¿Está en línea con la Palabra?
En otras ocasiones, la voz interior nos habla. Cuando recibimos dirección a través de esta voz interior, siempre será conforme a la Palabra; cuando el Espíritu de Dios se mueve, siempre se mueve en acuerdo con la Palabra, si no está en acuerdo con la Palabra, no es el Espíritu de Dios. La Biblia es inspirada por el Espíritu, y será de acuerdo con la Palabra, si es que está hablándole el Espíritu.
Recuerde que la Biblia dice que hay muchas voces en este mundo. Conozco gente que dice haber oído algún tipo de voz; sé si están en lo correcto o no en el mismo instante que comienzan a decirme lo que han oído. Conozco la Palabra, por consiguiente sé si está en acuerdo con la Palabra o no.
Una vez una hermana que había sido una cristiana maravillosa y una gran bendición para la iglesia. Claro, el diablo puede robar a la gente, si logra extraviarlos, en cuanto a su influencia cristiana y testimonio, y hacer de ellos una maldición en vez de una bendición.
Esa mujer le dijo a un ministro acerca de una revelación que el Señor le había dado. El ministro le respondió: "No puedo aceptar eso porque no está en acuerdo con la Palabra".
"Pero sé que el Señor me habló", le dijo ella; "Yo lo escuché". Entonces, habló de una visión que había visto.
El ministro le repitió: "Pero no es bíblico", y comenzó a citar escrituras que contradecían lo que ella estaba diciendo. Al final le pregunté: "¿Puede darme algún verso para respaldar tu revelación?"
Ella le dijo: "Bueno, no, no puedo".
El ministro le dijo que abriera su Biblia en cierto pasaje de la Escritura. Pues sabía que si leía ese capítulo contradeciría todo lo que ella estaba diciendo. Ella leyó los versos, cerró la Biblia y le dijo: "Esta bien, pero con Biblia o sin Biblia, sé que Dios me habló y me dio esta revelación; me voy a quedar con ella".
El ministro le dijo: "Dios no te habló; si lo hubiera hecho, te habría hablado en línea con la Palabra; y no tiene que asumir que es así porque yo lo diga, puedes leerlo en tu Biblia".
Ella persistió: "Con Biblia o sin Biblia, me voy a quedar con mi revelación".
"Muy bien", le contesto el ministro finalmente, "quédate con tu revelación, pero yo voy a quedarme con la de Dios".
Hay personas muy queridas que se han alejado por oír voces; hay muchas voces en el mundo. No debemos aceptar nada sin examinarlo a la luz de la Palabra.
Dios sí se comunica con nosotros por medio de nuestros espíritus, pero no se trata de escuchar voces; no se trata de orar para escuchar algo. Si El nos habla, bien; pero si no lo hace, tenemos su Palabra, y podemos caminar a la luz de ella.
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