Orando en Todo Tiempo
Eleven
constantemente toda clase de oraciones y súplicas, animadas por el Espíritu.
Dedíquense con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos.
- Efesios
6:18 (Biblia del Pueblo de Dios)
Por último, y
como cerrando con broche de oro, Pablo coloca lo que sirve de balance para
nuestra armadura y para la vida cristiana en general, la oración.
Expositors
dice: “Este gran requerimiento de pararse
firme para el combate solo puede hacerse bien cuando la oración, constante,
seria, espiritual se añade cuidadosamente al equipo junto con todas las
partes de la panoplia” (Citado por Wuest).
La oración se
convierte entonces en un arma más para la batalla.
Veamos
Efesios 6:18 en varias versiones para entender mejor este verso:
La Versión de
Arcas y Fernández es muy interesante: “Y
todo esto hacedlo orando y suplicando sin cesar bajo la guía del Espíritu;
renunciad incluso al sueño, si es preciso, y orad con insistencia por todos los
creyentes.”
Dice que
oremos sin cesar y bajo la guía del Espíritu Santo; renunciando al sueño si es
preciso y orando con insistencia por todos los creyentes.
Muchas de
nuestras oraciones no tienen fruto porque les falta el elemento de la
constancia. Pablo habló de esto en 1 Tesalonicenses 5:18 cuando dijo: “Orad sin cesar” (Reina Valera 1960).
La Biblia Amplificada coloca Efesios
6:18 de esta manera: “Oren en todo
momento (en cada ocasión, en cada estación) en el Espíritu, con toda [manera
de] oración y ruego. A fin de mantenerse alerta y vigilantes con un fuerte
propósito y perseverancia, intercediendo a favor de todos los santos (las personas
consagradas a Dios).
Esta es la idea que nos da el griego;
utilizan la palabra “kairos”, que
significa ocasión o oportunidad, y también estación o tiempo.
Debemos estar dispuestos a orar en cada
ocasión que tengamos.
Por ejemplo, veamos lo que hacía la
iglesia mientras Pedro estaba encarcelado, y como es que encontró a la gente
cuando el ángel lo libero.
En Hechos 12:12 dice: “Y habiendo considerado esto, llegó a casa de María la madre de Juan, el que tenía por sobrenombre Marcos, donde muchos estaban reunidos orando” (Reina
Valera 1960).
No los encontró temerosos, escondidos,
los encontró haciendo lo que tenían que hacer, estaban orando, era una buena oportunidad
para hacerlo debido a la oportunidad, había empezado la persecución y Pedro
estaba en la cárcel, así que se pusieron a orar.
Hace años conocí a una hermana llamada
Margarita; ella era una mujer de oración, durante años vi la mano de Dios obrando
en su vida, y vi innumerables oraciones respondidas.
Es importante que tengamos esa
disposición para orar en todo tiempo.
La Biblia Castilian 2003 coloca Efesios
6:18 de esta manera: “Con toda clase de
oraciones y súplicas, orad en toda ocasión en el Espíritu, y velad juntos y con
perseverancia, intercediendo por todo el pueblo santo.”
Dice que oremos con toda clase de
oraciones y súplicas.
Aquí el término oración es proseuche que
es el término usado generalmente cuando se habla de oración en la Biblia; y
para súplicas se usa deesis que su significado primario es
necesidad, y de ahí significa petición, ruego y súplica; es decir, oración por
nuestras necesidades y por las de los demás.
Entonces, nuestras oraciones deben ser
por nosotros y por las demás personas.
En el Nuevo Testamento encontramos una
gran variedad de oraciones, cada una con sus propias reglas y características,
para propósitos determinados.
Entre las diversas clases de oraciones
tenemos:
1. La oración de petición
Esta es la oración que hacemos cuando
queremos recibir algo de Dios.
Podemos encontrarla en 1 Juan 5:14-15: “Ésta es la confianza que tenemos en Él: que
en todo lo que le pedimos de acuerdo a su voluntad, Él nos escucha. Y si
estamos convencidos de que Él nos escucha acerca de lo que le pedimos,
confiamos en que ya hemos recibido de Él lo que le pedimos” (Versión
Peshitta).
En Marcos 11:24 vemos que la condición
es que creamos que hemos recibido al momento de orar: “Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo
en oración, y lo obtendrán! (Nueva Versión Internacional).
2. La oración al Padre en el nombre de Jesús
Está oración tiene que ver con la
oración de petición, y es en particular, la oración del Nuevo Pacto.
Jesús nos enseño a usarla en Juan
16:23-24: “En aquel día no me
preguntaréis nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi
nombre, os lo dará. Hasta ahora nada
habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis,
para que vuestro gozo sea cumplido” (Reina Valera 1960).
3. La oración de acuerdo
Es la oración en que 2 o más se ponen
de acuerdo para recibir algo específico de Dios.
La encontramos en Mateo 18:19-29: “Además les digo, que si dos de ustedes se
ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será
hecho por Mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres
reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos" (Nueva Biblia
de los Hispanos).
4. La oración unida
Es cuando la iglesia presenta unánime una
petición a Dios.
En Hechos 4:24-31 podemos ver está
oración y su resultado: “Cuando lo
oyeron, alzaron unánimes la voz en oración a Dios: «Soberano Señor, creador del
cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos, tú, por medio del Espíritu Santo, dijiste por
boca de nuestro padre David, tu siervo:»“¿Por qué se sublevan las naciones y en
vano conspiran los pueblos? Los reyes de la tierra se rebelan y los gobernantes
se confabulan contra el Señor y contra su ungido.” En efecto, en esta ciudad se
reunieron Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y con el pueblo de
Israel, contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste para hacer lo que de
antemano tu poder y tu voluntad habían determinado que sucediera. Ahora, Señor,
toma en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos el proclamar tu palabra sin
temor alguno. Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios
mediante el nombre de tu santo siervo Jesús.» Después de haber orado, tembló el
lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo, y
proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno” (Biblia al Día).
Realmente es una oración poderosa.
5. La oración de atar y desatar
Es una oración principalmente para
permitir y no permitir; permitir que las bendiciones de dios vengan y no
permitir el ataque del diablo en nuestra contra.
Se encuentra en Mateo 18:18: “De cierto les digo que todo lo que aten en
la Tierra, será atado en el Cielo, y lo que desaten en la Tierra, será desatado
en el Cielo” (Versión Peshitta).
6. La oración de alabanza y adoración
Es una oración principalmente de
agradecimiento a Dios por lo que Él es y por las cosas que Él ha hecho por
nosotros.
En 1 Tesalonicenses 5:18 la vemos: “Dad gracias en todo; porque esta es la
voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
7. La oración en lenguas
Esta oración es llamada también la
oración en el espíritu y es cuando hablamos en lenguas.
Podemos encontrarla en 1 Corintios
14:14-15 donde se usa intercambiablemente oración en lenguas y oración en el
espíritu: “Porque si oro en lenguas, mi
espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. ¿Qué pues haré? Oraré con
mi espíritu, pero también oraré con mi entendimiento; cantaré con mi espíritu,
pero también cantaré con mi entendimiento” (Versión Peshitta).
8. La oración de intercesión
Es la oración en que tu te pones en la
brecha por alguien con la ayuda del Espíritu Santo.
En Romanos 8:26-27 la vemos: “Somos débiles, pero el Espíritu viene en
nuestra ayuda. No sabemos lo que nos conviene pedir, pero el Espíritu intercede
por nosotros con gemidos inexpresables. Y Dios, que sondea lo más profundo del
ser, conoce cuáles son las aspiraciones de ese Espíritu que intercede por los
creyentes en plena armonía con la divina voluntad” (Versión de Arcas y
Fernández).
No he abarcado en este estudio todas
las clases de oraciones pero si la mayoría de ellas y creo que nos serán de
ayuda a la hora de presentar nuestras oraciones a Dios.
Recordemos que debemos orar con todo
tipo de oración según sea el tiempo y la necesidad que se presente; no siempre
deberemos orar el mismo tipo de oración porque las circunstancias siempre serán
diferentes.
Dice también que nuestra disposición
debe ser siempre estar en oración; como decía la versión de Arcas y Fernández: “renunciad incluso al sueño, si es preciso.”
Como creyentes siempre debemos tener
una vida de oración, ese es el complemento de nuestra armadura.
Nunca nos quitemos está armadura; no le
demos pie al enemigo para ser derrotados; recordemos que ya tenemos la victoria
en las manos.
Por eso al ponernos toda esta armadura
podremos resistir en el día malo y habiendo acabado todo estaremos firmes.
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