Capítulo 7
7 Enemigos Contra los Cuales
Tomar Autoridad
En
este capítulo veremos a 7 enemigos sobre los cuales debemos tomar autoridad.
Lo
primero que debemos entender es que nuestra autoridad nunca es sobre otras
personas; no hay ningún verso en la Biblia que nos diga que podemos usar
nuestra autoridad en contra de la voluntad de otros.
Solo
podemos usarla para nosotros, nuestra familia, las personas bajo nuestra
responsabilidad, las que nos autorizan ha hacerlo y las personas que se
levantan en nuestra contra.
Pero
veamos ahora 7 cosas sobre las cuales podemos tomar autoridad.
1. Sobre Satanás y los
demonios
Marcos
16:17
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En
mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.
Aquí
Jesús les está dando claramente la autoridad a los creyentes para echar fuera
demonios en Su nombre.
En
el caso de la joven que tenía el espíritu de adivinación podemos verlo
claramente:
Hechos
16:16-18
16 Aconteció que mientras íbamos a la
oración, nos salió al encuentro una
muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.
17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos
hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.
18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando
en el nombre de Jesucristo, que salgas
de ella. Y salió en aquella misma hora.
Vemos
como Pablo tomó autoridad y echó fuera al demonio que había en esa joven, y el
demonio salió de ella.
Cuando
se echa fuera demonios no debemos hacer tanto espectáculo, ni estar
preguntándoles los nombres a los demonios, solo echarlos fuera.
Me
acuerdo que hace años estaba tratando de echar fuera un demonio a un joven, y
le pregunté: “Como te llamas;” y el
me contestó: “Me llamo aleluya”.
Así
que yo le dije “Espíritu de aleluya sal
de él.”
Por
supuesto que no hay ningún espíritu de aleluya; cuando hacemos cosas que no son
bíblicas puede pasar cualquier cosa.
Jesús
habló solamente una vez con un demonio; a todos los demás les dijo solamente dos
cosas: “Cállate y sal fuera”.
Lucas
4:35
35 Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio, derribándole
en medio de ellos, salió de él, y no le hizo daño alguno.
Eso
es lo que debemos hacer.
2. Sobre las
enfermedades
Una
de las cosas sobre las que podemos tomar autoridad es sobre las enfermedades.
Jesús
constantemente reprendía las enfermedades:
Lucas
4:38-39
38 Entonces Jesús se levantó y salió de la
sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.
39 E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.
Vemos
aquí como Jesús reprendió la fiebre de la suegra de Pedro y la fiebre se fue de
ella.
Hechos
3:1-8
1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la
hora novena, la de la oración.
2 Y era traído un hombre cojo de
nacimiento, a quien ponían cada día a la
puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
4 Pedro, con Juan, fijando en él los
ojos, le dijo: Míranos.
5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
7 Y tomándole por la mano derecha le levantó;y
al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró
con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Aquí
vemos a Pedro y a Juan tomando autoridad en contra de la enfermedad para
producir la sanidad de este hombre.
Nosotros
podemos tomar autoridad en contra de las enfermedades; sea para nosotros o para
otras personas.
En
mis campañas yo acostumbro hacer lo que llamo “la sanidad en masa”.
Al
final de la prédica llamo a todos los enfermos; le leo Isaías 53:4-5, Mateo
8:17 y Primera de Pedro 2:24; donde dice que Jesús tomó nuestras enfermedades y
dolencias y que por sus llagas hemos sido curados.
Les
digo que coloquen una mano en el lugar de la enfermedad, y que cuando de la
Palabra de fe se proclame ellos hagan lo que no podían hacer.
Entonces
tomo autoridad contra las enfermedades y ordeno en el nombre de Jesús que sean
sanados.
Como
resultado de eso muchísima gente es sanada.
Tenemos
autoridad sobre las enfermedades.
Puedes
tomar autoridad contra toda enfermedad que venga a atacarte o a tu familia y
ordenarle que se vaya. La enfermedad se irá.
3. Contra el Temor
El
temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente
desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto,
presente o futuro.
Es
una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la
amenaza.
2
Timoteo 1:7
7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2
Timoteo 1:7 (Biblia El Pueblo de Dios)
7 Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es
un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.
El
temor es un espíritu que no viene de parte de Dios.
Un
hermano me contó que una noche sintió en su cuarto algo como una presencia
oscura; que no lo dejaba respirar y lo llenaba de terror, se dio cuenta quien
era y tomo autoridad en el nombre de Jesús; la presencia y el temor se fueron.
Cuantas
veces el diablo viene con este pensamiento en mi mente: “Te vas a morir, te vas a morir”; yo le respondo: “Tienes razón, me voy a morir pero de
viejo.”
Hace
unos días mis hijos se demoraban en regresar de su reunión de jóvenes; el
diablo empezó a colocar pensamientos en mi mente: “Han tenido un accidente, les ha pasado algo malo”, y colocaba
imágenes en mi mente; pero son solo eso imágenes; lo único que hice fue tomar
autoridad en el nombre de Jesús; y de pronto sentí que se abría la puerta.
Me
dijeron que se habían quedado compartiendo en la puerta de la casa de unos
hermanos que vivían en la misma cuadra
Satanás
trabaja con nuestra mente, para que le demos pie y pueda azotarnos.
Efesios
4:27
27 Ni deis lugar al diablo.
Efesios
4:27 (Nacar Colunga)
27 No deis entrada al diablo.
Vine
dice que el significado de esta palabra es principalmente lugar: tópos; punto (generalmente en espacio,
pero limitado por la ocupación), local (como posición, casa, lote, etc.); figurativamente:
condición, oportunidad, puerto, lugar, campo.
No
debemos darle un lugar geográfico al diablo en nuestras vidas; recordemos las
promesas de Dios:
Salmo
23:4
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no
temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán
aliento.
Hebreos
13:5-6
5 Sean vuestras costumbres sin avaricia,
contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te
dejaré;
6 de manera que podemos decir confiadamente: El
Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
Dios
está con nosotros no tenemos razón para temer solo hagamos lo que Su Palabra
dice.
Debemos
aprender a enfrentar al temor como lo hacemos con cualquier espíritu que
enfrentamos, echándolo fuera en el nombre de Jesús.
4. Contra la Duda
Cuando
era niño en la casa de mis abuelos había un antiguo reloj de péndulo, que oscilaba,
es decir que daba vueltas de un lado para otro.
Dudar
es oscilar o ir de un lugar a otro.
También
recuerdo innumerables programas donde un joven salía con una margarita,
quitándole los pétalos y diciendo: “me
quiere, no me quiere”.
La
duda nunca sabe.
Santiago
1:5-8
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de
sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y
le será dada.
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el
que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y
echada de una parte a otra.
7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá
cosa alguna del Señor.
8 El hombre de doble ánimo es inconstante en
todos sus caminos.
La
Biblia compara a la duda con las olas que van y vienen de un lado a otro; la
duda nunca recibe nada de Dios.
Mateo
14:22-32
22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar
en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a
la multitud.
23 Despedida la multitud, subió al monte a orar
aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
24 Y ya la barca estaba en medio del mar,
azotada por las olas; porque el viento era contrario.
25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús
vino a ellos andando sobre el mar.
26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el
mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo.
27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo: ¡Tened
ánimo; yo soy, no temáis!
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor,
si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la
barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y
comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: ¡Señor, sálvame!
31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió
de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó
el viento.
Pedro
estaba caminando en medio del mar camino hacia Jesús; mientras camino en la
Palabra que recibió estaba firme sobre el agua; pero de pronto empezó a ver las
circunstancias, las olas, la tempestad, el mar y empezó a hundirse.
Estaba
a un brazo de alcanzar su bendición (fue lo que le tomó a Jesús alcanzarlo),
pero la duda lo sacó de ella.
¿Qué
hacemos con la duda?
F.
F. Bosworth decía: “Cree en tus creencias
y duda de tus dudas.”
Cuando
venga un pensamiento de duda a nuestras mentes debemos tomar autoridad en
contra de él en el nombre de Jesús.
5. Contra la
Incredulidad
Hebreos
3:12-13
12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de
vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
13 antes exhortaos los unos a los otros cada
día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca
por el engaño del pecado.
La
incredulidad es sencillamente no creer o no dejarse convencer.
Sin
embargo, cuando el diablo viene con una mentira diciéndote que no puedes, que
es imposible lograrlo, que no vas a sanar, que nunca vas a prosperar; nosotros
le creemos.
Estamos
creyendo en el sentido contrario; debemos creer en el otro sentido, debemos creer
la Palabra de Dios.
Si
llegan pensamientos de incredulidad resístelos.
Di:
“Incredulidad yo te hecho fuera en el
nombre de Jesús, yo creo (y citas el verso de la Palabra de Dios que estás
creyendo)”.
No
dejes que la incredulidad llegue a tu vida, extírpala completamente.
6. Contra los Síntomas
En
Medicina, síntoma es la referencia subjetiva que da un enfermo por la
percepción o cambio que puede reconocer como anómalo o causado por un estado
patológico o enfermedad.
El
término síntoma se contrapone a signo clínico, que es un dato objetivable. El
síntoma es un aviso útil de que la salud puede estar amenazada sea por algo
psíquico, físico, social o combinación de las mismas.
Por
definición un síntoma es algo que no necesariamente es real; en otras palabras
es algo circunstancial.
Romanos
4:18-19
18 El creyó en esperanza contra esperanza, para
llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así
será tu descendencia.
19 Y no se debilitó en la fe al considerar su
cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad
de la matriz de Sara.
Aquí
vemos a Abraham que se enfrentó a síntomas en su cuerpo; se veía viejo ya que
tenía casi 100 años y Sara era estéril.
Pero
él prefirió creerle a Dios antes que a las circunstancias externas.
En
2 Corintios 5:7 dice: “Porque por fe
andamos, no por vista”.
Es
decir, no nos movemos ni actuamos por lo que nos dicen las circunstancias
externas que enfrentamos, nos movemos por aquellas cosas que creemos.
Entonces,
cuando un síntoma venga a nosotros tomemos autoridad contra él en el nombre de
Jesús.
7. Contra Nuestros
Pensamientos
El
campo de batalla del diablo es nuestra mente; él va ha querer sacarnos del
espíritu donde no puede vencernos, hacia la mente donde el puede derrotarnos
fácilmente.
2
Corintios 10:3-5
3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos
según la carne;
4 porque las armas de nuestra milicia no son
carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
5 derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a
la obediencia a Cristo,
Nuestras
armas son más poderosas que las suyas; podemos derribar sus argumentos y
mentiras con la Palabra de Dios.
Filipenses
4:8
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es
verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo
lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en
esto pensad.
Cambiemos
nuestra manera de pensar, empecemos a pensar como Dios piensa.
Pero,
¿que hacer cuando vienen pensamientos contrarios? Tomemos autoridad en el
nombre de Jesús en contra de ellos y declaremos lo que dice la Palabra de Dios.
No
nos dejemos vencer, ya tenemos la victoria total y absoluta; usemos nuestra
autoridad.