Clase 3
La Revelación de Dios
La
palabra revelar en las lenguas
originales tiene el sentido de descubrir,
manifestar, descorrer una cortina. Por eso, cuando la Biblia habla de
revelación divina, el concepto es Dios el Creador dando a conocer al hombre su
poder y gloria, su naturaleza y carácter, su voluntad, caminos y planes, su
gracia, su amor, su misericordia, y sobre todo a si mismo.
Desde
la creación de la tierra, Dios se ha revelado al hombre a través de la
naturaleza, es decir a través de todo lo que hizo: los cielos, las estrellas y
cuerpos celestiales, los campos, los valles, los mares y ríos, los fenómenos
naturales, el reino animal.
Dios
se reveló a Israel a través del pacto que hizo con Abraham; se reveló cuando
los libró de la cautividad de Egipto, conduciéndolo milagrosamente hasta que
llegó a la tierra prometida.
Dios
se reveló a los patriarcas y profetas de diversas maneras: la palabra
profética, enseñanza particular, teofanías (apariciones de Jesús en el Antiguo
Testamento).
Dios
se reveló en estos postreros tiempos a través de su Hijo Jesús, quien es su
máxima expresión, como dice en Hebreos 1:
Hebreos 1:1-2
1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de
muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
2 en estos postreros días nos ha hablado
por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.
Dios
se ha revelado a la iglesia a través de Jesucristo, la Biblia, el Espíritu
Santo y sus múltiples operaciones y ministerio.
Veamos
los siguientes pasajes bíblicos que nos muestran esta revelación:
Mateo 13:16
16
Pero bienaventurados vuestros ojos,
porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
Mateo 11:25
25 En aquel tiempo, respondiendo Jesús,
dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas
cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
Juan 14:26
26
Mas el Consolador, el Espíritu
Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, él os enseñará todas las
cosas, y os recordará todo lo que yo os
he dicho.
Juan 15:15
15
Ya no os llamaré siervos, porque
el siervo no sabe lo que hace su señor;
pero os he llamado amigos, porque
todas las cosas que oí de mi Padre, os
las he dado a conocer.
1. Dios Revelado en la Naturaleza
Salmo 19:1-6
1
Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de
sus manos.
2 Un
día emite palabra a otro día, y una noche a otra noche declara sabiduría.
3 No
hay lenguaje, ni palabras, ni es oída su
voz.
4
Por toda la tierra salió su voz, y hasta el extremo del mundo sus
palabras. En ellos puso tabernáculo para el sol;
5 Y
éste, como esposo que sale de su tálamo, se alegra cual gigante para correr el
camino.
6 De
un extremo de los cielos es su salida, y su curso hasta el término de ellos; y
nada hay que se esconda de su calor.
Alguien
escribió que la naturaleza es el primer embajador de Dios.
Isaías
también habló de esto: “Levantad en alto
vuestros ojos, y mirad quién creó estas
cosas; él saca y cuenta su
ejército; a todas llama por sus
nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio” (Isaías 40:26).
Job
también nos habla de la naturaleza revelando a Dios: “Y en efecto, pregunta ahora a
las bestias, y ellas te enseñarán; a las
aves de los cielos, y ellas te lo
mostrarán; o habla a la tierra, y ella
te enseñará; los peces del mar te lo declararán también. 9 ¿Qué cosa de todas estas no entiende
Que
la mano de Jehová la hizo?” (Job
12:7-9).
La Naturaleza: El Espejo de Dios.
Toda
la creación revela a Dios.
Génesis
1 y el Salmo 104 muestran que Dios hizo la tierra con un fin determinado y
colocándola en el lugar conveniente.
La
naturaleza se torna así en el espejo de Dios, el Único y Soberano.
Tal
como dice el Salmo 148, toda la naturaleza es un himno a de alabanza a Dios;
del mismo modo, el creyente debe siempre debe alabar a dios como su creador: “Señor,
digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas” (Apocalipsis
4:11).
Los
pueblos paganos, vecinos de Israel, hacían divinidades de las fuerzas de la
naturaleza a quienes les rendían culto en su ignorancia; pero Dios los uso como
vehículos de revelación, tal como vemos en los Salmos 29 y 107.
En
el Salmo 29:3 Dios llama al trueno como la voz de Dios; y en Habacuc 3:6 usa al
terremoto como agente del juicio de
Dios; en otros pasajes usa al fuego, el agua y el viento con este mismo fin.
Los
elementos de la naturaleza no manifiestan por si mismos la presencia divina; lo
que sería confundir a Dios con la naturaleza. Ellos testifican de Dios como Creador.
En
el pasaje de Elías en el Monte Horeb, la tempestad, el terremoto, el fuego y el
sonido suave, eran solo precursores de la revelación personal de Jehová.
El Peligro de Rechazar esta Revelación
En
Romanos 1 se encuentra la denuncia divina contra los que habiendo contemplado
las maravillas de la creación de Dios, no le glorifican como Dios, antes se
vuelven sabios en su propia opinión.
Romanos 1:18-21
18
Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e
injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad;
19
porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó.
20
Porque las cosas invisibles de él,
su eterno poder y deidad, se
hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas
hechas, de modo que no tienen excusa.
21
Pues habiendo conocido a Dios, no
le glorificaron como a Dios, ni le
dieron gracias, sino que se envanecieron
en sus razonamientos, y su necio corazón
fue entenebrecido.
En
2 Pedro 3:5 dice: “Estos ignoran
voluntariamente, que en el tiempo
antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste.”
Al
contemplar la naturaleza, con su belleza, armonía y diseño, no es posible decir
que Dios no existe; es tan absurdo como decir que hay un reloj sin un relojero
que lo creara.
La
naturaleza misma invita a los hombres a adorar al Creador de ella.
2. Dios Revelado a Israel
Dios
hizo al pueblo de Israel como el centro de su revelación en la tierra; ningún
pueblo durante su historia ha tenido tanta certeza de que Dios operaba personalmente
en él.
Dios
testifica de ello en Romanos y Nehemías:
Romanos 3:2
2
Mucho, en todas maneras. Primero,
ciertamente, que les ha sido
confiada la palabra de Dios.
Nehemías 9:13-14
13 Y
sobre el monte de Sinaí descendiste, y
hablaste con ellos desde el cielo, y les
diste juicios rectos, leyes
verdaderas, y estatutos y mandamientos
buenos,
14 y
les ordenaste el día de reposo santo para ti,
y por mano de Moisés tu siervo les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley.
La Revelación de Dios en la Historia
A
lo largo de la historia de Israel podemos ver la revelación como algo constante
y patente; ella atestigua tanto del favor divino como su provisión por ser el
pueblo escogido.
Los
milagros en la historia de Israel sea su liberación de Egipto, como su entrada
a la tierra prometida o la fuga del ejército Asirio en el año 701 AC son prueba
de la protección de Dios para su pueblo.
La
revelación de Dios a Israel fue de tal modo que incluso en una ocasión detuvo
el sol (Josué 10:12) y en otra ocasión con Ezequías, el sol retrocedió 10
grados (Isaías 38:8).
Relación y Revelación
El
fundamento de la actitud religiosa de Israel era el pacto que Dios hizo con
Abraham en Génesis 17.
Este
pacto fue una imposición real con la cual Dios se comprometió ante los
descendientes de Abraham que Él sería su Dios y por eso ellos podrían invocarlo
como el Señor Todopoderoso.
El
hecho de que Dios diese a conocer su nombre (Jehová) a Israel, es un testimonio
de amistad y relación personal con Israel; este hecho, nos dice que les estaba
mostrando todo lo que Él es en todo su poder y gloria, y que estaba dispuesto a
comprometerse para cuidarlos.
Por
ese motivo, Dios continuó revelándose a ellos a través de sus palabras, leyes y
promesas.
El
énfasis principal de la revelación de Dios a Israel se basa en Su fidelidad al
pacto, Su paciencia y misericordia, y Su lealtad a sus propios propósitos,
dando gracia a Su pueblo que estaba unido a Él por su pacto.
3. Dios Revelado a los Profetas
El
hombre jamás conocerá a Dios a menos
que a Dios le plazca dárselo a conocer.
Dios
se revela según los siguientes términos:
Dios
se revela; en Génesis 2:7 dice: “Y
apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido.
Dios
se deja ver; en Génesis 35:7, 13 dice: “Y
edificó allí un altar, y llamó al lugar
El-bet-el, porque allí le había
aparecido Dios, cuando huía de su
hermano. . . Y se fue de él Dios, del lugar en donde había hablado con él.”
Dios
da a conocer su voluntad hablando como la prueba la expresión bíblica: “Así dice el Señor.”
Dios Revelándose al Hombre
Dios
se revela al hombre y el hombre debe buscar conocer a Dios.
El
conocimiento de Dios, que Él comunica por Si mismo, es único en su objetivo.
Él
emplea diversos medios para comunicarse, porque siendo el Señor de todo y de
todos, se comunica como quiere.
A Quien se Revela Dios.
Por
lo general, la revelación de Dios está reservada en primer lugar para Sus
escogidos que lo buscan, sirven y tienen comunión con Él.
En
Juan 14:21 dice: “El que tiene mis
mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.”
En
el Salmo 25:14 David escribió: “La
comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su
pacto.”
La
revelación de Dios está condicionada a las limitaciones del hombre; Moisés vio el
rostro de Dios solo bajo ciertas condiciones (Éxodo 33:17-23).
Los
profetas del Antiguo Testamento registran la experiencia de un encuentro
personal con la revelación de Dios:
En
Isaías 6:1 vemos: “En el año que murió el
rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.”
Jeremías
relato así su experiencia: “Jehová se
manifestó a mí hace ya mucho tiempo,
diciendo: Con amor eterno te he amado;
por tanto, te prolongué mi
misericordia” (Jeremías 31:3).
Daniel
escribió; “Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz. Su cuerpo
era como de berilo, y su rostro parecía
un relámpago, y sus ojos como antorchas
de fuego, y sus brazos y sus pies como
de color de bronce bruñido, y el sonido
de sus palabras como el estruendo de una multitud.”
Podemos
ver a los demás profetas contar la forma que Dios se reveló a ellos.
La Revelación Divina a través de la Palabra
Amós
escribió: “Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los
profetas.” (Amós 3:3).
Dios
manifestó sus secretos no solo por medio de visiones sino por las palabras que
les comunicó.
La
palabra es la señal característica del ministerio profético.
Jeremías 18:18
18 Y dijeron: Venid y maquinemos contra
Jeremías; porque la ley no faltará al
sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Venid e hirámoslo de lengua, y no atendamos a ninguna de sus palabras.
Cuando
el profeta recibía la revelación de Dios, tenía plena conciencia de que era
Dios quien le hablaba; sabía que no lo tomaba una fuerza o inspiración sino una
persona viva, real y divina.
Ezequiel 33:2
33 Hijo de hombre habla a los hijos de tu
pueblo, y diles: Cuando trajere yo espada sobre la tierra, y el pueblo de la
tierra tomare un hombre de su territorio y lo pusiere por atalaya.
4. Dios Revelado a los Apóstoles
Cristo
es la suprema revelación de Dios en el Nuevo Testamento.
Al
igual que Moisés y los profetas, los apóstoles y escritores continuaron
recibiendo y transmitiendo revelaciones de Dios hasta Apocalipsis;
convirtiéndose junto con Cristo en los canales de la revelación divina.
Cristo, la Revelación Plena y Visible de
Dios
Cristo
es la mayor revelación de Dios al hombre.
Los
primeros apóstoles recibieron directamente el impacto inicial de la revelación
divina en persona.
Juan,
por el Espíritu, presentó a Jesús como el Dios encarnado:
1 Juan 1:1-4
1 Lo
que era desde el principio, lo que hemos
oído, lo que hemos visto con nuestros
ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de
vida
2
(porque la vida fue manifestada,
y la hemos visto, y
testificamos, y os anunciamos la vida
eterna, la cual estaba con el
Padre, y se nos manifestó);
3 lo
que hemos visto y oído, eso os
anunciamos, para que también vosotros
tengáis comunión con nosotros; y nuestra
comunión verdaderamente es con el Padre,
y con su Hijo Jesucristo.
4
Estas cosas os escribimos, para
que vuestro gozo sea cumplido.
El
apóstol Pablo, a quien Dios confió gran parte de la revelación divina del Nuevo
Testamento dijo:
Colosenses 1:26-27
26
el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus
santos,
27 a
quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio
entre los gentiles; que es Cristo en
vosotros, la esperanza de gloria.
Gálatas 1:11-12
11 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio
anunciado por mí, no es según hombre;
12 pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de
hombre alguno, sino por revelación de
Jesucristo.
5. Revelado a la Iglesia
Hebreos 1:1-2
1
Dios, habiendo hablado muchas
veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,
2 en
estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.
El Agente revelador de Dios a la Iglesia
Cuando
Jesucristo les dijo a sus discípulos que su ministerio terrenal estaba por
terminar y que ya no estaría con ellos físicamente; les dijo que se pondría en
operación el agente revelador del Padre y del Hijo, el Espíritu Santo.
Juan 14:16-17
16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador,
para que esté con vosotros para siempre:
17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce;
pero vosotros le conocéis, porque
mora con vosotros, y estará en vosotros.
Juan 14:26
26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a
quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os
recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan 16:13-15
13 Pero cuando venga el Espíritu de
verdad, él os guiará a toda la
verdad; porque no hablará por su propia
cuenta, sino que hablará todo lo que
oyere, y os hará saber las cosas que
habrán de venir.
14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
15 Todo lo que tiene el Padre es mío; por
eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber.
El
Espíritu Santo no habla de sí mismo, pero comunica a los santos lo que el Hijo
desea revelar.
El misterio del Amado es Revelado
Pablo
declara que el misterio (secreto) del Amado de Dios ha sido revelado ahora por
el Espíritu Santo después de haber sido mantenido oculto.
1 Corintios 2:7-10
7
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría oculta, la cual
Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria,
8 la
que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.
9
Antes bien, como está escrito:
Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni
han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le
aman.
10
Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Efesios 1:6-9
6
Para alabanza de la gloria de su gracia,
con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
7 en
quien tenemos redención por su sangre,
el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
8
que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e
inteligencia,
9
dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en si mismo.
Efesios 3:3-11
3
que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente,
4
leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio
de Cristo,
5
misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de
los hombres, como ahora es revelado a
sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:
6
que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús
por medio del evangelio,
7
del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha
sido dado según la operación de su poder.
8 A
mí, que soy menos que el más pequeño de
todos los santos, me fue dada esta
gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables
riquezas de Cristo,
9 y
de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los
siglos en Dios, que creó todas las
cosas;
10
para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por
medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales,
11
conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor.
Los
orígenes de la Iglesia están en el eterno pasado, conforme al propósito de
Dios, pero su razón de ser y existir en el mundo se muestra claramente en la
revelación de Dios sobre ella.
Dios
le dio las siguientes responsabilidades a la iglesia:
1.
Ser un
lugar de habitación para Dios
Efesios
2:20-22
20 edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
21 en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el
Señor;
22 en quien vosotros también sois juntamente
edificados para morada de Dios en el Espíritu.
1
Corintios 3:16
16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
2.
Dar
testimonio de la Verdad
1
Timoteo 3:15
15 para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de
Dios, que es la iglesia del Dios
viviente, columna y baluarte de la
verdad.
3.
Hacer
conocer la Multiforme Sabiduría de Dios
Efesios
3:10
10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea
ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en
los lugares celestiales.
4.
Dar
Gloria Eterna a Dios
Efesios
3:20-21
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas
las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús
por todas las edades, por los siglos de
los siglos. Amén.
5.
Edificar
a sus Miembros
Efesios
4:11-13
11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles;
a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros,
12 a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo,
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la
fe y del conocimiento del Hijo de Dios,
a un varón perfecto, a la medida
de la estatura de la plenitud de Cristo.
6.
Disciplinar
a sus Miembros
Mateo
18:15-17
15 Por tanto,
si tu hermano peca contra ti, ve
y repréndele estando tú y él solos; si
te oyere, has ganado a tu hermano.
16 Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos
conste toda palabra.
17 Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.
7.
Evangelizar
al Mundo
Mateo
28:18-20
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra.
19 Por tanto,
id, y haced discípulos a todas
las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
20 enseñándoles que guarden todas las cosas que
os he mandado; y he aquí yo estoy con
vosotros todos los días, hasta el fin
del mundo. Amén.
Una Mayor Revelación
Si
la revelación que Dios le dio a Israel de la ley por medio de Moisés; más
grande es la revelación de Dios a través de Cristo y comunicada por el Espíritu
Santo a la iglesia.
Esta
revelación de Dios dada a la iglesia es la la capacita para testificar las
grandezas de Dios a los hombres.
La
marcha triunfal de la iglesia como columna y baluarte de la verdad es una
prueba indiscutible de que Dios existe y anhela darse a conocer a los hijos de
los hombres.
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