Un Adiós para una Gran Amiga
Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.
- 2 Corintios 5:6-8
Pastora Gina Blest
Hoy día partió al cielo una gran amiga, alguien que siempre voy a recordar con mucho cariño, alguien que fue muy importante para mi.
Te conocí el año que partió tu esposo, mi buen amigo Gino Jordán al cielo, había ido a ministrarlo, pero lamentablemente no lo pude ayudar.
Se que su partida te causo mucho dolor y nunca lo pudiste olvidar, siempre me contabas lo feliz que fuíste con él, quien para ti fue el hombre perfecto.
Empecé a ayudarte en la iglesia que pastoreabas, primeramente predicando un domingo al mes, luego dando un estudio bíblico semanal, para finalmente apoyarte por cerca de dos años y medio.
A diario compartíamos por facebook y por mensajes de texto, y llegué a conocer una mujer muy profunda y llena del Señor, con deseos de salir a las misiones como hiciste en tu juventud.
Recuerdo que me contabas el tiempo hermoso que viajabas como misionera, que como empezaste una empresa de publicidad para costearte los viajes para llevar el Evangelio a lugares alejados, me contabas de tus historias, de la gente que bendijiste, de las cosas que comías, realmente sufriste por el Evangelio.
Más adelante la forma que conociste a Gino, de como encontraste a quien que tú llamabas "el idóneo."
Juntos empezaron una familia, y pronto un ministerio en La Perla, Callao, tuvieron tiempos gloriosos pero también difíciles, sin embargo siempre siguieron adelante en el llamado de Dios para sus vidas.
Tuvieron 4 hijos, Guiliana, Daniela, Joshua y Gabriel, a quienes amaste con todo tu corazón, tu sueño fue que cada uno de ellos sirviera al Señor, y confío que así será.
Ellos fueron lo más importante para tí, y es algo que siempre recordarán.
Te recuerdo predicando, cantando, dirigiendo, planificando, trabajando hasta desgastarte, dando todo de ti por el Señor.
Hay muchas cosas más que decir de ti, pero las dejaré guardadas en mi corazón.
Me despido de ti, sabiendo que hoy estás en el cielo, reencontrándote con el gran amor de tu vida, dándote las gracias por la persona tan importante que fuiste para mi.
Adios querida amiga, adios Gina Blest, nos veremos en el cielo.