Clase 2
Pensando Como Dios Piensa
En Dios hay una clase de vida más alta
de la que vivimos, es la vida que Dios preparó para nosotros, pero para llegar
a alcanzarla debemos dejar nuestra clase de de vida baja, que está regida por
nuestra baja de forma de pensar, entonces cambiemos nuestra forma de pensar por
la forma alta de Dios.
Isaías 55:8-11
8
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
9
Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros
pensamientos.
10
Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come,
11
así será mi palabra que sale de mi boca;
no volverá a mí vacía, sino que
hará lo que yo quiero, y será prosperada
en aquello para que la envié.
¿Cómo es que cambiaremos nuestra forma
de pensar baja por la manera alta de pensar de Dios?
Por medio de la renovación de nuestra
mente.
1 Tesalonicenses 5:23
23 Y el mismo Dios de paz os santifique
por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Para entender la renovación de la mente
debemos entender la naturaleza tripartita del hombre; el hombre es un espíritu
que tiene un alma y vive en un cuerpo.
El espíritu es la parte central del
hombre, es el hombre interno, el corazón.
El alma es la parte mental del hombre,
su intelecto, sus pensamientos, su voluntad.
El cuerpo es la parte física del
hombre, que está regida por los cinco sentidos físicos.
2 Corintios 5:17
17 De modo que si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas
nuevas.
El día que nacimos de nuevo nuestro
espíritu fue salvo pero no el resto de nuestro ser, ahora nos toca hacer algo
con el alma y el cuerpo.
1 Pedro 1:9
9 obteniendo el fin de vuestra fe, que
es la salvación de vuestras almas.
La palabra griega para fin en este verso es telos, que significa el resultado final
de un estado o proceso, dando énfasis en el destino del asunto o de la cosa.
Para salvación, es soteria,
que nos habla de un rescate en este verso, de la experiencia presente del poder
de Dios para librarnos del pecado; para el creyente esto es equivalente a la
santificación.
Este verso no nos habla de la salvación
eterna, sino del recate de nuestras almas del presente sistema en el que
vivimos.
Efesios 2:1-3
1 Y él os dio vida a vosotros, cuando
estabais muertos en vuestros delitos y pecados,
2 en los cuales anduvisteis en otro
tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la
potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia,
3 entre los cuales también todos
nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la
voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de
ira, lo mismo que los demás.
Antes de conocer a Jesús nuestra forma
de pensar era la manera que tiene el mundo, siguiendo la corriente de este
mundo y su estilo de vida. Los patrones que teníamos nos inducían una y otra
vez a caminar en pecado.
Efesios 4:17-24
17 Esto, pues, digo y requiero en el
Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su
mente,
18 teniendo el entendimiento
entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay,
por la dureza de su corazón;
19 los cuales, después que perdieron
toda sensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda
clase de impureza.
20 Mas vosotros no habéis aprendido así
a Cristo,
21 si en verdad le habéis oído, y
habéis sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús.
22 En cuanto a la pasada manera de vivir,
despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos,
23 y renovaos en el espíritu de vuestra
mente,
24 y vestíos del nuevo hombre, creado
según Dios en la justicia y santidad de la verdad.
Ahora que hemos nacido de nuevo, Dios
nos manda a no caminar mas como el mundo lo hace, y la forma de hacer esto es
cambiando nuestra forma de pensar, por medio de la renovación de nuestra mente.
Romanos 12:1-2
1 Así que, hermanos, os ruego por las
misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
2 No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Nuestro espíritu fue renacido pero
nuestra alma debe ser renovada.
La palabra griega para transformaos es metamorphoo de donde viene nuestra palabra metamorfosis, W. E. Vine
la define así:
METAMORPHOO:
cambiar en otra forma (meta, implicando
un cambio, y morphe, forma), se usa
en Voz Pasiva para los creyentes, en
Romanos 12:2, “transformaos,” la obligación de experimentar un cambio completo
que, bajo el poder de Dios, encuentra su expresión en el carácter y la
conducta; morphe hace hincapié en el
cambio interior, schema (ver suschematizo, el verbo precedente en
ese verso) hace hincapié en el cambio exterior, el tiempo presente continuo
indica que es un proceso; en 2 Corintios 3:18 se describe a los creyentes
siendo “transformados a su imagen” (la de Cristo con todas Sus excelencias
morales), cambio que es efectuado por el Espíritu Santo.
La palabra para renovación es anakainosis que significa hacer nuevo (ana, de nuevo u otra vez, kainos,
nuevo, no reciente pero diferente), renovar. W. E. Vine lo define así:
Es usada en Romanos 12:2, “la
renovación (de vuestro entendimiento),” es el ajuste de la visión moral y
espiritual, y del pensamiento hacia la mente de Dios, la cual es designada para
tener un efecto transformador sobre la vida; este pasaje en Romanos hace
hincapié en la voluntad de responder por parte del creyente.
Es al creyente a quien le corresponde
renovar el entendimiento, no a Dios.
La palabra entendimiento es nous que W. E. Vine la define así:
Nous: mente,
generalmente hablando denota el centro de la conciencia reflexiva, incluyendo
las facultades de percepción y entendimiento, y las de sentimientos, juicio y
determinación.
Veamos Romanos 12:2 en otras versiones
para tener una idea más amplia:
Nuevo Testamento de Arcas y Fernández
No os amoldéis a los criterios de este
mundo. Dejaos transformar; renovad vuestro interior de tal manera, que sepáis
apreciar lo que Dios quiere, es decir, lo bueno, lo que le es agradable, lo
perfecto.
Biblia Latinoamericana
No sigan la corriente del mundo en que
vivimos, sino más bien transfórmense a partir de una renovación interior. Así
sabrán distinguir cuál es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le
agrada, lo que es perfecto.
Biblia del Pueblo de Dios
No tomen como modelo a este mundo. Por
el contrario, transfórmense interiormente renovando su mentalidad, a fin de que
puedan discernir cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, lo que le
agrada, lo perfecto.
Biblia Castilian
No os amoldéis a los usos y costumbres
propios de este mundo; antes bien, procurad que vuestra mente renovada opere la
transformación de vuestra personalidad, para que lleguéis a comprobar lo buena,
grata y perfecta que es la voluntad de Dios.
Dios Habla Hoy
No vivan ya según los criterios del
tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie
su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir,lo que es
bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
The Message
No te vuelvas tan ajustados a tu
cultura que encajes en ella sin siquiera pensarlo. En vez de eso fija tu
atención en Dios. Serás cambiado desde tu interior. Fácilmente reconocerás lo
que Él quiere de ti, y rápidamente responderás. A diferencia de la cultura que
te rodea, siempre arrastrándote a su nivel de inmadurez; Dios sacará lo mejor
de ti; desarrollando en ti una bien formada madurez.
Estos es lo que hablamos acerca de
renovar la mente; la cultura que vivimos y los moldes y patrones del mundo en
que vivimos nos están alejando de lo mejor que Dios tiene para nosotros; nos
impiden crecer, madurar y alcanzar la perfecta voluntad de Dios para nuestras
vidas.
Por eso debemos cambiar nuestra baja
manera de pensar; y transformarla, renovando nuestra mente, pensando como Dios
piensa, por esos caminos más altos que están escritos en Su Palabra.
Dios quiere que hagamos una
metamorfosis; así como un feo gusano se convierte en una bella mariposa;
convirtamos nuestra mente pervertida por la forma de pensar del mundo en una
mente madura que camina y conoce la perfecta voluntad de Dios.
Salmo 23:3
3 Confortará mi alma; Me guiará por
sendas de justicia por amor de su nombre
Salmo 23:3 (Biblia de las Américas)
3 El restaura mi alma; me guía por
senderos de justicia por amor de su nombre.
Salmo 23:3 (Nácar Colunga)
3 Recrea mi alma, me guía por las
rectas sendas por amor de su nombre.
Salmo 23:3 (Palabra de Dios Para Todos)
3 Él renueva mi alma. Me lleva por
buenos caminos para mostrarme lo bondadoso que es.
Salmo 23:3 (Reina Valera 1865)
3 Hará volver mi alma: guiarme ha por
sendas de justicia por su nombre.
Salmo 23:3 (Reina Valera 2000)
3 Convertirá mi alma; me guiará por
sendas de justicia por su nombre.
Aquí vemos varios significados de la
palabra que Reina Valera tradujo como confortar;
en realidad el significado es más profundo; la palabra hebrea usada, shub, significa
voltear, devolver, restaurar; y ese es el sentido que le dan las otras
versiones de la Biblia.
No nos habla de un sentimiento de
comodidad, como parece mostrarnos la palabra confortar, sino que nos habla
de un cambio más radical y profundo: recrear,
restaurar, renovar, hacer volver, convertir.
Esta palabra me recuerda lo que hacía
mi abuelita que era una mujer muy hábil y emprendedora.
Me acuerdo que los sillones de la sala
de estar tenían la tela desgastada; así que ella fue, compró nueva tela, quitó
completamente la antigua tela, quedando solo con el esqueleto del sillón, y
finalmente colocó la nueva tela.
Al final se veía un sillón nuevo, pero
en realidad no estaba nuevo, estaba renovado o restaurado.
¿Cómo renovamos o restauramos nuestra
mente?
En Santiago 1:21 vemos como funciona
este proceso:
Santiago 1:21
21 Por lo cual, desechando toda
inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra
implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
En este pasaje vemos el proceso de la
renovación de la mente, a traves de las palabras desechar e implantar. La
palabra desechar es apotithemi, la cual W. E.
Vine define así:
APOTITHEMI, sacarse de uno (apo, de, y tithemi, poner, colocar,
establecer), sacarse, desechar, dejar de lado, denota en la voz media, sacarse
de uno, echar fuera, alejar.
Vemos mucha similitud con la idea que
nos da Romanos 12:2 cuando nos habla de una metamorfosis; para hacer un cambio
es necesario desechar algo.
La otra palabra, implantar, también
tiene que ver con esto, pues ya que hemos sacado algo debemos colocar algo. La
palabra implantar es emphutos la cual define W.
E. Vine de esta manera:
EMPHUTOS, implantado, o enraizado (de emphuo, implantar), es usada en Santiago 1:21,
“implantada,” la palabra de Dios una “palabra enraizada,” una palabra
cuya propiedad es enraizarse como una semilla en el corazón.
Para palabra se usa logos, una palabra que
ya conocemos y significa, la Palabra de Dios como un todo. Es decir nos habla
del estudio continuo de la Palabra, como una herramienta para que nuestra mente
sea renovada.
Un alma salva, es una mente restaurada
o renovada por la Palabra de Dios.
Si quieres renovar tu mente, debes
colocar la Palabra de Dios en ella, para que ya no pienses como piensa el
mundo, sino como Dios lo hace.
2 Pedro 2:1-1
1 Desechando, pues, toda malicia, todo
engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2 desead, como niños recién nacidos, la
leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación.
Debemos depositar la Palabra de Dios en
nuestras vidas para de esa manera renovar nuestras mentes y poder salvar
nuestras almas.
Proverbios 23:7
7 Porque cual es su pensamiento en su
corazón, tal es él...
La importancia de la renovación de la
mente es que nosotros nos convertimos en aquello en lo cual pensamos en nuestro
interior.
Isaías 55:8-9
8 Porque mis pensamientos no son
vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová.
9 Como son más altos los cielos que la
tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos
más que vuestros pensamientos
Como vimos al principio, los
pensamientos de Dios son mayores y más altos que los nuestros; Dios sabe todas
las cosas y conoce el plan que tiene para nuestras vidas; así que debemos
empezar a pensar lo que dice la Palabra y no lo que dice nuestra mente.
Santiago 1:22-25
22 Pero sed hacedores de la palabra, y
no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.
23 Porque si alguno es oidor de la
palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en
un espejo su rostro natural.
24 Porque él se considera a sí mismo, y
se va, y luego olvida cómo era.
25 Mas el que mira atentamente en la
perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor
olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
La Palabra de Dios es la que nos
muestra lo que somos, por eso debemos ir continuamente a ella para poder
guardarla y hacerla, y convertirnos finalmente en lo que ella dice que
somos.
Josué 1:8
8 Nunca se apartará de tu boca este
libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y
hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás
prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
La clave del éxito en la vida es la
meditación de la Palabra de Dios, esa es la clave para la renovación de la
mente, estar colocando de día y de noche la Palabra de Dios en nuestra mente,
para así guardarla y hacerla.
La meditación es sencillamente, colocar
algo de manera continua en nuestra mente, ¿Qué colocamos? La Palabra de Dios.
Deuteronomio 6:6-9
6 Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón;
7 y las repetirás a tus hijos, y
hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte,
y cuando te levantes.
8 Y las atarás como una señal en tu
mano, y estarán como frontales entre tus ojos;
9 y las escribirás en los postes de tu
casa, y en tus puertas.
La clave de la meditación es pasar
tiempo hablando la Palabra, pegándola en las paredes de tu casa, repetirla en
todo momento, la Palabra de Dios todo el día.
Es como un amigo, que tenía que llevar
un curso muy difícil y trabajoso en la
universidad, así que empezó a colocar versos por todo su cuarto, en las
paredes, en el techo, en todo lugar imaginable e inimaginable.
Si se sentía tentado a flojear un poco
él miraba el techo de su cuarto donde decía en letras grandes: “Mira a la
hormiga perezoso.”
Cuando terminó ese ciclo en la
universidad, estaba completamente agotado, pero había aprobado el curso con una
nota alta.
Tomemos la Palabra de Dios,
coloquémosla en nosotros y meditemos en ella, así pensaremos como Dios piensa y
viviremos una vida más alta.
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