miércoles, 8 de julio de 2015

Sabiendo que la Sanidad te Pertenece



Sabiendo que la Sanidad te Pertenece

El mejor método de recibir sanidad es conocer que la sanidad te pertenece. Colocar en tu corazón Isaías 53:4-5, Mateo 8:17 y 1 Pedro 2:24; donde dice que Jesús tomó nuestras enfermedades y llevó nuestras dolencias.

No estoy hablando de conocer estos versos de una manera mental. Eso te serviría tanto como decir “dos y dos son cuatro, cuatro y dos son seis.”

En Romanos 10:17 dice: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios.”

La fe viene cuando nosotros estamos colocando la Palabra de Dios en nuestro interior, una y otra vez hasta ser revelada en nuestro espíritu.

Continuar colocándola hasta que forme parte de nosotros.

En 1987 estaba jugando fútbol con varios hermanos de la iglesia; yo jugaba de defensa, y en un momento que un delantero venia rápidamente, yo coloque mi pierna para quitarle el balón. Como la venia muy rápido, al golpear nuestras piernas me fracture la rodilla.

Estuve estudiando y proclamando la Palabra, respecto a mi sanidad, durante tres días, pero nada sucedió sino empeore. Así que fui al doctor.

La rodilla había duplicado su tamaño, así que el doctor me puso un yeso en la pierna. Me dijo que debía usarlo por dos semanas, y luego usar una venda elástica por tiempo indefinido; me advirtió, además, que no le echase agua al yeso.


Estuve tres días en mi casa depositando la Palabra de Dios en mi interior, hasta que la fe se formó en mi; en ese momento tuve la fe para sanidad, supe que la sanidad estaba a mi disposición.

Esa noche fui a un servicio; y mientras escuchaba la enseñanza, el Espíritu Santo me dijo: “Si dices que estas sano, ¿qué haces con un yeso?”

Así que la mañana siguiente, me metí en la ducha y luche con el yeso durante una hora para poder sacármelo. Cuando logró salir, me di cuenta que mi rodilla estaba completamente sana; todavía continúa así hasta hoy.

En Josué 1:8 dice: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditaras en él, para que guardes y hagas conforme a lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”

Eso fue lo que me pasó, continué meditando la Palabra de día y de noche respecto a mi sanidad, hasta que finalmente llegó la fe para ser sanado, y recibí mi sanidad.

Eso es lo que debes hacer, medita en los versos que te ofrecen tu sanidad una y otra vez, hasta que la fe se produzca en tu corazón, y puedas recibir lo que Dios ya te dio.

martes, 7 de julio de 2015

Recibiendo Sanidad a través de los Dones del Espíritu Santo

Recibiendo Sanidad a través de los Dones del Espíritu Santo


En 1 Corintios 12:9 dice: “...y a otro, dones de sanidades por el mismo espíritu.”

Este es un método distinto a los que hemos estudiado; en este método no depende de la fe de la persona sino de Dios.

¿Qué son los dones de sanidades?

Son manifestaciones sobrenaturales del poder sanador de Dios que fluyen de un individuo a otro.

Todas las cosas que recibimos de Dios son dones. Por eso, en cierto sentido toda sanidad es un don; pero no toda sanidad es una manifestación del Espíritu. Las manifestaciones del Espíritu son iniciadas por el Espíritu Santo.

Debemos notar que este pasaje nos habla de dones de sanidades, es decir nos habla en plural. Esto quiere decir que hay un tipo de don para cada enfermedad.

Por ejemplo hay gente que tiene una unción especial para casos de vista, y en sus campañas casi todos los ciegos o gente con problemas de visión son sanados; otros con problemas de huesos, o de tumores, o cualquiera sea la enfermedad.

A veces estos dones vienen acompañados de otros, como la Palabra de Conocimiento (una porción del conocimiento de Dios respecto a eventos pasados o presentes) o el Discernimiento de Espíritus (una visión en el mundo espiritual respecto a los espíritus que sean de Dios, sean humanos, ó del diablo).

En mi ministerio, he visto este don, a través de la Palabra de Conocimiento, muchas veces sabia que parte del cuerpo de la gente estaba mal.

Recuerdo un servicio, cuando era pastor asistente de la iglesia “La Palabra de Fe” de Callao", ciudad portuaria en el Perú.

Estaba empezando una serie de enseñanzas basadas en la sanidad divina; después de la adoración, empecé a sentir las zonas del cuerpo en que la gente estaba enferma, mucha gente fue sanada de diversas enfermedades. Al final de la predica, cuando se hizo el llamado para sanidad, no había ningún enfermo, todos habían sido sanados.

En Hechos 8:5-8 vemos los dones de sanidades en acción en el ministerio de Felipe, el evangelista: “Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; así que había gran gozo en aquella ciudad.”

Notemos que aquí dice que las sanidades eran de cojos y paralíticos. Evidentemente Felipe tenía dones de sanidades para las enfermedades específicas de parálisis y cojera.

Los dones de sanidades, son manifestaciones específicas de sanidad, para gente específica, con necesidades especificas, en momentos específicos.

La gran evangelista Kathryn Kuhlman, tenía muchos de estos dones en sus reuniones. Dios le daba palabra específica, acerca de enfermedades que tenia la gente.

Los dones de sanidades, son sanidades que Dios inicia; y ocurren cuando el Espíritu Santo desea.