domingo, 30 de noviembre de 2014

Como Ser Dirigido Por el Espíritu Santo - Parte 8

La Voz Interior


El Espíritu Santo también nos guía por medio de lo que es conocido como la voz interior. Cuando el Espíritu Santo habla en nuestro interior, esto será con un poco más de autoridad que el testigo interior. Cuando la voz del Espíritu Santo habla, esta es aún una voz interior, pero es tan real, que casi podemos voltearnos para mirar para ver quien nos habló. 

El nos habla con lo que parece ser una voz audible, aunque puede no ser audible para nadie alrededor nuestro; en realidad, no la escuchamos con el oído físico.

En el Antiguo Testamento leemos del joven Samuel, que tenía tan solo 12 años de edad, y escuchó una voz hablándole en la noche. "Samuel", llamó la voz; él pensó que era Elí quien le estaba llamando, de modo que se levantó y fue a la habitación de Elí para preguntarle que quería. Elí le dijo que él no estaba llamándolo. Samuel regresó a la cama, en seguida, pero escuchó otra vez - "Samuel". El se levantó y fue de nuevo donde Elí; estaba seguro que Elí estaba llamándole, entonces, Elí entendió que Dios estaba hablándole a Samuel y le dijo que respondiera a la voz la próxima vez que la oyera. Cuando lo hizo, el Señor comenzó a hablarle.

Esa no fue una voz audible; le pareció audible a Samuel, pero no lo era. Si lo hubiera sido, Elí también la habría escuchado, pues no se encontraba lejos de Samuel. Era Dios quien estaba llamando a Samuel (1 Samuel 3).

A veces, hay una similitud entre el testigo interior y la voz interior. Algunas veces el testigo es más claro, y algunas veces menos claro. El testigo, es simplemente una señal de alto o de siga adelante; a veces, es como un detector sonoro interno para obtener nuestra atención.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Como Ser Dirigido Por El Espíritu Santo - 7

El Testigo Interior


Si entrenáramos nuestros espíritus, sabríamos con exactitud en el interior qué hacer en cada área de la vida con un "si" o con un "no"; aún en cosas secundarias. 

Prácticamente, pasamos toda nuestra vida en el reino mental y físico; muchas veces, hemos desarrollado nuestra cabeza a costa de nuestro corazón, el conocimiento intelectual ha tomado el trono en nuestra vida. Y nuestro espíritu, que debe guiarnos, es mantenido en prisión bajo llave, y no le permitimos funcionar.

Este testigo interior busca dirigir nuestra mente. Todos sabemos que hay muchísimas que nunca habríamos hecho si hubiéramos escuchado ese testigo interior.

No habríamos invertido y perdido dinero en ciertas empresas arriesgadas; no habríamos escogido a ciertas personas como compañeros. (No solo me estoy refiriendo a la pareja en el matrimonio, sino también a cierta gente con la que nos involucramos). Si hubiéramos escuchado nuestro testigo interior, nunca habríamos hecho negocios con ciertas personas.

Para definir este testigo interior en pocas palabras, a medida que oramos acerca de algo y pensamos que hacer, si hay una alto en nuestro espíritu; un "algo en nuestro interior" que le dice que no haga algo, ese es el testigo interior. Sin embargo, algunas veces tenemos que esperar un rato para tener la quietud suficiente para reconocerlo.

¿Cómo podemos distinguir si es mi espíritu o el Espíritu Santo el que me está diciendo que haga algo?

Como vimos anteriormente. en Proverbios 20:27 dice: "Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre". Dios dijo que El iba a usar nuestro espíritu.

Debemos ser capaces de distinguir si es la carne; el hombre exterior, la que quiere hacer algo, o si es el hombre interior, nuestro espíritu.

Si es el hombre interior estamos en la dirección correcta porque el hombre interior es renacido y es una nueva criatura. 'Las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas' (2 Corintios 5:17). El hombre interior tiene la naturaleza y la vida de Dios en él; si somos llenos del Espíritu, el hombre interior tiene al Espíritu Santo morando dentro. El hombre interior del cristiano no es el que quiere obrar mal; sino el hombre exterior.

Juan en su epístola habla acerca de la simiente de Dios permaneciendo en este hombre interior, el cual no puede pecar. "Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios" (1 Juan 3:9). Este hombre interior tiene la naturaleza y vida de Dios en él, pues es nacido de Dios.

Físicamente, nosotros nacimos de nuestros padres humanos y participamos de su naturaleza. La gente suele decir: "él es como su padre", o "ella se parece a su madre".

Espiritualmente, somos nacidos de Dios y participamos de Su naturaleza.

"Por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina..." (2 Pedro 1:4). Pedro también dijo que somos nacidos de la Palabra de Dios; "Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre" (1 Pedro 1:23).

Somos nacidos de la Palabra de Dios; por eso, a medida que nos alimentamos de la Palabra de Dios, somos participantes de la naturaleza divina. Sabemos que el obrar mal no es la naturaleza de Dios; por lo tanto, si una persona es realmente un cristiano, el deseo de obrar mal no está en su espíritu.

Mirando una ilustración bíblica de este testigo interior, leemos en Hechos 27 la historia de Pablo a bordo de una nave con rumbo a Roma. "Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba, diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas" (versos 9 y 10).

Pablo no dijo: "El Señor me dijo"; tampoco dice que el Espíritu de Dios se lo dijo. Pablo dijo: "Veo"; ¿Quién es el verdadero "Yo"?, el hombre espiritual, el hombre en el interior. Pablo no lo vio mentalmente, tampoco lo vio físicamente, sino tuvo testimonio en su espíritu.

Hace unos años, tenía que hacer un viaje largo en autobús y sentía cierta intranquilidad de ir, así que decidí suspender el viaje para una fecha posterior, llamé a mi amigo que era administrador de la agencia y le dije que le diga al conductor que tuviese cuidado pues algo podía pasar, y efectivamente paso algo, hubo un accidente pero como estaban advertidos no le paso nada a nadie. Tal como pasó con Pablo, pude hacer algo al respecto.

Notemos que Pablo simplemente dijo lo que había percibido. En Hechos 27:20,21 leemos: "Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos. Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído..." Esta fue una declaración osada.

Observemos que Pablo dijo: "Debieron haberme escuchado". El no dijo: "debieron haber escuchado al Señor"; él no había dicho: "El Señor me dijo", sino: "Veo".

"Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida. Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave... Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho" (versos 21, 22 y 25).

Pablo percibió el peligro, y si ellos lo hubieran escuchado, podrían haber evitado el naufragio, pero no lo hicieron; por lo cual perdieron toda la mercancía y la nave. A pesar de eso, Pablo les aseguró que no se perdería ninguna vida: "porque yo confío en Dios...", y la vida de cada persona fue salvada..

Una declaración en Hechos 13 nos ayudará más en cuanto al recibir dirección de Dios. "Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros... Ministrando estos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo..." (Hechos 13:1,2).

Notemos bajo qué condiciones habló el Espíritu Santo: "Ministrando estos al Señor, y ayunando". No sé de muchos servicios como ese hoy en día. Por lo general, el predicador ministra a la gente, no al Señor. La mayoría de nuestros servicios en la iglesia se basan en ese principio; estamos ministrándonos el uno al otro. Pero ellos ministraban al Señor; en esa clase de atmósfera fue que habló el Espíritu Santo. Sería bueno que hoy en día tuviéramos algunos servicios en los que ministráramos al Señor.

martes, 18 de noviembre de 2014

Como Ser Dirigido Por El Espíritu Santo - 6

Esperando en El Señor


Sin embargo, algunas veces, las personas no quieren tomar su responsabilidad. Es más fácil deshacerse de ella y decirle al Señor: "Si quieres que haga eso, entonces, abre la puerta. Si no, entonces, ciérrala". Es más fácil hacer esto que esperar en el Señor hasta que usted sepa la respuesta en su interior; y algunas veces, esto requiere de tiempo para escuchar al testigo interior.

Estamos tan ocupados física y mentalmente que las cosas espirituales llegan a sernos inciertas. Es más fácil calmar nuestro cuerpo que nuestra mente. ¡Podemos hacer tanto ruido con la mente como con las manos y pies! Algunas veces, cuando tratamos de dormir, el cuerpo esté relajado, la mente sigue inquieta, aún está revuelta con las actividades, ideas, y planes del día, o preocupaciones y ansiedades con relación al futuro.

Esta es un área en que el orar en lenguas es de gran ventaja. "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto" (1Corintios 14:14).

¿Alguna vez, su mente ha vagado hacia otras cosas mientras usted ora? A veces, solía llevarme una hora para acallar mi mente; pero ahora, he descubierto que orar en otras lenguas es la mejor manera. Cuando oramos en otras lenguas, nuestra mente se calma, una vez que está en silencio, nos hacemos más consciente de nuestro espíritu y de las cosas espirituales.

Al orar en otras lenguas y adorar a Dios, nuestro espíritu está en contacto directo con Dios, quien es Espíritu y Padre de los espíritus. Nuestro lenguaje de oración no viene de la cabeza sino del corazón, ya que nuestra mente está inactiva.

domingo, 16 de noviembre de 2014

Como Ser Dirigido Por El Espíritu Santo - 5

Probando al Señor


Para recibir dirección, algunas personas utilizan lo que denominan: ponerle un "vellón" o “prueba” al Señor. Dicen: “Si pasa esta cosa es que el Señor quiere que haga esto.” Otros dicen: “Si abro la Biblia y me sale tal cosa entonces esa será la voluntad de Dios.” 

Me acuerdo de cierto grupo donde asistía que una hermana tenía el ministerio de “partidora de Biblia”; es decir, el que venía buscando dirección del Señor, venía a la hermana, oraban y ella abría la Biblia. Una vez un joven vino a consultar si debía ser novio de una hermana oraron partieron la Biblia y salio que si, oraron de nuevo para buscar la “confirmación” y salio que no. Que pasó, ¿el Señor se equivocó la primera vez? ¡No!, esa no es la manera bíblica de buscar la voluntad de Dios.

Yo lo he hecho todas estas cosas; he probado al Señor, he seguído la prueba ¡y he salído probado! Quedé curado.

El Nuevo Testamento no dice: "Porque todos los que son guiados por pruebas, estos son hijos de Dios". 

Por supuesto, Gedeón puso un vellón (una prueba); pero nosotros no estamos viviendo en el día que él vivió, no estamos viviendo bajo el pacto que él vivió. Nosotros tenemos un Nuevo Pacto, establecido sobre mejores promesas.

Él no tenía el Espíritu Santo en su interior, nosotros si.

En ninguna parte del Nuevo Testamento dice que Pedro, Pablo o alguno de los Apóstoles jamás le hayan dicho a la gente que le pusieran vellones al Señor. En realidad, esta práctica es muy peligrosa, porque estamos poniendo el vellón en el mundo de los sentidos, cuyo dios es Satanás (2 Corintios 4:4).

Cada vez que ponemos un “vellón” o “prueba” al Señor, Satanás va ha escucharte y te va a dar todo lo que tu pides para que no sigas la dirección correcta del Señor.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Como ser Dirigido por el Espíritu Santo - 4

Andando por los sentidos



Notemos lo que Pablo dijo en Romanos 8:16: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios". Muchas veces la gente piensa que este testimonio del que él está hablando es algo físico; no lo es. La Biblia no dice que el Espíritu da testimonio a nuestro cuerpo.

Los sentidos son la voz del cuerpo. La razón es la voz del alma o mente. La conciencia es la voz del espíritu.

Si andamos por nuestros sentidos, ¡estaremos en problemas! Mucha gente dice cuando ora: "Sentí que el Señor me escuchó". No interesa si sentiste o no; si la Palabra de Dios lo declara, es verdad; si Dios dice que escuchó y contestó tu oración, Él lo hizo.

Debemos basar nuestra fe en la Palabra; no en nuestros sentidos. Este verso no dice que el Espíritu da testimonio a nuestros cuerpos o a nuestros sentidos; dice: "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu". La Palabra y el Espíritu concuerdan; El Espíritu tomará esa Palabra y le dará testimonio a su corazón.

Jesús dijo: "Pero cuando venga el Espíritu de verdad... tomará de lo mío, y os lo hará saber" (Juan 16:13,14). El le dijo a sus discípulos: "El os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Juan 14:26). El también dijo: "Os hará saber las cosas que habrán de venir" (Juan 16:13); El Espíritu Santo te dirige dándole testimonio a tu espíritu. Romanos 8:14 dice: "Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios".

No nos corresponde decirle al Señor como debe guiarnos. En Hechos de los Apóstoles y en otros lugares en la Biblia vemos cómo, algunas veces, algunos recibieron guía por medio de una visión. Otros recibieron guía de un ángel que se apareció y les dijo ciertas cosas.

Muchas veces buscamos guía de esa forma, en vez de escuchar lo que la Biblia dice; con todo, esos fenómenos tampoco sucedieron cada día en las vidas de estas personas, ocurrieron una o dos veces en toda la vida de algunos de ellos.

Muchas veces, cuando Dios está tratando de dar testimonio a nuestros espíritus - tratando de guiarnos - no escuchamos porque queremos algo dramático; como una visión o un ángel.
 

lunes, 10 de noviembre de 2014

Como ser Dirigido por el Espíritu Santo - 3

A Través del Hombre Interior


El hombre interior, nuestro espíritu, tiene una voz, que llamamos conciencia, intuición, guía interior, o testigo interior. Esta voz se hará más clara, a medida que el creyente renacido ejercite y desarrolle su espíritu; convirtiéndose en una guía más y más segura.

Algo que nos detiene es que seamos más conscientes del mundo físico (conscientes del cuerpo) y más conscientes del mundo mental (conscientes del alma). Hemos desarrollado el cuerpo y el alma; pero, hemos dejado de lado nuestro espíritu.

Nuestro espíritu puede educarse, tal como nuestra mente. Puede ser desarrollado en fortaleza y entrenado tal como nuestro cuerpo.

Claro que una persona no renacida, no podrá seguir la voz de su espíritu porque no esta regenerado; su conciencia le permitirá hacer lo que quiera. Pero, al tener la naturaleza y la vida de Dios en nosotros, nuestra conciencia no nos permitirá hacer lo que queramos.

Si eres un cristiano renacido, el Espíritu Santo está viviendo y morando en tu espíritu. El no se comunica directamente con tu mente porque no está en tu mente; está en tu espíritu, El se comunica contigo por medio de tu espíritu.

Jesús dijo: "Y vendremos a él, y haremos morada con él" (Juan 14:23). Pablo dijo: "¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" (1 Corintios 3:16); escribiendo a los corintios en la Segunda carta, él dijo de nuevo: "Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo" (2 Corintios 6:16). Si Dios está morando en nosotros, entonces, allí es donde El va a hablar con nosotros.

Tu espíritu, no el Espíritu Santo, es quien te condena si obras mal siendo cristiano. El Espíritu Santo no convence de sus pecados al creyente; Jesús dijo que Espíritu Santo convencería al mundo de pecado, y que ese pecado es el de rechazar a Jesús. Tu propio espíritu es el que es consciente desde el preciso momento en que obras mal.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Cómo ser Dirigido por el Espíritu Santo - 2

Renovando la Mente
El espíritu de un hombre; lo más profundo del ser humano, el verdadero hombre, recibe la vida eterna y es la parte del hombre que nace de nuevo. Pero, debe que tratar con su mente, intelecto y sus emociones, las cuales componen el alma; estas no nacen de nuevo; necesitan ser renovados.

Pablo habla acerca de la renovación de la mente en Romanos 12:2; veamos este verso en varias versiones:

Biblia al Día
No os amoldéis al mundo actual, sino sed transformados mediante la renovación de vuestra mente.

Biblia en Lenguaje Sencillo
Y no vivan ya como vive todo el mundo. Al contrario, cambien de manera de ser y de pensar.

Castillian
No os amoldéis a los usos y costumbres propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada opere la transformación de vuestra personalidad.

Dios Habla Hoy
No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios.

Biblia de Jerusalén
Y no os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente.

Palabra de Dios Para Todos
No vivan según el modelo de este mundo. Mejor dejen que Dios cambie su vida con una nueva manera de pensar.

Esta renovación de la mente es un proceso en el cual nosotros dejamos de vivir y amoldarnos a los criterios, usos y costumbres de este mundo en el cual vivimos. Es dejar de vivir según el modelo de este mundo cambiando nuestra manera de ser y pensar; es transformarnos por medio de la renovación de nuestra mente.

Santiago también nos da luz acerca de esto:

Santiago 1:21 (Castillian)
Así pues, desechad cuanto en vuestra vida pueda haber de corrupción y abundancia de maldad, y recibid humildemente el mensaje plantado en vosotros, que es poderoso para traer la salvación a vuestras almas.

Santiago 1:21 (EUNSA)
Por eso, apartad toda inmundicia y todo resto de maldad, y recibid con mansedumbre la palabra sembrada en vosotros, capaz de salvar vuestras almas.

Santiago les estaba escribiendo a cristianos; sin embargo aquí les dice que ellos deben salvar sus almas recibiendo la Palabra que había sido sembrada en ellos.

Jesús dijo en Juan 3:3: "Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es". Nuestro espíritu es el que nace nuevo; nuestra alma puede ser renovada, o restaurada por la Palabra de Dios.

Podemos decir lo siguiente:

Con nuestro espíritu tenemos contacto con el mundo espiritual; con nuestra alma tenemos contacto con el mundo mental; y con nuestro cuerpo tenemos contacto con el mundo físico.

Algunas personas dicen que debemos "morir al yo". Pero ellos están muy mal informados; el verdadero yo es nuestro espíritu, que ha sido renacido por Dios. Lo que debemos hacer es algo con nuestro cuerpo; es decir, crucificar la carne. Esto no lo hará Dios por ti; a ti te corresponde hacerlo.

Veamos lo que Pablo dijo en Romanos 12:1:

Nueva Versión Internacional
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.

Biblia de Jerusalén
Os exhorto, pues, hermanos, por la misericordia de Dios, que ofrezcáis vuestros cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro culto espiritual.

Dios Habla Hoy
Por tanto, hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que deben ofrecer.

Aquí Pablo no dice que muramos al yo o a la carne; simplemente dice que debemos hacer algo con nuestro cuerpo.

En Romanos 6:13 dice: "Ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad...."

Después de nacer de nuevo, nuestro cuerpo va a querer seguir haciendo las mismas cosas de siempre; pero, no debemos dejarlo. Nuestro verdadero yo, el hombre que vive dentro de nosotros, el hombre interior, se ha convertido en un nuevo hombre en Cristo, por eso, dejemos que este hombre interior domine al hombre exterior.

La razón por la cual muchas personas tienen un concepto erróneo del alma y del espíritu, es porque no entienden completamente el nuevo nacimiento. No solo hemos sido perdonados; nos hemos convertido en nuevos hombres, en nuevas criaturas en Cristo.

Este hombre interior, el hombre espiritual con el que Dios trata, se ha convertido en un nuevo hombre. Ahora, las cosas viejas que estaban en el viejo hombre, han pasado; antes estaban la naturaleza del diablo, la muerte espiritual, el odio y la mentira; pero ahora están la naturaleza de Dios, Dios mismo viviendo en nosotros.

Por ese motivo debemos dejar que es nuevo hombre tenga el control. Debemos oír lo que nos diga este nuevo hombre porque Dios nos guiará a través de él.

Recuerda:

La lámpara de Jehová es el espíritu del hombre

jueves, 6 de noviembre de 2014

Como Ser Dirigidos por el Espíritu Santo - 1

El Hombre Interior - el Verdadero Tu

Lámpara de Jehová es el espíritu del hombre, La cual escudriña lo más profundo del corazón.
- Proverbios 20:27

Dios nos ilumina y dirige a través de nuestros espíritus.

Sin embargo, muchas veces buscamos dirección por otros medios y no usando la manera de Dios. Juzgamos las cosas por nuestros sentidos físicos o desde el punto de vista mental. Pero esa no es la manera de Dios, Él dijo que nos guiaría por nuestros sentidos.

El hombre es un ser espiritual, que tiene un alma, y vive en un cuerpo físico. Además, es un ser espiritual, porque ha sido hecho a la semejanza de Dios; y Jesús dijo que Dios es espíritu.
Génesis 1:26 (La Biblia de las Américas)
Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…

Juan 4:24 (Palabra de Dios para Todos)
Dios es Espíritu, y los que le adoran deben adorarlo espiritual y verdaderamente.
Cuando el cuerpo está muerto enterrado, el hombre sigue viviendo. Pablo, dijo al hablar de la muerte física: "Es muy difícil escoger entre vivir o morir. Quisiera dejar esta vida y estar con Cristo, pues eso sería mucho mejor." (Filipenses 1:23 – Palabra de Dios para Todos); luego, continuando con la idea y para confirmar que estaba hablando de la muerte física, dijo: " Es muy difícil escoger entre vivir o morir. Quisiera dejar esta vida y estar con Cristo, pues eso sería mucho mejor." (v. 24 – Nueva Versión Internacional); él estaba diciendo: "Cuando deje esta vida voy a estar con el Señor".

Hay un hombre exterior y un hombre interior. El hombre exterior no es el verdadero usted; el hombre exterior es tan solo la "casa" (cuerpo) donde usted vivimos. El HOMBRE INTERIOR es el VERDADERO YO.

Para entender la forma que Dios nos guía a través de nuestro espíritu debemos entender que es un espíritu. Veamos lo que dice 1 Pedro 3:4 en varias versiones para poder entenderlo mejor
Biblia al Día
Que vuestra belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo ÍNTIMO DEL CORAZÓN y consiste en UN ESPÍRITU suave y apacible. Ésta sí que tiene mucho valor delante de Dios.

La Biblia de las Américas
Sino que sea EL YO INTERNO, con el adorno incorruptible de UN ESPÍRITU tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.

Palabra de Dios para Todos
Su belleza debe venir del CORAZÓN, del INTERIOR DE SU SER, porque la belleza que no se echa a perder es la de un ESPÍRITU suave y tranquilo, valioso ante los ojos de Dios.

Reina Valera Actualizada
Sino que sea LA PERSONA INTERIOR DEL CORAZÓN, en lo incorruptible de UN ESPÍRITU tierno y tranquilo. Esto es de gran valor delante de Dios.
Este hombre interior, que es llamado por Pedro: la persona interna del corazón, el yo interno, el corazón que está en el interior de su ser o lo intimo del corazón es el espíritu humano, o el verdadero hombre.
2 Corintios 5:17 (Castillian)
Cuando alguien se convierte a Cristo, se transforma en una nueva criatura. Su existencia anterior queda atrás, y él comienza a vivir una nueva vida, a ser parte de una nueva creación.

2 Corintios 5:17 (Palabra de Dios para Todos)
Si alguien está unido a Cristo, se convierte en un ser nuevo que ha dejado lo viejo atrás ¡y está totalmente renovado!
Cuando nacemos de nuevo, no recibimos un cuerpo nuevo; sino tu verdadero yo se convierte en un nuevo hombre en Cristo.
1 Tesalonicenses 5:23
Que Él, Dios de la paz, os santifique plenamente, y que vuestro ser entero -espíritu, alma y cuerpo- se mantenga sin mancha hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo.
En este pasaje Pablo comienza con lo interno y termina con lo externo, comienza con el hombre interior y termina con el hombre exterior. Por lo general, la gente cita equivocadamente este verso y coloca al cuerpo primero, en vez del espíritu; son más conscientes del cuerpo que del espíritu. Necesitamos invertir el orden y hacernos más conscientes del espíritu.

Mientras no nos hagamos conscientes del espíritu, no podremos entender lo que Dios le dice a nuestros espíritus; las cosas espirituales serán inciertas. Pero, mientras nos hagamos más conscientes del espíritu, será más real para nosotros la dirección del Señor.

Necesitamos pensar de nosotros como seres espirituales, que poseemos almas y vivimos en cuerpos.

¿Cuál es la diferencia entre el espíritu y el alma del hombre?

Muchas veces, los creyentes intercambian los términos, dando la impresión de que el espíritu y el alma son lo mismo; pero, no lo son. Pablo declara en Hebreos 4:12:"Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el ALMA Y EL ESPIRITU...".

Pablo dijo en 1 Corintios 14:14: "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto". La versión Palabra de Dios para Todos lo traduce así: “Pues si yo oro en lenguas, mi espíritu ora pero mi mente no entiende nada.” El entendimiento o la mente es parte del alma. El esta diciendo: “Cuando oro en lenguas es mí espíritu el que ora no mi alma.”

Concluimos entonces que el espíritu y el alma son dos partes diferentes del hombre.