martes, 13 de junio de 2017

Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 10

En este capítulo Kenyon nos enseña como es que Dios restauró nuestra justicia en Cristo.


Capítulo 8
LA JUSTICIA RESTAURADA
La conciencia universal del pecado es la madre de todas las religiones de la tierra.
El hombre ha tratado de librarse por sí mismo del sentido de culpa y pecado.
Este sentido se manifestó en el miedo de Adán al encontrar a Dios y su deseo de cubrir su desnudez.
La revelación de Dios y el desarrollo de esta revelación han tenido una finalidad; restaurar la justicia al hombre. 
El significado de la justicia en este sentido es la habilidad de permanecer en la presencia de Dios sin el sentido del pecado, la culpa o la inferioridad. Esto también incluye la relación legal de hijo, y la comunión con Dios Padre.
Cuando Adán pecó, inmediatamente perdió su comunión con Jehová y la capacidad de acercarse a Él.
Esta conciencia del pecado ha robado al hombre su fe y lo ha llenado de un sentimiento de indignidad que domina la conciencia humana hoy. 
Ahora el problema es éste: ¿Dios ha provisto una redención que llevará tal conciencia de pecado y permita al hombre venir a Su presencia y permanecer allí como hizo Jesús?
Si Dios pudo hacer esto, entonces la fe es restaurada, pues el gran enemigo de la fe es el sentirse indigno.
La teología ha fallado al interpretar el plan de la redención como una manera de quitar esta conciencia de pecado de las mentes de los que aceptan a Cristo. 
De hecho, muchos ministros que están clasificados entre los ortodoxos, continuamente predican el pecado en lugar de la justicia y mantienen a sus congregaciones bajo condenación más que guiarlos a la libertad donde la fe puede funcionar.
He llegado a ver que la base de la fe real es dejar al cristiano saber que la justicia le ha sido restaurada. 
En Job 33.26, está una profecía que es muy llamativa. Es una figura del Nuevo Nacimiento. 
Sólo puedo darle un versículo, "Orará a Dios, y éste le amará, y verá su faz con júbilo; y restaurará al hombre su justicia".
Hay tres hechos aquí.
El primero, el hombre ora y Dios escucha su oración.
Segundo, "verá su faz con júbilo" - comunión restaurada.
Tercero, "restaurará al hombre su justicia".
En estas tres afirmaciones tenemos el resultado de una redención completa.
En otro capítulo le mostraré los diferentes tipos de justicia que son concebidos al hombre a través de los tiempos, hasta que Dios en Cristo nos restauró perfectamente, Dios nos dio la justicia.
El libro de Romanos es una historia de cómo Dios nos ha restaurado la justicia a nosotros en los fundamentos de la fe en Jesucristo. Es el gran drama de la humanidad.
En Romanos 1.16-17, Pablo declara, "Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”
Esta justicia que es revelada es la justicia que el creyente recibe en Cristo.
En los primeros tres capítulos, hasta el décimo octavo versículo del tercer capítulo, Dios muestra cómo ambos, el judío y el gentil, han fallado completamente en alcanzar una justicia que les daría una posición ante Dios.
Concluye el argumento en Romanos 3.9-18 con catorce acusaciones en la gran acusación contra el hombre. 
En la primera acusación dice: "No hay justo, ni aun uno".
Ningún hombre tiene una posición delante de Dios fuera de Cristo.
Estas catorce acusaciones son contra el hombre no regenerado, no contra el cristiano.
En los versículos 19 y 20 hace un resumen del caso. Él muestra que el gentil sin ley falló y que el judío bajo la ley ha fallado en alcanzar la fe ante Dios.
Entonces en Romanos 3.21-26, tenemos una afirmación de Dios de cómo esta justicia fue restaurada al hombre bajo fundamentos legales. 
"Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas". Otra traducción dice, "Una justicia vino a la luz".
¿Viste la expresión "aparte de la Ley?".
Independientemente de la ley, la justicia de Dios ha sido manifiesta, siendo testimoniada por la ley y confirmada por los profetas.
"La justicia (no "UNA" Justicia, sino la justicia) de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia".
Romanos 3.26 dice: "Con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.” 
Dios no tiene temor de convertirse en la justicia del hombre que tiene fe en Jesús porque Él planeó esta redención.
Es fe en su propio Hijo y en lo que el Hijo hizo por el hombre.
Dios no tiene vergüenza de convertirse en la Justicia de la Nueva Creación.
Si hay algo que debemos liberarnos y levantarnos el sobre ese viejo maestro, "la conciencia del pecado", este es un hecho. 
En 1 Corintios 1.30, Jesús es declarado nuestra Justicia.
"Mas por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención".
Aquí Dios declara que es nuestra justicia.
Y en 2 Corintios 5.21, por el nuevo nacimiento Él nos hace Su justicia en Cristo.
Ningún hombre que recibió la vida eterna y dio a su espíritu una oportunidad de desarrollarlo por alimentarse de la Palabra puede desafiar su posición con el Padre.
Nunca más te atrevas a encogerte ante la enseñanza el pecado del moderno púlpito y mirarte a tí mismo como un fracasado y esclavo del pecado.
Él es un señor. Él tiene tanto derecho ante el trono de la gracia como Jesús tiene. Él tiene tanto derecho de la presencia del Padre como el Padre tiene derecho a sentarse en su propio trono.
¿Por qué? Porque el Padre planeó e hizo la redención a través de Su Hijo y puso su sello sobre esta obra redentora haciendo al creyente en Jesucristo Justicia con su propia Justicia.

Traducido del libro "Dos Clases de Justicia" de E. W. Kenyon

Puedes leer los capítulos anteriores siguiendo estos enlaces:

Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 1
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 2
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 3
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 4
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 5
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 6
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 7
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 8
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 9

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