Para sorpresa de los adventistas, en la Biblia hubieron varias ocasiones en que ni Jesús ni sus discípulos guardaron el sábado,
Veamos algunos ejemplos de la Biblia de esto.
En el capítulo 5 del Evangelio de Juan podemos ver la sanidad del hombre que estaba 38 años enfermo en el estanque de Betesda.
En los versos 8 al 16 leemos: "Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día. Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho. El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo".
Como vemos Jesús sanaba los días sábados, en lugar de guardar el día y reposar, él estaba trabajando.
Volvamos al versículo 16: "Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo".
Noten la palabra "hacía", nos habla de una actitud constante, no una sola cosa, no una sola vez, sino Jesús lo hacia continuamente.
En el capítulo 10 de Lucas vemos otra ocasión en que Jesús no guardó el sábado, y sanó una mujer encorvada, algo que no estaba permitido hacer en ese día.
Leamos los versículos del 10 al 14:
"Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.
Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios. Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.
Noten lo que le dijo el principal de la sinagoga: "Seis días hay en que se debe trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo".
Otra vez, Jesus no guardaba el sábado.
Veamos un tercer pasaje que nos muestra que Jesús no guardaba el sábado.
En Mateo 12:9 al 15 leemos:
Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo? El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo. Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra. Y salidos los fariseos, tuvieron consejo contra Jesús para destruirle.
Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos,
Aqui vemos muchas sanidades el día sábado, Jesús no guardaba el sábado.
Lo que es más, los fariseos querían matarlo por nos guardar el sábado.
Pero, ¿qué de sus discípulos?
Veamos en Lucas 6:1 al 5 como es que ni siquiera sus discipulos guardaban el sábado.
Aconteció en un día de reposo, que pasando Jesús por los sembrados, sus discípulos arrancaban espigas y comían, restregándolas con las manos. Y algunos de los fariseos les dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito hacer en los días de reposo? Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Ni aun esto habéis leído, lo que hizo David cuando tuvo hambre él, y los que con él estaban; cómo entró en la casa de Dios, y tomó los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino sólo a los sacerdotes, y comió, y dio también a los que estaban con él? Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
Claramente vemos que los discípulas no guardaban el día de reposo, ¿que más pruebas quieren?
Si los discípulas de Jesús no guardaban el sábado, ¿cómo los adventistas y mesiánicos pretenden que lo hagamos?
Lo que es más, Jesús nos dice que él es Señor del día de reposo, Jesús es nuestro reposo, no el sábado.
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