jueves, 22 de marzo de 2018

La Gracia y la Fe Trabajando Mano a Mano

La Gracia y la Fe Trabajando Mano a Mano 


La fe y la gracia siempre trabajan juntas para que podamos recibir todas las bendiciones que Dios ha provisto para nosotros. Ambas trabajan mano a mano para poder disfrutarlas.

El problema es que muchas veces no entendemos el papel de cada una y nos vamos al extremo quitándole su lugar a alguna de ellas.

Si podemos definirlas de una manera sencilla y práctica sería de esta manera:

La gracia es la disposición amorosa y favorable de Dios para darnos las cosas que Él proveyó para nosotros en Su Palabra por la obra de Cristo en la cruz.

La fe es la respuesta del hombre al escuchar las cosas que Dios nos proveyó  en Su Palabra por la obra de Cristo en la cruz para decirle si a Dios y recibirlo.

Entonces la fe y la gracia trabajan mano a mano.

En Romanos 4:16 dice: "Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros."

Es por fe, para que sea por gracia. 

Si vemos el capítulo 4 de Romanos veremos que está hablando de Abraham, como es que le creyó a Dios y le fue contado por justicia.

No fue por las obras de la ley ni los esfuerzos de la carne que recibió la justificación sino por la fe que se produjo en él al creerle a Dios.

En Romanos 5:2 Pablo nos dice como es que entramos en la gracia: "Por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios." 

Entonces para entrar en la gracia, entramos por medio de la fe. 

La puerta de la gracia está abierta para todos pero el medio por el cual entramos es por medio de la fe.

En Efesios 2:8-9 vemos esto de una manera práctica respecto a la salvación:"Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe."

El regalo o don de la salvación viene de la gracia de Dios y lo recibimos por medio de la fe.

Algunos dice que la fe es el don, o que la gracia, la fe y la salvación es el don; pero no ven la palabra ESTO, esa palabra está en singular. Es decir implica una sola cosa. Además SALVOS es el sujeto de la oración.

Somos salvos por gracia, la salvación es el don y lo recibimos por medio de la fe. 

Luego, no es por obras, si la fe fuese el don de Dios significaría que podría recibirse por obras, y la fe no se recibe por obras sino por creerle a Dios.

Entonces, podemos ver como es que la fe y la gracia trabajan mano a mano; la gracia provee la salvación y la fe recibe la salvación.

De ahí podemos ver que la gracia es la parte de Dios y la fe la parte del hombre, y que ambas trabajan mano a mano para recibir las bendiciones del Evangelio.

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