El Contexto,
el Patito Feo del Estudio Bíblico
Todos conocemos la historia del patito fe, un bello cisne criado entre patos, y por ser diferente era considerado feo, pero al crecer terminó mostrando su verdadera belleza.
Una de los elementos más impopulares en el estudio de la Biblia es el contexto, a los creyentes sencillamente no les interesa ya que hecha por tierra muchas de sus más hermosas "doctrinas bíblicas."
Las sectas se han formado principalmente por la falta de contexto en sus enseñanzas, un versículo por ahí otro por allá y ya tienen una nueva enseñanza.
Muchos ministros y creyentes han caído en error e introducido todo tipo de doctrinas raras en la iglesia por este motivo.
Hace pocos años veíamos la secta "Creciendo en Gracia", donde su fundador, malinterpretando las Escrituras, paso de pastor a apóstol, luego fue el Cristo encarnado, de ahí paso a ser el Mesías Anticristo, para finalmente convertirse en Melquisedec, Y aún muerto, sus seguidores siguen esas falsas doctrinas.
Tenemos a los adventistas, que debido a un sueño de su fundadora Elena de White, malinterpretaron Éxodo 20:8 y convirtieron el sábado como el sello de Dios y su observancia requisito imprescindible para su salvación.
Como esta vemos muchas herejías que han salido de aquí y de allá por el mal uso de las Escrituras, por tomar un versículo al azar y sacarlo de su contexto.
El problema es que en menor escala eso ocurre en nuestras iglesias locales, los creyentes leyendo superficialmente leyendo un versículo y por no leer lo anterior o lo que sigue no interpreta correctamente la Biblia.
En la universidad le estuve predicando 6 meses a un amigo, al final se convirtió aunque no conmigo.
No lo había visto tres semanas y ya estaba convertido y predicando, fue algo emocionante para mi, hoy es pastor y es una gran bendición para el Cuerpo de Cristo.
Pero ese día conversábamos y me contaba de un versículo que le había impactado, 1 Corintios 2:9, y me dijo mira Ricardo lo que dice y me citó: "Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman."
Me abrazo y me dijo: "Ah Ricardo, imagínate las cosas que veremos cuando estemos en el Cielo, cosas que ojo no vio, ni oído oyó ni han subido al corazón del hombre, que hermosas las cosas que veremos allá en el Cielo."
Yo le dije: "Sigue leyendo...."
El versículo 10 dice: "Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios."
Leer el siguiente versículo, es el decir el contexto, cambió todo completamente, ya no era una promesa para "allá en el Cielo", sino una realidad maravillosa para el creyente "aquí en la tierra."
No seamos simplistas al momento de leer la Biblia, veamos todo el contexto de las Escrituras, no la parte superficial, sino profundicemos. Recordemos las sabias palabras del Apóstol Pablo:
"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad" (2 Timoteo 2:15)..
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