Clase 7
La Santidad de Dios
La santidad de Dios es la suma de sus
atributos morales y expresa la majestad de su naturaleza; algunos dicen que la
santidad es el atributo principal de Dios.
Isaías habla de Jehová como Él Santo cerca
de 30 veces.
Dios desea ser conocido por su santidad; el
tener un concepto superficial de Dios y de su santidad resultará en un concepto
superficial del pecado y de la necesidad de la salvación.
En
toda la Biblia resuena la afirmación de que Dios es santo; así que estudiemos
lo que dice la Biblia al respecto.
1. La Declaración de la Santidad de Dios
En
hebreo el significado de ser santo es
estar apartado o separado. Este es uno de los términos más importantes en el
Antiguo Testamento y se aplica ante todo a Dios.
La
misma idea se expresa en el Nuevo Testamento
Testimonios Bíblicos Acerca de la Santidad
de Dios
Éxodo 15:11
11
¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en
maravillosas hazañas, hacedor de
prodigios?
Levítico 11:45
45
Porque yo soy Jehová, que os hago
subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios: seréis,
pues, santos, porque yo soy santo.
Josué 24:19
19
Entonces Josué dijo al pueblo: No
podréis servir a Jehová, porque él es
Dios santo, y Dios celoso; no sufrirá vuestras rebeliones y vuestros
pecados.
Isaías 6:3
3 Y
el uno al otro daba voces,
diciendo: Santo, santo,
santo, Jehová de los
ejércitos; toda la tierra está llena de
su gloria.
1 Pedro 1:15-6
15
sino, como aquel que os llamó es
santo, sed también vosotros santos en
toda vuestra manera de vivir;
16
porque escrito está: Sed
santos, porque yo soy santo.
Como
estos hay muchísimos más versos en la Biblia que muestran la santidad de Dios.
El Significado de la Santidad de Dios
La
santidad de Dios significa su absoluta pureza moral.
Dios
no puede tolerar el pecado; en su santidad, Dios aborrece el pecado aunque ama
al pecador.
Dios
está separado del hombre en cuanto a su naturaleza y carácter. Él es
perfecto el hombre imperfecto; Él es
divino y el hombre es humano; Él es moralmente perfecto y el hombre es
pecaminoso.
La
santidad mantiene una gran distinción entre Dios y las criaturas; cuando Dios
se revela a sí mismo en su divinidad, dice que se “santifico”, es decir, que Él
se revela a sí mismo como “El Santo.”
Dios es Santo en Sí Mismo
Solamente
Dios es santo en sí mismo.
Al
pueblo, los edificios y objetos se les dice santos porque Dios los hizo santos;
los ha santificado, es decir, los ha separado para su uso personal.
La
palabra santo, cuando se aplica a
personas u objetos expresa una relación con Jehová. Están separados
para su servicio.
Para
estar separados, los objetos necesitan ser lavados y las personas consagradas y
vivir de acuerdo a la ley de santidad.
2. La Naturaleza de la Santidad de Dios
La
santidad de Dios a la luz de la Biblia tiene un aspecto doble.
En
su significado original da a comprender que Él es absolutamente diferente a
todas sus criaturas; es también exaltado sobre ella en infinita majestad.
Esto
hace que la santidad de Dios sea uno de sus atributos transcendentales; a veces
se considerada como su perfección central y suprema.
La
santidad es coexistente con Dios; Él es santo en Su bondad y Su gracia, tanto
como en Su justicia y en Su ira.
Testimonios Bíblicos acerca de la
Naturaleza de la Santidad de Dios
Éxodo 15:11
11
¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, terrible en
maravillosas hazañas, hacedor de
prodigios?
1 Samuel 2:2
2 No
hay santo como Jehová; porque no hay ninguno fuera de ti, y no hay refugio como
el Dios nuestro.
Isaías 57:15
15
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo
nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado
y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los
quebrantados.
Oseas 11:9
9 No
ejecutaré el ardor de mi ira, ni volveré
para destruir a Efraín; porque Dios
soy, y no hombre, el Santo en medio de ti; y no entraré en la ciudad.
Definición de la Naturaleza de la Santidad
de Dios
La
santidad de Dios es parte de aquello que está fuera del lacance de la razón
humana, que no puede reducirse a conceptos, y abarca ideas como la “absoluta
imposibilidad de aproximación”, a la absoluta “suprema potencia” o “terrible
majestad.”
Esta
santidad despierta en el hombre un sentido de que él es absolutamente nada
delante de la majestad del Altísimo.
Sin
embargo, la santidad de Dios en la Biblia tiene también un aspecto
específicamente ético, y este es el que en nuestra relación con Dios nos
interesa más directamente.
La
idea ética de la santidad de Dios no debe separarse de la idea de la majestuosa
santidad de Dios.
La
idea fundamental de la santidad moral de Dios es también la de separación, pero
en este caso es la separación del mal moral, el pecado.
3. La Santidad de Dios y los Diez
Mandamientos
Después
de la liberación de Israel de Egipto, Dios les dio leyes en el Sinaí e hizo con
Israel un pacto de protección que tenía como base Su santidad.
La
protección divina acompañaría a los israelitas en directa proporción de su
disposición en obedecer los preceptos y determinaciones de Dios.
Hasta
ese momento Dios había actuado en medio de ellos y por ellos a través de un sencillo
acto de su soberana gracia; pero a partir de ese momento, Israel sería tratado de acuerdo con la atención que
ellos le dieren a los Diez Mandamientos de Dios.
Resumen de los Diez Mandamientos
Éxodo
20:3-17
1.
No
tendrás dioses ajenos delante de mi (v. 3)
2.
No te
harás imagen (v. 4)
3.
No
tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano (v.7)
4.
Acuérdate
del día de reposo para santificarlo (v. 8)
5.
Honra
a tu padre y tu madre (v. 12)
6.
No
matarás (v. 13)
7.
No
cometerás adulterio (v. 14)
8.
No
hurtarás (v.15)
9.
No hablarás
contra tu prójimo falso testimonio (v. 16)
10. No codiciarás la mujer de tu prójimo (V. 17)
La Santidad de Dios Aplicada
Los
Diez Mandamientos dados por Dios a Israel por medio de Moisés en el Sinaí
enuncian dos verdades principales:
1.
La
santidad de Dios es establecida en normas comprensibles.
2.
En
ellos se revela el interés de Dios en comunicar una parte de su santidad a
aquellos que Dios escoge como pueblo y propiedad suya.
Dios
mismo le dijo a Israel antes de enunciar los mandamientos:
Éxodo 19:4-6
4
Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
5
Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre
todos los pueblos; porque mía es toda la
tierra.
6 Y
vosotros me seréis un reino de sacerdotes,
y gente santa. Estas son las
palabras que dirás a los hijos de Israel.
La
santidad de Dios en los Diez Mandamientos se presenta en normas perfectas:
1.
Los
tres primeros mandamientos expresan el “santo celo” de Dios por Israel, a quien rescato de Egipto
con mano fuerte y brazo extendido.
2.
El
cuarto mandamiento recordaba a Israel la observancia del sábado como día de
reposo en la las provisiones del Señor. Este sería un recordatorio entre Dios e
Israel.
3.
El
quinto mandamiento le advierte a Israel sobre la honra que debe mostrar a sus
padres.
4.
Los
mandamientos restantes hablan de las relaciones que cada hombre debe tener con
sus semejantes.
El propósito de Dios expresado en los Diez Mandamientos
era ejercer influencia en la vida de Israel durante su peregrinación por el
desierto y en los siglos futuros de su historia.
4. La Manifestación de la Santidad de Dios
Si el hombre ante la majestuosa santidad de Dios, se
admira y tiene un sentimiento de insignificancia, esa reacción se revelará en
la práctica; se dará cuenta de su impureza y su pecado.
Esto fue lo que sucedió con el profeta Isaías cuando
miró la gloriosa manifestación de la santidad divina:
Isaías 6:1-7
1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al
Señor sentado sobre un trono alto y sublime,
y sus faldas llenaban el templo.
2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
3 Y el uno al otro daba voces, diciendo:
Santo, santo, santo,
Jehová de los ejércitos; toda la
tierra está llena de su gloria.
4 Y los quiciales de las puertas se
estremecieron con la voz del que clamaba,
y la casa se llenó de humo.
5 Entonces dije: ¡Ay de mí!
que soy muerto; porque siendo
hombre inmundo de labios, y habitando en
medio de pueblo que tiene labios inmundos,
han visto mis ojos al Rey, Jehová
de los ejércitos.
6 Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas;
7 y tocando con él sobre mi boca, dijo:
He aquí que esto tocó tus labios,
y es quitada tu culpa, y limpio
tu pecado.
El hombre reacciona con temor y la necesidad de esconderse
cuando está delante de la santidad de Dios; el hecho de estar ante un Dios
infinitamente santo lo hace sentirse tan pecador e indigno que podría manchar
esa santidad.
La Santidad Revelada en la
Ley Moral
La santidad de Dios se revela en la ley moral grabada
en el corazón del hombre; se manifiesta en la revelación personal de Dios a
través de Su Palabra.
La ley tenía como objeto imprimir todos los aspectos
de la santidad de Dios en Israel; despertando en Israel la necesidad de vivir
una vida santa.
Ese propósito se revela a través de símbolos y tipos,
expresando la santidad por medio de una nación, tierra, ciudad, lugar y
sacerdocio santos.
También se reveló esa santidad divina en la manera en
que Dios premió la obediencia y castigo la desobediencia.
La Revelación Más Sublime de
la Santidad de Dios
Jesucristo es la más alta revelación de la santidad de
Dios; quien es presentado en Hechos 3:14 como “el Santo y el Justo.”
Jesús reflejó en su vida la perfecta santidad de Dios.
Como cuerpo de Cristo, la santidad de Dios también es
revelada en la iglesia.
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