martes, 27 de diciembre de 2016

¿Cual es la ley que Dios escribió en nuestros corazones?


Jeremías 31:31-33
31 He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
32 No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.
33 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

Debatiendo con una mujer mesiánica acerca de la ley y la justificación ella me sacaba una y otra vez el versículo 33 de Jeremías 31, y decía que el hombre se justificaba por las obras de la ley porque Dios había escrito el Torah en sus corazones.

Bien le dije, ¿cual es la ley que Dios escribe en el corazón del creyente?

La llevé a Romanos 5:5

Romanos 5:5
5 y la esperanza no averguenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Lo que Dios derrama en el nuevo nacimiento en el creyente es Su amor.

¿Pero el amor es una ley?

1 Corintios 9:20-21
20 Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley;
21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.

Aquí nos habla que hay una ley de Cristo.

Gálatas 6:2 
2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. 

Nos encontramos otra vez aquí con la ley de Cristo.

Pero, ¿que es la ley de Cristo?

Juan 13:34-35
34 Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

La ley de Cristo es el amor, ese amor que Dios derramó en nosotros.

Entonces, en el Nuevo Pacto, la ley que Dios escribió en nuestros corazones no es la Torah sino el amor.

martes, 20 de diciembre de 2016

¿Así que eres cristiano y has cometido el pecado imperdonable?

El Pecado Imperdonable y el Cristiano



Un joven creyente colocó esto en un grupo de facebook:
Cual es la Blasfemia contra el Espíritu Santo? Es que yo aveces he tenido malos pensamientos... pero hay veces en que se me sale de la mente..... maldito es.... ya saben... y pues yo tengo mucho miedo de haber cometido el pecado imperdonable.
Me sorprendió lo rápido que son los cristianos para condenar a otros que están pasando por un momento de ansiedad.

Varios ya lo estaban mandando al infierno, así que coloqué lo siguiente:
Si hubieras cometido el "pecado imperdonable" Dios no estaría tratando contigo. Es el diablo quien te trae ese tonto pensamiento.
El asunto para entender el "pecado imperdonable" se encuentra en las Escrituras mismas.

El término "Blasfemia contra el Espíritu Santo" aparece solo 2 veces en la Biblia durante el ministerio de Jesús en los evangelios de Mateo y Marcos.

Marcos 3:22-30
22 Pero los escribas que habían venido de Jerusalén decían que tenía a Beelzebú, y que por el príncipe de los demonios echaba fuera los demonios.
23 Y habiéndolos llamado, les decía en parábolas: ¿Cómo puede Satanás echar fuera a Satanás?
24 Si un reino está dividido contra sí mismo, tal reino no puede permanecer.
25 Y si una casa está dividida contra sí misma, tal casa no puede permanecer.
26 Y si Satanás se levanta contra sí mismo, y se divide, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.
27 Ninguno puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes, si antes no le ata, y entonces podrá saquear su casa.
28 De cierto os digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres, y las blasfemias cualesquiera que sean;
29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno.
30 Porque ellos habían dicho: Tiene espíritu inmundo.

Esta misma historia la encontramos en Mateo:

Mateo 12:22-32
22 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.
23 Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?
24 Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.
25 Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
26 Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?
27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.
28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.
29 Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa.
30 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
31 Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada.
32 A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.

Veamos que es lo que está pasando en esta historia:

1. Jesús acaba de sanar un endemoniado mudo y sordo.

2. Como la gente estaba asombrada los fariseos y los escribas empiezan a decir que Jesús estaba echando los demonios por obra de Satanás.

3. Jesús les dice que Él echaba los demonios por el Espíritu Santo.

4. Jesús les dice que la Blasfemia del Espíritu Santo es el único pecado que no tiene perdón.

Entonces, ¿cuál era la blasfemia contra el Espíritu Santo?

Atribuirle a Satanás la obra del Espíritu Santo.

Los escribas y fariseos al hacer esto estaban rechazando al Mesías que Dios les había enviado, y al hacer esto lo que en realidad estaba sucediendo era que estaban rechazando su oportunidad de salvación.

Notemos que este pecado no se vuelve a nombrar en la Biblia, no se toca en ninguna Escritura respecto a la iglesia.

¿Un creyente puede blasfemar contra el Espíritu Santo? 

No hay ninguna evidencia en la Biblia, así que no puede sustentarse esa posición.

¿Hay algún pecado imperdonable?

Lamentablemente si, pero este pecado no es para el creyente en Cristo.

Al rechazar a Jesús una persona y no querer convertirse a Cristo está perdiendo su oportunidad de salvación.

Dios ya proveyó una salvación gratuita para todos los hombres, solo deben creer en Jesucristo, pero si rechazan su oportunidad de salvación, Dios ya no puede hacer nada por ellos.

Jesús lo colocó de esta manera:

Juan 3:16-18
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
18 El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

La salvación está provista para todos los hombres, él cree en Jesús alcanza la salvación pero él que lo rechaza ya ha sido condenado por no creer en Jesús.

La buena noticia es que si aún no has creído en Jesús puedes hacerlo hoy recibir la vida eterna.

El apóstol Pablo lo escribió de una manera muy sencilla:

Romanos 10:8-10
8 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.

Solo debes creer que Jesús resucitó de los muertos y que es el Señor y declararlo con tu boca.

Has esta oración conmigo y recibe hoy a Jesús en tu corazón:
"Jesús, te doy las gracias por venir al mundo y morir por mi en la cruz; he decidido creer que resucitaste de los muertos y confesarte como mi Señor. Así que te recibo hoy como mi Salvador y declaro Señor de mi vida. Amén."as

sábado, 17 de diciembre de 2016

4 Palabras Gigantescas que nos Muestran lo que Cristo Hizo por Nosotros

Lo Que Cristo Hizo Por Nosotros en la Cruz
En Romanos 3:21-26 encontramos 4 grandes palabras que definen lo que Cristo hizo por nosotros en la Cruz.
Romanos 3:21-26 (Biblia Expandida de Fe)
21 Pero ahora, aparte e independientemente de la Ley, se ha manifestado abiertamente la justicia de Dios que es testificada y confirmada por la Ley y los Profetas;
22 la justicia de Dios, que es por la fe en Jesucristo, para todos los que creen. Porque no existe ninguna distinción ni diferencia
23 porque todos han pecado y están privados de la gloria de Dios,
24 pero son justificados (declarados inocentes y hechos justos) gratuitamente por medio de su gracia (que es el favor y la buena voluntad de Dios hacia nosotros) provista por medio de la redención cumplida en Jesucristo (el Salvador Ungido)
25 quien fue puesto por Dios como instrumento de propiciación por medio de su propia sangre, a través de la fe.
26 De esa manera, Dios ha querido mostrar su justicia al haber pasado por alto en su paciencia nuestros pecados pasados para demostrar en este tiempo Su justicia, a fin de que Él sea el justo y el justificador del que tiene fe en Jesús.
Estas 4 grandes palabras son gracia, propiciación, redención y justificación.
La gracia nos habla de la provisión gratuita de Dios para proveernos la salvación, la propiciación de la víctima sacrificial que Dios uso para proveerla, la redención del pago para lograrla y la justificación del efecto en los que la reciben.

1. Gracia
La primera gran palabra en cuanto a la salvación es la gracia.
A lo largo de mi vida cristiana he visto personas que tratan de justificarse ante Dios por medio de sus acciones. Buscan cumplir una serie de requisitos para alcanzar el favor de Dios, el problema es que no pueden cumplirlos.
Efesios 2:8-9 es uno de los versículos más conocidos en cuanto a la salvación: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; por obras, para que nadie se gloríe.”
El regalo de Dios es la salvación, la cual nos viene por gracia, no por medio de las obras, o es lo que nosotros hagamos sino lo que Dios proveyó para nosotros, lo cual lo recibimos por medio de la fe.
En Romanos 4 Pablo explica más acerca de esto:
Romanos 4:1-8
1 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne?
2 Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios.
3 Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia.
4 Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;
5 mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
6 Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras,
7 diciendo:Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.
8 Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
El otro día debatía con una persona en internet que decía que una persona para ser llamada cristiana tenía que cumplir ciertos requisitos y mostrar el fruto. Yo le decía que si para ser cristiano tenías que mostrar frutos antes de convertirte por demás murió Cristo. El fruto viene como resultado de la salvación, no antes.
Eso es lo que nos muestra el ejemplo de Abraham, que nuestra justificación no es un asunto de obras sino de gracia; no es lo que nosotros hagamos sino lo que el proveyó.
Si fuese por nuestras obras o las cosas que hagamos ya no sería algo gratuito sino de un pago por las cosas que hemos hecho. Entonces podríamos hacer lo que dice Efesios 2:9, gloriarnos porque lo hemos logrado por nuestros propios medios.

2. Propiciación
La segunda gran palabra es la propiciación.
Hace un tiempo vi una película en la que en Hawaii trataban de tirar a una persona en un volcán y detener la ira de su Dios para que ese volcán no erupcione y destruya la isla.
Ese es el significado de la palabra propiciación, sacrificar una víctima para aplacar la ira de un Dios.
En Primera de Juan podemos ver dos pasajes en cuanto a la propiciación:
1 Juan 2:2, 4:10
2:2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Jesucristo es la víctima que Dios eligió como propiciación por nuestros pecados.
Vayamos a Génesis para ver la promesa de un sacrificio por nuestros pecados:
Génesis 22:1-14
1 Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.
3 Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo.
4 Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos.
5 Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos,  y volveremos a vosotros.
6 Y tomó Abraham la leña del holocausto,  y la puso sobre Isaac su hijo,  y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.
7 Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?
8 Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.
9 Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.
10 Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.
11 Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.
12 Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo,  tu único.
13 Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.
14 Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.
En esta historia vemos la figura de la sustitución. Dios le había pedido a Abraham que le sacrifique su hijo Isaac. Y Abraham en obediencia fue para hacerlo. Al momento del sacrificio Dios le dijo que se detenga porque se había provisto de un cordero para hacerlo.
En los versículos 7 y 8 cuando Isaac le pregunta a su padre: “Donde está el cordero para el sacrificio”; Abraham le respondió: “Dios se proveerá un cordero para el sacrificio.”
Y eso es lo que hizo Dios, se proveyó de un Cordero, Jesucristo, para sacrificarlo como pago por nuestros pecados.

3. Redención
La tercera gran palabra que encontramos es redención.
Aquí la palabra redención es apolutrosis, esta palabra griega significa redención en pleno o liberación total contra el pago de un precio.
En la Biblia encontramos cuatro palabras griegas para redención: agorazo que significa el comprar en un mercado de esclavos; exagorazo que signica comprar para sacar del mercado de esclavos; lutroo que significa liberar mediante el pago de un precio; y, apolutrosis que significa la redención total mediante el pago de un precio.
Antes de venir Jesús, Satanás tenía el control del mercado de esclavos; ahora hemos sido redimidos; pero las personas que rechazan a Jesús siguen en ese mercado.
Veamos Romanos 6:17-20 para ver esto de manera más clara: “Pero gracias a Dios, ustedes, después de haber sido esclavos del pecado, han obedecido de corazón a la regla de doctrina que les ha sido transmitida y ahora, habiendo sido liberados del pecado, han llegado a ser esclavos de la justicia. Voy a hablarles en términos humanos, teniendo en cuenta la debilidad natural de su carne. Si antes entregaron sus miembros físicos, haciéndolos esclavos de la impureza y de la iniquidad cada vez mayor, pónganlos ahora al servicio de la justicia que lleva a la santificación. Porque cuando eran esclavos del pecado, ustedes estaban libres con respecto de la justicia” (Biblia Expandida de Fe).
Este pasaje nos da una idea muy clara de lo que pasaba antes de conocer a Jesús, estábamos en ese mercado de esclavo; esclavizados completamente al pecado; pero al recibir a Jesús y nacer de nuevo hubo un cambio; fuimos quitados de ese mercado y dejamos de ser esclavos del pecado; ahora somos esclavos de la justicia.
Wuest nos dice de la palabra exagorazo“La segunda palabra que Pablo usa (para redención) es exagorazo; el comprar a un esclavo sacándolo del mercado. El esclavo de nacimiento del Señor Jesús es comprado no solo para ser su esclavo, sino que es comprado para salir del mercado de esclavos, para nunca volver a ponerlo en venta en ningún mercado de esclavos. Se vuelve esclavo del Señor Jesús por el tiempo y la eternidad.”
En Gálatas 3:13 podemos ver la aplicación de esta palabra: “Cristo compró nuestra libertad [redimiéndonos] de la maldición (el destino funesto) de la Ley [y su condenación] por [Si mismo] al hacerse maldición por nosotros, como está escrito [en las Escrituras], Maldito todo el que es colgado de un árbol (es crucificado)” (Biblia Amplificada).
Cristo nos sacó de la maldición de la ley para que nunca más volviéramos a estar en ella, es decir nos hizo completamente libres.
En 1 Pedro 1:18-19 dice: “Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.”
La palabra rescatar es lutroo que como vimos significa redimir. Hemos sido redimidos por un gran precio, la sangre de Jesucristo.
En los mercados de esclavos, estos eran comprados con monedas de oro o plata, pero para sacarnos de la esclavitud del reino de tinieblas en el cual vivíamos, Jesucristo mismo derramó su sangre y murió por nosotros.
En Efesios 1:7 dice: “En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia.”
Aquí la palabra redención es apolutrosis y nos muestra la liberación total de la culpa por los pecados, es decir, nuestra completa y total libertad del pecado por el pago del gran precio que fue la sangre de Jesucristo.
En Hebreos 9:15 dice: “Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.”
Aquí la palabra remisión es apolutrosis y nos muestra, que a diferencia del primer pacto donde solo eran cubiertos los pecados de sacrificio en sacrificio, por medio de la muerte de Jesús no solo hemos sido hechos libres de las consecuencias del pecado, sino del pecado mismo.
Hemos sido hechos totalmente libres del pecado y sus consecuencias.
Nosotros estábamos en el mercado de esclavos de Satanás, muertos espiritualmente y viviendo y viviendo bajo maldición; Cristo nos redimió, pagando con su preciosa sangre, para que nunca más tengamos que volver a estar bajo el yugo de Satanás. 

4. Justificación
Nuestra cuarta palabra es justificación.
Vine define la justificación de esta manera: “La justificación la absolución legal y formal de toda culpa por parte de Dios como Juez, siendo el pecador pronunciado justo al creer en el Señor Jesucristo.”
A los ojos de Dios nosotros ya no somos culpables sino inocentes; legalmente Dios nos declaró inocentes y nos hizo justos.
En 2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.”
En el derecho existe la figura legal de la cosa juzgada, es decir, si una persona fue juzgada y condenada por un delito, otra persona no puede ser juzgada y condenada por el mismo delito, ya es una cosa juzgada.
Jesús que no conoció pecado por nosotros fue hecho pecado para que Dios pudiera declararnos inocentes y hacernos justos.

Dos hermanos gemelos vivían en un país donde estaba vigente la pena de muerte.
Uno de los dos era una persona tranquila y honrada, jamás había tenido un problema con la ley, pero el otro era todo lo contrario, problemático, vividor y delincuente.
Un día el hermano problemático llegó a la casa de su hermano asustado, con la camisa llena de sangre y un cuchillo en la mano, acababa de matar a otra persona; sin preguntar el hermano tranquilo le dijo: “Dame tu camisa y el cuchillo y escóndete en mi cuarto.” Su hermano hizo lo que le dijo, y cuando se escondió, el otro se puso la camisa ensangrentada y agarró el cuchillo.
De pronto la policía llegó a su casa y al verlo con la camisa ensangrentada y el cuchillo lo encarcelaron.
Al día siguiente lo llevaron ante el juez y él se negó a responder las preguntas. Llegaron los testigos y lo reconocieron, tenían además la camisa ensangrentada y el cuchillo con que se cometió el crimen.
Por el peso de las pruebas rápidamente fue condenado a muerte, pena que se cumplió al día siguiente.
Cuando se enteró el hermano asesino, fue a entregarse arrepentido, diciendo: “Condénenme a mí también, yo fui el verdadero asesino.”
El juez le dijo: “Ya no se puede hacer nada, dos personas no pueden recibir el mismo castigo por el mismo delito, es cosa juzgada.”
En 2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.”  
Por medio de la obra completa de Cristo en la cruz es que nosotros fuimos justificados para con Dios.
La justificación es el acto legal por medio del cual Dios nos declaró inocentes y nos hizo justos, lo que nos hizo estar en una posición correcta con Dios por medio de la obra terminada de Jesucristo.
No tiene para nada que ver con nuestros propios méritos, nada que hayamos hecho sería capaz de justificarnos, es por medio de la “cosa juzgada” que nosotros fuimos hechos libres del pecado y sus consecuencias.
Hebreos 10:19-22
19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,
21 y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
Ahora que tenemos libertad y pleno acceso para entrar a la misma presencia de Dios por la obra de Jesucristo en la cruz entremos confiadamente porque ya no hay nada que nos separe de Dios. El pecado y la culpa ya fueron quitados, Dios ya nos declaró inocentes y nos hizo justos.

miércoles, 30 de noviembre de 2016

Recibiendo el Poder de Dios - La Evidencia de Haber Recibido el Bautismo con el Espíritu


La Evidencia de Haber Recibido el Bautismo con el Espíritu

Aquí  responderemos a la pregunta de Charles Parham: ¿Cuál es la evidencia en el libro  de los Hechos de recibir el Bautismo del Espíritu Santo?

Hay cinco casos en Hechos en que gente recibió el Espíritu Santo

Hechos 1:4-5,8
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 
5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
8 Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Jesús les dijo a sus discípulos que esperasen en Jerusalén la venida del Espíritu Santo.


Las Lenguas en Pentecostés

Nuestro primer caso fue en el día de Pentecostés. 

Hechos 2:1-4
1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 
2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 
3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

El cumplimiento de esto ocurrió el día de Pentecostés, y la evidencia de lo que recibieron fue que hablaron en otras lenguas.

Hechos 2:16-18
16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel:   
17 Y en los postreros días, dice Dios, Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Vuestros jóvenes verán visiones, Y vuestros ancianos soñarán sueños;  
18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.

Pedro dijo que el derramamiento del Espíritu fue el cumplimiento de la profecía de Joel.

Hechos 2:32-33
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 
33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 

Los moradores de Jerusalén vieron y oyeron algo, que los discípulos hablaron en lenguas como consecuencia del derramamiento del Espíritu Santo.


Las Lenguas en Samaria

Nuestro segundo caso se ve durante la predicación de Felipe en Samaria.

Hechos 8:4-8, 12
4 Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. 
5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
6 Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las señales que hacía. 
7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; 
8 así que había gran gozo en aquella ciudad.
12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.

Felipe estaba predicando a Jesucristo con grandes señales y prodigios, y como resultado de ello mucha gente se estaba convirtiendo.

Notemos que las personas se estaban bautizando y sabemos que ningún ministro bautiza a un inconverso.

Hechos 8:14-17
14 Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; 
15 los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; 
16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. 
17 Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. 

Pedro y Juan se dieron cuenta que aunque los samaritanos habían recibido a Jesús todavía no habían recibido el Espíritu Santo; así que cuando les imponían las manos ellos recibían el Bautismo del Espíritu Santo.

Hechos 8:18-20
18 Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 
19 diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. 
20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero

¿Qué vio Simón, el mago, que lo impulso a querer comprar el poder que tenían los apóstoles?

Recordemos que en Pentecostés los moradores de Jerusalén también vieron algo.

Lo que vieron fue que la gente que recibía el Bautismo del Espíritu hablaba en lenguas.


Las Lenguas en la vida del Apóstol Pablo

El tercer caso fue el apóstol Pablo.

Hechos 9:10-12, 17, 18
10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor. 
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora, 
12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista
17 Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. 
18 Y al momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al instante la vista; y levantándose, fue bautizado. 

Aquí vemos como Ananías le impuso las manos para que recibiese el Espíritu Santo.

1 Corintios 14:18
18 Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros.

Es evidente que Pablo habló en lenguas, pues, él dice que hablaba en lenguas mas que los corintios.


Las Lenguas en la casa de Cornelio

Nuestro cuarto caso es Cornelio y los suyos unos 10 años después de Pentecostés.

Hechos 10:1-5
1 Había en Cesárea un hombre llamado Cornelio, centurión de la compañía llamada la Italiana, 
2 piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre. 
3 Este vio claramente en una visión, como a la hora novena del día, que un ángel de Dios entraba donde él estaba, y le decía: Cornelio. 
4 El, mirándole fijamente, y atemorizado, dijo: ¿Qué es, Señor? Y le dijo: Tus oraciones y tus limosnas han subido para memoria delante de Dios. 
5 Envía, pues, ahora hombres a Jope, y haz venir a Simón, el que tiene por sobrenombre Pedro.

Cornelio fue el primer no judío ó gentil que recibió el Bautismo del Espíritu.

Hechos 10:24
24 Al otro día entraron en Cesárea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos. 

Cornelio mandó por Pedro y lo esperó con los suyos y sus amigos mas íntimos.

Hechos 10:44-46
44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. 
45 Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 
46 Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.

¿Cómo supieron los judíos que los gentiles habían recibido el Bautismo del Espíritu Santo? Porque los oyeron hablar en lenguas.


Las Lenguas y los Discípulos de Juan

Nuestro quinto caso lo vemos en Efeso unos 20 años después de Pentecostés.

Hechos 19:1-7
1 Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos, 
2 les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo. 
3 Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. 
4 Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo. 
5 Cuando oyeron esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. 
6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban. 
7 Eran por todos unos doce hombres.

Vemos que cuando los 12 discípulos de Juan el Bautista recibieron el Espíritu Santo ellos también hablaron en lenguas.

Después de examinar estos casos podemos llegar a la conclusión a la que llegaron los discípulos de Charles Parham: La evidencia que tuvieron todas las personas que recibieron el Bautismo del Espíritu Santo en el Libro de Hechos fue el hablar en otras lenguas.

Si esa es la evidencia bíblica de recibir el Bautismo del Espíritu Santo, no deberíamos esperar otra, sino aceptarla como una experiencia válida para nuestras vidas el día de hoy.  

sábado, 26 de noviembre de 2016

Recibiendo el Poder de Dios - Las Nuevas Lenguas

Las Nuevas Lenguas 


Marcos 16:17 
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.

Hechos 2:4 
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. 

Una de las señales del Nuevo Pacto es el hablar en nuevas (kainos) lenguas. 

Vine define estas nuevas lenguas así: 

KAINOS: Indica lo nuevo, lo que es desusado o desacostumbrado; no nuevo ni reciente en el tiempo, sino nuevo en forma o calidad; o de diferente naturaleza comparado con lo que se contrasta como viejo. Las nuevas lenguas (kainos) de Marcos 16:17, son las otras lenguas (heteros) de Hechos 2:4. Sin embargo, estas lenguas son nuevas y diferentes, no en el sentido de que nunca fueron habladas, o que fueran nuevas para los oyentes, pues es evidente en Hechos 2:8 que ese no era el caso; eran nuevos lenguajes para los que hablaban, pero no para los que los escuchaban. 

Hechos 2:8 
8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 

Jesús le dijo a sus discípulos que iba a derramar el Bautismo del Espíritu Santo sobre ellos. 

Hechos 1:4, 5, 8 
4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 
5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. 
8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. 

La señal de que ellos recibieron el Bautismo del Espíritu Santo fue el hablar en nuevas lenguas. 

Hechos 2:1-4 
1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 
2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 
3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 
4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. 

Charles Parham, uno de los padres del movimiento pentecostal, le pidió a los alumnos de su escuela bíblica que encontrasen en el libro de Hechos cual fue la evidencia de que las personas hubieran recibido el Bautismo del Espíritu Santo, todos los alumnos sin excepción descubrieron que el Hablar en lenguas fue la evidencia. 

Esto sucedió pocos años antes del gran avivamiento pentecostal de la calle Azusa en 1906; incluso J. Seymour, fundador de ese movimiento fue alumno de Parham. 

Hechos 2:5-11 
5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 
6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 
7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 
8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 
9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 
10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, 
11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 

En ese momento era en Jerusalén la fiesta de Pentecostés; durante la cual judíos y prosélitos de todo el mundo conocido iban a Jerusalén para celebrarla. De pronto escuchan el viento recio y la gente hablando en el idioma de estos visitantes, los cuales entendían lo que les hablaban; lo cual no ocurría con los que hablaban, pues para ellos eran nuevas lenguas. 

Hechos 2:12-21 
12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros ¿Qué quiere decir esto? 
13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto. 14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras. 
15 Porque éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la hora tercera del día. 
16 Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: 
17 Y en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones, vuestros ancianos soñarán sueños; 
18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días derramaré de mi Espíritu, y profetizarán. 
19 Y daré prodigios arriba en el cielo, Y señales abajo en la tierra, Sangre y fuego y vapor de humo; 
20 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día del Señor, grande y manifiesto; 
21 Y todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 

Pedro dice aquí que las “otras lenguas” vinieron como consecuencia del derramamiento del Espíritu Santo producido como cumplimiento de la profecía de Joel. 

Joel 2:28-32 
28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 
29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días. 30 Y daré prodigios en el cielo y en la tierra, sangre, y fuego, y columnas de humo. 
31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día grande y espantoso de Jehová. 
32 Y todo aquel que invocare el nombre de Jehová será salvo; porque en el monte de Sión y en Jerusalén habrá salvación, como ha dicho Jehová, y entre el remanente al cual él habrá llamado. 

Hechos 2:32-33 
32 A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. 
33 Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 

Es interesante lo que dice Pedro, la gente vio y oyó. Además nos dice que esto que vieron y oyeron vino como consecuencia de la obra que hizo Jesús cuando se sentó a la diestra de Dios y recibió la promesa del Padre, que es el Bautismo del Espíritu Santo. 

Hechos 2:38-39 
38 Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. 
39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare. 

Aquí Pedro nos da los requisitos para recibir el Bautismo del Espíritu Santo: sencillamente recibir a Jesucristo. 


También dice para quien es: para todos los que el Señor llamare; es decir para toda persona que reciba a Jesús.