viernes, 21 de octubre de 2022

Como Alcanzar el Nivel Más Alto de Fe - Parte 1


Como Alcanzar el Nivel Más Alto de Fe

Parte 1

¿Te has preguntado como llegar a tener el nivel más alto de fe?

Has vivido tanto tiempo viendo que parece como que tu fe no funciona, vas de hermano en hermano pidiendo que oren por ti, pides que hagan por ti cadenas interminables de oración, pero nada funciona.

Te preguntas ¿Qué pasa con mi fe que no funciona?

Quiero ayudarte, voy a mostrarte como alcanzar el nivel más alto de fe,

Lo primero que debes saber es que hay 2 clases de fe, tú estás en una de estas 2 clases.

Esta la Fe Natural o Fe de Tomás.

En Juan 20:24-29, está la historia de Tomas, seguro has escuchado a mucha gente decir “yo tengo la fe de Tomás, yo necesito ver para creer”.

Tomas era un discípulo de Jesucristo, de que no estaba con los otro 11 cuando Jesús resucitado vino.

Cuando los otros discípulos le dijeron: “Al Señor hemos visto”. El muy atrevido les dijo: "Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré”.

De ahí salió la famosa frase: “Ver para creer”.

Ocho días después, Jesús mismo Tuvo que darle una lección. Los discípulos estaban reunidos, y esta vez con Tomás. De pronto llegó Jesús, y les dijo: "Paz a vosotros".

Luego le dio una lección a Tomás que nunca iba a olvidar, le dijo: “Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”.

Entonces Tomás avergonzado, respondió y le dijo: “¡Señor mío, y Dios mío!”

Y Jesús le dio la estocada final: “Tomás, porque me has visto has creído; más bendecidos son los que no vieron, y creyeron".

Tomás solo creía lo que podía ver; su lema era “ver para creer”. Tenía un tipo de fe que solo se basaba en la evidencia de sus sentidos físicos.

Hoy día mucha gente piensa de esta manera; dicen: “Si no lo veo no lo creo”. Pero esto no tiene sentido. Nosotros creemos que tenemos antepasados, aunque nunca los hayamos visto; creemos que tenemos cerebro, aunque no lo veamos; creemos en los átomos, aunque no los veamos.

La fe de Tomás solo puede creer en las cosas que ve, siente o toca.

Las personas con esta fe dicen cuando oran: “Siento que Dios me escuchó”; pero la verdad es que Dios nos escucha cuando oramos de acuerdo a su voluntad, aunque no sintamos nada. Estas personas creen en lo que siente su cuerpo antes de creer en la Palabra de Dios.

El sentir o ver algo no significa que Dios nos haya escuchado; pues Marcos 11:24 dice que primero debemos creer y luego recibir.

Otros son como la mujer que estaba en una campaña y le preguntaron: “Hermana, ¿crees que Dios te sanó cuando oraron por ti?" Y ella respondió arrogantemente: “Cuando este sana, creeré que estoy sana”. Y le respondieron: “Bueno, si ya estás sana, ya no necesitas creerlo, tan solo debes saberlo”.

Si has creído lo que Dios te dice en Su Palabra, y has orado, entonces has recibido y pronto lo verás en tu vida

En 1 Juan 5:14-15 dice: “Y esta es la confianza que tenemos en él: que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho”.

No tienes que ver para creer, es lo contrario, cree y veras.

En la siguiente lección veremos la otra clase de fe, la fe que recibe de Dios.


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