viernes, 8 de mayo de 2020

El Nombre de Jesús - Clase 2 - Cómo nos llegó el Nombre de Jesús

Algunos hombres nacieron para tener un gran nombre.

Cuando el Rey Nabucodonosor, el gran rey del imperio babilónico nació, el llegó al mundo en medio de una familia real gobernante, no tuvo que hacer nada más que entrar al mundo que ya había un nombre preparado para él.

Otros  vuelven grandiosos sus nombres mediante sus logros.   

Einstein es conocido mundialmente como el hombre más sabio del mundo por sus logros, su teoría de la relatividad cambió el rumbo de la humanidad y nos dirigió hacia la era atómica.

Y otros reciben un nombre grandioso por sus conquistas.

Alejandro Magno (el Grande) obtuvo su nombre por sus grandes conquistas que abarcaron casi todo el mundo conocido.

El nombre mas excelente vino por estos tres medios.
El Nombre de Jesús es grandioso porque: Jesús heredó un nombre grandioso. Su Nombre es grandioso por causa de sus logros. Su nombre es grandioso porque le fue dado por sus conquistas.
           
En este capítulo examinaremos en profundidad estas verdades maravillosas.


Por Herencia
    
Dios, habiendo hablado de muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos últimos días  nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyo heredero de todo y por quien asimismo hizo el  universo.  Él, que es el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación  de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles cuanto HEREDÓ MAS EXCELENTE NOMBRE que ellos.   ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: “Mi Hijo eres Tu, yo te he engendrado hoy”, ni tampoco: “Yo seré un padre para él, y él será un hijo para mí”?  Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice: “Adórenlo todos los ángeles de Dios”
- Hebreos 1.1-6

Jesús heredó un  “Más excelente Nombre que el de ellos”.  Él heredó un Nombre mas granDioso que de cualquier ser angelical.

Como Hijo, Él es heredero de todas las cosas. Él es la exacta expresión de Dios. Él es el resplandor de Dios. O según dice cierta traducción, Él brilla con el brillo del Padre. Él es Dios que nos habla. Y Él heredo el nombre más excelente.

¿Cuándo lo heredó?

No lo heredó cuando estaba en el cielo antes de venir a la tierra, porque Él ya lo poseía todo. No lo heredó cuando vino a la tierra, porque la Epístola a los Filipenses dice que Él se despojó de toda la honra y de toda la gloria.

Filipenses 2:5-7
5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres.

La versión The Message (El Mensaje) Coloca los versos 5 y 6 así: “Tenía el mismo status que Dios pero no pensó tanto en si mismo que tuviese que aferrarse a tomar ventaja de eso. En ningún modo. Cuando llegó el tiempo, él dejó de lado los privilegios de su deidad y tomó el status de un esclavo, ¡volviéndose humano!”

Entonces, ¿Cuándo fue que Él heredo Su Nombre?  

Veamos los siguientes versos:

Hebreos 1.4, 5
4 Hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a él Padre, Y él me será a mí hijo?

Hebreos 1:4-5 (Nueva Versión Internacional)
4 Así llegó a ser superior a los ángeles en la misma medida en que el nombre que ha heredado supera en excelencia al de ellos.
5 Porque, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: "Tú eres mi hijo;  hoy mismo te he engendrado"; "Yo seré su Padre, y él será mi Hijo"?

Aquí podemos ver claramente que Jesús heredó este Nombre más excelente.   Fue cuando Dios le dijo: “Tu eres mi Hijo, hoy te engendre”. 

Podemos concluir que Jesús heredó Su Nombre el día que fue engendrado.

La gran pregunta ahora es ¿Cuándo es que Jesús fue engendrado?  

La mayoría de personas piensan que Jesús fue engendrado el día que entró al mundo, pero, ¿que es lo que nos dice la Biblia?

Como sabemos engendrado significa nacido; pero sabemos que el Hijo de Dios no nació cuando tomó forma humana; Jesús preexistía con el Padre; Él simplemente tomó un cuerpo humano.

Hebreos 10.5
5 Por lo cual, entrando en el mundo dice: Sacrificio y ofrenda no quisiste; mas me preparaste cuerpo.

Hebreos 10:5 (Biblia del Pueblo de Dios)
5 Por eso, Cristo, al entrar en el mundo, dijo: "Tú no has querido sacrificio ni oblación; en cambio, me has dado un cuerpo.

Hebreos 10:5 (La Biblia de las Américas)
Por lo cual, al entrar El en el mundo, dice: SACRIFICIO Y OFRENDA NO HAS QUERIDO, PERO UN CUERPO HAS PREPARADO PARA MI.

Jesús no nació cuando vino al mundo; él siempre preexistió con el Padre, veamos lo que dice en los siguientes versos:

Juan 1.1, 14
1  En el principio era el Verbo,  y el Verbo era con Dios,  y el Verbo era Dios.
14  Y aquel Verbo fue hecho carne,  y habitó entre nosotros  (y vimos su gloria,  gloria como del unigénito del Padre),  lleno de gracia y de verdad.

Jesús es el Verbo que ya existía, por eso es que no necesitaba ser engendrado; pero hemos visto en Hebreos que dice “Tu eres mi Hijo, Hoy te engendre”, y si no refiere al día que tomó un cuerpo para si mismo.  ¿A que se está refiriendo entonces?

En Hechos 13 encontramos la respuesta:

Hechos 13:32-33
32 Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres,
33 la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, RESUCITANDO A JESÚS; como está escrito también en el salmo segundo: MI HIJO ERES TÚ, YO TE HE ENGENDRADO HOY.

¿Cuando fue entonces, que Jesús fue engendrado?

Cuando fue  resucitado

¿Por qué necesitaba ser engendrado?  

Porque se volvió como nosotros éramos; separados de Dios al probar la muerte espiritual por todos los hombres. Su espíritu se fue al infierno en nuestro lugar.

Hebreos 2:9
9  Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles,  a Jesús,  coronado de gloria y de honra,  a causa del padecimiento de la muerte,  para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.

Su muerte física no era suficiente para remover nuestros pecados. El tenía que probar la muerte espiritual por todos nosotros.

Jesús fue la primera persona que nació de nuevo, como dice la Biblia fue el primogénito entre los muertos.

Apocalipsis 1:5
5 Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre.

La pregunta es ¿Por qué su espíritu necesitaba nacer de nuevo?  

Porque  quedó separado de Dios. 

Recordemos como es que Jesús exclamo en la cruz: “¿Dios mío, Dios mío, porque me has desamparado?” (Mateo 27:46).

Muchas personas no saben lo que la Biblia quiere decir cuando habla acerca de la muerte. La muerte, en la Biblia, no significa el fin de la existencia.

La Biblia nos habla de varias clases de muerte, pero son tres las que debemos conocer: La muerte espiritual; la muerte física; y la muerte eterna (También llamada segunda muerte, cuando las personas que rechazaron a Jesús sean lanzados en el lago que arde con fuego y azufre).

¿Qué es la muerte espiritual? Es lo opuesto a la Vida Espiritual, lo cual no significa el fin de la existencia.

“Efesios 2:1 dice: “Él os dio  vida a vosotros, cuando  ESTABAIS VOSOTROS   MUERTOS  en vuestros delitos y pecados”; es decir: antes de que nosotros naciéramos de nuevo. 

En Efesios 2:5 dice: “Precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo ¡ustedes han sido salvados gratuitamente!” (Biblia del Pueblo de Dios).

El hecho de estar muertos espiritualmente no significa que hayamos estado muertos físicamente.

En I Timoteo 5:6 podemos ver esto más claramente: “En cambio,  la viuda que se entrega al placer ya está muerta en vida” (Nueva Versión Internacional).

El hecho que estas mujeres estuvieran muertas no significaba que habían dejado de existir.

Cuando decimos que  un pecador está muerto espiritualmente, no queremos decir que su espíritu no exista. Su espíritu existe, de hecho, existirá eternamente, porque aquella parte del hombre; sea él salvo o no, es como Dios. El hombre es un espíritu eterno que posee un alma y vive en un cuerpo.
Pero el espíritu del pecador no esta en comunión con Dios.

En Génesis 2:17 Dios le dijo a Adán: “Mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás;  porque el día que de él comieres,  ciertamente morirás”.

Es evidente que Dios no se refería a la muerte física, porque  Adán no murió físicamente cuando comió el fruto de ese árbol; Lo que pasó en ese momento en que murió espiritualmente. Es decir, Adán no dejó de existir. Lo que en realidad sucedió es que inmediatamente rompió la relación y comunión con Dios.

Adán había andado y hablado con Dios, en comunión y relación con Él. Pero ese día, cuando Dios descendió en la mañana para comunicarse con y tener comunión con él, no lo encontró por ningún lado.  

Dios lo llamo: “¿Adán, donde estas?” Y Adán le respondió: “Tuve miedo y me escondí”. ¿Por qué? Porque peco.

El pecado nos separa de Dios. La muerte espiritual significa la separación de Dios. En el momento en que Adán peco quedo separado de Dios.

Pero la muerte espiritual tiene un significado algo más profundo que estar separado de Dios. La muerte espiritual significa tener la naturaleza de Satanás.

En Juan 8 44 Jesús le dijo a los fariseos: “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él.  Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”.

Los fariseos eran personas muy religiosas. Iban a la sinagoga los sábados, oraban, daban sus diezmos, ayunaban y hacían muchas otras cosas excelentes y buenas; pero mintieron al respecto de Cristo y lo asesinaron.

Jesús dijo que ellos eran hijos del diablo y por eso tenían las características del diablo.

Cuando  la  persona nace de nuevo, recibe la naturaleza de Dios y se deshace de la naturaleza del diablo.

Como hemos visto, Jesús probó la muerte; la muerte espiritual, por todos los hombres. 

El pecado no solo es un acto físico; es un acto espiritual.
  
Jesús Se convirtió en lo que nosotros éramos, con el fin de que nosotros nos convirtiéramos en lo que Él es.

2 Corintios 5:21
21 Al que no conoció pecado,  por nosotros lo hizo pecado,  para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

Jesús se hizo pecado. Su espíritu fue separado de Dios, y El descendió al infierno en nuestro lugar.  

Cuando Pedro estaba predicando en Pentecostés se refirió al Señor Jesucristo diciendo: “No dejarás mi alma en el infierno, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.” En este pasaje Pedro resalta el hecho de que David estaba profetizando por el Espíritu de Dios en el Salmo 16:8-10.

Hechos 2:25-31
25 Porque David dice de El: VEIA SIEMPRE AL SEÑOR EN MI PRESENCIA; PUES ESTA A MI DIESTRA PARA QUE YO NO SEA CONMOVIDO.
26 POR LO CUAL MI CORAZON SE ALEGRO Y MI LENGUA SE REGOCIJO; Y AUN HASTA MI CARNE DESCANSARA EN ESPERANZA;
27 PUES TU NO ABANDONARAS MI ALMA EN EL HADES, NI PERMITIRAS QUE TU SANTO VEA CORRUPCION.
28 ME HAS HECHO CONOCER LOS CAMINOS DE LA VIDA; ME LLENARAS DE GOZO CON TU PRESENCIA.
29 Hermanos, del patriarca David os puedo decir confiadamente que murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy.
30 Pero siendo profeta, y sabiendo que DIOS LE HABIA JURADO SENTAR a uno DE SUS DESCENDIENTES EN SU TRONO,
31 miró hacia el futuro y habló de la resurrección de Cristo, que NI FUE ABANDONADO EN EL HADES, NI su carne SUFRIO CORRUPCION.

Pablo habla acerca de lo mismo en Hechos 13:33

Hechos 13:33 (Nueva Versión Internacional)
33 Dios nos la ha cumplido plenamente a nosotros,  los descendientes de ellos,  al resucitar a Jesús.  Como está escrito en el segundo salmo:  "'Tú eres mi hijo;  hoy mismo te he engendrado.

Podemos ver claramente que tanto Pedro como Pablo hablan lo mismo. Jesucristo descendió al infierno y fue resucitado por Dios al tercer día engendrándolo como hijo.

No podemos entender la autoridad del Nombre de Jesús hasta comprender esto. Jesús tuvo que descender hasta el mismo infierno para satisfacer las demandas de la Justicia por cada uno de nosotros, porque El murió como nuestro sustituto.
  
Al tercer día conforme a las Escrituras Dios lo resucito. Sacó Su espíritu y alma del infierno; resucitó Su cuerpo de la sepultura; y le dijo: “Tú eres mi Hijo, HOY te engendre”.
  
¿Cuál día es hoy? El día en que Jesús fue engendrado. El día en que Jesús fue resucitado. Por lo tanto, ese fue el día, en que Jesús heredó el Nombre más excelente.

Por Logros

Por lo que también Dios lo exalto soberanamente y LE DIO UN NOMBRE QUE ES SOBRE TODO NOMBRE, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla, (de seres) de los  que están en los cielos,  (de seres) y en la tierra, y (de seres) debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
           -Filipenses 2:9-11

Dios le dio un nombre que está por encima de todo nombre.  

Había un Nombre conocido en el cielo, pero desconocido en otros lugares, que estaba guardado para ser concedido a alguien que lo mereciera, y esa persona fue Jesús.

En Efesios 1, Pablo en su oración por los efesios, pidió que sus ojos espirituales fuesen iluminados para ver verdades que nunca se podrían haber imaginado.

Efesios 1:15-23 (La Biblia de las Américas)
15  Por esta razón también yo, habiendo oído de la fe en el Señor Jesús que hay entre vosotros, y de vuestro amor por todos los santos,
16  no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo mención de vosotros en mis oraciones;
17  pidiendo que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de El.
18  Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
19  y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de su poder,
20  el cual obró en Cristo cuando LE RESUCITÓ DE ENTRE LOS MUERTOS y le sentó a su diestra en los lugares celestiales,
21  muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de TODO NOMBRE QUE SE NOMBRA, no sólo en este siglo sino también en el venidero.
22  Y todo sometió bajo sus pies, y a El lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia,
23  la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que lo llena todo en todo. 

En este pasaje el Nombre de Jesús es mencionado en contexto con Su resurrección de entre los muertos.

Esta oración no solo fue por la Iglesia en Éfeso; sino que también fue hecha por todos los creyentes dondequiera que estén, porque esta es una oración dada por el Espíritu.

Es una oración para que los ojos de nuestro espíritu sean iluminados para que podamos recibir el conocimiento de la Palabra de Dios en nuestro espíritu, en nuestro corazón, bien en el fondo de nuestro interior. 

No es algo que se llega a entender con nuestra mente; Dios quiere que seamos iluminados en nuestro corazón acerca de las cosas espirituales.  

La traducción de Moffatt lo pone de esta manera:

Que el Dios de Nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les conceda el Espíritu de sabiduría y de revelación para el conocimiento de Él mismo, iluminando los ojos de su corazón a fin de que comprendan la esperanza a la cual Él nos llama, la riqueza de Su herencia gloriosa en los santos, y la suprema grandeza de  Su poder sobre nosotros, los creyentes; el poder que opera con el poder de la fuerza que ejerció al resucitar a Cristo de entre los muertos y al sentarlo a Su diestra en la esfera celestial, por encima de todos los soberanos, autoridades, dominios y Señores angelicales, por encima de todo  nombre que se pueda mencionar no solamente en esta era; sino también en la era venidera, colocó todo debajo de Sus pies, y lo colocó como cabeza sobre todo PARA LA IGLESIA, la Iglesia que es Su cuerpo, lleno de Aquel que llena el universo entero.

Dios no solo nos dio un Nombre ante el cual todo ser en los tres mundos debe inclinarse y confesar Su Señorío, sino que también sentó al poseedor de ese nombre en el lugar mas alto de autoridad del universo, a Su diestra, e hizo que fuese cabeza sobre todas las cosas para beneficio de la iglesia.

En el verso 22 dice: “Y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”.
  
Entonces, podemos concluir que Dios hizo esta grandiosa obra para beneficio de la Iglesia, es decir por nosotros.

Ahora tenemos el derecho de usar ese Nombre para suplir todas nuestras necesidades.

Dios nos dio el Nombre que contiene la plenitud de la Deidad, las riquezas de Su gloria, y el amor que sale del corazón de nuestro Padre Dios.

Ese nombre nos pertenece y tenemos el derecho de usarlo contra  nuestros enemigos. Tenemos el derecho de usarlo en  nuestras peticiones. Tenemos el derecho de usarlo en cualquier circunstancia que nos encontremos.

Por Conquista

Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados, para que sepan cuál es la esperanza de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos, y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia (la energía) de la fuerza de Su poder.
Ese poder obró en Cristo cuando Lo resucitó de entre los muertos y Lo sentó a Su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero.
- Efesios 1:18-21 (Nueva Biblia de los Hispanos)

Aquí vemos claramente que cuando Dios resucitó a Cristo de entre los muertos, lo colocó a Su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, y dominio, y por encima de todo nombre que se nombra.

Fue por medio de esta conquista sobre los principados, autoridades, poderes y dominios,  que Jesús obtuvo este maravilloso Nombre.

Veamos Colosenses 2:15 en varias versiones para ver lo que sucedió ese día.

Reina Valera 1960
Y despojando a los principados y a las potestades,  los exhibió públicamente,  triunfando sobre ellos en la cruz.

Versión Moderna
Y habiendo completamente desarmado a los principados y a las potestades, los sacó a vista en público, triunfando sobre ellos en virtud de ella.

Dios Habla Hoy
Y después de derrotar a principados y potestades, y habiéndolos despojado de su poder, los exhibió públicamente en el cortejo triunfal de la cruz.

Castillian
Y después de derrotar a principados y potestades, y habiéndolos despojado de su poder, los exhibió públicamente en el cortejo triunfal de la cruz.

Biblia al Día
Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal.

Biblia Latinoamericana
Les quitó su poder a las autoridades del mundo superior, las humilló ante la faz del mundo y las llevó como prisioneros en el cortejo triunfal de su cruz.

La Biblia de las Américas
Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de El.

Biblia Expandida de Fe
Y después de derrotar, desarmar y despojar completamente a los principados y a las potestades, los expuso públicamente a la burla, incorporándolos a su desfile triunfal.

El Diccionario Siglo XXI comenta así este verso:

La palabra de la cruz era un mensaje de esperanza para aquellos que habían vivido con temor a los poderes malignos y sobrenaturales. Estos principados que habían sido poseedores de aquella “acta”, nos habían oprimido. Usando la figura de la procesión triunfal del conquistador en la que los cautivos de guerra eran exhibidos para magnificar la gloria del vencedor, Pablo dice que Dios derrotó y desarmó a los poderes de su autoridad. Al exhibirlos como espectáculo público, él (Dios más bien que Cristo) expuso ante el universo su total impotencia, conduciéndolos “en él” (es decir, “Cristo”, en vez de “en ella”, la cruz; ver nota de la RVA) en su procesión triunfal para que todo el mundo pueda ver la grandeza de su victoria.

Estos principados y potestades despojados y derrotados son los mismos de los que habla Efesios 6:12.

Efesios 6:12 (Reina Valera 1960)
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,  contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo,  contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Estos principados y potestades contra los cuales luchamos son los mismos que Jesús venció, despojo, desarmó y quitó su poder; nos enfrentamos a enemigos sin poder ni armamento.

Por eso con toda confianza podamos echarlos fuera en el nombre de Jesús.

Jesús enfrentó a Satanás y sus legiones en su propio territorio y los venció.  La victoria que Jesús ganó contra el pecado, las dolencias y las enfermedades están incluidas en el Nombre. 

Y como el Nombre nos pertenece, cuando lo usamos, produce en nuestras vidas aquello que Jesús ya realizó.

Este es el principal motivo por el cual el diablo se esfuerza tanto para impedir que sepamos esto.

No es cuestión de repetir el nombre como si fuéramos loros.

Un hermano entrenó a su loro para que dijera frases cristianas; el loro gritaba: “Y a su nombre” para que la gente diga “¡Gloria!”; decía: “Aleluya, Gloria a Dios”, pero eso no lo hacía cristiano.

El repetir el nombre sin saber lo que hay detrás de él de nada nos sirve. Debemos saber todo lo que lo respalda y toda la autoridad que hay en él; debemos saber lo que ocurrió ese domingo de resurrección cuando Jesús triunfo sobre todo principado y autoridad y recibió el nombre que es sobre todo nombre.

En Colosenses 1:13 dice: “El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas,  y trasladado al reino de su amado Hijo.”

En el momento en que Él despojó a los principados y a las potestades, cuando los redujo a nada, cuando los venció y los derroto, fue el momento en que Él nos liberto del “imperio de las tinieblas”; es decir, del poder o la autoridad de Satanás.

Satanás ya no tiene ninguna autoridad para dominar ni al cristiano ni a la Iglesia.

Cuando conocemos esta autoridad, y sabemos que el Nombre de Jesús nos pertenece, podemos hacer que Satanás huya  todas las veces que nos intente vencer.

Dios ya nos liberó del poder de las tinieblas, y de la autoridad del reino de Satanás; y ahora estamos en el reino de Su amado Hijo.

Confirmando esto, Pablo escribió en Efesios 2:4-6: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús

Dios nos ha colocado en el lugar más alto de autoridad, donde estamos sentados juntamente con Cristo a la diestra de Dios, y por eso con toda confianza podemos usar ese nombre que es sobre todo nombre.

Así que usemos ese nombre que Jesús obtuvo por herencia, logros y conquista.

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