martes, 14 de abril de 2020

La Autoridad del Creyente - Clase 9 - 7 Enemigos Sobre los Cuales Tomar Autoridad - Primera Parte

Clase 9
7 Enemigos Sobre los Cuales Tomar Autoridad
Primera Parte

En este capítulo veremos a 7 enemigos sobre los cuales debemos tomar autoridad.

Lo primero que debemos entender es que nuestra autoridad nunca es sobre otras personas; no hay ningún verso en la Biblia que nos diga que podemos usar nuestra autoridad en contra de la voluntad de otros.

Solo podemos usarla para nosotros, nuestra familia, las personas bajo nuestra responsabilidad, las que nos autorizan ha hacerlo y las personas que se levantan en nuestra contra.

Pero veamos ahora 7 cosas sobre las cuales podemos tomar autoridad.


1. Sobre Satanás y los demonios

Marcos 16:17
17 Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas.

Aquí Jesús les está dando claramente la autoridad a los creyentes para echar fuera demonios en Su nombre.

En el caso de la joven que tenía el espíritu de adivinación podemos verlo claramente:

Hechos 16:16-18
16 Aconteció que mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.
17 Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.
18 Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora.

Vemos como Pablo tomó autoridad y echó fuera al demonio que había en esa joven, y el demonio salió de ella.

Cuando se echa fuera demonios no debemos hacer tanto espectáculo, ni estar preguntándoles los nombres a los demonios, solo echarlos fuera.

Me acuerdo que hace años estaba tratando de echar fuera un demonio a un joven, y le pregunté: “Como te llamas;” y el me contestó: “Me llamo aleluya”.
Así que yo le dije “Espíritu de aleluya sal de él.”

Por supuesto que no hay ningún espíritu de aleluya; cuando hacemos cosas que no son bíblicas puede pasar cualquier cosa.

Jesús habló solamente una vez con un demonio; a todos los demás les dijo solamente dos cosas: “Cállate y sal fuera”.

Lucas 4:35
35 Y Jesús le reprendió, diciendo: Cállate, y sal de él. Entonces el demonio,  derribándole en medio de ellos, salió de él,  y no le hizo daño alguno.

Eso es lo que debemos hacer.


2. Sobre las enfermedades

Una de las cosas sobre las que podemos tomar autoridad es sobre las enfermedades.

Jesús constantemente reprendía las enfermedades:

Lucas 4:38-39
38 Entonces Jesús se levantó y salió de la sinagoga, y entró en casa de Simón. La suegra de Simón tenía una gran fiebre; y le rogaron por ella.
39 E inclinándose hacia ella, reprendió a la fiebre; y la fiebre la dejó, y levantándose ella al instante, les servía.

Vemos aquí como Jesús reprendió la fiebre de la suegra de Pedro y la fiebre se fue de ella.

Hechos 3:1-8
1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.
2 Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
3 Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna.
4 Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos.
5 Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.

Aquí vemos a Pedro y a Juan tomando autoridad en contra de la enfermedad para producir la sanidad de este hombre.

Nosotros podemos tomar autoridad en contra de las enfermedades; sea para nosotros o para otras personas.

En mis campañas yo acostumbro hacer lo que llamo “la sanidad en masa”.

Al final de la prédica llamo a todos los enfermos; le leo Isaías 53:4-5, Mateo 8:17 y Primera de Pedro 2:24; donde dice que Jesús tomó nuestras enfermedades y dolencias y que por sus llagas hemos sido curados.

Les digo que coloquen una mano en el lugar de la enfermedad, y que cuando de la Palabra de fe se proclame ellos hagan lo que no podían hacer.

Entonces tomo autoridad contra las enfermedades y ordeno en el nombre de Jesús que sean sanados.

Como resultado de eso muchísima gente es sanada.

Tenemos autoridad sobre las enfermedades.

Puedes tomar autoridad contra toda enfermedad que venga a atacarte o a tu familia y ordenarle que se vaya. La enfermedad se irá.

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