Mashaj es un término importante tanto en el pensamiento del Antiguo como del Nuevo Testamento, del cual se deriva el término mesías.
Mashaj implica la unción para un oficio o función especial.
En el Antiguo Testamento la unción venía principalmente sobre tres personas, el sacerdote el profeta y el rey.
Ya desde la época de Moisés se empezó a ungir al sumo sacerdote en función de su oficio.
Éxodo 29:4-9
4 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.
5 Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod;
6 y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa.
7 Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.
8 Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas.
9 Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.
Éxodo 30:30
30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.
En Éxodo 40 podemos ver el momento en que Aarón y sus fueron ungidos y consagrados como sacerdotes.
Éxodo 40:12-15
12 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.
13 Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote.
14 Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas;
15 y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones.
Vemos aquí que la unción significaba la separación de Aarón y sus hijos para entrar al ministerio sacerdotal para el cual Dios los había designado.
El aceite derramado sobre ellos era un tipo de la unción del Espíritu Santo, que solo venía sobre la persona en el Antiguo Pacto, ya que Jesús aun no había derramado Su sangre por nuestros pecados y venido a vivir dentro de personas.
Así que este aceite derramado significaba que la persona estaba ungida por Dios para desarrollar el ministerio u oficio al cual lo había designado.
El profeta también era ungido y separado para el ministerio que Dios le había encomendado.
1Reyes 19:15-19
15 Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria.
16 A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.
17 Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.
18 Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.
19 Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.
En este pasaje Dios le dijo a Elías que unja a 2 reyes y un profeta.
Dios mandó a Elías para ungir a Eliseo para que cumpla con el ministerio de profeta; notemos que fue Dios quien lo llamó no Elías.
En el Salmo 105:15 dice: “No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.”
Es decir, Dios está llamando ungidos a los profetas; ellos tenían la unción para profetizar y traer el mensaje de Dios a la gente.
En 1 Reyes 22:14 vemos lo que hacía el profeta del Antiguo Testamento: “Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré.”
El oficio del profeta oía a Dios y traía el mensaje a la gente.
Mashaj implica la unción para un oficio o función especial.
En el Antiguo Testamento la unción venía principalmente sobre tres personas, el sacerdote el profeta y el rey.
Ya desde la época de Moisés se empezó a ungir al sumo sacerdote en función de su oficio.
Éxodo 29:4-9
4 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.
5 Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod;
6 y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa.
7 Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás.
8 Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas.
9 Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos.
Éxodo 30:30
30 Ungirás también a Aarón y a sus hijos, y los consagrarás para que sean mis sacerdotes.
En Éxodo 40 podemos ver el momento en que Aarón y sus fueron ungidos y consagrados como sacerdotes.
Éxodo 40:12-15
12 Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua.
13 Y harás vestir a Aarón las vestiduras sagradas, y lo ungirás, y lo consagrarás, para que sea mi sacerdote.
14 Después harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas;
15 y los ungirás, como ungiste a su padre, y serán mis sacerdotes, y su unción les servirá por sacerdocio perpetuo, por sus generaciones.
Vemos aquí que la unción significaba la separación de Aarón y sus hijos para entrar al ministerio sacerdotal para el cual Dios los había designado.
El aceite derramado sobre ellos era un tipo de la unción del Espíritu Santo, que solo venía sobre la persona en el Antiguo Pacto, ya que Jesús aun no había derramado Su sangre por nuestros pecados y venido a vivir dentro de personas.
Así que este aceite derramado significaba que la persona estaba ungida por Dios para desarrollar el ministerio u oficio al cual lo había designado.
El profeta también era ungido y separado para el ministerio que Dios le había encomendado.
1Reyes 19:15-19
15 Y le dio Jehová: Ve, vuélvete por tu camino, por el desierto de Damasco; y llegarás, y ungirás a Hazael por rey de Siria.
16 A Jehú hijo de Nimsi ungirás por rey sobre Israel; y a Eliseo hijo de Safat, de Abel-mehola, ungirás para que sea profeta en tu lugar.
17 Y el que escapare de la espada de Hazael, Jehú lo matará; y el que escapare de la espada de Jehú, Eliseo lo matará.
18 Y yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron.
19 Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.
En este pasaje Dios le dijo a Elías que unja a 2 reyes y un profeta.
Dios mandó a Elías para ungir a Eliseo para que cumpla con el ministerio de profeta; notemos que fue Dios quien lo llamó no Elías.
En el Salmo 105:15 dice: “No toquéis, dijo, a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.”
Es decir, Dios está llamando ungidos a los profetas; ellos tenían la unción para profetizar y traer el mensaje de Dios a la gente.
En 1 Reyes 22:14 vemos lo que hacía el profeta del Antiguo Testamento: “Y Micaías respondió: Vive Jehová, que lo que Jehová me hablare, eso diré.”
El oficio del profeta oía a Dios y traía el mensaje a la gente.
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