viernes, 28 de abril de 2023

Doctrina de los Atributos Divinos


Doctrina de los Atributos Divinos
La Naturaleza Divina

Para poder hablar de los atributos divinos de Dios, los cuales demuestran su deidad, en primer lugar debemos definir lo que creemos acerca de Él.

Como dice el Credo de Nicea (325 DC): “Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.” 

Creemos en un único Dios, que es un Dios trino (es decir, una unidad de tres personas), el cual es un ser espiritual inteligente, santo, infinito y todopoderoso, el cual es creador y gobernador del universo y todo lo que hay en él.           

La Biblia no busca probar la existencia de Dios, da como hecho que existe. Desde el mismo principio de la Biblia, dice en su primera declaración en Génesis 1:1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra".           

Cuando Dios se presenta a Moisés en Éxodo 3:13 14 le dice: “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros.”           

Al decir estas palabras, Dios nos está diciendo que es el que siempre existió.  Dios no fue creado Él existió siempre.           

Nosotros aceptamos por fe la existencia de Dios, pero además (como vimos el capítulo anterior), las cosas creadas nos dan evidencia de su existencia.           

Entonces, tanto la fe como la razón nos dan la evidencia de la existencia de Dios. 

La Naturaleza de Dios 

1. Dios es Espíritu 

En Juan 4:24 dice: “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.”

Dios es un ser espiritual, eso significa que no tiene un cuerpo físico como nosotros; por lo cual no podemos percibirlo con nuestros sentidos físicos sino con nuestro espíritu. 

2. Dios es una Persona

Dios no es un objeto, ni un animal, ni una fuerza o energía, Él tiene las características y cualidades de una persona. 

En Mateo 11:25 y otros versos de la Biblia a Dios se le llama Padre como se hace con una persona. 

En Isaías 55 8 9 vemos que Él puede pensar como cualquier persona: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.”

También tiene emociones como una persona, como podemos ver en Génesis 6:6, Deuteronomio 6:15, Proverbios 6:16 y Apocalipsis 3:19.

 Y como vemos en Efesios 1:5 tiene voluntad como una persona: “En amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad.”

3. Dios es Uno 

En Deuteronomio 6:4 encontramos esta declaración: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es.”

 La palabra hebrea para UNO es EJAD, y que significa una unidad compuesta. 

En Primera de Corintios 8:4 dice: “Acerca, pues, de las viandas que se sacrifican a los ídolos, sabemos que un ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un Dios.

 Vemos que tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento declaran que existe un solo y único Dios.

4. Dios es un Dios Trino

Aunque la palabra trinidad no se encuentra en la Biblia, su enseñanza es muy clara.

 

Un diccionario define el término trinidad de esta manera: “Distinción de tres personas divinas en una sola esencia". 

Eso está de acuerdo a 1 Juan 5:7 donde dice: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno.”

La trinidad no se trata de tres aspectos de una persona ni de tres dioses, sino de una unidad compuesta de tres personas. 

Cuando la Biblia dice que hay un solo Dios; como vimos antes, no hay contradicción con la trinidad. Dios es uno en el sentido compuesto. Es como en Génesis 11:6 leemos, "He aquí el pueblo es uno". El pueblo era como uno, pero en realidad era una unidad compuesta de miles de personas. El Dios único es una pluralidad de personas.

En Génesis 1:26 27 dice: “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.” 

Hagamos es un verbo plural. Hagamos nos habla de las tres personas de la Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. 

En Génesis 3:22 dice: “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros...”. Nuevamente Dios habla de sí mismo en plural. 

En Génesis 11:6 7 durante el relato de la torre de Babel, Dios vuelve a hablar de sí mismo en plural: “Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.” 

En el llamado de Isaías también ocurre lo mismo: “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?” (Isaías 6:8).

 

En el ministerio de Jesús también podemos ver la trinidad. En Mateo 3:16 17 vemos a los tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo en el Bautismo de Jesús: 

Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” 

En la fórmula bautismal de Mateo 28:19 también encontramos a la trinidad: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” 

En la segunda carta de Pablo a los Corintios, vemos también a la trinidad: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.” 

Estos versos son más que convincentes para demostrar que la trinidad es una verdad bíblica.

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