Clase 3
Los Oficios
Ministeriales de Cristo el Ungido
En
Hebreos 3:1 podemos verlo operando en su ministerio de apóstol:
Hebreos 3:1
1 Por
tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al
apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.
El
significado más simple de un apóstol es: “uno
que es enviado.”
Un
apóstol es alguien que ha sido comisionado para hacer algo, para lo cual ha
sido acreditado con credenciales.
En el
oficio del apóstol se encuentran los otros 4 oficios ministeriales; el profeta,
el evangelista, el pastor y el maestro; así que veamos primero su función como
apóstol y luego los otros 4 oficios del ministerio quíntuple en la vida de
Jesús.
Jesús
fue enviado por Dios a la tierra con un propósito:
Juan 17:3
3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan
a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Lucas 4:43
43
Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el
evangelio del reino de Dios; porque para
esto he sido enviado.
El
vino para predicar el evangelio, que fue la razón para la cual fue ungido; pero
tenía una misión mayor que era el morir por nosotros.
Juan 3:16
16
Porque de tal manera amó Dios al mundo,
que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree,
no se pierda, mas tenga vida
eterna.
Jesús
fue enviado con una misión específica al mundo. Así que cuando estuvo en la
tierra Jesús cumplió su función como apóstol.
Otro
oficio que el cumplió en la tierra es el de profeta.
Jesús
mismo se llamó profeta durante su ministerio terrenal
Mateo 13:57
57 Y
se escandalizaban de él. Pero Jesús les dijo: No hay profeta sin honra, sino en su propia tierra y en su casa.
Marcos 6:4
4 Mas
Jesús les decía: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra, y entre sus parientes, y en su casa.
La
gente de Israel también se dio cuenta y declaró que Jesús era un profeta:
Lucas 7:16
16 Y
todos tuvieron miedo, y glorificaban a
Dios, diciendo: Un gran profeta se ha
levantado entre nosotros; y: Dios ha
visitado a su pueblo.
Las
señales que Jesús hacía eran demostración para la gente que Jesús era el
profeta que Moisés había profetizado.
Juan 6:14
14 Aquellos hombres entonces, viendo la
señal que Jesús había hecho, dijeron: Este verdaderamente es el profeta que
había de venir al mundo.
Juan 7:40
40 Entonces algunos de la multitud, oyendo
estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.
Moisés
había profetizado en el Antiguo Testamento acerca del profeta que se iba ha
levantar
Deuteronomio 18:15-19
15
Profeta de en medio de ti, de tus
hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis;
16
conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la
asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír
la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más
este gran fuego, para que no muera.
17 Y
Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.
18
Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú;
y pondré mis palabras en su boca,
y él les hablará todo lo que yo le mandare.
19
Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi
nombre, yo le pediré cuenta.
Jesús
era ese profeta que ellos estaban esperando.
Un
profeta tiene marcas específicas: en su ministerio se ven consistentemente 2 de
los 3 dones de revelación, más el don de profecía, y la unción para enseñar o
profetizar; además que también lo dones de poder se ven en este ministerio.
Jesús
tuvo estas marcas dentro de su ministerio.
Por
ejemplo, en Juan 4 podemos ver como uso la palabra de conocimiento para mostrar
el estado marital de la mujer samaritana:
Juan 4:16-19
16
Jesús le dijo: Ve, llama a tu
marido, y ven acá.
17
Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo
marido;
18
porque cinco maridos has tenido,
y el que ahora tienes no es tu marido;
esto has dicho con verdad.
19 Le
dijo la mujer: Señor, me parece que tú
eres profeta.
La
palabra de conocimiento, es la manifestación dada por el Espíritu Santo de una
porción del conocimiento de Dios acerca de conocimientos pasados o presentes.
Eso
fue lo que hizo con la mujer, lo dijo lo que le había pasado en su vida y su
situación actual.
En
Juan 7 podemos ver la manifestación de la palabra de sabiduría junto con el de
profecía:
Juan 7:37-40
37 En
el último y gran día de la fiesta, Jesús
se puso en pie y alzó la voz, diciendo:
Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
38 El
que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva.
39
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en
él; pues aún no había venido el Espíritu
Santo, porque Jesús no había sido aún
glorificado.
40 Entonces algunos de la multitud, oyendo
estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta.
La
palabra de Dios es una porción acerca de la sabiduría de Dios concerniente ha
hechos futuros, por lo general es condicional; y la profecía es un mensaje dado
por el Espíritu Santo en lenguaje conocido por la persona que lo emite y los que
los escuchan; la profecía es para edificar, exhortar y consolar.
En
este pasaje Jesús estaba hablando de un tiempo en el futuro en que ríos de agua
viva correrían del interior de los personas, Esto venía con una condición, los
que creyesen tendrían esta experiencia en sus vidas.
Además
fue un mensaje dado en lenguaje conocido por Jesús y por las personas que lo
oían.
Pero
también vemos como los dones de poder se manifestaron en su ministerio. Los
dones de poder son: El don de fe, el don de operación de milagros y los dones
de sanidades.
Juan 6:10-14
10
Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil
varones.
11 Y
tomó Jesús aquellos panes, y habiendo
dado gracias, los repartió entre los
discípulos, y los discípulos entre los
que estaban recostados; asimismo de los
peces, cuanto querían.
12 Y
cuando se hubieron saciado, dijo a sus
discípulos: Recoged los pedazos que sobraron,
para que no se pierda nada.
13
Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a
los que habían comido.
14
Aquellos hombres entonces, viendo
la señal que Jesús había hecho, dijeron:
Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo.
Para
la multiplicación de alimentos se necesitaros dos dones de poder: el don de fe
y el don de operación de milagros.
El
don de fe es una manifestación de fe especial que da el Espíritu Santo para
recibir un milagro de Dios, es un don pasivo; mientras que el de operación de
milagros es un don activo, es un don que hace algo, provoca una acción que
rompe el curso natural de las leyes de la naturaleza.
Es
interesante que la gente al ver estos dones en manifestación se dio cuenta de
que Jesús era un profeta.
Como
un dato adicional, Jesús también utilizo el tercer don de revelación, el
discernimiento de espíritu en su ministerio. Este don no solo es ver demonios,
sino ver espíritus en general.
Por
ejemplo, en la transfiguración conversó con Moisés y Elías:
Mateo 17:1-5
1
Seis días después, Jesús tomó a
Pedro, a Jacobo y a Juan su
hermano, y los llevó aparte a un monte
alto;
2 y
se transfiguró delante de ellos, y
resplandeció su rostro como el sol, y
sus vestidos se hicieron blancos como la luz.
3 Y
he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando
con él.
4
Entonces Pedro dijo a Jesús: Señor,
bueno es para nosotros que estemos aquí;
si quieres, hagamos aquí tres
enramadas: una para ti, otra para
Moisés, y otra para Elías.
17:5
Mientras él aún hablaba, una nube
de luz los cubrió; y he aquí una voz
desde la nube, que decía: Este es mi
Hijo amado, en quien tengo
complacencia; a él oíd.
Aquí
está Jesús conversando con Moisés y Elías, y además se escuchó la voz de Dios.
En
otras ocasiones vio demonios y también ángeles:
Marcos 1:12-13
12 Y
luego el Espíritu le impulsó al desierto.
13 Y
estuvo allí en el desierto cuarenta días,
y era tentado por Satanás, y
estaba con las fieras; y los ángeles le
servían.
Entonces
vemos que en Jesús se manifestó el don de discernimiento de espíritus.
Podemos
concluir que Jesús tuvo el oficio y la unción de profeta en su ministerio
terrenal.
Otra
faceta que tuvo Jesús en su ministerio terrenal fue la de evangelista.
La
definición de evangelista es: “Una
persona que anuncia el Evangelio; un mensajero de buenas nuevas.”
Jesús
fue ungido para anunciar el evangelio.
Lucas 4:17-21
17 Y
se le dio el libro del profeta Isaías; y
habiendo abierto el libro, halló el
lugar donde estaba escrito:
18
Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar
buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de
corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en
libertad a los oprimidos;
19 A
predicar el año agradable del Señor.
20 Y
enrollando el libro, lo dio al
ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban
fijos en él.
21 Y
comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.
Jesús
fue ungido para predicarles el evangelio a los pobres.
La
palabra predicar significa sencillamente anunciar, a diferencia de la palabra
enseñar que significa explicar.
Es
como cuando hacen una película, después de hacerla empieza la publicidad para
que la gente vaya a verla, ese anuncio es la predicación.
Cuando
una persona ve la película y sabe de lo que trata porque la vio, es como la
enseñanza.
La
prédica anuncia y la enseñanza explica.
Jesús
se pasó parte de su ministerio predicando.
Marcos 1:14-15
14
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el
evangelio del reino de Dios,
15
diciendo: El tiempo se ha cumplido,
y el reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos, y creed en el
evangelio.
Mateo 4:17
17
Desde entonces comenzó Jesús a predicar,
y a decir: Arrepentíos, porque el
reino de los cielos se ha acercado.
Jesús
empezó su ministerio predicando el evangelio del reino de Dios.
Una
parte primordial del ministerio del evangelista son los dones de poder y las
sanidades y milagros.
El
evangelista Raymond T. Richie decía: “Los
milagros son la campana que Dios usa para atraer a la gente!
Las
noticias del Ungido y su Unción fueron las “buenas noticias” o “evangelio” de
la Iglesia Primitiva.
Cuando
le a pidieron Pedro que predique por primera vez el mensaje del evangelio a los
gentiles, lo primero que les dijo fue: “Cómo
Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando
a todos los oprimidos por el diablo,
porque Dios estaba con él.”
Hechos 8:5-8
5
Entonces Felipe, descendiendo a la
ciudad de Samaria, les predicaba a
Cristo.
6 Y
la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía
Felipe, oyendo y viendo las señales que
hacía.
7
Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;
8 así
que había gran gozo en aquella ciudad.
Cuando
Felipe predicaba en Samaria acerca de Cristo (el Ungido y Su Unción); ellos
escucharon y recibieron las buenas noticias acerca de que el Ungido y Su Unción
habían venido a destruir los yugos de sus espaldas.
Desde
el momento que lo recibieron, Dios lo confirmó, tal como lo había hecho en el
ministerio de Jesús.
La
unción es la presencia de Dios a través del Espíritu Santo. Como vimos en Lucas
4:18 y Hechos 10:38 la unción sobre Jesús venía del Espíritu Santo.
1 Juan 2:20, 26-27
20
Pero vosotros tenéis la unción del Santo, y conocéis todas las cosas.
26 Os
he escrito esto sobre los que os engañan.
27
Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os
enseñe; así como la unción misma os
enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.
La
unción que hemos recibido de Jesús viene del Espíritu Santo. La unción es el
poder y Espíritu de Dios para servirle en esta tierra. Jesús ha provisto la
misma presencia de Dios del Espíritu Santo para cumplir nuestros ministerios
terrenales que la que el tuvo en su ministerio terrenal.
La
palabra “Cristo” no solo es otro nombre para Jesús; sino una referencia al
Ungido y la Unción que estaba en Él y sobre Él. Igualmente, la palabra
“cristianos” significa más que simples seguidores de Jesús.; significa “los
ungidos”. La misma Unción destruidora de yugos que estaba sobre Jesús está
disponible para nosotros.
Veamos
nuevamente 1 Juan 2:27: “Pero la unción que vosotros recibisteis de él
permanece en vosotros, y no tenéis
necesidad de que nadie os enseñe; así
como la unción misma os enseña todas las cosas,
y es verdadera, y no es
mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.”
Esas
últimas dos palabras también pueden traducirse “en ella”. Dicho de otro modo,
la frase puede ser también una exhortación para que los creyentes permanezcan
en el Ungido, Jesús, o que permanezcan en la unción. Ambas interpretaciones son
correctas porque no puedes separar al Ungido de la unción Si tú estás en el
Ungido, entonces tu estás en la unción.
Cada
vez que encontramos un verso que usa la palabra Cristo en el Nuevo Testamento;
debemos traducirlo como “el Ungido y Su Unción.”
Luego
meditemos en la nueva revelación que trae este significado a cada porción de la
Escritura.
Empecemos
con los versos que dicen “en Cristo” o “por Cristo” y leámoslos así: “En el Ungido y Su Unción”, o “a través del
Ungido y de su Unción.” Eso cambiara nuestras vidas.
Si
estamos “en Cristo”, hay una unción para todo lo que hemos sido llamados ha
hacer, sin importar que tan pequeño o grande sea el trabajo.
Otro
aspecto de la unción sobre Jesús es la unción que tuvo como pastor cuando
estuvo en su ministerio terrenal.
En
Juan 10 él se llama a sí mismo como el buen pastor:
Juan 10:10-15
10 El ladrón no viene sino para hurtar y
matar y destruir; yo he venido para que
tengan vida, y para que la tengan en
abundancia.
11 Yo
soy el buen pastor; el buen pastor su
vida da por las ovejas.
12
Mas el asalariado, y que no es el
pastor, de quien no son propias las
ovejas, ve venir al lobo y deja las
ovejas y huye, y el lobo arrebata las
ovejas y las dispersa.
13
Así que el asalariado huye,
porque es asalariado, y no le
importan las ovejas.
14 Yo
soy el buen pastor; y conozco mis
ovejas, y las mías me conocen,
15
así como el Padre me conoce, y yo
conozco al Padre; y pongo mi vida por
las ovejas.
Lo
vemos a lo largo de su ministerio, el hecho del
cuidado y protección que tuvo por los suyos, y el cumplimiento de dar su
vida por sus ovejas.
En 1
Pedro 5:4 dice: “Y cuando aparezca el
Príncipe de los pastores, vosotros
recibiréis la corona incorruptible de gloria.”
Esta
frase, “Príncipe de los Pastores”,
nos habla del rango de Jesús como el Pastor Principal o supremo.
Vine
traduce la palabra usada de esta manera: Arquipoimen
(ἀρχιποίμην) jefe de pastores (arque,
jefe, príncipe; poimen, pastor). Se dice solo de Cristo (1 Pedro 5:4): «el
príncipe de los pastores». Los griegos actuales lo utilizan para designar a
jefes tribales.
Las
diversas versiones de la Biblia lo traducen como: Pastor Supremo (Nueva Versión Internacional, Arcas y Fernández), Jefe de los Pastores (Biblia del Pueblo
de Dios, Latinoamericana), Pastor
Principal (Dios Habla Hoy, Versión Moderna, Kadosh), Arquipastor (Junemann) y Mayoral
(Jerusalén, EUNSA).
Estas
palabras nos dan una mayor idea de su rango entre los pastores como el Pastor
Principal de la Iglesia.
En
Hebreos 13:20 vemos a Jesús en función de su relación con los creyentes:
Hebreos 13:20
20 Y
el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno.
Aquí
Jesús es llamado en relación a nosotros como el Gran Pastor de las ovejas.
Finalmente
vemos a Jesús en su ministerio como maestro.
Si
vemos el ministerio de Jesús nos encontraremos que la mayor parte del tiempo se
la pasó enseñando; vemos esto en enseñanzas abiertas como el Sermón del Monte o
en grupos más pequeños como en el caso de Marta y María o las instrucciones que
les da a sus discípulos durante la última cena.
En
Mateo 9:35 vemos como parte importante del ministerio de Jesús era la
enseñanza: “Recorría Jesús todas las
ciudades y aldeas, enseñando en las
sinagogas de ellos, y predicando el
evangelio del reino, y sanando toda enfermedad
y toda dolencia en el pueblo.”
Eran
3 cosas las que hacía Jesús principalmente en su ministerio itinerante: “Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en
el pueblo” (Mateo 4:23).
Jesús
se la pasaba enseñando, predicando y sanando a los enfermos.
En
Marcos 6:6 vemos parte de su ministerio de enseñanza era para combatir la
incredulidad de la gente que le impedía recibir lo mejor que Dios tenía para
ellos: “Y estaba asombrado de la
incredulidad de ellos. Y recorría las
aldeas de alrededor, enseñando.”
La
compasión de Jesús era lo que lo motivaba a enseñarle muchas cosas a la gente,
en Marcos 6:34 podemos verlo claramente: “Y
salió Jesús y vio una gran multitud, y
tuvo compasión de ellos, porque eran
como ovejas que no tenían pastor; y
comenzó a enseñarles muchas cosas.”
El
amor de Jesús era lo que le motivaba para que saliera la unción del maestro en
Él para enseñarles y sacarlos de la ignorancia espiritual en que se
encontraban.
Sus
palabras eran tales que la gente se admiraba de su doctrina (enseñanza).
Marcos 1:27
27 Y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda aun a los espíritus
inmundos, y le obedecen?
Cerca
de 60 veces en los Evangelios la gente se refirió a Jesús como maestro, tanto
sus discípulos, como sus amigos, seguidores
y enemigos.
Un
ejemplo es su encuentro con Nicodemo, que era un fariseo culto y reconocido,
que lo reconoce como maestro de Israel.
Juan 3:1-2
1
Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos.
2
Este vino a Jesús de noche, y le
dijo: Rabí, sabemos que has venido de
Dios como maestro; porque nadie puede
hacer estas señales que tú haces, si no
está Dios con él.
Otro
caso es el del joven rico, quien llama a Jesús maestro bueno (Marcos 10:17).
Jesús
mismo dijo de si mismo que era maestro:
Mateo 23:8, 10
8
Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo,
y todos vosotros sois hermanos.
Juan 13:13
13 Vosotros me llamáis Maestro, y Señor;
y decís bien, porque lo soy.10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
Podemos
ver cómo es que Jesús mientras anduvo en la tierra operó en los 5 oficios del
ministerio quíntuple.
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