el cumplimiento de la Torah o la fe en Jesucristo?


En estos días varios mesiánicos me sacan el versículo Romanos 2:13 para tratar de justificar sus creencias en cuanto a la ley de Moisés.

Romanos 2:13 
13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. 

Lo que me dicen de manera invariable es que los hacedores de la ley son los que serán justificados, y yo les respondo que la Biblia se lee en contexto, no sacando un versículo por ahí y otro por allá sin ver toda la idea de lo que se habla.

Luego les digo que los dos primeros capítulos de Romanos demuestran la imposibilidad del hombre por salvarse mediante el cumplimiento de la ley.

De ahí pasamos al capítulo 3:

Romanos 3:9 
9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado. 

Pablo dice aquí que ya demostró que tanto judíos como gentiles están en pecado, y esta por empezar el tema de la justificación del hombre.

Antes de continuar definamos brevemente lo que es la justificación:

La justificación es el acto legal por el cual el hombre es declarado inocente y hecho justo.

¿Como es que el hombre es justificado? ¿Por la Torah o por la fe?

Sigamos avanzando por Romanos 3:

Romanos 3:19-20
19  Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; 
20  ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado. 

Algo que me llama la atención es que todo lo que dice la ley es para los que están bajo la ley.

¿Quienes estaban bajo la ley?

Dios le dio la ley al pueblo de Israel, las leyes y ordenanzas en cuanto al culto y la vida diaria se las dio a ellos.

Pero luego les dice que por las obras de la ley ningún hombre será justificado ante Dios.

Gálatas 3:10 
10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 
11 Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá;
12 y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas.

Gálatas nos da un poco más de luz al respecto, todo el que quiera depender de las obras de la ley para su justificación está bajo maldición.

¿Cuál es la maldición de la ley?

Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. 

Esta pasaje viene de la Torah que tanto aman los judaizantes:

Deuteronomio 27:26 
26 Maldito el que no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén.

La maldición de la ley se recibía por no cumplir con ella de manera irreprensible, y como es obvio nadie podía cumplirla, así que todos los hombres que intentaban depender de ella caían bajo maldición.

Luego Pablo dice que evidente que la ley no justifica al hombre porque el justo por la fe vivirá.

Este pasaje viene también del Antiguo Testamento de Habacuc 2:4, y se repite en el Nuevo Testamento en Romanos 1:17 y Hebreos 10:38.

Pero volvamos a Romanos 3:

En el versículo 20 dice: ". . . por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado."

Si las obras de la ley no nos justifican, ¿que lo hace?

Rom 3:21-26 
21 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; 
22 la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo,para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, 
23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, 
24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, 
26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús. 

Aparte de la ley, Dios ha manifestado su justicia, la cual fue testificada a lo largo del Antiguo Testamento, esta justicia viene por medio de la fe en Jesucristo.

Aquí Pablo nos muestra claramente que la justificación es por medio de la fe en Jesús y que es para todo aquel que cree.

Pero, ¿cómo es esto?

No hay diferencia, tanto judíos que dependían de la ley como gentiles que no tenían ley habían pecado y estaban separados de Dios, pero Dios les dio una salida.

Dios justificó al hombre gratuitamente por Su gracia, mediante la redención, que es la obra completa de Cristo en la cruz.

Jesús fue el Cordero de Dios que quitó el pecado del mundo, a los ojos de Dios en esa cruz fueran satisfechas sus justas demandas y el pecado fue quitado.

¿Cómo es que el hombre recibe esta justificación que Dios le proveyó?

Romanos 3:27-28
27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe. 
28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. 

La justificación no viene por el cumplimiento de la ley, si hay una ley que nos justifica es la de la fe.

La conclusión final de Pablo es que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. 

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