Como Fluir en
Salmos, Himnos y Cánticos Espirituales
Una cosa principal para
fluir en salmos es tu vida diaria de comunión con el Señor, el tiempo que estás
pasando con Él.
Mucha gente descuida
esto, y debido a las preocupaciones y afanes de la vida no tienen un tiempo
para estar en la presencia de Dios y llegar a conocerlo íntimamente.
Como vimos en 1 Corintios
14:26: “¿Qué hay, pues,
hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina,
tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para
edificación.”
Cuando vamos a la iglesia
llevamos aquello que hemos recibido cuando estamos pasando tiempo con Dios.
Fue en mi tiempo de
oración diaria en que una mañana Dios me dio 4 principios básicos para fluir en
salmos, himnos y cánticos espirituales en nuestra vida diario.
La Palabra de Dios More Abundantemente en Ti
Lo primero
que me dijo fue: “La Palabra de
Dios debe morar abundantemente en tu vida”.
En Colosenses 3:16 dice: “Que la palabra de Cristo (el Ungido)
habite en ustedes en abundancia [y con todas sus riquezas], con toda sabiduría
enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos (poemas u odas
espirituales), himnos (canciones de alabanza y adoración dirigidas y dedicadas
a Dios) y cánticos espirituales (canciones que dan revelación de la Palabra
dada por el Espíritu Santo), cantando a Dios en sus corazones (espíritus) con
acción de gracias” (Biblia
Expandida de Fe).
La Palabra de Dios debe de morar de una manera abundante en nuestras
vidas, no tener un conocimiento casual de las Escrituras sino pasar tiempo con
Dios, estudiándola, meditándola, llenándonos de ella.
En mis más de 30 años de
creyente he visto que la gente que se ha mantenido firme en el Señor con los
años es la gente que ha dedicado tiempo a la Palabra de Dios.
Es la gente que ha
crecido por el hecho de guardar la Palabra de Dios en sus corazones: “Por tanto, desechando toda malicia y todo engaño, e hipocresías,
envidias y toda difamación, "desead como niños recién nacidos, la
leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación, si es que
habéis probado la benignidad del Señor.” (1 Pedro 2:1-3, La Biblia de las
Américas).
Es en nuestro tiempo de
estudio de la Palabra que crecemos en el Señor y podemos conocer la voluntad de
Dios para nosotros.
En 1 Corintios 2:6-13
dice en la Nueva Versión Internacional:
1 Corintios 2:6-13
6 En cambio, hablamos con
sabiduría entre los que han alcanzado madurez, pero no con la sabiduría de este
mundo ni con la de sus gobernantes, los cuales terminarán en nada.
7 Más bien, exponemos el
misterio de la sabiduría de Dios, una sabiduría que ha estado escondida y que
Dios había destinado para nuestra gloria desde la eternidad.
8 Ninguno de los gobernantes de este mundo la entendió, porque de haberla entendido no habrían crucificado al Señor de la gloria.
8 Ninguno de los gobernantes de este mundo la entendió, porque de haberla entendido no habrían crucificado al Señor de la gloria.
9 Sin embargo, como está escrito:
«Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha
concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman.
10 Ahora bien, Dios nos
ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo,
hasta las profundidades de Dios.
11 En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.
11 En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.
12 Nosotros no hemos
recibido el espíritu del mundo sino el Espíritu que procede de Dios, para que
entendamos lo que por su gracia él nos ha concedido.
13 Esto es precisamente
de lo que hablamos, no con las palabras que enseña la sabiduría humana sino con
las que enseña el Espíritu, de modo que expresamos verdades espirituales en
términos espirituales.
Al estudiar la Palabra de
Dios empezamos a cambiar nuestro pensamiento, dejando nuestra forma de pensar
plagada de la sabiduría humana y permitiendo que el Espíritu Santo revele la
Palabra de Dios a nuestros corazones para poder conocer las cosas que Dios nos
ha concedido.
Somos
llenados de la Palabra de Dios y de ese modo podemos ser guiados y dirigidos
por el Espíritu Santo que siempre nos lleva a toda verdad, tal como está
escrito en Juan 16:13.
Juan 16:13
13 Pero cuando venga el
Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su
propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas
que habrán de venir.
Por eso dejemos que la
Palabra viva ricamente en nosotros para de ese modo poder fluir con salmos,
himnos y cánticos espirituales.
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