TRES CARACTERÍSTICAS DE UN SIERVO DE DIOS
Si quieres ser un siervo de Dios, debes tener estas cosas en tu vida y desarrollarlas de día en día.
1. DEBES VESTIRTE DE LA SALVACION
Isaías 61:10
10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas.
Los ministros deben de vestirse de la salvación.
Esto nos habla de dos cosas. En primer lugar debes de conocer a Dios. Es decir confesar a Jesús como tu Señor de acuerdo a Romanos 10:9–10.
Romanos 10:9-10
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
En segundo lugar debes de entender la salvación y los beneficios que hay en ella. Como dice en Efesioa 6:17: “Tomad el yelmo de la salvación.”
La palabra SALVACION viene de la palabra griega SOTERIA, que significa redención, justificación, sanidad, liberación, protección, seguridad y varios significados más. Esta palabra encierra todo lo que Jesús hizo por nosotros.
Para poder ayudar a otros, tienes que saber como hacerlo. No puedes guiar a otro a la salvación si no eres salvo. No puedes ayudar a alguien para que reciba algo de Dios si no sabes que Dios lo ofrece.
Para conocer la salvación debes de conocer el evangelio, porque el evangelio es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree (Romanos 1:16).
Romanos 1:16
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego
2. DEBES CAMINAR EN LA PALABRA DE DIOS
Salmo 1:1 – 3
1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
Dios llama bienaventurada a la persona que camina en Su Palabra.
2 Timoteo 3:16-17
16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
En este pasaje vemos que si caminamos en la Palabra estaremos preparados para toda buena obra, es decir, para ministrar a otros.
2 Timoteo 2:15
15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
Un buen ministro estudia la palabra de Dios para dársela a otros.
3. DEBES CAMINAR EN SANTIDAD
1 Pedro 1:13 – 16
13 Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado;
14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Debemos caminar en santidad. La santidad es no caminar como camina el mundo, sino caminar de acuerdo a la Palabra de Dios.
En Isaías 52:11 dice que no toquemos lo inmundo. Es decir, que caminemos limpiamente.
Isaías 52:11
11 Apartaos, apartaos, salid de ahí, no toquéis cosa inmunda; salid de en medio de ella; purificaos los que lleváis los utensilios de Jehová.
Hay tres cosas de las que todo ministro debe de cuidarse: del oro de Dios, de la gloria de Dios y del sexo opuesto. Si no tenemos cuidado en estas cosas podemos perder el ministerio.
Todo siervo de Dios tiene estas características en su vida; desarróllala y tendrás un ministerio exitoso.
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