Clase 2
Dios Estaba en Cristo
2 Corintios 5:19
19
Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus
pecados, y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación.
En
la persona de Cristo tenemos la máxima expresión de la existencia de Dios; la
mayor revelación de si mismo que Dios podía dale al hombre.
Hebreos 1:3 dice respecto a Cristo que “el cual, siendo el resplandor de su gloria,
y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la
palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por
medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”
El apóstol Juan escribió por revelación divina acerca de
la manifestación de Dios encarnado en la persona de Jesucristo:
Juan 1:1, 14
1 En el principio
era el Verbo, y el Verbo era con
Dios, y el Verbo era Dios.
14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Cristo, la Expresión Humana de Dios
Mateo 1:23
23
He aquí, una virgen concebirá y
dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con
nosotros.
La
mayor revelación de Dios al hombre fue dada a través de la persona de
Jesucristo; y aunque Dios se ha revelado de varias maneras del Padre, Cristo es
la mayor revelación al hombre.
En
varios puntos del Nuevo Testamento, y principalmente en el Evangelio de Juan, Cristo
declara que él es la revelación de la persona del Padre en cuanto a esencia,
naturaleza y eternidad.
Cuando
le testifico a la gente muchos me dicen que Jesucristo nunca dijo ser Dios,
pero lo cierto es que él muchas veces afirmó que lo era; veamos algunas de
estas declaraciones de Jesús acerca de si mismo:
Juan 10:30
30
Yo y el Padre uno somos.
Juan 8:19
19
Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre?
Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis,
ni a mi Padre; si a mí me
conocieseis, también a mi Padre
conoceríais.
Juan 5:19, 21, 23, 26
19
Respondió entonces Jesús, y les
dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí
mismo, sino lo que ve hacer al
Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
21
Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.
23
Para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.
26
Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en
sí mismo.
Juan 10:38
38
Mas si las hago, aunque no me
creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está
en mí, y yo en el Padre.
Juan 14:9-11
9
Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al
Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
10
¿No crees que yo soy en el Padre,
y el Padre en mí? Las palabras
que yo os hablo, no las hablo por mi
propia cuenta, sino que el Padre que
mora en mí, él hace las obras.
11
Creedme que yo soy en el Padre, y
el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
La Biblia Identifica a Jesucristo como Dios
A
lo largo de la Biblia, Jesucristo es identificado como Dios, veamos estos
pasajes:
En
Hebreos 1:8 se le identifica como Dios:
“Mas del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; cetro de equidad es el cetro de tu reino.”
En
Mateo 16:16-17 se le identifica como Hijo
de Dios: “Respondiendo Simón
Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le
respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo
reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.”
En
Apocalipsis 1:8 se le identifica como El
Primero y el Último; el Alfa y la Omega: “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el
Señor, el que es y que era y que ha de
venir, el Todopoderoso.”
En
Hechos 3:14 se le identifica como El
Santo: “Mas vosotros negasteis al
Santo y al Justo, y pedisteis que se os
diese un homicida.”
En
Hechos 9:17 se le identifica como El
Santo: “Fue entonces Ananías y entró
en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús,
que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que
recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo.”
En
Marcos 2:5, 10 y 11 se le identifica como El
que perdona pecados: “Al ver Jesús la
fe de ellos, dijo al paralítico:
Hijo, tus pecados te son perdonados. Pues
para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados (dijo al paralítico): A
ti te digo: Levántate, toma tu
lecho, y vete a tu casa.”
En
Filipenses 3:21 se le identifica como El
Dador de vida inmortal y de resurrección: “El cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria
suya, por el poder con el cual puede
también sujetar a sí mismo todas las cosas.”
En
2 Timoteo 4:1 se le identifica como El
Juez de vivos y muertos: “Te
encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su
manifestación y en su reino.”
Conclusión
Cristo
fue en la carne lo que Dios quiso revelar de Sí mismo al hombre, siendo Él la
mayor prueba no solo de la existencia de Dios, sino también de su amor por la
criatura humana.
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