Como Ser Dirigido Por El Espíritu Santo - Clase 6
Clase 6
Esperando en el Señor
Como vimos en la clase anterior mucha gente quiere las cosas fáciles colocándole pruebas al Señor, que como hemos visto producen el efecto contrario.
Lo que pasa es que las personas no quieren tomar su responsabilidad. Es más fácil deshacerse de ella y decirle al Señor: "Si quieres que haga eso, entonces, abre la puerta. Si no, entonces, ciérrala". Es más fácil hacer esto que esperar en el Señor hasta que sepan la respuesta en su interior; y algunas veces, esto requiere de tiempo para escuchar al testigo interior.
Estamos tan ocupados física y mentalmente que las cosas espirituales llegan a sernos inciertas. Es más fácil calmar nuestro cuerpo que nuestra mente. ¡Podemos hacer tanto ruido con la mente como con las manos y pies! Algunas veces, cuando tratamos de dormir, el cuerpo esté relajado, pero la mente sigue inquieta, aún está revuelta con las actividades, ideas, y planes del día, o preocupaciones y ansiedades con relación al futuro.
Esta es un área en que el orar en lenguas es de gran ventaja. "Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto" (1 Corintios 14:14).
¿Alguna vez, su mente ha vagado hacia otras cosas mientras oras? A veces, me tomaba un poco de tiempo acallar mi mente; pero ahora, he descubierto que orar en otras lenguas es la mejor manera. Cuando oramos en otras lenguas, nuestra mente se calma, una vez que está en silencio, nos hacemos más consciente de nuestro espíritu y de las cosas espirituales.
Al orar en otras lenguas y adorar a Dios, nuestro espíritu está en contacto directo con Dios, quien es Espíritu y Padre de los espíritus. Nuestro lenguaje de oración no viene de la cabeza sino del corazón, ya que nuestra mente está inactiva.
Hace años un amigo mío viajo a Estados Unidos y conoció a un hombre de negocios llamado Joe Ninowski, según nos contó, que en 30 años no había perdido un solo dólar a la hora de invertir en sus negocios.
Mi amigo le preguntó: "Y como así".
Este hombre le contó que había aprendido a desarrollar su espíritu en el área de buscar dirección del Señor. Le contó que cada vez que alguien le traía una idea de negocios no le respondía inmediatamente, sino que le decía que en unos días le respondería, que iba a orar y preguntarle al Señor.
Luego se iba a su cuarto de oración para orar en lenguas y buscar la dirección del Señor. El oraba entre 30 minutos y a veces hasta tres días buscando al Señor. Luego salía y si tenía paz, entraba al negocio, pero si estaba intranquilo se salía.
Le contó a mi amigo que a veces era una idea descabellada de negocios, pero tenía paz, e invertía; otras veces parecía algo seguro, pero no tenía paz, y decía que no. Cada vez que invirtió el negocio fue un éxito, y donde no invirtió fueron fracasos.
La Biblia nos dice: "Busca la paz y síguela," (Salmo 34;14, 1 Pedro 3:11). Así que es una buena práctica orar en el espíritu y buscar la paz cuando tengas que tomar una dirección.
Así que te animo que tomes tiempo en oración mientras esperas recibir la respuesta del Señor.
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