Ahora que hemos visto como es que el hombre perdió su autoridad veamos como la recuperó.
Efesios 6:12 (Nuevo Testamento de Arcas y Fernández)
12 Porque no estamos luchando contra hombres de carne y hueso, sino contra las potencias invisibles que dominan en este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales del mal habitantes de un mundo supraterreno.
Efesios 6:12 (Biblia del Pueblo de Dios)
12 Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio.
Este ejército con el que nos enfrentamos son ángeles caídos que han sido derrotados y destronados por Jesucristo; es decir, ya no tienen un trono de autoridad donde sentarse, lo han perdido; Jesús está sentado ahora en el trono y nosotros juntamente con Él.
Colosenses 2:11-15
11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;
12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.
13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,
14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,
15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
En este pasaje vemos que para poder hacer que nazcamos de nuevo primero tuvo que despojar a los principados y potestades.
Veamos Colosenses 2:15 en otras versiones:
Biblia al Día
Desarmó a los poderes y a las potestades, y por medio de Cristo los humilló en público al exhibirlos en su desfile triunfal.
Biblia Latinoamericana
Les quitó su poder a las autoridades del mundo superior, las humilló ante la faz del mundo y las llevó como prisioneros en el cortejo triunfal de su cruz.
Biblia en Lenguaje Sencillo
Dios les quitó el poder a los espíritus que tienen autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al pasearlos como prisioneros en su desfile victorioso.
Biblia Castilian
Y después de derrotar a principados y potestades, y habiéndolos despojado de su poder, los exhibió públicamente en el cortejo triunfal de la cruz.
La Biblia de las Américas
Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de El.
Biblia Expandida de Fe
Y después de derrotar, desarmar y despojar completamente a los principados y a las potestades, los expuso públicamente a la burla, incorporándolos a su desfile triunfal.
El Diccionario Siglo XXI comenta así este verso:
La palabra de la cruz era un mensaje de esperanza para aquellos que habían vivido con temor a los poderes malignos y sobrenaturales. Estos principados que habían sido poseedores de aquella “acta”, nos habían oprimido. Usando la figura de la procesión triunfal del conquistador en la que los cautivos de guerra eran exhibidos para magnificar la gloria del vencedor, Pablo dice que Dios derrotó y desarmó a los poderes de su autoridad. Al exhibirlos como espectáculo público, él (Dios más bien que Cristo) expuso ante el universo su total impotencia, conduciéndolos “en él” (es decir, “Cristo”, en vez de “en ella”, la cruz; ver nota de la RVA) en su procesión triunfal para que todo el mundo pueda ver la grandeza de su victoria.
La frase “en la cruz” en la parte final del verso no se encuentra en el griego y es una mala interpretación del término “autos” que significa: “sí mismo, usado de la tercera persona, y de las otras personas: uno mismo, él, él mismo, ella mismo, este mismo, el mismo.”
Es decir, no se refiere de una cosa, como por ejemplo algunos han traducido: “en la cruz”, sino al desfile triunfal que se dio en el momento de la ascensión del Señor Jesucristo que se realizó después de la resurrección; desfile que también se relata en Efesios 4:8.
Efesios 4:8-10
8 Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.
9 Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
10 El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
En este pasaje vemos como es que Jesús se llevó cautiva la cautividad, que era el Seno de Abraham con los santos del Antiguo Testamento que estaban en las partes más bajas de la tierra a la cual incorporó como espectáculo público y en son de burla a los principados y potestades que había desarmado y derrotado.
Apocalipsis 1:17-18
17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;
18 y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Hasta ese momento Satanás tenía las llaves de la muerte y el Hades; por ese motivo tenía cautivo el Seno de Abraham o Paraíso en el Hades, pero en ese momento y luego de la resurrección se lo llevó al Cielo.
Hebreos 2:14
14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.
Hebreos 2:14 (Nuevo Testamento de Arcas y Fernández)
14 Y como los miembros de una familia participan de una misma carne y sangre, también Jesús comparte carne y sangre con los hombres. Puede así, con su muerte, reducir a la impotencia al señor de la muerte, es decir, al diablo.
Hebreos 2:14 (Biblia Latinoamericana)
14 Puesto que esos hijos son de carne y sangre, Jesús también experimentó esta misma condición y, al morir, le quitó su poder al que reinaba por medio de la muerte, es decir, al diablo.
Hebreos 2:14 (Nueva Versión Internacional)
14 Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte; -es decir, al diablo.
Vemos que Jesús no solo le quito todo su poder al diablo, lo anuló, lo redujo a la impotencia y lo destruyó (su poder).
El término destruir que usa en la Reina Valera es katargéo; que significa: estar ó dejar enteramente inmóvil (inútil), inutilizar, invalidar, libre, abolir, acabar, dejar, deshacer, desligar, destruir, perecer, quitar, suprimir.
Satanás no fue aniquilado sino despojado de todo su poder, el poder que tenía sobre la muerte y el Hades ya fue quebrado; ahora Jesús es el que posee las llaves; Jesús es el que tiene la autoridad.
Por eso, cuando nos enfrentamos a Satanás y su ejército nos enfrentamos a enemigos que han sido despojados de poder; cuyo poder se anuló y redujo a la impotencia por causa de Jesús.
Como vimos en Colosenses 2:15, han sido derrotados, despojados y desarmados completamente de su poder; por eso, cuando nos enfrentamos con ellos lo hacemos con la victoria en la mano.
Romanos 8:37
37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
Somos más que vencedores en Cristo; es decir, Cristo ya peleó la batalla por nosotros y venció, ahora nosotros podemos disfrutar de los beneficios de esa victoria.
Dicen que el campeón del mundo de pesos pesados de boxeo se enfrentó con su rival y lo ganó en 15 asaltos.
Como premio le dieron su cheque por 20 millones de dólares.
Al llegar a casa su esposa lo esperaba y le preguntó: “¿Dónde está mi cheque?” A lo que el boxeador le respondió: “Aquí querida”; y se lo entregó.
¿Quién fue más que vencedor?
El esposo se esforzó y venció a su rival, pero la esposa disfruto de los beneficios de ese triunfo.
Jesús ya venció por nosotros; nosotros ya no tenemos que derrotar a Satanás ni a los demonios, ya han sido vencidos, ya han sido despojados de todo su poder.
En 1 de Pedro podemos ver esto:
1 Pedro 5:8
8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.
Satanás es solamente un león rugiente, que lo único que busca es paralizarnos para poder derrotarnos.
El león rugiente es el león más viejo de la manada, es tan viejo que ya no tiene dientes, tampoco la velocidad de antes, ya no tiene la capacidad de matar como antes.
Pero si sabe hacer algo, sabe rugir muy fuertemente, y cuando lo hace los animales que lo escuchan quedan paralizados; luego vienen los más jóvenes y matan a la víctima.
Esto es una figura de lo que hace el diablo; nos engaña, nos hace pensar que tiene más autoridad de la que tiene; nos hace creer que no lo podemos vencer.
Pero aquí vemos lo que debemos hacer: resistirlo firmes en la fe.
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