martes, 21 de octubre de 2008

Jesucristo, el Ungido - Parte 8

Otra faceta que tuvo Jesús en su ministerio terrenal fue la de evangelista.

La definición de evangelista es: “Una persona que anuncia el Evangelio; un mensajero de buenas nuevas.”

Jesús fue ungido para anunciar el evangelio.

Lucas 4:17-21
17 Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
18 Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos;
19 A predicar el año agradable del Señor.
20 Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
21 Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

Jesús fue ungido para predicarle el evangelio a los pobres.

La palabra predicar significa sencillamente anunciar, a diferencia de la palabra enseñar que significa explicar.

Es como cuando hacen una película, después de hacerla empieza la publicidad para que la gente vaya a verla, ese anuncio es la predicación.

Cuando una persona ve la película y sabe de lo que trata porque la vio, es como la enseñanza.

La prédica anuncia y la enseñanza explica.

Jesús se pasó parte de su ministerio predicando.

Marcos 1:14-15
14 Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,
15 diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.

Mateo 4:17
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.

Jesús empezó su ministerio predicando el evangelio del reino de Dios.

Una parte primordial del ministerio del evangelista son los dones de poder y las sanidades y milagros.

El evangelista Raymond T. Richie decía: “Los milagros son la campana que Dios usa para atraer a la gente.!

Las noticias del Ungido y su Unción fueron las “buenas noticias” o “evangelio” de la Iglesia Primitiva.

Cuando le a pidieron Pedro que predique por primera vez el mensaje del evangelio a los gentiles, lo primero que les dijo fue: “Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.”

miércoles, 15 de octubre de 2008

Jesucristo, el Ungido - Parte 7

Otro oficio que el cumplió en la tierra es el de profeta.

Jesús mismo se llamó profeta durante su ministerio terrenal

Mateo 13:57
57 Y se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.

Marcos 6:4
4 Mas Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.

La gente de Israel también se dio cuenta y declaró que Jesús era un profeta:

Lucas 7:16
16 Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.

Las señales que Jesús hacía eran demostración para la gente que Jesús era el profeta que Moisés había profetizado.

Juan 6:14
14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.

Juan 7:40
40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.

Moisés había profetizado en el Antiguo Testamento acerca del profeta que se iba ha levantar

Deuteronomio 18:15-19
15 Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis;
16 conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.
17 Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
18 Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.
19 Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.

Jesús era ese profeta que ellos estaban esperando.

Un profeta tiene marcas específicas: en su ministerio se ven consistentemente 2 de los 3 dones de revelación, más el don de profecía, y la unción para enseñar o profetizar; además que también lo dones de poder se ven en este ministerio.

Jesús tuvo estas marcas dentro de su ministerio.

Por ejemplo, en Juan 4 podemos ver como uso la palabra de conocimiento para mostrar el estado marital de la mujer samaritana:

Juan 4:16-19
16 Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá.
17 Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido;
18 porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad.
19 Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta.

La palabra de conocimiento, es la manifestación dada por el Espíritu Santo de una porción del conocimiento de Dios acerca de conocimientos pasados o presentes.

Eso fue lo que hizo con la mujer, lo dijo lo que le había pasado en su vida y su situación actual.

En Juan 7 podemos ver la manifestación de la palabra de sabiduría junto con el de profecía:

Juan 7:37-40
37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
40 Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.

La palabra de Dios es una porción acerca de la sabiduría de Dios concerniente ha hechos futuros, por lo general es condicional; y la profecía es un mensaje dado por el Espíritu Santo en leguaje conocido por la persona que lo emite y los que los escuchan; la profecía es para edificar, exhortar y consolar.

En este pasaje Jesús estaba hablando de un tiempo en el futuro en que ríos de agua viva correrían del interior de los personas, Esto venía con una condición, los que creyesen tendrían esta experiencia en sus vidas.

Además fue un mensaje dado en lenguaje conocido por Jesús y por las personas que lo oían.

Pero también vemos como los dones de poder se manifestaron en su ministerio. Los dones de poder son: El don de fe, el don de operación de milagros y los dones de sanidades.

Juan 6:10-14
10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.
11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
12 Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.
13 Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido.
14 Aquellos hombres entonces, viendo la señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.

Para la multiplicación de alimentos se necesitaros dos dones de poder: el don de fe y el don de operación de milagros.

El don de fe es una manifestación de fe especial que da el Espíritu Santo para recibir un milagro de Dios, es un don pasivo; mientras que el de operación de milagros es un don activo, es un don que hace algo, provoca una acción que rompe el curso natural de las leyes de la naturaleza.

Es interesante que la gente al ver estos dones en manifestación se dio cuenta de que Jesús era un profeta.

Como un dato adicional, Jesús también utilizo el tercer don de revelación, el discernimiento de espíritu en su ministerio. Este don no solo es ver demonios, sino ver espíritus en general.

Por ejemplo, en la transfiguración conversó con Moisés y Elías:

Mateo 17:1-5
1 Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto;
2 y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
3 Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él.
4 Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías.
17:5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.

Aquí está Jesús conversando con Moisés y Elías, y además se escuchó la voz de Dios.

En otras ocasiones vio demonios y también ángeles:

Marcos 1:12-13
12 Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.
13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían.

Entonces vemos que en Jesús se manifestó el don de discernimiento de espíritus.

Podemos concluir que Jesús tuvo el oficio y la unción de profeta en su ministerio terrenal.