En la mañana unas palabras saltaron a mi corazón: "Hemos conocido y creído en el amor de Dios." Realmente son palabras poderosas. Sabía que estaban en la Biblia, recordaba que en Primera de Juan, como no estaba seguro empecé a leer desde el primer versículo, finalmente en el capítulo 4 encontré lo que buscaba:
1 Juan 4:9-19
9 En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
11 Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
12 Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros.
13 En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
14 Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo.
15 Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
16 Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
Hace poco pasé por una intervención quirúrgica y al ver mi recuperación asombrosa mi doctor me dijo: "Se ve que Dios te quiere", yo le dije: "Si, yo se que Dios me ama."
El amor de Dios se manifestó en que el envió a Su Hijo, nuestro Señor Jesucristo a morir por nosotros, pero su amor consiste en que Él nos amó primero.
Todo lo que Dios hizo fue motivado por ese gran amor que Dios tiene por nosotros.
El pasaje más conocido de la Biblia, Juan 3:16 nos dice: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."
Que grande es ese amor de Dios por nosotros, tan grande que incluso entregó a Su Hijo Unigénito para morir por nosotros, y lo hizo no porque le hayamos a Él primero, sino porque Él, unilateralmente, nos amó.
En Romanos 8:31-32 dice: "¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?"
Dios nos ama y está a favor nuestro, podemos acercarnos confiadamente a Él que nos dará todas las cosas en nuestro momento de necesidad.
Por eso, tomemos tiempo en conocer ese gran amor que Dios tiene por nosotros, pero no solo lo conozcamos sino creamos en Él.
Hace años un pastor de niños, amigo mío, estaba predicando en la ciudad de Huancayo, estando en la plaza de armas se le acercó un lustrabotas de unos 10 años. Le pidió que lustre sus zapato y le empezó a predicar. Empezó diciéndole: "¿Sabías que Dios te ama?" El niño le repreguntó: "¿Dios me ama?" "Sí, Dios te ama." "¿Dios me ama a mí?" "Sí, Dios te ama a tí." "¿A mí?" "Sí, a tí." Y el niño salió corriendo disparado gritando: "Dios me ama, Dios me ama, Dios me ama." Estaba tan emocionado que olvidó su equipo de lustrado.
Creamos como ese niño el amor que Dios ha tenido por nosotros. Sabiendo que Dios nos amó primero y que envió a Su Hijo Jesucristo para morir por nosotros.
Recuerda, Dios te ama.