domingo, 30 de abril de 2023

El Poder de la Lengua (Hay Poder en tu Boca)

El Poder de la Lengua

¿Sabías que tu Lengua tiene muchísimo poder?
Aquí te lo explico.
Quiero que escuches atentamente Proverbios 18 20 21 y veas lo que Dios te dice hoy: Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
La Biblia Dios habla hoy lo pone más asombroso: Cada uno comerá hasta el cansancio del fruto de sus palabras. 
Y veamos una versión más, la Biblia al día, para darnos cuenta de este poder: Cada uno se llena con lo que dice y se sacia con lo que habla. En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto.
Nuestra lengua tiene el poder para causar la vida o la muerte. Si aprendemos a usarla para nuestro beneficio seremos saciados. Si no cuidamos las palabras que decimos hoy, es posible que tengamos problemas el día de mañana.
Si dices: "Creo que voy a enfermarme," es mejor que te quedes en casa porque ciertamente vas ha enfermarte; Si dices: "No voy a vender nada," es mejor que busques otro empleo porque no venderás nada.
Debes cuidarte de las cosas que hablas; si no quieres que suceda algo, es mejor que no lo digas. Pero si quieres tener éxito y victoria en tu vida debes empezar a decirlo.
Empieza tu camino al éxito a través de tus palabras.
En los Capítulos 13 y 14 de Números podemos ver esta verdad en operación desde el punto de vista negativo. En el versículo 14:2 dice: "Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón todos los hijos de Israel; y les dijo toda la multitud: ¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto! o en este desierto ojalá muriéramos!"; o como dice en el Torá: “Luego murmuraron todos los israelitas contra Moisés y Aarón, y les dijo toda la comunidad: "¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto! Y si no, ¡ojalá hubiéramos muerto en el desierto!”
Y en el versículo 14:28 Dios les respondió: "Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros”; veamos nuevamente como lo traduce el Torá: “Diles: Por mi vida - oráculo de Adonai - que he de hacer con vosotros lo que habéis hablado a mis oídos”.
En Hebreos 3:17 podemos ver el fin de ellos: "¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?"
Dios dijo que de la manera como ellos habían hablado, de esa manera iban a morir. Lo que nosotros hablamos determina nuestro futuro. Si hablamos victoria tendremos victoria; si hablamos derrota seremos derrotados. Debemos cuidar nuestras palabras para caminar en victoria.
Como dice Marcos 11:23: "Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho." Lo que digas te será hecho.
Prepárate para la victoria hablando correctamente, diciendo las cosas que Dios dice, en la biblia hay 7432 promesas, que dicen lo que Dios quiere en tu vida, háblalas, empieza a dejar que salgan de tu boca.
Empieza diciendo, en medio de los problemas de salud. Como dice Isaías 53 4 5, Mateo 8:17 y Primera de Pedro 2 24: "Soy sano, porque Jesús tomó mis enfermedades, llevó mis dolencias y por sus llagas he sido sanado.
Si estas pasando por tiempos de escasez di: "Nada me faltará porque según el Salmo 23:1: Jehová es mi pastor, y porque Filipenses 4:13, dice que mi Dios proveerá para todas mis necesidades conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
Mantente firme hablando lo que Dios ha dicho de ti, y recibirás lo que Dios te ha prometido a ti.
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sábado, 29 de abril de 2023

La Ley de la Fe


La Ley de la Fe
 
¿Sabías que existe una Ley de la Fe?
 
Aquí te la explico:
 
En Romanos 10 del 8 al 17 Pablo nos dijo estas asombrosas palabras: “Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Más no todos obedecieron al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído a nuestro anuncio? Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
 
En el verso encontramos lo que es la Ley de la Fe, que es creer en el corazón y confesar con la boca.
 
Cuando una persona cree en el corazón la fe es producida en su corazón, pero esa fe, no puede ser desatada a menos que use sus palabras, es decir, por medio de la confesión de fe.
 
La fe no puede expresarse a menos que sea hablada. La boca es el instrumento por el cual la fe es desatada.
 
La confesión es:
 
Número 1. Afirmar algo que creemos.
 
Número 2. Declarar algo que sabemos.
 
Número 3. Testificar una verdad que hemos abrazado.
 
La confesión de la Palabra de Dios es afirmar, declarar y testificar que la Palabra de Dios es verdad y se cumple en nuestras vidas.
 
Ampliemos el significado de lo que es La Ley de la Fe:
 
Para poder entender la confesión de fe, lo primero que debemos entender es la ley de la fe.
 
Nuevamente veamos Romanos 10 al 8 al 10, pero esta vez en la Biblia Amplificada:
 
Pero ¿qué dice? La Palabra (el mensaje de Dios en Cristo) está cerca de ti, en tus labios y en tu corazón; es decir, la Palabra (el mensaje, la base y el objeto) de la fe que predicamos, Porque si reconoces y confiesas con tus labios que Jesús es el Señor, y en tu corazón crees (te adhieres, confías y te apoyas en la verdad de) que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón uno cree (se adhiere, confía y se apoya en Cristo) y así es justificado (declarado justo, agradable a Dios), pero con la boca confiesa (declara abiertamente y expresa libremente su fe) y confirma [su] salvación.
 
En este pasaje de la escritura vemos que la Palabra de Dios debe estar en nuestra boca y en nuestro corazón. Además, encontramos la clave para la ley de la fe: creer en el corazón y confesarlo con la boca.
 
Por ejemplo, en este pasaje vemos la forma como una persona nace de nuevo:
 
Número 1. Confiesa con la boca que Jesús es el Señor.
 
Número 2. Cree en el corazón que Dios lo levanto de los muertos.
 
En Segunda de Corintios 4:13 nos encontramos con esta verdad: “Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos”.
 
En la Biblia al Día lo traduce más sencillo: “Escrito está: «Creí, y por eso hablé.» Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos”.
 
Según este pasaje, el espíritu de fe se muestra en que si una persona cree algo debe decirlo. Esta es la ley de la fe en operación, una persona que tiene el espíritu de fe debe hablar las cosas que cree.
 
Jesús enseño en Marcos 11:23 acerca de esta ley: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”.
 
Una vez más vemos la importancia de decir con nuestra boca las cosas que creemos en nuestro corazón. En especial, notemos que este pasaje dice tres veces decir, pero una sola vez creer. Es decir, debemos hablar tres meses de lo que creemos.
 
Veamos lo que es Creer con el Corazón:
 
En Romanos 10:10 hemos visto que "con el corazón se cree. . .". ¿Qué se cree? Que lo que dice la Palabra de Dios es verdad.
 
Creer con el corazón es creer que la Palabra de Dios es verdad sin importar lo que digan las circunstancias.
 
En Romanos 10:17 dice que "Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios." La ley de la fe empieza cuando creemos con el corazón la Palabra de Dios y la fe se produce en él.
 
Ahora veremos lo que es Confesarlo con la Boca:
 
En la Segunda parte de Romanos 10:10 dice: ". . . pero con la boca se confiesa para . . .", Es decir la fe para recibir algo se desata con las palabras. En Segunda de Corintios 4:13 dice: "Creí, por lo cual hablé;" Si has creído algo de la Palabra de Dios, lo siguiente que debes hacer es hablarlo.
 
En Marcos 5 del 27 al 29 podemos ver esta verdad: Cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva. Y enseguida la fuente de su sangre se secó; y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote.
 
En este pasaje notemos que la Biblia pone la palabra “decía”, así que esta mujer estaba diciendo algo de manera continua.
 
West nos dice algo muy importante acerca de esta palabra “decía”: “El verbo es imperfecto. Ella continúo diciendo mientras se abría paso entre la multitud, ya fuera para sí misma o para los demás”.
 
Ella decía una y otra vez: "Si tocare tan solamente su manto, seré sana." Sus palabras la motivaron para actuar en fe y recibir su sanidad.
 
Como vimos en Marcos 11:23, debemos decir tres veces más de lo que creemos. Es decir que se requiere confesar tres veces más tiempo que el que necesitamos para creer.
 
Nuestra fe se desata por medio de nuestras palabras.
 
La Ley de la Fe es creer en el corazón y confesarlo con la boca.
 
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viernes, 28 de abril de 2023

Doctrina de los Atributos Divinos


Doctrina de los Atributos Divinos
La Naturaleza Divina

Para poder hablar de los atributos divinos de Dios, los cuales demuestran su deidad, en primer lugar debemos definir lo que creemos acerca de Él.

Como dice el Credo de Nicea (325 DC): “Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.” 

Creemos en un único Dios, que es un Dios trino (es decir, una unidad de tres personas), el cual es un ser espiritual inteligente, santo, infinito y todopoderoso, el cual es creador y gobernador del universo y todo lo que hay en él.           

La Biblia no busca probar la existencia de Dios, da como hecho que existe. Desde el mismo principio de la Biblia, dice en su primera declaración en Génesis 1:1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra".           

Cuando Dios se presenta a Moisés en Éxodo 3:13 14 le dice: “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”           

Al decir estas palabras, Dios nos está diciendo que es el que siempre existió.  Dios no fue creado Él existió siempre.           

Nosotros aceptamos por fe la existencia de Dios, pero además (como vimos el capítulo anterior), las cosas creadas nos dan evidencia de su existencia.           

Entonces, tanto la fe como la razón nos dan la evidencia de la existencia de Dios. 

La Naturaleza de Dios 

1. Dios es Espíritu 

En Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”

Dios es un ser espiritual, eso significa que no tiene un cuerpo físico como nosotros; por lo cual no podemos percibirlo con nuestros sentidos físicos sino con nuestro espíritu. 

2. Dios es una Persona

Dios no es un objeto, ni un animal, ni una fuerza o energía, Él tiene las características y cualidades de una persona. 

En Mateo 11:25 y otros versos de la Biblia a Dios se le llama Padre como se hace con una persona. 

En Isaías 55 8 9 vemos que Él puede pensar como cualquier persona: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

También tiene emociones como una persona, como podemos ver en Génesis 6:6, Deuteronomio 6:15, Proverbios 6:16 y Apocalipsis 3:19.

 Y como vemos en Efesios 1:5 tiene voluntad como una persona: “En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.”

3. Dios es Uno 

En Deuteronomio 6:4 encontramos esta declaración: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.”

 La palabra hebrea para UNO es EJAD, y que significa una unidad compuesta. 

En Primera de Corintios 8:4 dice: “Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.

 Vemos que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento declaran que existe un solo y único Dios.

4. Dios es un Dios Trino

Aunque la palabra trinidad no se encuentra en la Biblia, su enseñanza es muy clara.

 

Un diccionario define el término trinidad de esta manera: “Distinción de tres personas divinas en una sola esencia". 

Eso está de acuerdo a 1 Juan 5:7 donde dice: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.”

La trinidad no se trata de tres aspectos de una persona ni de tres dioses, sino de una unidad compuesta de tres personas. 

Cuando la Biblia dice que hay un solo Dios; como vimos antes, no hay contradicción con la trinidad. Dios es uno en el sentido compuesto. Es como en Génesis 11:6 leemos, "He aquí el pueblo es uno". El pueblo era como uno, pero en realidad era una unidad compuesta de miles de personas. El Dios único es una pluralidad de personas.

En Génesis 1:26 27 dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” 

Hagamos es un verbo plural. Hagamos nos habla de las tres personas de la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. 

En Génesis 3:22 dice: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros...”. Nuevamente Dios habla de sí mismo en plural. 

En Génesis 11:6 7 durante el relato de la torre de Babel, Dios vuelve a hablar de sí mismo en plural: “Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.” 

En el llamado de Isaías también ocurre lo mismo: “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?” (Isaías 6:8).

 

En el ministerio de Jesús también podemos ver la trinidad. En Mateo 3:16 17 vemos a los tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en el Bautismo de Jesús: 

Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” 

En la fórmula bautismal de Mateo 28:19 también encontramos a la trinidad: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” 

En la segunda carta de Pablo a los Corintios, vemos también a la trinidad: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” 

Estos versos son más que convincentes para demostrar que la trinidad es una verdad bíblica.

jueves, 27 de abril de 2023

Lo que No Sabías de la Doctrina de la Revelación



¿Conoces lo que la Doctrina de la Revelación?

En este artículo te la explico.

La primera doctrina que estudiaremos que estudiaremos en esta serie es la de la Revelación. 

En el Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia de Nelson la revelación se define así: “REVELACIÓN (en griego, apocalypsis, o sea, acción y efecto de correr el velo que encubría lo desconocido). En la Biblia se usa casi exclusivamente en relación con Dios, de modo que se convierte en un término teológico.”

De ahí podemos ver que la revelación tiene que ver con la forma en que Dios se comunica con el hombre para mostrarle lo que de otro modo no podría conocer.

La revelación es de dos maneras, de manera general y manera especial, así que definamos estos dos conceptos.

Primera Clase de Revelación
Revelación General

También es llamada revelación natural; es la manera por la cual Dios se revela a los hombres a través de las cosas hechas.

En Romanos 1:20 el Apóstol Pablo escribe: “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.”

Es decir, Dios ha estado revelándose al hombre desde el principio de la creación por medio de la naturaleza y las cosas que ha creado.

En Hechos 14:16-17, nuevamente Pablo nos habla de esta verdad: “En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos; si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.”

Como dice aquí, Dios no se dejo a sí mismo sin testimonio.

Este tipo de revelación, sin embargo, tiene sus limitaciones, al no aparecer claramente manifestado el amor y la santidad de Dios. 

Mientras que la revelación por medio de las cosas creadas es suficiente para que Dios pueda juzgar al mundo por no adorarle como su Creador, no revela un camino de salvación mediante el cual los pecadores puedan reconciliarse con Él.

Segunda Clase de Revelacion
La Revelación Especial

A través de la historia humana, Dios ha dado una revelación especial. Se registran muchas ocasiones en la Palabra de Dios en que Él habla directamente al hombre, tal como lo hizo en el huerto del Edén, o a los profetas del Antiguo Testamento, o a los apóstoles en el Nuevo. Algunas de estas revelaciones especiales fueron registradas en la Biblia y forman el único y autorizado registro inspirado que tenemos de tal revelación especial.

Esta revelación se dio de muchas maneras, a través de revelación directa de Dios, de sueños, de visiones, por medio de ángeles, y finalmente por medio de Jesucristo.
Entonces podemos definir que la revelación especial es aquella que se encuentra en la Biblia.

Ahora que hemos definido lo que es la revelación y que sabemos que la revelación especial se encuentra en la Biblia vamos ha hablar de ella.

La Biblia

La Biblia tiene un tema principal que es la redención del hombre.

Es un libro, con un autor y 66 divisiones. Fue escrita por cerca de 40 escritores en un período de 1600 años.

El término Biblia viene de la palabra griega “Biblos” que significa “los libros.”

En Daniel 9:2 dice: “En el año primero de su reinado, yo Daniel miré atentamente en los libros el número de los años de que habló Jehová al profeta Jeremías, que habían de cumplirse las desolaciones de Jerusalén en setenta años.” 

Lo que Daniel había leído eran los escritos de Jeremías acerca de la cautividad Babilónica de Israel (Jeremías 25:11-12; 29:10); pues los 70 años ya casi habían concluido.

El autor de Hebreos habla del Antiguo Testamento en el verso 10:7 cuando dice: “...como en el rollo del libro está escrito de mi.” El verso que cita es el Salmo 40:7, que muestra a Jesús como la figura central del Libro.

En Oseas 8:12 donde dice “Les escribí...” el profeta se está refiriendo a sus propios escritos, los cuales fueron hechos por inspiración.

En Efesios 6:17 dice que “la espada del Espíritu es la Palabra de Dios” y  en Juan 1:1,14 vemos que Jesús es la Palabra viva de Dios: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.

Si tuviéramos los originales la gente los veneraría y adoraría. Recordemos lo que hizo el Rey Ezequías con la serpiente de bronce que Moisés hizo en el desierto (2 Reyes 18:14); tuvo que destruirla porque la gente la adoraba porque estaba asociada a Moisés.

¿Cómo es que los escritores de la Biblia obtuvieron su mensaje?
Pablo dijo que fue por revelación e inspiración. En Gálatas 1:11-12 dijo: “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mi, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo”; y en Efesios 3:3 dijo: “...que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente.” 

En Segunda de Pedro 1:20-22 Pedro nos dice: “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en un lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios, hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”

De aquí vemos que la Palabra de Dios vino por inspiración y revelación.

Por revelación, que como hemos visto es el acto de descubrir algo que esta oculto.

Y por inspiración; que significa soplar (inspiración Divina significa soplado por Dios, el Espíritu Santo)

En Segunda de Timoteo 3:16 dice: “Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.” 

La Versión Reina Valera de 1865 lo traduce así: “Toda la Escritura es inspirada divinamente, y es útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instituir en justicia”; y la Versión Castellana así: “Toda la Escritura nos ha sido dada por Dios, que la ha inspirado, y es útil para enseñarnos la verdad, hacernos comprender nuestros errores y ayudarnos a llevar una vida recta”.

La  revelación  es el mensaje (descubriendo al salvador)

La es como vino, el método utilizado.

En la Biblia dice más de 2500 veces: “Así dijo Jehová”, o “la Palabra de Jehová vino”, o “Dios me habló y me dijo”.

En Números 12:6-8 dice: “Y él les dijo: Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él. No  así con mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él; y verá la apariencia de Jehová....”

Podemos concluir que la Biblia es la Palabra revelada de Dios; y por ese motivo toda doctrina que enseñamos está basada en ella.

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