Clase 3
La Autoridad Definida
Uno de los temas de la vida cristiana del que tenemos
menos conocimiento exacto es acerca de la autoridad del creyente; a pesar que
le pertenezca no solo a unos cuantos
creyentes; sino que le pertenece a cada cristiano nacido de nuevo.
Por eso, antes de definirla veamos algunas malas
concepciones de lo que es la autoridad:
La autoridad del creyente no debe confundirse con el Bautismo
con el Espíritu Santo; a veces se enseña que cuando uno recibe el Bautismo con
el Espíritu eso el lo que le da la autoridad al creyente.
Lo que el creyente recibe es el poder (dunamis) para testificar.
Hechos 1:8
Pero
recibiréis poder, cuando haya venido
sobre vosotros el Espíritu Santo, y me
seréis testigos en Jerusalén, en toda
Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 1:8 (Castilian)
Sin
embargo, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, recibiréis la fuerza
necesaria para ser mis testigos en todas partes: en Jerusalén, en toda Judea,
en Samaria y hasta el último rincón de la tierra.
El
asunto es que la autoridad del creyente empieza en el mismo momento que la
persona nace de nuevo. Además el bautismo con el Espíritu no es la fuente de
nuestra autoridad.
La
autoridad tampoco viene como un don especial del Espíritu, donde el creyente
recibe un poder especial para realizar hechos poderosos, como el echar fuera
demonios.
Los
dones del Espíritu vienen según la voluntad del Espíritu cuando Él quiere;
nuestra autoridad la podemos usar en todo momento.
Otros
dicen que la autoridad del creyente no es nada más que la oración constante y
ferviente.
Hay
gente que al orar empieza a sentir una carga o urgencia de oración, e incluso a
sentir dolores de parto; pero eso no es la autoridad del creyente; eso
sencillamente es intercesión.
Ahora que hemos visto lo que no es la autoridad del
creyente concentrémonos en lo que es; y para entenderla mejor definamos la
diferencia entre autoridad y poder.
Los traductores de la Versión Reina-Valera de 1960,
que es la más usada en español, han traducido muy bien la mayoría de las
palabras griegas, pero las que se usan para "poder" y
"autoridad" no fueron las más apropiadas.
Por ejemplo, en la Versión Reina-Valera, Jesús dijo en
Lucas 10:19: "He aquí os doy
POTESTAD de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda FUERZA del enemigo, y
nada os dañará"
Veamos que palabras se usan en el griego:
POTESTAD
Exousía;
viene de exesti, que es algo que se permite o es legítimo (en el sentido de
capacidad); privilegio, fuerza, capacidad, competencia, libertad, maestría (concretamente:
magistrado, sobrehumano, potentado, símbolo de control), influencia delegada: autoridad,
derecho, dueño, jurisdicción, libertad, poder, potencia, potestad (Strong’s).
Vine
nos da una idea más clara de esta palabra:
Exousia
denota libertad de acción,
derecho a actuar; usado acerca de Dios, es absoluto, carente de restricciones
(por ejemplo, Lucas 12:5 «poder», RV,
RVR; RVR77: «autoridad»); en Hechos 1:7 lo que se indica es «el derecho a
otorgar»; cuando se usa de los hombres, la autoridad es delegada.
También
dice:
Exousia
denota autoridad (del verbo impersonal exesti,
«es válido», o «conforme a la ley»). Del significado de permiso, o de libertad
para hacer como a uno le plazca, pasó al de la capacidad o poder con el que uno
ha sido investido.
Entonces
la autoridad es un poder delegado; una capacidad o poder con el que hemos sido
investidos.
Veamos
el significado de la palabra fuerza para ver contra quien tenemos autoridad:
FUERZA
Dunamis;
fuerza; específicamente, poder milagroso (por lo general un milagro en sí
mismo): eficacia, fuerza, impetuosidad, maravilla, milagro, capacidad, dar,
poder, poderosamente, potencia, potestad (Strong’s).
Podemos
citar de este manera Lucas 10:19
“Yo les doy autoridad
(poder delegado y capacidad investida) para pisar serpientes y escorpiones, y
sobre toda fuerza (poder y capacidad sobrenatural) del enemigo, y nada les destruirá”.
Cuando Jesús habla de "serpientes y escorpiones", lo está haciendo del ejército
del diablo, de los demonios, espíritus malignos, y todas sus huestes.
Debemos darnos cuenta que tenemos autoridad sobre
ellos
El valor de nuestra autoridad descansa sobre el poder
que hay detrás de esa autoridad.
Ya vimos en el capítulo anterior que el poder de esa
autoridad es el poder de la resurrección que es el poder que Dios utilizó para
resucitar a Jesús de los muertos y que es el más poderoso que existe en los
cielos, en la tierra y debajo de la tierra.
Efesios 1:19-21 (Nueva Versión Internacional)
19 y cuán incomparable es la grandeza de su
poder a favor de los que creemos. Ese
poder es la fuerza grandiosa y eficaz
20 que Dios ejerció en Cristo cuando lo resucitó
de entre los muertos y lo sentó a su derecha en las regiones celestiales,
21 muy por encima de todo gobierno y
autoridad, poder y dominio, y de cualquier otro nombre que se invoque, no sólo en este mundo sino también en el
venidero.
El
creyente debe recibir la luz y entender plenamente el poder de Dios que lo respalda para poder ejercer su
autoridad y enfrentarse al enemigo sin temor.
Veamos un ejemplo para entender lo que es la
autoridad:
Juan es un policía de tránsito que mide un metro con
55 centímetros; el tiene un uniforme y una placa que lo demuestran; pero hay
algo que lo respalda que es el gobierno del país que representa.
Si viene un camión a toda velocidad, cometiendo una
infracción, el toca el pito, levanta la mano y el camión se detiene. ¿Qué poder
sobrehumano de Juan hizo detenerse al camión?
Ninguno, es el poder que le ha dado su gobierno, es la
autoridad que ha recibido lo que hace que el carro se detenga.
Si el chofer de camión no hace caso, toda la policía y
gobierno del país que representa Juan va ha ir tras él.
No es el poder de Juan, es el poder que lo respalda.
Esa es nuestra autoridad, no somos nosotros mismos, es
el poder de Dios que nos ha sido delegado y con el cual hemos sido investidos.
Efesios
6:10
Por
lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Nuestra
fortaleza es el Señor, el poder de su fuerza nos respalda, así que debemos
hacer como los policías, usar nuestra autoridad extender nuestra mano y decirle
al diablo ¡Alto!
Smith
Wigglesworth nos cuenta una simpática experiencia que nos ilustra este punto.
Una
vez en Inglaterra, estaba en una esquina esperando el autobús. Una mujer salió
de una casa de pisos, y un perrito corría detrás de ella. Ella le dijo: "Perrito,
vas a tener que regresar".
El
perro no le hacía caso. Solo movía su cola y se pegaba a ella.
Ella
le dijo: "Perrito, no puedes ir". El perrito movió su cola y se
volvió a pegar a ella.
En
ese momento vio que el autobús llegaba.
La
mujer dio un zapatazo contra el piso y gritó: "¡Lárgate!" El perro metió el rabo entre las piernas y se
fue.
Wigglesworth
dice que sin pensarlo le gritó fuertemente: "¡De esa manera deberías
hacerlo con el diablo!"
Aunque
para mí, el mejor ejemplo de autoridad que he oído lo cuenta mi pastor, Jim
Andrews:
Era
su primera temporada en el Perú, e iba a tener un seminario en cierta ciudad;
los pastores de la confraternidad de esa ciudad, le dijeron que no podía
hacerlo, que las puertas estaban cerradas para él.
El
hizo como que pateaba una puerta y dijo: “Si las puertas se me cierran yo las
abro”.
Por
supuesto que hizo el seminario, que trajo un gran avivamiento a esa ciudad que
después de 30 años aún continúa; con cientos de conversiones, gente bautizada
con el Espíritu, sanidades y milagros.
¡Eso
si que es tomar autoridad!
Debemos
entender claramente que es Jesús mismo es quien nos dio la autoridad:
En
Mateo 28:18 Jesús les dijo estas palabra a sus discípulos: “Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el
cielo y en la tierra.”
Aquí
la palabra potestad es exousia, que
como hemos visto significa: “Autoridad,
poder delegado, capacidad investida”
Y
en el verso 19 dice: “Por tanto, id....”
Al
decir “Id”, Jesús nos estaba dando esa autoridad a nosotros para que hagamos
uso de ella.
Recordemos
parte del significado de exousia: “permiso o libertad para hacer como a uno le
plazca.”
Tenemos
la autoridad, pero ahora debemos tomar la decisión de hacer algo con ella. Debemos
decidir si la usamos o no.
En
Marcos 16:17-18 vemos más de esta autoridad que nos ha sido delegada:
Marcos
16:17-18
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En
mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán en las manos serpientes, y si
bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus
manos, y sanarán.
Otras
versiones dicen: “Estas señales seguirán
a los creyentes. . . .”
Cuando
dice: “En mi nombre”, está diciendo
no en su propio poder, sino en el poder del nombre de Jesús.
En
el derecho existe la figura del “poder legal”, una persona firma un documento
legal ante un notario público a través del cual le concede a otra persona la
facultad de hacer trámites y acciones en nombre de la persona que ha firmado el
documento.
Cuando
mi abuela ya era muy anciana (vivió hasta los 96 años), firmo un documento
legal a través del cual mi papá podía cobrar su pensión en el banco.
Cada
fin de mes mi papá iba al banco con ese documento y en la ventanilla los
cajeros al verlo debía darle el dinero para mi abuela.
Mi
papá no era mi abuela, pero a través del documento era su representante legal.
Pablo
dijo en Segunda de Corintios que somos embajadores de Cristo.
2
Corintios 5:20
20 Así que, somos embajadores en nombre de
Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de
Cristo: Reconciliaos con Dios.
La
palabra embajador es el término griego presbeúo;
que significa ser un anciano, actuar como representante; o un embajador.
Un
embajador es un ministro público que goza de varias preeminencias, en especial
el hecho de que se le considera como representante de la persona misma del jefe
del estado que lo envía y acredita cerca del de otra potencia extranjera (Enciclopedia Salvat).
A
los embajadores se les llama también plenipotenciarios, es decir, que tiene
todos los poderes del estado que representa.
Ese
poder es la autoridad que nos ha sido delegada.
Para
entender más de la autoridad veamos un poco de las leyes peruanas.
En
el Perú existen 2 poderes que se encargan de legislar y ejecutar las leyes; el poder ejecutivo y el
poder legislativo.
El
Poder Ejecutivo está constituido por el Presidente, quien desarrolla las
funciones de Jefe de Estado. El simboliza y representa los intereses
permanentes del país. A su vez, como Jefe de Gobierno, es quien dirige la
política gubernamental, respaldado por la mayoría político-electoral.
El
Poder Legislativo está en el congreso, que consta de 130 congresistas elegidos
para un período de cinco años. Su función es la de proponer leyes que se
ratifican después de haber sido aprobadas por el Congreso y promulgadas por el
Presidente.
El
artículo 108 de la constitución peruana dice que si el congreso aprueba una ley
y el presidente no la quiere promulgar, después del tiempo prescrito por la
ley, el congreso tiene la autoridad para promulgar la ley aún así el presidente
no quiere hacerlo.
¿Quién
le dio esa autoridad al congreso?
El
pueblo peruano que lo eligió.
Una
historia de la Inglaterra del Siglo XIX nos da más luces de esto:
En una ocasión el Primer Ministro de Inglaterra, W. E.
Gladstone, le trajo un importante proyecto de ley a la Reina Victoria para que
lo firme y pudiera convertirse en ley.
La Reina objetó el documento y después de una
discusión se rehusó a firmarlo.
El Primer Ministro tenía una gran urgencia, así que le
dijo a la Reina respetuosa pero firmemente: “Su Majestad; Usted debe firmar la ley.”
Ella se volteó arrogantemente y le dijo: “Señor, yo
soy la Reina de Inglaterra.”
El Primer Ministro, sin moverse, le respondió: “Su
Majestad, yo soy el pueblo de Inglaterra.”
Después de pensarlo un poco, ella aceptó la situación
y colocó su firma en el documento.
Aquí vemos la autoridad entre dos poderes en
conflicto; gana el que tiene un mayor respaldo.
El creyente que esta totalmente consciente de la
autoridad que está detrás de él, puede enfrentarse al enemigo sin ninguna duda o
temor.
Efesios 6:12
12
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Estos que se enfrentan con nosotros llevan nombres
específicos de autoridad:
Principados (arque): Los primeros, o preeminentes.
Potestades (exousia): Autoridades, poderes delegados
Gobernadores (kosmocrator): Gobernadores, señores del
mundo.
Huestes espirituales de maldad (pneumatikos poneria):
Ejército espiritual invisible y poderoso de maldad.
Aunque estos 4 tipos de enemigos son poderosos; el
poder que nos respalda es infinitamente más poderoso.
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