1 Timoteo 2:1-4
1 Exhorto ante todo, a que
se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los
hombres;
2 por los reyes y por todos
los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda
piedad y honestidad.
3 Porque esto es bueno y agradable delante de
Dios nuestro Salvador,
4 el cual quiere que todos
los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
Dios tiene un
profundo deseo, el cual es que todos los hombres sean salvos y vengan al
conocimiento de la verdad.
Algunos grupos
cristianos dicen que Dios solo ha predestinado solo a unos cuantos elegidos
para ser salvos, pero esto no es así, Dios ha extendido su salvación a todos
los hombres.
Como dice en Juan
3:16: “Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, mas tenga vida eterna.”
En Romanos 5:8 dice:
“Mas Dios muestra su amor para con
nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Este es el deseo más
profundo de Dios, Su amor por el hombre, que se mostró al enviar a Jesús a
morir en la cruz, es todos los que crean en Él no se pierdan sino que tengan
vida eterna.
Ese deseo tan
profundo ha provocado que Jesucristo aún no venga, porque Dios está esperando
que todos procedan al arrepentimiento.
2 Pedro 3:9
9 El Señor no retarda su
promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con
nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al
arrepentimiento.
El corazón de Dios
está por la gente, su deseo más profundo es la salvación de todos los hombres,
es por eso que nos ha encomendado esta Gran Comisión, ir a todo el mundo, hasta
las partes más distantes de la tierra predicando el glorioso evangelio del
Señor Jesucristo.
1 Corintios 2:1-2
1 Así que, hermanos, cuando
fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de
palabras o de sabiduría.
2 Pues me propuse no saber
entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.
Aquí Pablo nos
muestra que es necesario que les prediquemos acerca de Jesucristo crucificado,
es decir, la obra completa y terminada de Cristo en la cruz que trajo la
redención a todos los hombres.
Cuando Jesús dijo
“Consumado es,” en Juan 19:30, “la redención es cumplida; ‘El ha acabado la
transgresión, y hecho reconciliación por la iniquidad, e introducido la
justicia eterna, y sellado la visión y profecía, y ungido un lugar santísimo’.
El ha inaugurado el reino de Dios y dado nacimiento a un mundo nuevo”
(Jamieson, Fausset, Brown).
La obra completa,
consumada y terminada de Cristo ya está disponible a todos los hombres; por ese
motivo tenemos un nuevo mensaje: Jesucristo y su obre terminada por nosotros.
Ese es nuestro
mensaje, Jesucristo.
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