Clase 8
Como Incrementar la
Unción
Si
una persona está llamada a un oficio habrá una unción sobre ella aunque no la
reconozca; y sin importar en que oficio esté llamado, uno puede hacer algo para
determinar el grado de unción que tenga.
Uno
puede prepararse para la unción; si no viene sobre uno es que no se ha
preparado. Incluso la unción puede llegar a incrementarse.
Uno
incrementa la unción al estudiar la Palabra y orar; también la unción puede
decrecer si uno es negligente en estudiar la Palabra y orar.
2 Timoteo 2:15
15
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué
avergonzarse, que usa bien la palabra de
verdad.
Me
gusta la Versión King James que dice: “Estudia
para presentarte aprobado a Dios....”
Un
ministro que no estudia será avergonzado, porque la gente se dará cuenta de
ello, y él perderá la unción o no estará en manifestación. Pero si hace su
parte, esto no sucederá.
Cuando
estudias y oras, cuando te levantas en fe, la unción vendrá.
En mi
vida me he dado cuenta que cuando me levanto y empiezo en fe, la unción viene;
por lo general, sencillamente empiezo con mis notas y de pronto la unción está
ahí, sea para enseñar o predicar. Yo empiezo en fe y aunque no sienta nada
especial la unción nunca falla en manifestarse.
Estoy
seguro que te has dado cuenta de que has visto ministros pararse en su oficio
que estén más o menos ungidos que otros con el mismo oficio; y has visto
ministros que estén más ungidos en algunas ocasiones.
Esto
sucede porque hay áreas y grados de unciones.
Por
ejemplo, recordemos la historia de Elías y Eliseo.
Elías
y Eliseo fueron dos profetas del Antiguo Testamento; cuando Elías estaba por
partir, Eliseo le pidió recibir una doble porción de su unción; eso no
significaba tener dos Espíritus Santos, ya que solo hay uno.
Esta
doble porción a la que se refería Eliseo era una doble porción de la unción que
tenía Elías para pararse en el mismo oficio.
Eliseo
podía hacer este pedido ya que también estaba parado en el oficio del profeta.
Esta medida de unción no estaba disponible para alguien que no estuviese
llamado a ese oficio.
Por
ejemplo, si eres llamado para ser pastor no necesitas la unción de un profeta,
sino la de otro ministro que esté parado en el mismo oficio.
Como Recibir un
Manto
En
los círculos cristianos se habla mucho de recibir el manto de otro ministro;
cuando parte un ministro a la presencia del Señor, los ministros se preguntan:
¿Quién recibirá su manto? ¿De qué están hablando?
En 1 Reyes
19:19 encontramos la respuesta: “Partiendo
él de allí, halló a Eliseo hijo de
Safat, que araba con doce yuntas delante
de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto.”
En
este pasaje el manto era el símbolo de ese oficio; era como un sinónimo de la
unción del Espíritu Santo; era una muestra que el Espíritu Santo venía sobre
Eliseo, pero no era la unción en si misma; era un símbolo del Espíritu Santo y
el poder de Dios.
El
manto cubre al ministro para que pueda ministrar bajo la unción que va con el
oficio o llamado que Dios le dio.
A
veces la unción viene como si vistiera un abrigo, aunque no lo lleve puesto; es
el poder de Dios que te envuelve y te hace sentir así.
Sigamos
viendo la historia para ver cómo obtener un manto.
1 Reyes 19:20
20
Entonces dejando él los bueyes,
vino corriendo en pos de Elías, y
dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve;
¿qué te he hecho yo?
Elías
le estaba diciendo: “Si vas a poner otras
cosas primero, sin importar lo legítimas que sean, no disfrutarás de la
plenitud de la unción de Dios.”
Eliseo
no regresó para darles un beso de despedida a sus padres; sino que tomó su yugo
de bueyes, los mató y cocinó y dio de comer a la gente con ellos; después de
eso se fue tras Elías para servirlo.
2 Reyes 20:21
21 Y
se volvió, y tomó un par de bueyes y los
mató, y con el arado de los bueyes coció
la carne, y la dio al pueblo para que
comiesen. Después se levantó y fue tras
Elías, y le servía.
Lo
que hizo Eliseo fue quemar sus puentes, se colocó en una posición de no poder
volver atrás, rompió con su pasado a fin de poder servir a Elías y cumplir su
ministerio.
Sigamos
con la historia:
2 Reyes 2:1-2
1
Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al
cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.
2 Y
dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí,
porque Jehová me ha enviado a Bet-el.
Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y
vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron,
pues, a Bet-el.
Eliseo
estaba siguiendo muy de cerca a Elías; Elías intentaba de convencerlo para que
se aleje; Dios estaba probando a Eliseo, a través de Elías, con un propósito;
quería asegurarse que Eliseo tenía lo que se necesitaba para recibir la unción.
Pero vemos aquí lo que Eliseo le dijo: “Vive
Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré.”
Finalmente
Eliseo llegó al lugar que quería, veamos el verso 9:
2 Reyes 2:9
9
Cuando habían pasado, Elías dijo
a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti,
antes que yo sea quitado de ti. Y
dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.
Eliseo
quería una doble porción de la unción de Dios para levantarse en el oficio de
profeta. Dios unge hombres y mujeres para el ministerio, pero algunos pueden
ser más ungidos que otros.
En el
verso 10, Elías le dijo: “Cosa difícil
has pedido. Si me vieres cuando fuere
quitado de ti, te será hecho así; mas si no,
no.”
Sigamos
viendo la historia:
2 Reyes 2:11-13
11 Y
aconteció que yendo ellos y hablando, he
aquí un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
12
Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre
mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! Y nunca más le vio; y tomando sus vestidos, los rompió en dos partes.
13
Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió,
y se paró a la orilla del Jordán.
Eliseo
se mantuvo firme al lado de Elías y estaba con el cuando fue subido al cielo.
En el
verso 12 vemos algo muy interesante, antes de tomar el manto de Elías, Eliseo
se quitó su ropa y la partió en dos partes; luego levantó el manto de Elías y
se lo puso, porque ese manto cubría a toda la persona.
Así
que Eliseo vio cuando Elías fue llevado al cielo y obtuvo la doble porción del
Espíritu de Elías para levantarse en el oficio de profeta.
Si
leemos el relato de la vida de Eliseo veremos que en su vida hubo el doble de
milagros que los que ocurrieron con Elías
Al
estudiar esta historia aprendemos algo acerca de obtener la unción; Eliseo
permaneció con Elías; no dejo que el profeta se aleje de su vista; lo siguió
muy de cerca; obtuvo el mismo espíritu de Elías.
La
misma unción o el mismo espíritu, vienen por asociación; estar en el mismo
entorno o por influencia.
Es
estar asociado junto a un hombre de Dios nos permite obtener el mismo tipo de
unción que tiene; no puedes estar junto a alguien sin que se te peguen sus
características.
Otra
forma es por estar en el mismo entorno o ambiente, si vas a las mismas
reuniones del hombre de Dios que sigues, y bajo sus enseñanzas, tarde o
temprano se te pegará lo que tiene.
Una
tercera manera es por influencia, puede ser que no estés cerca del ministro por
no estar asociado o no poder estar en sus reuniones, pero puede influenciar tu
vida estudiando sus libros, oyendo los audios o viendo los videos de sus
prédicas.
Entonces,
¿cómo es que Eliseo obtuvo la doble porción de Elías? Por seguirlo muy de
cerca.
Es un
hecho que serás guiado a seguir a ciertos ministros, pero hay ciertas cosas que
los ministros deben ser advertidos en esto.
Si
vas a seguir a alguien, asegúrate que está siguiendo al Señor; si ellos se
apartan tan solo un poquito, no sigas eso; aprende de la fe de ellos, pero no
los sigas tan de cerca.
Recuerda
estas tres cosas:
Primero:
Ten el llamado de Dios en tu vida.
Segundo:
Sigue al Señor Jesús, quien es la cabeza de la iglesia, muy muy de cerca.
Tercero:
Si quieres el mismo tipo de ministerio que otro tiene, sigue ese ministerio muy
de cerca.
Si el
deseo por eso está en tu corazón, por lo general Dios lo puso; pero el manto no
caerá automáticamente sobre ti.
Necesitamos
ser cuidadosos de a quien seguimos en el ministerio; un joven que sigue muy de
cerca a otro hombre, cometerá los mismos errores. Aprende lo que puedas pero
mira siempre su doctrina.
Recuerda
lo que dijo Pablo en 1 Corintios 11:1: “Sed
imitadores de mí, así como yo de
Cristo.”
Mientras
el ministro que sigas, siga a Cristo, eso será seguro par
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