En esta lección veremos que somos la nueva criatura en Cristo, como lo viejo pasó y se nos impartió una nueva naturaleza en Cristo.
LA
NUEVA CREACIÓN
2 Corintios 5.17. Nosotros ya hemos
usado usamos este pasaje una vez, pero vayamos cuidadosamente una vez más ahí.
"De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto proviene de Dios,
quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo".
Observa primero: "De modo que si alguno está en Cristo".
La expresión "En Cristo" significa que cuando un hombre nace de nuevo, viene
a Cristo. Así como las ramas están en la vid, el creyente está unido a
Cristo.
Romanos 6.5 dice: "Porque si fuimos plantados juntamente con él
en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección".
Esta es nuestra unión con Cristo. Tal
unión significa que estamos en él.
Luego dice: "Si alguno está en Cristo, nueva criatura es".
No es un problema de pecados perdonados,
ni un problema de tener suficiente arrepentimiento; sino es un problema del verdadero
nuevo nacimiento.
El hombre natural está sin Dios, sin
esperanza, muerto espiritualmente, es un hijo del adversario, y por naturaleza
un hijo de la ira. Cuando acepta a Jesucristo como su Salvador, lo confiesa
como su Señor, en ese mismo momento es recreado por recibir la vida eterna, la
naturaleza de Dios.
En Juan 10.10 dice: "Yo he venido para que tengan vida, y para
que la tengan en abundancia".
Juan 5.24 declara que quien cree en él
pasa de la muerte a la vida y no va a juicio.
1Juan 5.12 dice: "El que tiene al Hijo tiene la vida".
Y 1 Juan 5.13 dice: "Estas cosas os
he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis
que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios".
Esto no es una esperanza de vida eterna.
Esto es el verdadero recibimiento de la vida eterna, la naturaleza de Dios.
Cuando recibes esta naturaleza pierdes
la vieja naturaleza de satanás.
No puedes tener dos naturalezas al mismo
tiempo, si pudieras pertenecer a dos familias al mismo tiempo, Dios sería tu
Padre, y Satanás sería tu padre. Cuando murieras tendrías que ir a ambos
lugares, el cielo y el infierno.
La parte del hombre que es recreada es tu
espíritu. Tu intelecto es renovado, tu cuerpo enfermo es curado.
Quiero que usted vea claramente que esta
Nueva Creación creada en Cristo Jesús, que se convirtió en participante de la
naturaleza divina, pasó del dominio de satanás al dominio de Jesucristo.
Jesús es el Señor de esta nueva
creación.
En Gálatas 6.15 dice: "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión
vale nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación".
Efesios 2.8-9 dice: "Porque por gracia sois salvos por medio de
la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie
se gloríe".
Todo lo que un hombre no salvo hace en
el arrepentimiento, en la renuncia de pecados, en la penitencia es obra de
hombre no regenerado. Esto no tiene mérito delante de Dios.
Dios trata al pecador como lo que es. No
importa cuán profundo sea el pecado que hizo, el nuevo nacimiento lo
enderezará.
Pensábamos que si el pecador pudiera
orar lo suficiente, podría arrepentirse hasta que Dios lo perdonara. Todo eso
es antibíblico.
Era cierto para un judío bajo la ley,
pero no para un pecador bajo la gracia.
El pecador está muerto. Todas las buenas
obras que hace son obras de pecado. Él es pecado. Dios no quiere tales obras.
Dios lo trata como lo que es; lleno de
pecado, rebelión, naturaleza satánica, y le concede Su naturaleza.
Su naturaleza quita esa suciedad, la
naturaleza sucia de satanás y lo hace una nueva creación. Todos los pecados de
la vieja creación se cancelan instantáneamente.
El siguiente paso en el drama es el
punto crucial de todo.
En 2 Corintios 5.21 dice: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo
hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él".
Todo lo que hicimos hasta aquí fue para
una finalidad: para que pudiéramos volvernos la justicia de Dios en Cristo.
¿Qué significa la justicia?
Es la capacidad de permanecer en la
presencia del Padre como si el pecado nunca hubiera existido, tan libres como
Adán antes de pecar.
En Juan 8.36 dice: "Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente (o realmente) libres".
En la Nueva Creación el Hijo nos hizo
libres.
Romanos 8.1 dice: "Ahora, pues, ninguna condenación hay para
los que están en Cristo Jesús".
Somos nuevas creaciones. Somos la justicia
de Dios en Cristo. Hemos llegado. Somos hijos de Dios.
La única justicia que la Iglesia conoció
fue la del tipo Calvinista que hace indigno al hombre justo.
Este nuevo tipo de justicia, que Pablo
describe es la justicia de hombre justo que Dios lo hizo bueno al impartir Su
naturaleza en él.
Cuando Él dijo que mi justo vivirá por
la fe, Él está describiendo una nueva creación que se hizo justa con su propia
naturaleza.
Esta no es una justicia legal, ni una
justicia imputada, sino una verdadera impartición de la misma naturaleza justa
de Dios.
Traducido del libro "Dos Clases de Justicia" de E. W. Kenyon
Quizás te interese leer las entradas de los capítulos anteriores:
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 1
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 2
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 3
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 4
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 5
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 6
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 7
Dos Clases de Justicia (E. W. Kenyon) - Parte 8
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