La
Transmisión de los Manuscritos
Hay
dos clases de verdades: lo genuino y lo auténtico; la Biblia es tanto genuina
como auténtica.
Es genuina en el sentido en que su origen es verdadero
(Dios es el que la originó).
Es
autentica en el sentido de la verdad de su contenido (está establecida en la
verdad, aún en el libro de Job donde los personajes hablaron cosas inexactas,
fueron fielmente registradas).
En
Génesis 1:1 vemos la garantía de su genuinidad: “En principio creó Dios los cielos y la tierra.”
Dios
es, Él existe. Él dirigió a sus apóstoles y profetas para que hablaran y
escribieran ese libro con Su autoridad.
En
Jeremías 1:9 dice: “Y extendió Jehová su
mano y tocó mi boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu
boca.
En
Hebreos 6:18 – 20 vemos la garantía de su autenticidad: “Para que por dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios
mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la
esperanza puesta delante de nosotros. La cual tenemos como segura y firme ancla
del alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró por nosotros
como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de
Melquisedec”
Las
cosas inmutables de Dios, es decir las cosas que no cambian son:
- Las
promesas de Dios a Abraham acerca de la simiente (Génesis 12:3 y Gálatas
3:8)
- El
juramento de Dios es tan grande que no hay nada por encima de él por lo
que se pueda jurar.
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Eslabones en la Cadena de la Transmisión de Manuscritos
- Autógrafos, los originales
- Manuscritos antiguos
- Primeras traducciones
- Citaciones de autores
- Devocionales
- Versiones modernas
1.
Autógrafos
Estos eran los
manuscritos originales producidos por los escritores originales de la Biblia;
por ejemplo Moisés, Josué, Mateo.
La mayor parte del Antiguo Testamento fue
escrito entre 1400 y 400 A.C. en idioma hebreo. Una parte fue en arameo que era
una mezcla del hebreo y el caldeo.
Todos los escritores del Nuevo Testamento escribieron en el idioma griego en el primer siglo.
2.
Manuscritos Antiguos
Antiguo
Testamento
Los
manuscritos más antiguos que tenemos del Antiguo Testamento son los rollos
del mar muerto descubiertos en 1947 en Qumram,
en la que se cree ser la ciudad Essenes, de donde vienen los esenios (un grupo
religioso).
Ellos eran como monjes que hacían copias
de los manuscritos.
Se hallaron todos los libros del Antiguo
Testamento excepto Ester.
La mejor copia
disponible es la de Isaías que es idéntica al original.
El Texto
Masorético, este era el texto hebreo estándar producido por los eruditos
judíos (llamados Masoretas) de la
Edad Media; siendo la fecha del mas antiguo fechado en 895 D.C.
Hasta 1947, cuando fueron descubiertos
los rollos del Mar Muerto eran las copias más antiguas que teníamos.
Los Masoretas creían que los textos
sagrados eran tan importantes que incluso contaban el valor numérico de los
textos.
Los rollos del Mar Muerto y los textos
Masoréticos son casi idénticos.
Los rollos del Mar Muerto confirman la
exactitud del texto masorético; hay unas cuantas variaciones pero ninguna tiene
que ver con enseñanza o doctrina.
La
Septuaginta fue
una traducción del texto hebreo al idioma griego, fue hecha entre el 280 y el
180 A.C.
Esta traducción también confirma
la exactitud del texto masorético.
Otro punto que nos ayuda a
establecer la exactitud de los textos del Antiguo Testamento es la duplicación de pasajes.
Por ejemplo, el Salmo 14 y el 53
son idénticos.
Los capítulos 36 al 39 de Isaías
son similares a los capítulos 18, 19 y 20 de Segunda de Reyes, donde se cubre
la historia de la invasión Asiria en tiempos del rey Ezequías.
Jeremías 52 es similar a
Segundas de Reyes 25; y, Segunda de Reyes 22 a Segunda de Crónicas 18.
El Nuevo Testamento
El Nuevo
Testamento fue escrito en el idioma griego.
Los materiales usados
principalmente para su preparación fueron el papiro, el pergamino y la vitela.
El motivo principal por el que
no se han podido recuperar los manuscritos antiguos es por el material en que
se escribieron.
El material más común para
escribir era el papiro, hecho de la
planta del papiro. Esta caña crecía en los lagos poco profundos y ríos de
Egipto y Siria.
Grandes cargamentos de papiro
eran enviados del puerto sirio de biblos;
por eso se supone que el nombre griego para libros (biblos) se deriva del nombre de este puerto. La palabra española
para papel viene de la palabra griega
para papiro.
La
Historia de la Biblia de Cambridge nos da un relato de cómo el papiro era preparado para
escribir:
“Las cañas eran descortezadas y cortadas longitudinalmente
en rebanadas delgadas y angostas antes de ser golpeadas y prensadas en dos
capas puestas en ángulos iguales la una de la otra. Cuando la superficie
blanquecina se secaba era pulida suavemente con una piedra u otro implemento.
Plinio se refiere a varias cualidades del papiro y variedad de espesuras y
superficies que habían antes del periodo del Nuevo Reino donde las hojas eran a
menudo muy delgadas y translucidas.”
Los antiguos manuscritos estaban
hechos de papiro y era muy difícil que sobrevivieran a menos que estuvieran en
áreas secas como las arenas de Egipto o cuevas similares a las de Qumram donde
se encontraron los rollos del Mar Muerto.
El papiro fue muy popular hasta el siglo
tercero D.C.
El segundo
material utilizado era el pergamino,
que era hecho de pieles preparadas de ovejas, cabras, antílopes y otros
animales. Estas pieles eran afeitadas y raspadas para producir un material de escritura
mas durable.
La palabra pergamino venía de la
ciudad del Asia Menor de Pérgamo; por lo que la producción de este material de
escritura era asociada en una época a
esta ciudad.
El tercer material usado era la vitela, que era hecho de piel de vaca.
A menudo la vitela era teñida de púrpura. Usualmente la escritura en vitela
teñida era de oro o plata.
La mayoría de los manuscritos
que tenemos hoy son de vitela púrpura.
Habían dos maneras de hacer
libros: los rollos y los códices.
Los Rollos eran hojas de papiro pegadas hasta
hacer una larga lamina y luego enrolladas alrededor de un palo. La medida del
rollo estaba limitada a la dificulta del uso del rollo. Se sabe que muchos
rollos medían mas de 40 metros; aunque comúnmente medían entre 6 y 10 metros.
Un rollo, por lo general se
escribía por un solo lado.
Acerca de la longitud de los
rollos, Calimaco, un catalogador profesional de libros de la Biblioteca de
Alejandría dijo: “un gran libro es una
gran molestia.”
El
Códice era muy
parecido al libro actual. Para poder hacer la lectura más fácil y menos
voluminosa, las laminas de papiro fueron reunidas en forma de hojas y escritas
por ambos lados.
Greenlee dice que el cristianismo fue la
primera razón para el desarrollo del libro en forma de códice.
Los
autores clásicos escribieron en papiro hasta el tercer siglo D.C.
Tipos de Escritura
Se utilizaron dos tipos de Escritura en
los manuscritos griegos del Nuevo Testamento: los unciales y los cursivos
La Escritura Uncial usaba letras mayúsculas que eran hechas deliberada
y cuidadosamente. Eran escritos en letras mayúsculas
gruesas, no ligadas, sin espacios entre las palabras y sin puntuación.
Actualmente existen 267 manuscritos de ese tipo.
La Escritura Cursiva usaba letras minúsculas en letra corrida
(conectadas entre si); fue creada para la producción de libros. Tenemos 2764
manuscritos de ese tipo.
Entre unciales
y cursivos tenemos 3031 manuscritos.
Manuscritos del Nuevo Testamento
Los manuscritos mas antiguos son:
Manuscrito
de John Ryland (130
D.C.): Se encuentra en la Biblioteca John Ryland de Manchester, Inglaterra. Es
el fragmento más antiguo del Nuevo Testamento, es un papiro que contiene Juan
18:31–33 en el anverso y los versos 37 y 38 en el
reverso.
El
Papiro Bodmer II (150–200 D.C.): Se encuentra en la Biblioteca de la
Literatura del Mundo de Bodmer. Contiene Jn 1–14 en 108 hojas
El Papiro Chester Beatty (200 D.C.):
Se encuentra en el Museo Beatty de Dublin y una parte en Michigan, Estados
Unidos. Esta colección tiene códices de papiros, tres de los cuales contienen
la mayor parte del Nuevo Testamento. En uno de ellos se encuentran los Evangelios y Hechos en 30 hojas; en otro están
Romanos, Hebreos, 1 y 2 Corintios, Galatas, Efesios, Filipenses y Colosenses en
86 hojas.
Códice
Vaticano (325-350
D.C): Compuesto en la mitad del
siglo IV, probablemente en Alejandría o en Cesarea de Palestina. Contiene ambos
Testamentos y los apócrifos excepto Macabeos; lamentablemente perdió las
epístolas pastorales, parte de Hebreos y Apocalipsis. Los críticos lo
consideran como esencial para la crítica textual. Lleva tal nombre porque
apareció en la biblioteca del Vaticano.
Códice Sinaítico (350 D.C):De extraordinario valor por
contener el Nuevo Testamento casi en su totalidad (Solo faltan Marcos 16:9-20 y
Juan 7:53-8:11) y parte del Antiguo. Se escribió probablemente en Alejandría,
como el Vaticano, con quien comparte muchas particularidades. La historia de su
descubrimiento en Sinaí por Von Tischendorf en 1859.El descubrió en 1844 que
los monjes del Monasterio de Saint Catherine en el Monte Sinai se alumbraban
encendiendo pedazos de pergamino y recuperó todo lo que pudo. En 1859 el
regresó y encontró el resto, el cual fue entregado al monasterio del Zar de
Rusia. En el día de Navidad de 1933 fue
comprado por el Museo Británico a la Unión Soviética por 100,000 Libras
Esterlinas. Actualmente la mayor parte de este manuscrito se encuentra en el
Museo Británico, excepto 43 paginas que se encuentran en el Museo Alemán.
Códice Alejandrino (400 D.C.): Fue escrito en Egipto. Contiene ambos
Testamentos pero con muchas lagunas. Incluye las cartas 1 y 2 de Clemente de
Roma. Su texto de los Evangelios es la etapa más antigua del llamado «Texto
Koiné», base de la versión Reina Valera. Actualmente se encuentra en el Museo
Británico.
Códice (400 D.C.): Se escribió en Egipto. En el
siglo XII borraron este pergamino para copiar sobre él los escritos de San
Efrén (de ahí su nombre). El texto bíblico fue restaurado por Tischendorf
mediante métodos químicos. Contiene fragmentos del Antiguo Testamento y la
mitad del Nuevo Testamento. Se encuentra en la Biblioteca Nacional de Paris.
Códice
Beza ó Cantabrigense (450 D.C.): Es el códice
bilingüe más antiguo que se conoce. Contiene los textos griego y latino de los
sinópticos, fragmentos de Juan y Hechos. Su característica bilingüe afecta al
texto por la tendencia a armonizar el griego con el latín o viceversa.
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