Clase 8
El Nombre de Jesús y
la Sanidad Divina
Y todo lo que pidiereis al
Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo
pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
- Juan 14:13-14
Sigamos ampliando las cosas
que vimos en el capítulo anterior para poder entender la relación entre el
nombre de Jesús y la sanidad.
En Juan 14:13-14 dice que
debemos pedir en el nombre de Jesús. ¿A quien debemos pedirle?
Una traducción literal de
este pasaje sería: “Yo haré todo lo que
pidas en mi nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pides
algo en mi nombre lo haré.”
La frase “al Padre,” no se encuentra en el griego. Fue aumentada por los
traductores Reina y Valera para contrastar ese pasaje con Juan 16:23-24. Las
traducciones modernas de la Biblia han corregido esto.
Juan 14:13
(Biblia en Lenguaje Sencillo)
Yo haré todo lo que ustedes me pidan. De ese modo haré que
la gente vea, a través de mí, el poder que tiene Dios el Padre.
Juan 14:13 (La Biblia de las Américas)
Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el
Padre sea glorificado en el Hijo.
Juan 14:13 (Nueva Biblia de los Hispanos)
Y todo lo que pidan en Mi nombre, lo haré, para que el Padre
sea glorificado en el Hijo.
Juan 14:13 (Nueva Versión Internacional)
Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré;
así será glorificado el Padre en el Hijo.
Aden{as
las Biblias en Inglés no utilizan la frase “pedir
al Padre”.
Al colocar esa frase se
pierde lo que Dios quiere decirnos. Además, como hemos visto, la palabra que se
usa para “pedir,” es una palabra que
denota la acción de exigir o demandar.
Podemos escribir este pasaje
de este modo: “Todo lo que demandes, o
exijas, en mi nombre, yo lo haré.”
Para los discípulos esto
quedo bien claro; pues en Hechos 3:1-16 podemos ver como usaron el Nombre de Jesús:
“Pedro y Juan subían juntos al templo a
la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento, a
quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa, para que
pidiese limosna de los que entran en el templo. Este cuando vio a Pedro y a
Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro,
con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. Entonces él les estuvo
atento, esperando recibir de ellos algo. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro,
pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y
anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron
los pies y los tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entro con ellos
en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio
andar y alabar a Dios. Y le reconocían que era el que se sentaba a pedir
limosna a la puerta del templo, la Hermosa; y se llenaron de asombro y espanto
por lo que le había sucedido. Y teniendo asidos a Pedro y a Juan el cojo que
había sido sanado, todo el pueblo, atónito, concurrió a ellos al pórtico de
Salomón. Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué
os maravilláis de esto? ¿O por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por
nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a este? El Dios de Abraham, de
Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su Hijo Jesús, a
quien vosotros entregasteis y negasteis delante de Pilato, cuando este había
resuelto ponerle en libertad. Mas vosotros negasteis al Santo y al Justo, y
pedisteis que se os diese un homicida, y matasteis al autor de la vida, a quien
Dios ha resucitado de los muertos, de lo cual nosotros somos testigos. Y por la
fe en su nombre, a este, que vosotros veis y conocéis, le ha confirmado su
nombre; y la fe que es por él ha dado a este completa sanidad en presencia de
todos vosotros.”
En este pasaje vemos que el uso
del nombre de Jesús fue lo que trajo sanidad a este hombre. Pedro no usó una
oración para que este hombre sane. El demandó la sanidad de este hombre en el
nombre de Jesús.
Nosotros también debemos usar
el nombre de Jesús en contra de la enfermedad y el diablo.
No es a Dios a quien le
demandemos que nos sane; en primer lugar, no fue El quien nos enfermó. Tampoco
fue él quien te robó la salud; fue el diablo, él es el verdadero autor de la enfermedad.
Hay sanidad en el nombre de Jesús,
solamente debes de usarlo y traerá sanidad a tu vida.
Cuando el diablo traiga
enfermedad a tu vida, dile así: “Satanás,
en el Nombre de Jesús, deja mi cuerpo ahora. Enfermedad, yo te ordeno salir de
mi cuerpo en el nombre de Jesús.”
Tú tienes la autoridad, úsala
ahora y recibe tu sanidad.
Otro aspecto del nombre de Jesús
y la sanidad es cuando oramos al Padre en el Nombre de Jesús para recibirla.
En Juan 16:23-24 dice: “En aquel día no me preguntareis nada. De
cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os
lo dará. Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid y recibiréis, para
que vuestro gozo sea cumplido”.
Este método es diferente al
anterior; mientras que en Juan 14:13-14 dice que usemos el nombre de Jesús en
contra de la enfermedad; aquí nos dice que oremos al Padre en el Nombre de Jesús.
Esta es la oración del Nuevo
Pacto. Cuando Jesús dijo: “En aquel día,”
el se refería a un día que todavía no estaban viviendo. El día en que los
apóstoles pasarían del Antiguo al Nuevo Pacto.
Cuando Jesús hizo esta
declaración, ellos estaban todavía en el Antiguo Pacto, pues Jesús aun no había
muerto, resucitado y ascendido al Cielo.
Sin embargo, estaba por
llegar el día en que se iba a empezar el nuevo pacto, donde la gente podría
orar al Padre en el Nombre de Jesús.
¿Cuál seria el resultado de
ese beneficio que Jesús les estaba anunciando que pronto tendrían?
Todo cuanto pidiereis al
Padre en mi nombre, os lo dará.
De ahí vemos que la oración
de la iglesia es orar al Padre en el Nombre de Jesús. No hay ningún otro nombre
en el cual debemos orar.
Si el creyente quiere recibir
algo de Dios en oración, debe ser hecho en el nombre de Jesús, y todo lo que
pida lo recibirá. Y la sanidad está incluida en la oración.
Nuestra oración siempre es al
Padre; no le pedimos a Jesús, ni al Espíritu Santo, ni a ningún ángel o
persona, le pedimos a Dios. Esa es la forma bíblica.
Además en Juan 16:24 dice: “Hasta ahora nada habéis pedido en mi
nombre; pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.”
¿Hay alguna persona que esté
feliz de ser enferma? ¿Nuestro gozo se cumple cuando tenemos dolor?
Muchas veces he orado por
gente con dolor, la tristeza y sufrimiento se reflejaba en su rostro, pero al
recibir su sanidad en el nombre de Jesús, tu veías como cambiaba su rostro,
podías ver el gozo y la felicidad en su rostro.
Tu gozo se cumplirá cuando tu
le pidas al Padre que te que recibas la sanidad que proveyó para ti en su plan
de redención en el nombre de Jesús, El responderá y la enfermedad se ira de tu
cuerpo.
Hace unas semanas estaba
compartiendo en una iglesia acerca el nombre de Jesús y la oración, al final
los hice practicar lo que habíamos enseñado, llamé a los enfermos y les dije
que haríamos una oración en el nombre de Jesús para recibir su sanidad.
Les dije que oren de esta
manera: “Padre te pido recibir la sanidad
que Cristo proveyó para mi en la cruz, creo que mi cuerpo es sanado en el
Nombre de Jesús.”
Solo una sencilla oración al
Padre en el Nombre de Jesús y todos fueron sanados
Pídele ahora al Padre recibir
tu sanidad en el nombre de Jesús, y la tendrás.
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