Capítulo 7
NUESTRO SÓLIDO FRENTE
LA MAYORÍA DE NOSOTROS nunca se ha dado cuenta del lugar
vital que nuestro testimonio o confesión guarda en nuestra vida diaria.
Colosenses 2: 5 (Traducción de Weymouth) dice: "Porque, aunque dicen, que yo estoy ausente de ustedes en cuerpo, pero
en espíritu estoy presente con ustedes y estoy encantado de presenciar vuestra
buena disciplina y el sólido frente presentado por vuestra fe en Cristo."
Su sólido frente era una persistente e inteligente confesión de lo que eran en
Cristo. Filipenses 1:27: "Solamente
que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que
vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un
mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio. "
Y el versículo veintiocho ilustra bellamente nuestro sólido
frente. "Su falta de temor será para
ellos un símbolo seguro de una destrucción inminente, pero para ti será un
símbolo seguro de tu señal de salvación que viene de Dios" (Weymouth).
Los creyentes de Filipos habían tenido una dura batalla. La iglesia estaba
ubicada en la casa del guardián de la prisión. Había nacido cuando Pablo y
Silas fueron encarcelados y Dios los había liberado de una manera tan milagrosa
que el guardián se había vuelto a Dios y una iglesia se había formado en su
propia casa. (Lea Hechos 16: 11-34). Ellos tuvieron que poner un frente sólido
o Satanás los habría abrumado por completo. Lo mismo ocurre hoy en día. Muchos
son enfermos y débiles y son totales fracasos debido a su confesión pública. El
Espíritu habla de ese tipo de cristianos.
Bebés en Cristo
En Hebreos 5: 12-14 (Weymouth) dice: "Pues aunque, teniendo en cuenta el tiempo
que han sido creyentes, ahora deberían ser maestros de los demás, necesitan de
verdad que alguien les enseñe de nuevo los mismos rudimentos de las verdades de
Dios, Y han llegado a requerir leche en vez de comida sólida, y por los que
viven de leche me refiero a aquellos que conocen imperfectamente la enseñanza
acerca de la justicia.
Pero la comida sólida
es para los adultos, es decir, para aquellos que por medio de la práctica
constante de la Palabra tienen sus facultades espirituales cuidadosamente
entrenadas para distinguir lo bueno de lo malo". Esta es una declaración
notable: Cuando por el tiempo deberíamos ser maestros, líderes, ayudantes de
los hombres, orar por los enfermos, todavía estamos en el lugar donde otros
tienen que hacer oración por nosotros.
Nosotros somos como el cuerpo de creyentes de quien Santiago
escribe en Santiago 5:14: “¿Está alguno
enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él,
ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al
enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán
perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros,
para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.".
Estos niños en Cristo estaban enfermos. Necesitaban ver a los ancianos, sentir
el aceite de la unción sobre sus cabezas, escuchar la oración y sentir las
manos que ponían sobre ellos. Vivían en el reino de los sentidos. Nunca se
habían desarrollado hasta el punto de creer en la Palabra que decía que "por Sus llagas fuimos sanados".
Ellos Tenían el Sentido del Conocimiento de la Fe
Isaías 53: 4-5 nunca había llegado a ser parte de sus vidas.
Ellos mentalmente lo aprobaron. Estuvieron de acuerdo en que era cierto; reconocieron
que era cierto, pero no era suyo.
Leamos: "Ciertamente
llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le
tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por
nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue
sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados". Usted ve, eso es
una cosa establecida. Cuando Jesús resucitó de los muertos y llevó Su sangre al
Lugar Santísimo Celestial, y la sangre se convirtió en el sello rojo en el
documento de nuestra Redención, se sentó, porque Su obra terrenal había
terminado. Nuestro problema de pecado fue resuelto; el problema de la justicia
fue resuelto; el problema de la enfermedad fue resuelto; Y Satanás fue
derrotado.
Hebreos 9: 11-12 afirma que Él obtuvo una Redención Eterna.
Esa Redención llegó hasta nuestros días y es nuestra. Satanás sabe que esta
eternamente derrotado. Ahora todo creyente tiene el derecho legal de sanidad y
liberación perfectas sobre el fundamento de la obra terminada que Cristo
realizó. No es necesario llamar a los ancianos ni a nadie más. Todo lo que
necesita hacer es dirigirse a Juan 14: 13-14, "Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el
Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré".
La palabra "pedir" se
traduce mejor como "demandar".
Todo lo que necesitas hacer es exigir que Satanás te deje, que se lleve la
enfermedad que te trajo.
Marcos 16:17 nos dice que "En Mi Nombre echarán fuera demonios". Eres un amo sobre los
demonios porque tú y Jesús conquistaron a Satanás cuando fuiste resucitado
junto con Él en Su resurrección. Efesios 2: 4-6 hace que el caso sea claro,
"Pero Dios, que es rico en
misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en
pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y
juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús”.
Estás firme en tu confesión
Puedes ver ahora que tienes una confesión de liberación
perfecta, de curación perfecta de la enfermedad, de tu dominio sobre el
adversario, y con tu confesión ahora puedes hacer un frente sólido delante del
mundo y las potencias de las tinieblas, ellos no tienen dominio sobre ti. Recuerda
que Jesús dijo: "Viene el príncipe
de este mundo, y él nada tiene en mí" (Juan 14:30). Lo mismo es verdad
en tu caso. En 2 Corintios 5:17-18 dice: “De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios, quien nos
reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la
reconciliación."
Si tú eres una Nueva Creación, Satanás no tiene nada en ti,
esa Nueva Creación es toda de Dios. Las viejas cosas que Satanás poseía y
controlaba están totalmente muertas y todas las cosas que están en ti ahora son
de Dios. Cuando sabes esto como sabes la tabla de multiplicación, tendrás algo
que pondrá completamente en fuga a las
fuerzas de Satanás. No hay razón alguna para que vivamos en constante temor del
pecado y dudemos cuando somos hijos e hijas de Dios. En Romanos 8: 15-16 dice:
"Pues no habéis recibido el espíritu
de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el
espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios."
Entonces la antigua esclavitud del temor, la necesidad y la
enfermedad se ha ido. Tú tienes otro espíritu ahora, un espíritu recreado. Dios
ya no es Dios para ti. Es Tu padre y como padre, él es tu amante y protector, ahora
no tienes miedo de nada, eres completamente osado, y ahora pones un frente
sólido delante de todos tus enemigos. Gritas Sus alabanzas, permaneces completo
en Él sobre cada circunstancia y cada ataque del enemigo.
Algunos Hechos Pasados por alto
Cuando entraste en la familia de Dios, hiciste la confesión
de Romanos 10:9-10: "Que si
confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios
le levantó de los muertos, serás salvo." Cuando confiesas Su Señorío,
no sólo es Su dominio sobre ti, sino que "Señor" significa "el proveedor de pan", el guardián,
el protector sobre todos tus enemigos. Él se convierte a la vez en el Señor de
tu vida. Su habilidad está detrás de ti para protegerte. De hecho, te conviertes
en partícipes de la Naturaleza Divina. (2 Pedro 1:4).
Y a medida que uno se hace partícipe de Su naturaleza, se
convierte en participante de Su capacidad. La habilidad de Dios se convierte en
tu habilidad. La Fuerza de Dios se convierte en tu fuerza, y Jesús es la
garantía de ese Nuevo Pacto para ti. (Hebreos 7:22.) Cuando lo reconoces como tu
Señor, entonces Dios automáticamente se convierte en tu Padre. Todos los
recursos del cielo están a tu disposición. Debes recurrir a 2 Corintios 3:4-6:
"Y tal confianza tenemos mediante
Cristo para con Dios; no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar
algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, el
cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto".
Hemos tratado de vencer al adversario con nuestras propias
fuerzas. Hemos tratado de superar la tentación con nuestra propia voluntad. Eso
es innecesario, porque Su voluntad se ha hecho nuestra; Su suficiencia es
nuestra; Su capacidad es nuestra. Ahora somos eficientes como miembros del
cuerpo de Cristo con Su eficacia. Han aprendido a cederse al Dios que está dentro
de ustedes. Mientras caminas con Él, te conviertes en "mentalizado de Dios
dentro de ti" de modo que una y otra vez durante el día a medida que
enfrentas los problemas de la vida te acuerdas de que el Mayor está en ti.
Mentalizado de Dios en el interior
Filipenses 2:13 ilustra esto para nosotros, "Porque Dios es el que en vosotros produce
así el querer como el hacer, por su buena voluntad". Él está obrando
en ti, resolviendo tus problemas, edificando Su fuerza en ti, haciendo de Su
sabiduría tu sabiduría, Su habilidad tu habilidad, Su fuerza tu fortaleza.
Ahora puedes entender que ya no eres más un ser común.
Perteneces a un orden inusual de seres. Eres una Nueva
Creación creada en Cristo Jesús (Efesios 2:10), y tú fuiste creado para
terminar de entrar en un cierto reino, hacer Su voluntad, llevar a cabo Sus
propósitos aquí en la tierra. Tú tiene un testimonio ahora que es emocionante. Recuerda
que tu fe se mantendrá al ritmo de su testimonio, que nunca tendrás fe más allá
de lo que confieses; porque hay una relación entre tu fe y tu confesión. Si
tienes miedo de confesar tu unidad con Él, que Su vida es tu vida, que Su
habilidad es tu habilidad, que Su fuerza es tu fuerza, que Su sabiduría es tuya
Sabiduría, si tienes miedo de confesarlo, no es tuyo. Es lo que dices osadamente
ante el enemigo que lo llena de miedo y a ti de coraje y victoria, eso en realidad es tuyo. Si te estás deteniendo y
tiene una confesión negativa, tu fe nunca se elevará por encima de ella. Una
confesión negativa muestra una falta de aprecio de tu parte por la victoria de
Cristo sobre Satanás. Tú estás identificado con Cristo. Cuando Él venció a
Satanás, antes de resucitar de entre los muertos, tú estabas con Él en ese
combate, y la victoria que Él logró fue puesta a tu cuenta. Todo lo que tienes
que hacer es asumir tu lugar y decir: "Satanás,
en Su Nombre me dejas ahora"; O "Deja a ese ser amado".
Y cuando citas la palabra de Jesús, es exactamente como si
estuviera hablando él mismo. Recuerda cuando Jesús dijo: "Las Palabras que Yo Hablo no son Mías, sino
las del Padre". Así que cuando Jesús ordenó a las enfermedades dejar
esos cuerpos, era el Padre quien hablaba. Así que cuando ordenas que la
enfermedad deje cuerpos en el Nombre de Jesús, es como si el Padre estuviera
hablando. Pero cuando tienes un testimonio negativo y hablas de tu carencia y
tu debilidad, el adversario se aprovecha de tu confesión y te lleva a ese
nivel.
Una Confesión victoriosa
En la escuela de Cristo aprendes a decir: "¡Gracias sean a Dios que en Cristo siempre
me guía en triunfo!” En la escuela de Satanás has aprendido una confesión
neutral o negativa. Y esa confesión neutral te llevará al dominio de Satanás y
te mantendrá allí. Tu vida será un fracaso. Serás predicador de la
incredulidad, de la duda y del temor. Aprende a decir con osadía: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones" (Salmo 46:1). Tú has aprendido a
gritar con Isaías 41:10: "No temas,
porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia".
Eso es victoria. Ese es el vencedor. Ese es un testimonio
positivo que sacude los mismos fundamentos del Infierno. Eso trae gloria al
Padre; trae alegría a Jesús; trae la victoria a nuestro propio espíritu. A
medida que mantienes tu "frente
sólido", tu testimonio se hace más rico y más útil. La Palabra Viva se
convierte en una parte de tu mismo ser. Ahora estás actuando y hablando la
Palabra que vive en ti, se está convirtiendo en una parte de ti. Ahora llevas
los frutos de la Justicia. 2 Corintios 9:10: "Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y
multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia"
Preguntas
1. ¿Qué se entiende por "frente sólido"?
2. ¿Cómo describe Pablo a un bebé en Cristo?
3. Explique por qué tenemos derecho a la curación perfecta y a
la victoria.
4. ¿Qué parte tiene nuestro testimonio o confesión en esta
liberación?
5. Explique Filipenses 2: 13.
6. ¿Cuál es la relación entre tu fe y tu confesión?
7. ¿Qué es una confesión negativa?
8. ¿Qué es una confesión victoriosa?
9. ¿Cuáles son las recompensas de un testimonio victorioso?
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