viernes, 22 de junio de 2018

La Autoridad del Creyente - Clase 3



Clase 3
La Autoridad Definida

Uno de los temas de la vida cristiana del que tenemos menos conocimiento exacto es acerca de la autoridad del creyente; a pesar que le pertenezca no solo a  unos cuantos creyentes; sino que le pertenece a cada cristiano nacido de nuevo.

Por eso, antes de definirla veamos algunas malas concepciones de lo que es la autoridad:

La autoridad del creyente no debe confundirse con el Bautismo con el Espíritu Santo; a veces se enseña que cuando uno recibe el Bautismo con el Espíritu eso el lo que le da la autoridad al creyente.

Lo que el creyente recibe es el poder (dunamis) para testificar.

Hechos 1:8
Pero recibiréis poder,  cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo,  y me seréis testigos en Jerusalén,  en toda Judea,  en Samaria,  y hasta lo último de la tierra.

Hechos 1:8 (Castilian)
Sin embargo, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, recibiréis la fuerza necesaria para ser mis testigos en todas partes: en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta el último rincón de la tierra.

El asunto es que la autoridad del creyente empieza en el mismo momento que la persona nace de nuevo. Además el bautismo con el Espíritu no es la fuente de nuestra autoridad.

La autoridad tampoco viene como un don especial del Espíritu, donde el creyente recibe un poder especial para realizar hechos poderosos, como el echar fuera demonios.

Los dones del Espíritu vienen según la voluntad del Espíritu cuando Él quiere; nuestra autoridad la podemos usar en todo momento.

Otros dicen que la autoridad del creyente no es nada más que la oración constante y ferviente.

Hay gente que al orar empieza a sentir una carga o urgencia de oración, e incluso a sentir dolores de parto; pero eso no es la autoridad del creyente; eso sencillamente es intercesión.

Ahora que hemos visto lo que no es la autoridad del creyente concentrémonos en lo que es; y para entenderla mejor definamos la diferencia entre autoridad y poder.

Los traductores de la Versión Reina-Valera de 1960, que es la más usada en español, han traducido muy bien la mayoría de las palabras griegas, pero las que se usan para "poder" y "autoridad" no fueron las más apropiadas.

Por ejemplo, en la Versión Reina-Valera, Jesús dijo en Lucas 10:19: "He aquí os doy POTESTAD de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda FUERZA del enemigo, y nada os dañará"

Veamos que palabras se usan en el griego:

POTESTAD

Exousía; viene de exesti, que es algo que se permite o es legítimo (en el sentido de capacidad); privilegio, fuerza, capacidad, competencia, libertad, maestría (concretamente: magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control), influencia delegada: autoridad, derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad (Strong’s).

Vine nos da una idea más clara de esta palabra:

Exousia denota libertad de acción, derecho a actuar; usado acerca de Dios, es absoluto, carente de restricciones (por ejemplo, Lucas 12:5  «poder», RV, RVR; RVR77: «autoridad»); en Hechos 1:7 lo que se indica es «el derecho a otorgar»; cuando se usa de los hombres, la autoridad es delegada.

También dice:

Exousia denota autoridad (del verbo impersonal exesti, «es válido», o «conforme a la ley»). Del significado de permiso, o de libertad para hacer como a uno le plazca, pasó al de la capacidad o poder con el que uno ha sido investido.

Entonces la autoridad es un poder delegado; una capacidad o poder con el que hemos sido investidos.

Veamos el significado de la palabra fuerza para ver contra quien tenemos autoridad:

FUERZA

Dunamis; fuerza; específicamente, poder milagroso (por lo general un milagro en sí mismo): eficacia, fuerza, impetuosidad, maravilla, milagro, capacidad, dar, poder, poderosamente, potencia, potestad (Strong’s).

Podemos citar de este manera Lucas 10:19

“Yo les doy autoridad (poder delegado y capacidad investida) para pisar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza (poder y capacidad sobrenatural) del enemigo, y nada les destruirá”.

Cuando Jesús habla de "serpientes y escorpiones", lo está haciendo del ejército del diablo, de los demonios, espíritus malignos, y todas sus huestes. 

Debemos darnos cuenta que tenemos autoridad sobre ellos

El valor de nuestra autoridad descansa sobre el poder que hay detrás de esa autoridad.

Ya vimos en el capítulo anterior que el poder de esa autoridad es el poder de la resurrección que es el poder que Dios utilizó para resucitar a Jesús de los muertos y que es el más poderoso que existe en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra.

Efesios 1:19-21 (Nueva Versión Internacional)
19  y cuán incomparable es la grandeza de su poder a favor de los que creemos.  Ese poder es la fuerza grandiosa y eficaz
20  que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales,
21  muy por encima de todo gobierno y autoridad,  poder y dominio,  y de cualquier otro nombre que se invoque,  no sólo en este mundo sino también en el venidero.

El creyente debe recibir la luz y entender plenamente el poder de Dios que lo respalda para poder ejercer su autoridad y enfrentarse al enemigo sin temor.

Veamos un ejemplo para entender lo que es la autoridad:

Juan es un policía de tránsito que mide un metro con 55 centímetros; el tiene un uniforme y una placa que lo demuestran; pero hay algo que lo respalda que es el gobierno del país que representa.

Si viene un camión a toda velocidad, cometiendo una infracción, el toca el pito, levanta la mano y el camión se detiene. ¿Qué poder sobrehumano de Juan hizo detenerse al camión?

Ninguno, es el poder que le ha dado su gobierno, es la autoridad que ha recibido lo que hace que el carro se detenga.

Si el chofer de camión no hace caso, toda la policía y gobierno del país que representa Juan va ha ir tras él.

No es el poder de Juan, es el poder que lo respalda.

Esa es nuestra autoridad, no somos nosotros mismos, es el poder de Dios que nos ha sido delegado y con el cual hemos sido investidos.

Efesios 6:10
Por lo demás,  hermanos míos,  fortaleceos en el Señor,  y en el poder de su fuerza.

Nuestra fortaleza es el Señor, el poder de su fuerza nos respalda, así que debemos hacer como los policías, usar nuestra autoridad extender nuestra mano y decirle al diablo ¡Alto!

Smith Wigglesworth nos cuenta una simpática experiencia que nos ilustra este punto.

Una vez en Inglaterra, estaba en una esquina esperando el autobús. Una mujer salió de una casa de pisos, y un perrito corría detrás de ella. Ella le dijo: "Perrito, vas a tener que regresar".

El perro no le hacía caso. Solo movía su cola y se pegaba a ella.

Ella le dijo: "Perrito, no puedes ir". El perrito movió su cola y se volvió a pegar a ella.

En ese momento vio que el autobús llegaba.

La mujer dio un zapatazo contra el piso y gritó: "¡Lárgate!"  El perro metió el rabo entre las piernas y se fue.

Wigglesworth dice que sin pensarlo le gritó fuertemente: "¡De esa manera deberías hacerlo con el diablo!"

Aunque para mí, el mejor ejemplo de autoridad que he oído lo cuenta mi pastor, Jim Andrews:

Era su primera temporada en el Perú, e iba a tener un seminario en cierta ciudad; los pastores de la confraternidad de esa ciudad, le dijeron que no podía hacerlo, que las puertas estaban cerradas para él.

El hizo como que pateaba una puerta y dijo: “Si las puertas se me cierran yo las abro”.

Por supuesto que hizo el seminario, que trajo un gran avivamiento a esa ciudad que después de 30 años aún continúa; con cientos de conversiones, gente bautizada con el Espíritu, sanidades y milagros.

¡Eso si que es tomar autoridad!

Debemos entender claramente que es Jesús mismo es quien nos dio la autoridad:

En Mateo 28:18 Jesús les dijo estas palabra a sus discípulos: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”

Aquí la palabra potestad es exousia, que como hemos visto significa: “Autoridad, poder delegado, capacidad investida”

Y en el verso 19 dice: “Por tanto, id....”

Al decir “Id”, Jesús nos estaba dando esa autoridad a nosotros para que hagamos uso de ella.

Recordemos parte del significado de exousia: “permiso o libertad para hacer como a uno le plazca.”

Tenemos la autoridad, pero ahora debemos tomar la decisión de hacer algo con ella. Debemos decidir si la usamos o no.

En Marcos 16:17-18 vemos más de esta autoridad que nos ha sido delegada:

Marcos 16:17-18
17  Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18  tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.

Otras versiones dicen: “Estas señales seguirán a los creyentes. . . .”

Cuando dice: “En mi nombre”, está diciendo no en su propio poder, sino en el poder del nombre de Jesús.

En el derecho existe la figura del “poder legal”, una persona firma un documento legal ante un notario público a través del cual le concede a otra persona la facultad de hacer trámites y acciones en nombre de la persona que ha firmado el documento.

Cuando mi abuela ya era muy anciana (vivió hasta los 96 años), firmo un documento legal a través del cual mi papá podía cobrar su pensión en el banco.

Cada fin de mes mi papá iba al banco con ese documento y en la ventanilla los cajeros al verlo debía darle el dinero para mi abuela.

Mi papá no era mi abuela, pero a través del documento era su representante legal.

Pablo dijo en Segunda de Corintios que somos embajadores de Cristo.

2 Corintios 5:20
20  Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

La palabra embajador es el término griego presbeúo; que significa ser un anciano, actuar como representante; o un embajador.

Un embajador es un ministro público que goza de varias preeminencias, en especial el hecho de que se le considera como representante de la persona misma del jefe del estado que lo envía y acredita cerca del de otra potencia extranjera (Enciclopedia Salvat).

A los embajadores se les llama también plenipotenciarios, es decir, que tiene todos los poderes del estado que representa.

Ese poder es la autoridad que nos ha sido delegada.

Para entender más de la autoridad veamos un poco de las leyes peruanas.

En el Perú existen 2 poderes que se encargan de legislar  y ejecutar las leyes; el poder ejecutivo y el poder legislativo.

El Poder Ejecutivo está constituido por el Presidente, quien desarrolla las funciones de Jefe de Estado. El simboliza y representa los intereses permanentes del país. A su vez, como Jefe de Gobierno, es quien dirige la política gubernamental, respaldado por la mayoría político-electoral.

El Poder Legislativo está en el congreso, que consta de 130 congresistas elegidos para un período de cinco años. Su función es la de proponer leyes que se ratifican después de haber sido aprobadas por el Congreso y promulgadas por el Presidente.

El artículo 108 de la constitución peruana dice que si el congreso aprueba una ley y el presidente no la quiere promulgar, después del tiempo prescrito por la ley, el congreso tiene la autoridad para promulgar la ley aún así el presidente no quiere hacerlo.

¿Quién le dio esa autoridad al congreso?

El pueblo peruano que lo eligió.

Una historia de la Inglaterra del Siglo XIX nos da más luces de esto:

En una ocasión el Primer Ministro de Inglaterra, W. E. Gladstone, le trajo un importante proyecto de ley a la Reina Victoria para que lo firme y pudiera convertirse en ley.

La Reina objetó el documento y después de una discusión se rehusó a firmarlo.

El Primer Ministro tenía una gran urgencia, así que le dijo a la Reina respetuosa pero firmemente: “Su Majestad; Usted debe firmar la ley.

Ella se volteó arrogantemente y le dijo: “Señor, yo soy la Reina de Inglaterra.”

El Primer Ministro, sin moverse, le respondió: “Su Majestad, yo soy el pueblo de Inglaterra.”

Después de pensarlo un poco, ella aceptó la situación y colocó su firma en el documento.

Aquí vemos la autoridad entre dos poderes en conflicto; gana el que tiene un mayor respaldo.

El creyente que esta totalmente consciente de la autoridad que está detrás de él, puede enfrentarse al enemigo sin ninguna duda o temor.

Efesios 6:12
12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Estos que se enfrentan con nosotros llevan nombres específicos de autoridad:

Principados (arque): Los primeros, o preeminentes.

Potestades (exousia): Autoridades, poderes delegados

Gobernadores (kosmocrator): Gobernadores, señores del mundo.

Huestes espirituales de maldad (pneumatikos poneria): Ejército espiritual invisible y poderoso de maldad.

Aunque estos 4 tipos de enemigos son poderosos; el poder que nos respalda es infinitamente más poderoso.

jueves, 21 de junio de 2018

La Autoridad del Creyente - Clase 2



Clase 2
Teniendo tu Propio Apocalipsis Privado

El Salmo 119:130 dice: “La exposición de tus palabras alumbra”.

Para entender la autoridad, como cualquier otro tema de la Biblia, necesitamos ser alumbrados con la Palabra de Dios.

Veamos este pasaje en otras versiones:

Biblia del Pueblo de Dios
La explicación de tu palabra ilumina y da inteligencia al ignorante.

Nueva Versión Internacional
La exposición de tus palabras nos da luz, y da entendimiento al sencillo.

Biblia Amplificada
La entrada y apertura de tus palabras da luz; su apertura da entendimiento (discernimiento y comprensión) al simple.

Para poder entender la autoridad lo primero que debemos hacer es abrirnos y dar entrada a la explicación y exposición de la Palabra de Dios. No hablo de un simple oírla de una manera superficial si no de un estudio dedicado de la Palabra de Dios.

Muchas veces la gente se para alrededor de los puestos de venta de periódicos para ver los titulares de los diferentes diarios, y aunque alguno le llame la atención, a menos que compre el diario, no va ha saber la verdad de lo que ha pasado.

Es como cuando estudiaba ingeniería en la Universidad Católica del Perú, carrera que tenía fama de ser acabada por 1 de cada 20 ingresantes, y de la cual los estudiantes decíamos que las almas de lo los eliminados perseguían a los que se mantenían, de nada me servía escuchar la clase si no tomaba buenos apuntes y luego estudiaba la clase en la biblioteca o en mi casa.

Un compañero de la universidad se sentó en el patio exterior de la iglesia, se le veía apesadumbrada, el pastor se le acerco y le preguntó: “que te pasa”, mi amigo le contestó: “Ay pastor, es que tengo 500 problemas.”

El pastor se sorprendió al escuchar un número tan exacto de problemas, así que le preguntó: “¿Cómo es eso?”

“Es que son 100 problemas de calculo, 100 problemas de física, 100 problemas de química, 100 problemas de algebra y 100 problemas de geometría que tengo que estudiar para los exámenes de mañana.”

Eso es lo que tenemos que hacer con la Biblia, estudiarla de tal manera que Su la entrada en nuestro interior nos de la luz.

Jesús nos explicó esto claramente en la parábola del sembrador.

Mateo 13:23
Mas el que fue sembrado en buena tierra,  éste es el que oye y entiende la palabra,  y da fruto;  y produce a ciento,  a sesenta,  y a treinta por uno.

Marcos 4:20
Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la reciben,  y dan fruto a treinta,  a sesenta,  y a ciento por uno.

Lucas 8:15
Mas la que cayó en buena tierra,  éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída,  y dan fruto con perseverancia.

En estos pasajes podemos ver toda la idea de cómo lograr que la Palabra produzca fruto en nosotros.

Debemos oírla, recibirla, entenderla y retenerla.

Veamos estas 4 palabras:

Oír (akouo): es un verbo primario que significa oír (en varios sentidos): entender, escuchar, hablar, llegar a oído de, obedecer, oír. Akouo no solo nos habla de oír sino también de comprender, de oír con atención.

Recibir (paradéjomai); significa literalmente aceptar cerca, de ahí: admitir o (por implicación) deleitarse en. Recibir o admitir con aprobación (para, al lado de; dejomai, recibir con una admisión presta y deliberada aquello que se ofrece)

Entender (suniemi): viene de sun (junto) y jiemi (poner), es decir poner juntos, de ahí significa: comprender (mentalmente); entender, entendido, juicioso. Se usa metafóricamente de percibir, comprender, uniendo (sun), por así decirlo, la percepción con lo que es percibido.

Retener (katéjo); significa literalmente sostener abajo (o sujetar), se aplica (literal  o figurativamente) de varias maneras: ocupar, poseer, retener, sujetar, tener, enfilar (hacia), mantener firme, apoderarse, detener. Se traduce también: sostener firmemente, mantener firmemente (kata, abajo, y eco, tener o sostener).

Al ver estas 4 palabras tenemos una mejor idea de lo que quiere decir este pasaje, no solo es ser un oidor olvidadizo, es ser alguien que toma la Palabra, la deposita y guarda en su corazón con el propósito de hacerla.

El capítulo 1 de Santiago amplía esta idea:

Santiago 1:21-25
21  Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
22  Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
23  Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
24  Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
25  Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.

El término recibir del 21 es dejomai, que significa: percibir, recibir, tomar, aceptar. Vine lo traduce de esta manera: recibir mediante una recepción deliberada y bien dispuesta de aquello que es ofrecido.

Para llegar a tener una disposición deliberada y bien dispuesta es necesario tener un entendimiento claro de lo que se recibe.

El término para implantada es emfutos, que significa: injertado, implantado.

Vine lo traduce de esta manera:

Implantado o arraigado (de emfuo, implantar). Se usa en Santiago 1:21, de la Palabra de Dios, como «la palabra implantada»; esto es, una palabra cuya propiedad es la de arraigarse como una semilla en el corazón. La RV traduce «ingerida», lo que es incorrecto, por cuanto la palabra es sembrada y este es el sentido en que se presenta aquí.

Este es el mismo sentido que tiene en la parábola del sembrador, la Palabra es como una semilla que se arraiga y crece en el corazón del hombre.

Una cosa más que vemos, es que la palabra no debe oírse de una manera ligera y olvidadiza sino que debemos colocarla de tal manera en nuestro corazón que produzca un fruto en nosotros.

Para recibir la luz acerca de la autoridad del creyente debemos descubrir lo que la Biblia nos habla de ella.

Si queremos hallar la luz acerca de nuestra autoridad en la Biblia, el mejor lugar al que podemos ir es el libro de Efesios, donde el apóstol Pablo trata más claramente del tema.

Veamos la oración de Efesios 1 donde Pablo nos habla abiertamente de la autoridad del creyente y orémosla por nosotros hasta que se haga una realidad en nuestras vidas.

Empecemos por Efesios 1:15-23

Efesios 1:15-23
15  Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos,
16  no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones,
17  para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
18  alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19  y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
20  la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales,
21  sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero;
22  y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23  la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo. 

En esta oración Pablo esta pidiendo principalmente 3 cosas:

1. Que reciban espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Dios.

2. Que entiendan lo que son en Cristo Jesús.

3. Que entiendan la autoridad que tienen en Cristo.

Veamos algunos estos tres puntos en la Biblia Expandida de Fe:

Efesios 1:17 (Biblia Expandida de Fe)
17 [Siempre oro para que] para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, les conceda espíritu de sabiduría y de revelación (el entendimiento de los misterios y secretos) en la esfera de un [perfecto y completo] conocimiento de Él,

Lo primero que Pablo estaba orando era que Dios haga una obra en la vida de los creyentes efesios (y de todos los creyentes en general) para que tengan la sabiduría y la revelación de Dios como resultado de la obra del Espíritu Santo energizando y vigorizando su espíritu humano.

Es interesante el término griego para la palabra revelación, se usa apokalipsis, que significa desvelamiento (quitar el velo), revelación o manifestación. Es de decir, la comunicación del conocimiento de Dios al espíritu del hombre.

No nos confundamos, ni pensemos que Dios quiere que tengamos un Apocalipsis como el de Juan, viendo al anticristo, y las calamidades que ocurrirán durante el tiempo del fin; sencillamente quiere que de una vez se nos quite el velo y sepamos exacta y verdadera lo que la Biblia dice.

Es como cuando vamos al museo para ver la presentación de una nueva escultura; por lo general está escondida detrás de un velo o sábana blanca que solo nos deja ver el contorno; al momento y hora indicada es quitado el velo y ya no solo vemos el contorno sino la escultura en todo su esplendor.

¿Qué cosa quiere Dios que conozcamos?

El término para conocimiento es epignosis que significa: reconocimiento, pleno discernimiento, reconocimiento.

Vine dice de este término griego que denota un conocimiento total, discernimiento, reconocimiento. Expresando un conocimiento más pleno, o un conocimiento total, una mayor participación por parte del conocedor en el objeto conocido, influenciándole más poderosamente.

La oración de Pablo es que tuvieran un apocalipsis del conocimiento pleno y total de Dios, no solo un conocimiento superficial, sino uno más poderoso y profundo.

Efesios 1:18 (Biblia Expandida de Fe)
18 para que sean iluminados los ojos de vuestros corazones (espíritus) para que sepan y entiendan la esperanza a la que Él los ha llamado, cuales son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos (los consagrados y separados para Él),

En segundo lugar Pablo quiere que sean iluminados los ojos de nuestros corazones para que sepamos lo que somos en Cristo.

Iluminar es el término griego fotizo que significa: resplandecer, dar luz, iluminar, alumbrar, aclarar, ser alumbrado; en este pasaje en particular, nos habla metafóricamente de la iluminación espiritual.

En la Reina Valera la palabra que se usa es “entendimiento”, dando a entender que serían iluminados los ojos de nuestra mente, pero en los manuscritos griegos más antiguos se utiliza el término cardias que significa corazón y nos habla del nuestro espíritu humano. Una cosa para notar es que algunos manuscritos griegos más modernos se utiliza dianoia que significa: entendimiento, mente, pensamiento. Por lo que la mayoría de los traductores modernos de la Biblia, teniendo a su disposición manuscritos más antiguos han preferido colocar corazón.

Es muy interesante esta parte del verso: “Para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos.”

Me hace recordar a Colosenses 1:

Colosenses 1:26-27
26 El misterio que había estado oculto desde los siglos y edades,  pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,
27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles;  que es Cristo en vosotros,  la esperanza de gloria,

Había un misterio oculto y destinado para ser revelado a nosotros que es la esperanza a la cual fuimos llamados.

¿Cuál es la esperanza a la que fuimos llamados? Cristo en nosotros, la esperanza de gloria.

Dicho de otro modo, la esperanza que Dios quiere que sepamos es lo que nosotros somos en Cristo.

Efesios 1: 19-21 (Biblia Expandida de Fe)
19 y [para que puedan conocer y entender] cuál es la extraordinaria, ilimitada y superabundante grandeza (magnitud) de Su poder inherente para con nosotros los que creemos, según la energía operativa (actividad propia) de Su poderosa fuerza,
20  que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó de entre los muertos y lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales,
21  muy por encima de todo principado y autoridad y  poder y dominio, y de cualquier otro nombre [por encima de cualquier título que pueda ser conferido] que se invoque,  no sólo en este mundo presente sino también en el venidero.

Lo tercero que Pablo quería era que conociéramos es cual es la autoridad que tenemos.

Pero, ¿cuál es esa autoridad que tenemos?

La llamaremos el poder de la resurrección, es decir, el poder que Dios utilizó para levantar a Jesús de los muertos; un poder que está muy por encima de todo principado y autoridad y  poder y dominio, y de cualquier otro nombre otro nombre que se nombre.

Para describir ese poder Pablo utilizo 4 palabras griegas, ya que una sola no fue suficiente.

Veamos el significado de estas palabras:

PODER

Dunamis; fuerza; específicamente. Poder milagroso (por lo general un milagro en sí mismo): eficacia, fuerza, impetuosidad, maravilla, milagro, capacidad, dar, poder, poderosamente, potencia, potestad. (Strong’s).

Vine lo traduce así: Poder, capacidad inherente. Se usa de obras de origen y carácter sobrenatural, que no podrían ser producidas por agentes y medios naturales.

También dice esto: (a) poder, capacidad, física o moral, residente en una persona o cosa; (b) poder en acción, tal como, por ejemplo, cuando se pone en acción para ejecutar milagros. Aparece 118 veces en el NT. En ocasiones se usa del milagro o señal mismos, poniéndose el efecto en lugar de la causa.

Entonces dunamis no solo nos habla del poder sobrenatural en si mismo; sino de la capacidad inherente, o del poder mismo en acción para producir un milagro.

OPERACIÓN

Energeia: eficiencia (energía): actividad (propia), obra, operación, poder. (Strong’s).

Esta palabra, cuyo significado español es energía, nos habla de la energía puesta en operación

PODER (segunda citación)

Kratos, vigor (grande): imperio, poder, poderosamente, potencia, proeza. (Strong’s).

Vine lo traduce así: fuerza, fortaleza, poder, y más especialmente poder manifiesto o manifestado. Se deriva de la raíz kra (perfeccionar, completar).

FUERZA

Isjus; fuerzas, a la fuerza, poder, potencia, potente, fuerza. (Strong’s).

Vine lo traduce: Denota poder, fuerza: (a) inherente y en acción en su utilización por parte de Dios (Eph_1:19  «el poder, kratos, de su fortaleza»; en RV: «la potencia de su fortaleza», esto es, el poder sobre las cosas externas ejercido mediante la fuerza.

Wuest dice lo siguiente:

Pablo usa estas cuatro palabras, que tienen un significado general de “poder”; el primer uso de “poder” es dunamis, “la habilidad natural, general e inherente”; “operación” es energeia “poder ejercido, poder operativo”; el segundo uso de “poder” es kratos, “fuerza manifestada”; “fuerza” es isjus, “fuerza, dotación de poder.” Poniéndolos juntos tenemos: “Y cual la supereminente grandeza de Su poder inherente para nosotros los que creemos como medida de la energía operativa de la fuerza manifestada de Su poder.

Este fue el poder que Dios uso para levantar a Jesús de los muertos; y que está muy por encima de todo principado y autoridad y  poder y dominio, y de cualquier otro nombre (por encima de cualquier título que pueda ser conferido) que se invoque,  no sólo en este mundo presente sino también en el venidero.

Es decir, no existe ningún poder mayor en los cielos, ni en la tierra ni debajo de la tierra, es el máximo poder que existe.

Efesios 1:22-23 (Biblia Expandida de Fe)
22 Y Dios sometió todas las cosas debajo de sus pies, y lo constituyó sobre todas las cosas como cabeza universal y suprema de la iglesia [no como una organización, sino como un cuerpo invisible de creyentes],
23 la cual es Su cuerpo, la plenitud de aquel que llena todas las cosas en todos [para que en ese cuerpo viva la medida total de aquel que completa todas las cosas, y que en cualquier lugar llena todas las cosas consigo mismo].

En este pasaje vemos que esa autoridad, Dios se la concedió a la iglesia, es decir a cada uno de los creyentes.

Para que esta verdad se vuelva luz en nuestra vida debemos estudiarla una y otra vez; y una buena manera de hacerlo es orándola cada día por nosotros, personalizándola.

Puedes orarla así:

Padre de gloria y Dios de nuestro Señor Jesucristo,
Te pido que me des espíritu de sabiduría y de revelación en tú pleno conocimiento.
Alumbrando los ojos de mi espíritu para que sepa quien soy en Cristo,
Y para que pueda conocer la autoridad que me has dado,
Que es la supereminente grandeza de Tu poder inherente para conmigo que creo como medida de la energía operativa de la fuerza manifestada de Tu poder.

Haz cada día esta oración y deja que la revelación de la Palabra te ilumine y te haga comprender completamente la autoridad que Dios te dio. Ten tu propio apocalipsis privado.