miércoles, 20 de febrero de 2013

El Ministerio del Apóstol - Clase 16 - Definiendo al Apóstol


Definiendo al Apóstol

En este capítulo definiremos al apóstol.
En Efesios 4:11 dice: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros.”
La palabra deriva directamente del término griego apostolos, que significa alguien que es enviado con un mensaje o una comisión especial; puede referirse a un embajador o representante de otro.
En 1 Corintios 12:28 dice: “Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros,  después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.”
Aquí Pablo nos da dos listas de ministerios donde nombra en primer lugar a los apóstoles; no por cuestión de jerarquía, debido a que los dones del ministerio son horizontales y no verticales, sino por cuestión de su aparición.
La palabra que se utiliza para primeramente es proton, que significa según Thayer, primero en tiempo o lugar.
Strong lo traduce como: “primeramente (en tiempo, lugar, orden, o importancia):- lugar, primero, primera, primeramente, principio, vez.”
Podemos decir que el primer ministerio que apareció en la iglesia es el del apóstol.
En Lucas 6:13 vemos la aparición de los apóstoles: “Y cuando era de día, llamó a sus discípulos,  y escogió a doce de ellos,  a los cuales también llamó apóstoles.”
Más adelante en el libro de Hechos podemos ver cómo es que los apóstoles fueron los primeros en predicar el Evangelio tanto a los judíos como a los no gentiles.
Podemos ver que en Hechos 2 y 10 un apóstol, Pedro fue el primero en predicarle el evangelio tanto a judíos como a gentiles. Y toda la segunda mitad del libro de Hechos vemos a otro apóstol, Pablo, abriendo brecha y llegando a nuevos lugares donde nadie antes había llegado.
Pablo dice acerca de su ministerio pionero en Romanos:
Romanos 15:18-21
18  Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles,  con la palabra y con las obras,
19  con potencia de señales y prodigios,  en el poder del Espíritu de Dios;  de manera que desde Jerusalén,  y por los alrededores hasta Ilírico,  todo lo he llenado del evangelio de Cristo.
20  Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio,  no donde Cristo ya hubiese sido nombrado,  para no edificar sobre fundamento ajeno,
21  sino,  como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él,  verán;  y los que nunca han oído de él,  entenderán.

Vemos entonces que el ministerio apostólico de Pablo fue un ministerio pionero, el que iba a lugares donde nadie hubiese ido antes.
Y esa es la función principal del apóstol, abrir campos nuevos, llegar a lugares donde nadie fue antes, empezar nuevas conquistas para el Evangelio.
Pero definamos lo que es un apóstol.
Según Thayer, la palabra apóstol viene de la griega apóstolos que significa: “un delegado, un mensajero uno que es enviado a salir con órdenes”.
Esta figura la vemos claramente con Epafrodito: “Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito,  mi hermano y colaborador y compañero de milicia,  vuestro mensajero,  y ministrador de mis necesidades” (Filipenses 2:25).
Aquí el término mensajero es en realidad apostolon, que significa apóstol. Epafrodito era un apóstol enviado por los filipenses con el propósito de ministrar las necesidades económicas de Pablo.
En Filipenses 4:18 podemos ver nuevamente en qué consistió el apostolado de Epafrodito: “Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios.” La iglesia en Filipos preparaba una ofrenda misionera la cual era llevada a Pablo que estaba en prisión por manos de su mensajero o apóstol que era Epafrodito.
Strong define la palabra apóstol de esta manera: “delegado; específicamente embajador del evangelio; oficialmente comisionado de Cristo [«apóstol»] (con poderes milagrosos):- apóstol, enviado, enviar, mensajero.”
Pablo habla de su ministerio de esta manera:
1 Corintios 9:16-17
16  Pues si anuncio el evangelio,  no tengo por qué gloriarme;  porque me es impuesta necesidad;  y  ¡ay de mí si no anunciare el evangelio!
17  Por lo cual,  si lo hago de buena voluntad,  recompensa tendré;  pero si de mala voluntad,  la comisión me ha sido encomendada.
Pablo había recibido la comisión de predicar el evangelio a las gentiles convirtiéndose en el apóstol de ellos.
Vine define al apóstol de esta manera: “literalmente: uno enviado [apo, de (partitivo); stello, enviar].”
Vemos que en su sentido más simple un apóstol es uno que es enviado; de ahí uno que es enviado oficialmente para salir con una comisión.
 Jesús al enviar a sus doce apóstoles les dio una comisión:
Mateo 10:1-5
1  Entonces llamando a sus doce discípulos,  les dio autoridad sobre los espíritus inmundos,  para que los echasen fuera,  y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
2  Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano;
3  Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo,
4  Simón el cananista,  y Judas Iscariote,  el que también le entregó.
5  A estos doce envió Jesús,  y les dio instrucciones,  diciendo. . . .

Vemos como Jesús comisionó oficialmente a sus doce discípulos a los cuales llamo apóstoles. También podemos ver que no solo los envió sino que les dio el poder y la autoridad para realizar la obra encomendada.
En Juan 20:21 vemos otra vez como es que Jesús envió a los apóstoles: “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.”
Un apóstol es alguien que es enviado. Podemos ver esta misma verdad en el ministerio de Pablo:
Hechos 13:1-4
1  Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía,  profetas y maestros:  Bernabé,  Simón el que se llamaba Niger,  Lucio de Cirene,  Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca,  y Saulo.
2  Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.
3  Entonces,  habiendo ayunado y orado,  les impusieron las manos y los despidieron.
4  Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia, y de allí navegaron a Chipre.

Vemos aquí como Pablo y Bernabé, que eran profetas y/o maestros, entran a su ministerio como apóstoles una vez que son enviados por el Espíritu Santo.
Un apóstol es una persona enviada por Dios para cumplir una misión.

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