Como ser Dirigido por el Espíritu Santo - 4
Andando por los sentidos
Notemos lo que Pablo dijo en Romanos 8:16: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios". Muchas veces la gente piensa que este testimonio del que él está hablando es algo físico; no lo es. La Biblia no dice que el Espíritu da testimonio a nuestro cuerpo.
Los sentidos son la voz del cuerpo, que vi, que toqué, que olí, que saboreé, que oí. La razón es la voz del alma o mente. La conciencia es la voz del espíritu.
Si andamos por nuestros sentidos, ¡estaremos en problemas! Mucha gente dice cuando ora: "Sentí que el Señor me escuchó". No interesa si sentiste o no; si la Palabra de Dios lo declara, es verdad; la Biblia no dice que debes de sentir sino que debes de creer que ya recibiste de Dios (Marcos 11:24). Si Dios dice que escuchó y contestó tu oración, Él lo hizo.
En la sanidad divina esto es más palpable. He visto tanta gente no recibir su sanidad por que cuando les preguntas después de orar por ellas, "¿has recibido tu sanidad?" Te responden: "No, no he recibido nada, porque no sentí nada". No es cuestión de sentir, sino de creer. En Isaías 53:4-5, Mateo 8:17 y 1 Pedro 2:24, dice que Jesús tomó nuestra enfermedades, sufrió nuestros dolores, llevó nuestras dolencias, y por sus llagas fuimos sanados. Puedes sentir o no, pero si está escrito en la Palabra ya es un hecho irrefutable.
Debemos basar nuestra fe en la Palabra; no en nuestros sentidos. Este verso no dice que el Espíritu da testimonio a nuestros cuerpos o a nuestros sentidos; dice: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu". La Palabra y el Espíritu concuerdan; El Espíritu tomará esa Palabra y le dará testimonio a tu corazón.
Jesús dijo: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad... tomará de lo mío, y os lo hará saber" (Juan 16:13,14). El le dijo a sus discípulos: "El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Juan 14:26). El también dijo: "Os hará saber las cosas que habrán de venir" (Juan 16:13); El Espíritu Santo te dirige dándole testimonio a tu espíritu. Romanos 8:14 dice: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios".
No nos corresponde decirle al Señor como debe guiarnos. En Hechos de los Apóstoles y en otros lugares en la Biblia vemos cómo, algunas veces, algunos recibieron guía por medio de una visión. Otros recibieron guía de un ángel que se apareció y les dijo ciertas cosas.
Muchas veces buscamos guía de esa forma, en vez de escuchar lo que la Biblia dice; con todo, esos fenómenos tampoco sucedieron cada día en las vidas de estas personas, ocurrieron una o dos veces en toda la vida de algunos de ellos.
Muchas veces, cuando Dios está tratando de dar testimonio a nuestros espíritus - tratando de guiarnos - no escuchamos porque queremos algo dramático; como una visión o un ángel.
Se sensible a su voz, y no esperes sentir algo o ver algo espectacular, la guía del Espíritu es algo espiritual.
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