¡Saca la basura de tu cerebro!
No se amolden, ni imiten, ni vivan conforme a los criterios, conductas, costumbres, estándares, patrones y principios de este mundo actual para formar y moldear sus vidas. Cambien su forma de pensar y déjense transformar interiormente; renovando sus mentes y entendimiento de tal manera, que puedan apreciar, comprobar, conocer, discernir y experimentar cual es la voluntad de Dios para sus vida, es decir, lo que es bueno, lo que es agradable, lo que es perfecto.
- Romanos 12:2 (Biblia Expandida)
Vivimos en un mundo que continuamente nos ataca con sus modas y culturas, un mundo que convierte lo bueno en malo y lo malo en bueno.
El bombardeo es continuo, en la TV, en la radio, en el cine, en internet y ahora hasta en nuestros celulares.
¡Están llenando de basura nuestro cerebro!
¿Qué podemos hacer?
Sencillamente contraatacar.
¿Pero de que manera podemos hacerlo?
Cambiando tu forma de pensar renovando tu mente con la Palabra de Dios.
Santiago 1:21 (Biblia Corona de Jerusalén).
21 Por eso, desechad toda inmundicia y abundancia de mal y recibid con docilidad la Palabra sembrada en vosotros, que es capaz de salvar vuestras almas.
Desecha toda la basura que el mundo ha sembrado durante años en tu mente, y reprográmala, recibiendo la Palabra de Dios, sembrándola en tu mente y dejando que fructifique en tu vida.
Jesús nos hablo de ello en la Parábola del Sembrador:
Marcos 4:20
20 Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
Mateo 13:23
23 Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Aquí encontramos la clave para renovar nuestra mente, debemos OÍR la Palabra, pero eso no basta, debemos RECIBIRLA, y finalmente ENTENDERLA.
Esto requiere un trabajo paciente y constante, dejando que la Palabra haga efecto en nuestra vida.
Marcos 4:26-29
26 Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra;
27 y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo.
28 Porque de suyo lleva fruto la tierra, primero hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga;
29 y cuando el fruto está maduro, en seguida se mete la hoz, porque la siega ha llegado.
No hay duda de que la Palabra hará un cambio en tu vida, solo déjala entrar y permite que renueve tu mente, para que seas transformado y puedas comprobar la buena, agradable y perfecta voluntad de Dios para tu vida.
¡Saca la basura de tu cerebro!
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