martes, 22 de febrero de 2022

Estudios Básicos de la Biblia - E. W. Kenyon - Lección 36


Lección 36 
LAS DOS CLASES DE CONOCIMIENTO 
 
Llegamos al término de nuestro curso. Ha sido un estudio de la redención en Cristo. Nuestro estudio del Antiguo Testamento ha tratado de la consumación de esa redención, en la nueva creación en Cristo. Nuestro corazón se ha conmovido al estudiar los privilegios de la nueva creación y la autoridad con la cual fue investido el Nombre de Jesús y que legalmente nos pertenece. 

Ahora, al terminar el curso, encaramos el problema de practicar, en nuestra vida diaria, lo que hemos aprendido. El conocimiento que no se ejercita no tiene ningún valor. ¿Podemos vivir y actuar de acuerdo con el conocimiento de la redención y de la nueva creación que hemos adquirido en este curso, así como actuamos y vivimos de acuerdo con el conocimiento del mundo que nos rodea? La autenticidad de esta redención depende de la autenticidad de la Palabra. 

¿Por qué no se ha dado a la Biblia el lugar que le corresponde como la revelación de Dios al hombre? ¿Por qué el mundo erudito no la considera auténtica? Sencillamente, existen dos diferentes clases de conocimiento: el conocimiento del hombre natural y el conocimiento por revelación. 
 
I. El Conocimiento del Hombre Natural 
 
Examinemos el conocimiento que tiene el mundo, el conocimiento del hombre natural. Al examinarlo vienen a nuestra mente tres preguntas: ¿De dónde procede? ¿Cuáles son sus limitaciones? ¿Hasta qué punto es suficiente para resolver los problemas de la vida? 
 
II. ¿De Dónde Procede el Conocimiento del Hombre? 
 
La primera pregunta se refiere a la fuente del conocimiento del hombre. Dicha fuente es el cuerpo físico del hombre y el universo material que lo rodea. Todo lo que el hombre sabe acerca de la realidad, el inmenso caudal del conocimiento que llena nuestras bibliotecas y nuestros libros de texto, procede de los contactos del hombre con el mundo físico. Tales contactos se basan en las percepciones sensoriales del individuo. 

Nos explicaremos mejor. Todo contacto que tiene el hombre con el mundo lo tiene por medio de sus cinco sentidos. Los cinco sentidos son parte del sistema nervioso central y son los siguientes: la vista, el oído, el tacto, el gusto y el olfato. El hombre no sabe nada de la realidad excepto aquello que ha recibido por medio de sus cinco sentidos. Uno mismo podría imaginarse lo que un hombre sabría si careciera de sus cinco sentidos. 

La definición que sigue, tomada de un libro de fisiología atestigua este hecho: “Mas ningún punto de vista filosófico sobre el organismo humano, si tal punto de vista es amplio, puede fallar en designar al sistema nervioso central, la parte del “Lugar Santísimo”. Sin él, seríamos una masa de protoplasma que se multiplica pero que no siente, no ve, no oye, no se mueve. Todo en relación con el cuerpo sería vegetativo, exactamente como una planta. La planta no puede ni moverse ni sentir. Sus procesos de vida responden a los más primitivos cambios físicos y químicos en su medio ambiente inmediato. El sistema nervioso central nos proporciona cada contacto que poseemos con el resto del mundo”. 

De acuerdo con esta opinión vemos que el hombre no puede saber nada del mundo, del cielo, del pasto, del mar y de otros seres humanos, excepto por medio de sus cinco sentidos. Tomemos por ejemplo el caso de la señorita Keller. Ella posee solamente tres sentidos: el del tacto, el del gusto y el del olfato. Su sentido del tacto se ha desarrollado tanto que por medio de él, y bajo la dirección de aquellos que poseían los cinco sentidos, ha adquirido un vasto conocimiento del mundo y de la vida. Sin embargo, si fuera posible que una persona naciera sin uno sólo de los sentidos, tal persona nunca sería capaz de aprender nada. No podría darse cuenta del mundo exterior. Por ello vemos lo mucho que depende el entendimiento de la información sensorial que le proporcionan los cinco sentidos. 

Para ayudar a sus sentidos en la investigación de la realidad, el hombre ha fabricado el microscopio, el espectroscopio y el telescopio; no obstante, estos instrumentos solamente han ayudado a sus sentidos por lo que respecta al mundo físico. Por medio de ellos ha podido estudiar el Universo y las formas, de vida no visibles para su sentido de la vista. Por medio del microscopio y del ultramicroscopio ha podido estudiar las formas más pequeñas de vida. Ha obtenido conocimientos de las bacterias y de reinos que de otra manera nunca hubiera podido conocer. 

Con la ayuda del telescopio ha podido conocer el universo celeste. A la simple vista solamente se pueden ver de dos a cuatro mil estrellas, y con la placa fotográfica, millones. Con el espectroscopio ha llegado a conocer y a estudiar la composición de las estrellas. 

Hay muchas fuerzas físicas que no podemos percibir con nuestros sentidos, pero el hombre ha desarrollado instrumentos que son sensibles a estas fuerzas y que son capaces de registrarlas. Podríamos mencionar otros inventos que han ayudado al hombre en una adquisición del conocimiento del Universo en que vive. El hombre ha hecho grandes progresos; se ha familiarizado con las leyes y los procesos de las fuerzas de la naturaleza. Ha utilizado dichas fuerzas y se ha hecho obedecer de ellas; y de ese gran cúmulo de conocimientos adquiridos por sus cinco sentidos; de todos esos años de investigación y de estudio, ha edificado la gran civilización que tenemos hoy. No obstante, repetimos que la fuente de este conocimiento se basa en la percepción sensorial que el hombre tiene del Universo, y que sus cinco sentidos se limitan solo al campo físico. Estos solamente pueden conocer lo material, y cada contacto del hombre ha sido solamente con lo material. 
 
III.  Limitaciones del Conocimiento Humano 
 
Nuestra segunda pregunta es: ¿Cuáles son las limitaciones del conocimiento del hombre natural? Lo que antes dijimos las hace evidentes. Podemos ilustrar las limitaciones de nuestros sentidos para formarnos un verdadero cuadro de la realidad, por lo siguiente: un ciego que nunca ha poseído el sentido de la vista y que nunca haya estado en contacto con personas que sí lo poseen, podría pensar que por medio de sus cuatro sentidos tenía un cuadro verdadero del mundo que le rodea. Este ciego, sin embargo, nunca sabrá lo que es el color ni lo que es la luz porque no tuvo el sentido para percibirlos o para admitir cierta comprensión de esas cualidades de su mente. 

Una persona que nunca haya poseído el sentido del oído y que nunca haya estado en contacto con personas que lo tienen, pensaría que conoce el universo por los cuatro sentidos que posee. Nunca Podría imaginar que el universo está lleno de música.
 
Más aún, el hombre que disfruta de sus cinco sentidos no posee un verdadero cuadro de la realidad del Universo que le rodea. Ya sabemos que los cinco sentidos del hombre lo limitan solamente al conocimiento de la materia. Todo artefacto que inventa para ayudar a sus sentidos a captar una descripción real del universo, es de carácter físico y solamente le ayuda a adquirir el conocimiento de lo físico. 
 
IV.  La Razón del Ateísmo y del Materialismo 
 
Es por esto que existen el materialismo y el ateísmo. El hombre ha dicho que no hay nada en el universo sino materia y las propiedades de ésta. Ha dicho que el hombre no sobrevive a la existencia de su cuerpo porque no hay ninguna cualidad espiritual en el hombre que siga existiendo después de que el cuerpo se haya desintegrado. Podemos ver que tal actitud hacia la vida es muy natural, porque con los cinco sentidos que limitan por completo al hombre no puede conocer otra cosa que el mundo físico. 

Esta actitud sería tan lógica como lo sería para un ciego el negarse a creer que existe el color. El hombre, limitado a sus cinco sentidos, no admite que exista lo espiritual. 

Así como a un pez confinado dentro del agua le podría parecer que no existe nada fuera del agua, así al hombre limitado por sus cinco sentidos le podría parecer que en este universo no existe nada, sino la materia. 

Dos de nuestras preguntas están contestadas. La fuente de conocimiento en el ser humano se encuentra en el sistema nervioso central de su cuerpo físico, y sus límites son el universo físico y la materia. 
 
V. Pensamiento Racional y Percepción Sensorial 
 
No deseamos dejar una impresión equivocada al hablar de la fuente del conocimiento del hombre. El pensamiento no brota de la percepción sensorial. El hombre tiene capacidades para pensar, para razonar, para reflexionar y para memorizar que no se basan en la percepción sensorial. No obstante, las potencias mentales del hombre y sus facultades de razonamiento cuentan únicamente con los materiales sensoriales para sacar conclusiones. 

Los animales tienen percepción sensorial, pero no tienen pensamiento racional. El pensamiento racional no surge de la percepción sensorial. Sin embargo, nuestra afirmación es verdadera: el hombre no puede conocer nada, excepto que el conocimiento le llegue a la mente por alguno de sus cinco sentidos. 

Llegamos ahora a nuestra tercera pregunta: ¿Hasta qué punto el conocimiento que el hombre ha adquirido por medio de sus cinco sentidos satisface el anhelo que siente por conocer la realidad? ¿Hasta qué punto este conocimiento es suficiente para responder al problema más vital que el hombre encara? 

Como dijo Voltaire: “El hombre ha sido capaz de medir la distancia de las estrellas, pero no ha podido conocerse a sí mismo”. La mayor parte de los problemas que al hombre conciernen han quedado sin respuesta. No ha podido encontrar la razón de su propia existencia, y hasta que el hombre no la conozca, no puede conocer el propósito o el significado de la vida. 
 
VI.  El Ansia de Dios en el Hombre 
 
Cuando el hombre estudia la creación por medio de sus cinco sentidos, ve señales de proyecto y de inteligencia que lo obligan a creer en un Creador inteligente; y sin embargo, no puede encontrarle. Esta búsqueda de Dios ha sido el más grande problema de su vida. Langdon Davies escribe que el hambre más grande y la sed más grande del hombre son el hambre y la sed de Dios. Cree Davies que el motivo que hay detrás de toda investigación científica ha sido el ansia que el hombre tiene de Dios. El hombre ha explorado la Creación; ha deseado adquirir un conocimiento técnico de la naturaleza en un esfuerzo para encontrar al Creador. 

Cotton ha escrito un libro intitulado: “¿Ha Descubierto la Ciencia a Dios?“ Este libro es una colección de opiniones de hombres de ciencia modernos que muchos de ellos en la actualidad han llegado a ser conscientes de Dios. Dice Cotton que la investigación científica ha sido una búsqueda de la realidad, aunque en puridad de verdad ha sido una búsqueda de Dios. 

La primera tendencia científica fue dar una explicación mecánica del universo, dejando a Dios fuera; pero a medida que la ciencia ha avanzado entiende mejor las maravillas de la Creación, y comprende que el gran diseño mecánico del universo debe tener un Diseñador. El autor pensó que tal vez con el tiempo la ciencia pudiera descubrir a Dios, pero la ciencia nunca podrá descubrirlo porque Dios es espíritu, y Él no puede ser encontrado o descubierto por el sentido de la vista, del oído o del tacto, a pesar de la ayuda que al hombre le proporcione el telescopio, el microscopio o el espectroscopio. 

Cotton dice que el más grande beneficio que la ciencia podría dar al género humano sería el encontrar a Dios, y descubrir que el hombre sobrevive a la muerte. Sin embargo, la ciencia nunca podrá lograrlo. El hombre nunca podrá localizar con sus instrumentos físicos el espíritu en el hombre, o establecer contacto con él cuando éste haya abandonado el cuerpo. Vemos, pues, que aunque la ciencia nos haya dado nuestra civilización; y nos haya proporcionado un vasto conocimiento del universo celeste; y un conocimiento de la tierra y de nuestro cuerpo físico juntamente con el cuidado que debemos tener de él, ha dejado sin resolución los dos problemas más vitales que todo ser humano encara. Estos son demasiado para el conocimiento del hombre natural. Lo más lejos que la ciencia nos puede llevar es al reconocimiento de un Creador inteligente, y entonces surge el problema de conocerle. ¿Es razonable que Dios creara al hombre cuya necesidad primordial y más grande era conocerle, y que luego lo abandonara entre las tinieblas de su cuerpo físico dejándolo completamente incapacitado para conocerlo? 

En las primeras lecciones de este curso descubrimos el porqué el hombre se encuentra alejado de Dios; por su traición. El hombre, con su cuerpo físico y sus cinco sentidos nunca puede entrar en contacto con Dios, y Dios no intenta que el hombre le conozca de esa manera. El hombre verdadero es el espíritu creado a la imagen de Dios con la capacidad de conocerle y de tener compañerismo con Él. El hombre, tal como salió de las manos de Dios en la creación, le conocía. Cristo nos reveló que los que adoran a Dios, le adoran en espíritu. 

El cuerpo físico le fue dado al hombre sólo como una morada para el espíritu en este Universo físico. Dicho cuerpo lo capacita para vivir en la tierra y para establecer contacto con el mundo físico y solamente con éste. Era por medio de su espíritu que iría a conocer a Dios y a tener compañerismo con Él. Los sentidos de la vista, del oído, del tacto, del gusto o del olfato, tenían como fin dar a conocer al hombre el mundo físico que era su hogar. No le fueron dados con el propósito de que le revelaran a Dios. 

Cuando el hombre murió espiritualmente como resultado de su traición, se convirtió en un extraño para Dios y quedó incapacitado totalmente para conocerle. Desde entonces, el hombre espiritualmente muerto, se quedó únicamente con los sentidos del cuerpo físico, y con ellos ha conocido las maravillas del universo al cual pertenece dicho cuerpo, pero no ha conocido al Creador. Por ello nos damos cuenta de que si el hombre ha de conocer a Dios, debe recibir un nuevo conocimiento, un conocimiento que no puede llegar por la percepción sensorial; un conocimiento que el hombre no puede adquirir por su estudio del Universo físico. 

El Creador ha comprendido la necesidad del hombre y le ha dado una revelación de Sí Mismo. Esa revelación le fue dada al través de sus sentidos a fin de que el hombre espiritualmente muerto pudiera conocer dicha revelación y por medio de ella obtener un conocimiento de su Creador. Esta revelación es la Biblia. 

En nuestra próxima lección estudiaremos la revelación que Dios ha dado al hombre. 
 
PREGUNTAS 
 
1. ¿Por qué debemos aprender a actuar de acuerdo con lo que hemos aprendido? 
2. ¿Cuál es la fuente del conocimiento del hombre natural? 
3. ¿Por qué es que todos los inventos del hombre no pueden elevarlo por encima del mundo material? 
4. Discuta las limitaciones del conocimiento sensorial en el hombre. 
5. ¿Por qué han surgido el materialismo y el ateísmo? 
6. ¿Por qué el conocimiento sensorial no es suficiente para resolver los problemas de la vida? 
7. ¿Cuál es el ansia más grande del hombre? 
8. ¿Por qué la ciencia nunca podrá descubrir a Dios? 
9. ¿Cuál es aquella condición del hombre natural que le impide conocer a Dios? 
10. ¿Cuál es la única manera en que se puede satisfacer esa necesidad? 
 
 
 

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