El Yelmo de la Salvación
Y
tomad el yelmo de la salvación...
Efesios
6:17 (Reina Valera 1960)
El yelmo o casco
era la parte más hermosa y llamativa de la armadura del soldado romano; era muy
artístico; estaba grabado y muchas veces tenía la forma de la cabeza de un
animal. En la parte de encima tenían llamativas plumas de colores muy
brillantes.
A cada lado tenía
protectores de metal y dentro llevaban relleno para poder absorber los fuertes
golpes producidos en medio de la batalla.
Era muy fuerte, de
manera que ni siquiera un hacha podía perforarla en medio de la batalla.
Nuestra salvación
es muy parecida a ese casco; es muy hermosa y llamativa pero también es muy
fuerte para protegernos del ataque del enemigo a nuestras mentes.
La palabra “salvación” viene del término griego “sotería”, y en su definición más simple
denota rescate o seguridad (física o moral):
salud, salvación, salvador, salvar, liberación, libertad, dar (Strong’s)
.
Nelson dice lo
siguiente acerca de la salvación: “La
idea básica del término "salvación" es rescatar y preservar de un
peligro inminente; implica dar salud y seguridad. En su sentido más profundo,
sin embargo, es un término cuyo significado está limitado cada vez más a la
expresión del milagro divino de la emancipación espiritual del hombre del
dominio y culpa del pecado y la muerte, y al goce de una vida eterna de
comunión renovada con Dios. En las Sagradas Escrituras el tema se desarrolla
desde el concepto puramente físico, hasta el plano moral y espiritual.”
Cuando hablamos de
la coraza de la justicia, mostramos que por medio de la justificación habíamos
sido liberados del pecado y recibido la vida eterna.
En Efesios 2:8-9
dice: “Porque por gracia habéis sido
salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; no
por obras, para que nadie se gloríe” (La Biblia de las Américas).
En el libro “La Doctrina de la Seguridad Eterna” de
Robert McLaughlin encontramos el tiempo gramatical en el que se encuentra la
frase “habéis sido salvados”.
El verbo para
“habéis sido salvados” está en el tiempo perifrástico perfecto, que está
compuesto de dos verbos griegos, el modo participio, voz pasiva, tiempo
perfecto de la palabra sozo
(salvado), y el modo indicativo, voz activa, tiempo presente de la palabra eimi
(has sido).
Este tiempo
perifrástico viene del griego Ático (clásico) al griego Coiné (común). El
perifrástico, una de las expresiones más poderosas y más fuertes de todas las
expresiones en todos los lenguajes, indica que el escritor no puede poner todos
los detalles en una forma verbal. Por eso, él usa dos formas del verbo para
proveer una expresión más fuerte.
Nada es más fuerte
que la expresión de la seguridad eterna del creyente en este tiempo
perifrástico perfecto. Aquí, el lenguaje griego es tan fuerte y poderoso que no
deja ninguna fisura legal ni un agujero de ninguna clase. Somos salvados para
siempre simplemente por medio de la fe.
El primer verbo en
el griego está en el modo participio, voz pasiva, tiempo perfecto del verbo sesosmenoi, de la raíz del verbo sozo, que significa salvación. El tiempo
perfecto intensivo de la palabra sesosmenoi
enfatiza el estado actual de una acción en el pasado. En el tiempo presente, la
persona ahora es salvada. La acción en el pasado es fe en Cristo.
Este verbo indica
el cumplimento de una acción al momento de fe en Jesucristo con un énfasis en
los resultados existentes.
Podemos ver que la
obra de la salvación ya fue completada en nuestro espíritu; ya hemos sido
salvados, ya hemos recibido la vida eterna.
Este es el aspecto
primario de la salvación, a través de la muerte de Cristo en la cruz hemos
recibido el perdón de pecados y la vida eterna.
Sin embargo en
Santiago 1:21 encontramos otro pasaje que nos habla de la salvación como un
hecho en el futuro: “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de
malicia, recibid con mansedumbre la
palabra implantada, la cual puede salvar
vuestras almas” (Reina Valera 1960).
¿Por qué hay una
diferencia?
Porque debemos
entender que el hombre es un ser trino; según 1 Tesalonicenses 5:23 el hombre
en su integridad consta de tres partes; espíritu, alma y cuerpo.
En 1 Tesalonicenses
5:23 dice: “Y el mismo Dios de paz los
santifique por completo a todos ustedes, y mantenga irreprensible todo su
espíritu, alma y cuerpo, hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo” (Versión
Peshitta).
El hombre es un ser
espiritual, que tiene un alma, y vive en un cuerpo físico. Además, es un ser
espiritual, porque ha sido hecho a la semejanza de Dios; y Jesús dijo que Dios
es espíritu.
Génesis 1:26 (La
Biblia de las Américas)
Y dijo Dios:
Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…
Juan 4:24 (Palabra
de Dios para Todos)
Dios es Espíritu, y
los que le adoran deben adorarlo espiritual y verdaderamente.
Cuando el cuerpo
está muerto enterrado, el hombre sigue viviendo. Pablo, dijo al hablar de la muerte física: "Es muy difícil escoger entre vivir o
morir. Quisiera dejar esta vida y estar con Cristo, pues eso sería mucho
mejor." (Filipenses 1:23 – Palabra de Dios para Todos); luego,
continuando con la idea y para confirmar que estaba hablando de la muerte
física, dijo: "Es muy difícil
escoger entre vivir o morir. Quisiera dejar esta vida y estar con Cristo, pues
eso sería mucho mejor" (Filipenses 1:24 – Nueva Versión
Internacional); él estaba diciendo: "Cuando deje esta vida voy a estar con
el Señor".
Hay un hombre
exterior y un hombre interior. El hombre exterior no es el verdadero usted; el
hombre exterior es tan solo la "casa" (cuerpo) donde usted vivimos.
El HOMBRE INTERIOR es el VERDADERO YO.
Para entender la
forma que Dios nos guía a través de nuestro espíritu debemos entender que es un
espíritu. Veamos lo que dice 1 Pedro 3:4
en varias versiones para poder entenderlo mejor
Biblia al Día
Que vuestra belleza
sea más bien la incorruptible, la que procede de lo ÍNTIMO DEL CORAZÓN y
consiste en UN ESPÍRITU suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante
de Dios.
La Biblia de las
Américas
Sino que sea EL YO
INTERNO, con el adorno incorruptible de UN ESPÍRITU tierno y sereno, lo cual es
precioso delante de Dios.
Palabra de Dios
para Todos
Su belleza debe
venir del CORAZÓN, del INTERIOR DE SU SER, porque la belleza que no se echa a
perder es la de un ESPÍRITU suave y tranquilo, valioso ante los ojos de Dios.
Reina Valera
Actualizada
Sino que sea LA
PERSONA INTERIOR DEL CORAZÓN, en lo incorruptible de UN ESPÍRITU tierno y
tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios.
Este hombre
interior, que es llamado por Pedro: la persona interna del corazón, el yo
interno, el corazón que está en el interior de su ser o lo intimo del corazón
es el espíritu humano, o el verdadero hombre.
2 Corintios 5:17
(Castilian)
Cuando alguien se
convierte a Cristo, se transforma en una nueva criatura. Su existencia anterior
queda atrás, y él comienza a vivir una nueva vida, a ser parte de una nueva
creación.
2 Corintios 5:17
(Palabra de Dios para Todos)
Si alguien está
unido a Cristo, se convierte en un ser nuevo que ha dejado lo viejo atrás ¡y
está totalmente renovado!
Cuando nacemos de
nuevo, no recibimos un cuerpo nuevo; sino tu verdadero yo se convierte en un
nuevo hombre en Cristo.
Esto es lo que
ocurrió cuando fuimos justificados, cuando el viejo hombre fue salvado y nació
de nuevo, se convirtió en una nueva criatura en Cristo.
¿Cuál es la
diferencia entre el espíritu y el alma del hombre?
Muchas veces, los
creyentes intercambian los términos, dando la impresión de que el espíritu y el
alma son lo mismo; pero, no lo son. Pablo declara en Hebreos 4:12: "Porque la palabra de Dios es viva y
eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el
ALMA Y EL ESPIRITU" (Reina Valera 1960).
Pablo dijo en 1
Corintios 14:14: "Porque si yo oro
en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin
fruto" (Reina Valera 1960). La versión Palabra de Dios para Todos lo
traduce así: “Pues si yo oro en lenguas, mi
espíritu ora pero mi mente no entiende nada.” El entendimiento o la mente es
parte del alma. El esta diciendo: “Cuando oro en lenguas es mí espíritu el que
ora no mi alma.”
El espíritu es la
parte central del hombre, lo que la Biblia llama el corazón, pero el alma es la
parte intelectual del hombre, lo que la Biblia llama la mente.
En ese sentido
nuestro espíritu ya fue salvado; la obra ya está completa, pero nuestra alma
necesita ser salvada.
Como hemos visto el
ataque principal del diablo es nuestra mente, él sabe que si logra penetrar
nuestra mente podrá derrotarnos con suma facilidad.
Como vimos en
Efesios 6:10-11: “Por lo demás, hermanos
míos, fortalézcanse en nuestro Señor y en la grandeza de su poder, y vístanse
de toda la armadura de Dios, para que sean capaces de estar firmes ante las
estratagemas del Adversario” (Biblia Peshitta).
La palabra
“estratagemas” es el termino griego “methodeia” que según Vine significa: “methodeia (μεθοδεία) denota astucia,
engaño (meta, después, odos, camino), artimaña, asechanza, y se traduce
«artimañas» del error en Efesios 4:14 (RV: «artificios»), lit.: «con vistas la
astucia (singular) del engaño»; en 6.11: «las asechanzas (plural) del diablo».
Wuest dice de esta
palabra lo siguiente: “La palabra
proviene de la forma verbal methodeuō", hacer un seguimiento o investigar
por medio del método de hacer plan y realizarlo, seguir astutamente, un marco
de dispositivos, engañar."
Vemos que el diablo
tiene un plan trazado para llegar a nuestra mente y derrotarnos.
A mi me gusta mucho
jugar ajedrez, para ganar un juego uno debe tener una estrategia adecuada, debe
de conocer aperturas para desde el inicio tener ventaja; en realidad una
persona que no sabe de aperturas perderá fácilmente. Luego de sacar ventaja en
la apertura tu buscas el punto más débil de tu adversario y finalmente ganas el
partido.
Tú tienes un plan y
al seguirlo apropiadamente ganas.
Satanás también
viene con sus planes y para eso usamos el casco de la salvación para la
protección de nuestra mente.
Nosotros también
debemos tener un plan o estrategia para vencerlo y aquí Pablo nos da la clave,
el tener un claro entendimiento de la salvación que tenemos en Cristo; muchos
creyentes no conocen esta salvación y viven vidas de derrota durante toda su
vida.
Es por eso que
nuestro plan debe ser seguir el plan de Dios, y su plan es la renovación de
nuestra mente.
El día que nacimos
de nuevo nuestro espíritu fue salvo pero ahora debemos hacer que se entere el resto de nuestro ser, ahora nos
toca hacer algo con el alma y el cuerpo.
1 Pedro 1:9 (Reina
Valera 1960)
9 Obteniendo el fin
de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
La palabra griega
para fin en este verso es “telos”,
que significa el resultado final de un estado o proceso, dando énfasis en el
destino del asunto o de la cosa.
Para salvación, es “soteria”, que nos habla de un rescate
en este verso, de la experiencia presente del poder de Dios para librarnos del
pecado; para el creyente esto es equivalente a la santificación.
Este verso no nos
habla de la salvación eterna, que ya hemos visto ya fue completada, sino del
recate de nuestras almas del presente sistema en el que vivimos.
Efesios 2:1-3
(Reina Valera 1960)
1 Y él os dio vida
a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en los cuales
anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al
príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de
desobediencia,
3 entre los cuales
también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne,
haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza
hijos de ira, lo mismo que los demás.
Antes de conocer a
Jesús nuestra forma de pensar era la manera que tiene el mundo, siguiendo la
corriente de este mundo y su estilo de vida. Los patrones que teníamos nos
inducían una y otra vez a caminar en pecado.
Efesios 4:17-24
17 Esto, pues, digo
y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en
la vanidad de su mente,
18 teniendo el
entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en
ellos hay, por la dureza de su corazón;
19 los cuales,
después que perdieron toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para
cometer con avidez toda clase de impureza.
20 Mas vosotros no
habéis aprendido asía Cristo,
21 si en verdad le
habéis oído, y habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en
Jesús.
22 En cuanto a la
pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a
los deseos engañosos,
23 y renovaos en el
espíritu de vuestra mente,
24 y vestíos del
nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Ahora que hemos
nacido de nuevo, Dios nos manda a no caminar mas como el mundo lo hace, y la
forma de hacer esto es cambiando nuestra forma de pensar, por medio de la
renovación de nuestra mente.
Romanos 12:1-2 (Reina
Valera 1960)
1 Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional.
2 No os conforméis
a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.
Nuestro espíritu fue
renacido pero nuestra alma debe ser renovada.
La palabra griega
para “transformaos” es “metamorphoo” de donde viene nuestra
palabra metamorfosis, W. E. Vine la define así:
METAMORPHOO:
cambiar en otra forma (meta, implicando un cambio, y morphe, forma), se usa en
Voz Pasiva para los creyentes, en
Romanos 12:2, “transformaos,” la obligación de experimentar un cambio completo
que, bajo el poder de Dios, encuentra su expresión en el carácter y la
conducta; morphe hace hincapié en el cambio interior, schema (ver suschematizo,
el verbo precedente en ese verso) hace hincapié en el cambio exterior, el
tiempo presente continuo indica que es un proceso; en 2 Corintios 3:18 se
describe a los creyentes siendo “transformados a su imagen” (la de Cristo con todas
Sus excelencias morales), cambio que es efectuado por el Espíritu Santo.
La palabra para “renovación” es “anakainosis” que significa hacer nuevo (ana, de nuevo u otra vez, kainos,
nuevo, no reciente pero diferente), renovar. W. E. Vine lo define así:
Es usada en Romanos
12:2, “la renovación (de vuestro entendimiento),” es el ajuste de la visión
moral y espiritual, y del pensamiento hacia la mente de Dios, la cual es
designada para tener un efecto transformador sobre la vida; este pasaje en
Romanos hace hincapié en la voluntad de responder por parte del creyente.
Es al creyente a
quien le corresponde renovar el entendimiento, no a Dios.
La palabra “entendimiento” es “nous” que W. E. Vine define así:
Nous: mente,
generalmente hablando denota el centro de la conciencia reflexiva, incluyendo
las facultades de percepción y entendimiento, y las de sentimientos, juicio y
determinación.
Veamos Romanos 12:2
en otras versiones para tener una idea más amplia:
Nuevo Testamento de
Arcas y Fernández
No os amoldéis a
los criterios de este mundo. Dejaos transformar; renovad vuestro interior de
tal manera, que sepáis apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo que
le es agradable, lo perfecto.
Biblia
Latinoamericana
No sigan la
corriente del mundo en que vivimos, sino más bien transfórmense a partir de una
renovación interior. Así sabrán distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo que
es bueno, lo que le agrada, lo que es perfecto.
Biblia del Pueblo
de Dios
No tomen como
modelo a este mundo. Por el contrario, transfórmense interiormente renovando su
mentalidad, a fin de que puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que
es bueno, lo que le agrada, lo perfecto.
Biblia Castilian
No os amoldéis a
los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra
mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad, para que
lleguéis a comprobar lo buena, grata y perfecta que es la voluntad de Dios.
Dios Habla Hoy
No vivan ya según
los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar
para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios,
es decir,lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
The Message
No te vuelvas tan
ajustados a tu cultura que encajes en ella sin siquiera pensarlo. En vez de eso
fija tu atención en Dios. Serás cambiado desde tu interior. Fácilmente
reconocerás lo que Él quiere de ti, y rápidamente responderás. A diferencia de
la cultura que te rodea, siempre arrastrándote a su nivel de inmadurez; Dios sacará
lo mejor de ti; desarrollando en ti una bien formada madurez.
Estos es lo que
hablamos acerca de renovar la mente; la cultura que vivimos y los moldes y
patrones del mundo en que vivimos nos están alejando de lo mejor que Dios tiene
para nosotros; nos impiden crecer, madurar y alcanzar la perfecta voluntad de
Dios para nuestras vidas.
Por eso debemos
cambiar nuestra baja manera de pensar; y transformarla, renovando nuestra
mente, pensando como Dios piensa, por esos caminos más altos que están escritos
en Su Palabra.
Dios quiere que
hagamos una metamorfosis; así como un feo gusano se convierte en una bella
mariposa; convirtamos nuestra mente pervertida por la forma de pensar del mundo
en una mente madura que camina y conoce la perfecta voluntad de Dios.
Salmo 23:3 (Reina
Valera 1960)
3 Confortará mi
alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre
Salmo 23:3 (Biblia
de las Américas)
3 El restaura mi
alma; me guía por senderos de justicia por amor de su nombre.
Salmo 23:3 (Nácar
Colunga)
3 Recrea mi alma,
me guía por las rectas sendas por amor de su nombre.
Salmo 23:3 (Palabra
de Dios Para Todos)
3 Él renueva mi
alma. Me lleva por buenos caminos para mostrarme lo bondadoso que es.
Salmo 23:3 (Reina
Valera 1865)
3 Hará volver mi
alma: guiarme ha por sendas de justicia por su nombre.
Salmo 23:3 (Reina
Valera 2000)
3 Convertirá mi
alma; me guiará por sendas de justicia por su nombre.
Aquí vemos varios
significados de la palabra que Reina Valera tradujo como “confortar”; en
realidad el significado es más profundo; la palabra hebrea usada, “shub”,
significa voltear, devolver, restaurar;
y ese es el sentido que le dan las otras versiones de la Biblia.
No nos habla de un
sentimiento de comodidad, como parece mostrarnos la palabra confortar, sino que
nos habla de un cambio más radical y profundo: recrear, restaurar, renovar,
hacer volver, convertir.
Esta palabra me
recuerda lo que hacía mi abuelita que era una mujer muy hábil y emprendedora.
Me acuerdo que los
sillones de la sala de estar tenían la tela desgastada; así que ella fue,
compró nueva tela, quitó completamente la antigua tela, quedando solo con el
esqueleto del sillón, y finalmente colocó la nueva tela. Al final se veía un
sillón nuevo, pero en realidad no estaba nuevo, estaba renovado o restaurado.
¿Cómo renovamos o
restauramos nuestra mente?
En Santiago 1:21
vemos como funciona este proceso:
Santiago 1:21
(Reina Valera 1960)
21 Por lo cual,
desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la
palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
En este pasaje
vemos el proceso de la renovación de la mente, a través de las palabras
desechar e implantar. La palabra desechar es apotithemi, la cual W. E. Vine
define así:
APOTITHEMI, sacarse
de uno (apo, de, y tithemi, poner, colocar, establecer), sacarse, desechar,
dejar de lado, denota en la voz media, sacarse de uno, echar fuera, alejar.
Vemos mucha
similitud con la idea que nos da Romanos 12:2 cuando nos habla de una metamorfosis;
para hacer un cambio es necesario desechar algo.
La otra palabra,
implantar, también tiene que ver con esto, pues ya que hemos sacado algo
debemos colocar algo. La palabra implantar es emphutos la cual define W. E.
Vine de esta manera:
EMPHUTOS,
implantado, o enraizado (de emphuo, implantar), es usada en Santiago 1:21, “implantada,” la palabra de Dios una “palabra
enraizada,” una palabra cuya propiedad es enraizarse como una semilla en el
corazón.
Para palabra se usa
logos, una palabra que ya conocemos y significa, la Palabra de Dios como un
todo. Es decir nos habla del estudio continuo de la Palabra, como una
herramienta para que nuestra mente sea renovada.
Un alma salva, es
una mente restaurada o renovada por la Palabra de Dios.
Si quieres renovar
tu mente, debes colocar la Palabra de Dios en ella, para que ya no pienses como
piensa el mundo, sino como Dios lo hace.
2 Pedro 2:1-2
1 Desechando, pues,
toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2 desead, como niños
recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis
para salvación.
Debemos depositar
la Palabra de Dios en nuestras vidas para de esa manera renovar nuestras mentes
y poder salvar nuestras almas.
Ese es el modo de
ponernos el yelmo o casco de la salvación, salvando, es decir rescatando
nuestra mente de la forma de pensar de este mundo que está siguiendo las
corrientes y patrones que dicta el diablo.
Al renovar nuestra
mente y tener la Palabra de Dios en ella, será más fácil resistir al diablo
porque tendremos la base firme sobre la cual pararnos.
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