3. Contra el Temor
El temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente o futuro.
Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza.
2 Timoteo 1:7
7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2 Timoteo 1:7
7 Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no es un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de sobriedad.
El temor es un espíritu que no viene de parte de Dios.
Un hermano me contó que una noche sintió en su cuarto algo como una presencia oscura; que no lo dejaba respirar y lo llenaba de terror, se dio cuenta quien era y tomo autoridad en el nombre de Jesús; la presencia y el temor se fueron.
Cuantas veces el diablo viene con este pensamiento en mi mente: “Te vas a morir, te vas a morir”; yo le respondo: “Tienes razón, me voy a morir pero de viejo.”
Hace unos días mis hijos se demoraban en regresar de su reunión de jóvenes; el diablo empezó a colocar pensamientos en mi mente: “Han tenido un accidente, les ha pasado algo malo”, y colocaba imágenes en mi mente; pero son solo eso imágenes; lo único que hice fue tomar autoridad en el nombre de Jesús; y de pronto sentí que se abría la puerta.
Me dijeron que se habían quedado compartiendo en la puerta de la casa de unos hermanos que vivían en la misma cuadra
Satanás trabaja con nuestra mente, para que le demos pie y pueda azotarnos.
Efesios 4:27
27 Ni deis lugar al diablo.
Efesios 4:27 (Nacar Colunga)
27 No deis entrada al diablo.
Vine dice que el significado de esta palabra es principalmente lugar: tópos; punto (generalmente en espacio, pero limitado por la ocupación), local (como posición, casa, lote, etc.); figurativamente: condición, oportunidad, puerto, lugar, campo.
No debemos darle un lugar geográfico al diablo en nuestras vidas; recordemos las promesas de Dios:
Salmo 23:4
4 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Hebreos 13:5-6
5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré;
6 de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
Dios está con nosotros no tenemos razón para temer solo hagamos lo que Su Palabra dice.
Debemos aprender a enfrentar al temor como lo hacemos con cualquier espíritu que enfrentamos, echándolo fuera en el nombre de Jesús.
4. Contra la Duda
Cuando era niño en la casa de mis abuelos había un antiguo reloj de péndulo, que oscilaba, es decir que daba vueltas de un lado para otro.
Dudar es oscilar o ir de un lugar a otro.
También recuerdo innumerables programas donde un joven salía con una margarita, quitándole los pétalos y diciendo: “me quiere, no me quiere”.
La duda nunca sabe.
Santiago 1:5
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos.
La Biblia compara a la duda con las olas que van y vienen de un lado a otro; la duda nunca recibe nada de Dios.
Mateo 14:22-32
22 En seguida Jesús hizo a sus discípulos entrar en la barca e ir delante de él a la otra ribera, entre tanto que él despedía a la multitud.
23 Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
24 Y ya la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario.
25 Mas a la cuarta vigilia de la noche, Jesús vino a ellos andando sobre el mar.
26 Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: !!Un fantasma! Y dieron voces de miedo.
27 Pero en seguida Jesús les habló, diciendo:!Tened ánimo; yo soy, no temáis!
28 Entonces le respondió Pedro, y dijo: Señor, si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas.
29 Y él dijo: Ven. Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jesús.
30 Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame!
31 Al momento Jesús, extendiendo la mano, asió de él, y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?
32 Y cuando ellos subieron en la barca, se calmó el viento.
Pedro estaba caminando en medio del mar camino hacia Jesús; mientras camino en la Palabra que recibió estaba firme sobre el agua; pero de pronto empezó a ver las circunstancias, las olas, la tempestad, el mar y empezó a hundirse.
Estaba a un brazo de alcanzar su bendición (fue lo que le tomó a Jesús alcanzarlo), pero la duda lo sacó de ella.
¿Qué hacemos con la duda?
F. F. Bosworth decía: “Cree en tus creencias y duda de tus dudas.”
Cuando venga un pensamiento de duda a nuestras mentes debemos tomar autoridad en contra de él en el nombre de Jesús.
5. Contra la Incredulidad
Hebreos 3:12-13
12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
13 antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
La incredulidad es sencillamente no creer o no dejarse convencer.
Sin embargo, cuando el diablo viene con una mentira diciéndote que no puedes, que es imposible lograrlo, que no vas a sanar, que nunca vas a prosperar; nosotros le creemos.
Estamos creyendo en el sentido contrario; debemos creer en el otro sentido, debemos creer la Palabra de Dios.
Si llegan pensamientos de incredulidad resístelos.
Di: “Incredulidad yo te hecho fuera en el nombre de Jesús, yo creo (y citas el verso de la Palabra de Dios que estás creyendo)”.
No dejes que la incredulidad llegue a tu vida, extírpala completamente.
6. Contra los Síntomas
En Medicina, síntoma es la referencia subjetiva que da un enfermo por la percepción o cambio que puede reconocer como anómalo o causado por un estado patológico o enfermedad.
El término síntoma se contrapone al signo clínico, que es un dato que puede ser objetado. El síntoma es un aviso útil de que la salud puede estar amenazada sea por algo psíquico, físico, social o combinación de las mismas.
Por definición un síntoma es algo que no necesariamente es real; en otras palabras es algo circunstancial.
Romanos 4:18-19
18 El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.
19 Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara.
Aquí vemos a Abraham que se enfrentó a síntomas en su cuerpo; se veía viejo ya que tenía casi 100 años y Sara era estéril.
Pero él prefirió creerle a Dios antes que a las circunstancias externas.
En 2 Corintios 5:7 dice: “Porque por fe andamos, no por vista”.
Es decir, no nos movemos ni actuamos por lo que nos dicen las circunstancias externas que enfrentamos, nos movemos por aquellas cosas que creemos.
Entonces, cuando un síntoma venga a nosotros tomemos autoridad contra él en el nombre de Jesús.
7. Contra Nuestros Pensamientos
El campo de batalla del diablo es nuestra mente; él va ha querer sacarnos del espíritu donde no puede vencernos, hacia la mente donde el puede derrotarnos fácilmente.
2 Corintios 10:3-5
3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas,
5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Nuestras armas son más poderosas que las suyas; podemos derribar sus argumentos y mentiras con la Palabra de Dios.
Filipenses 4:8
8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
Cambiemos nuestra manera de pensar, empecemos a pensar como Dios piensa.
Pero, ¿que hacer cuando vienen pensamientos contrarios? Tomemos autoridad en el nombre de Jesús en contra de ellos y declaremos lo que dice la Palabra de Dios.
No nos dejemos vencer, ya tenemos la victoria total y absoluta; usemos nuestra autoridad.