jueves, 16 de agosto de 2018

La Historia de la Biblia - Parte 5 - Como nos llegaron los Manuscritos 2


Sigamos viendo los eslabones por los cuales la Biblia llegó a nuestras manos el día de hoy, veremos como las traducciones, tanto como los escritos de los autores del cristianismo, y los libros litúrgicos o devocionales demuestran la veracidad de la Biblia que tenemos hoy.

3. Traducciones Antiguas

Traducción: Cambiar una composición de un lenguaje a otro. Una traducción exacta expresa una traducción que es exacta palabra por palabra; es mucho más rígida.

Trascripción: Cambiar las letras de una palabra de un lenguaje a las letras correspondientes de otro. Las transcripciones a veces han dado nuevas palabras al idioma español.

Versión: Una traducción del idioma original de un texto literario a otro idioma.

La versión más antigua en español fue mandada hacer por el Rey español Felipe el Sabio en el año 1280. Es una traducción de la Vulgata Latina en manuscrito. Miles en su libro “introducción al estudio de la Biblia” la llamó: “La primera versión de la Biblia en idioma moderno”.

Una de las mas antiguas versiones del Hebreo al griego es la Septuaginta (LXX).

El nombre de esta versión proviene de la leyenda de Aristeas, según la cual setenta y dos judíos prepararon la traducción en setenta y dos días. Pero la Septuaginta es resultado de un proceso mucho más lento. El Pentateuco se tradujo cerca del 250 A.C. y poco a poco los demás libros hasta quedar terminada alrededor del 150 A.C. El Antiguo Testamento de la Septuaginta incluye un número de libros que no son parte del canon hebreo y que hoy llamamos apócrifos o deuterocanónicos. Con el arribo del cristianismo, la Septuaginta pasó a ser la Biblia de la Iglesia. Por lo general, Jesús y los autores del Nuevo Testamento citaban el Antiguo Testamento de la Septuaginta.

La Septuaginta es versión excelente en el Pentateuco, pero muy defectuosa en Isaías y los profetas menores. Difiere en muchos aspectos del TM, pero es muy valiosa porque data de antes de la uniformación del texto hebreo en el siglo I D.C.

La Vulgata Latina (382-404 D.C.) fue una traducción del hebreo y el griego al idioma latín por Jerónimo. Es la versión de la Biblia que más amplia y profunda influencia ha ejercido en el mundo cristiano occidental. Vino a ser la “Versión Autorizada” de la iglesia Católica, de ahí que su vocabulario influyera definitivamente en toda la obra teológica de la Edad Media y aun en la de nuestros días. De tal manera dominó también la obra literaria secular hasta el siglo XV, que las lenguas romances no pueden negar su deuda a los giros latinos de la Vulgata. Esta versión se convirtió en la vulgata, es decir, la “Versión Común”. 
Las Versiones Siríacas (150 D.C): El dialecto arameo usado en Edesa y la Mesopotamia occidental se llamaba siríaco, que era similar pero no idéntico al arameo usado en Palestina en tiempos de nuestro Señor. La traducción más antigua del Nuevo Testamento al siríaco data del siglo II. De esta versión, aparte de algunas citas en la literatura patrística, solo quedan dos manuscritos. Ambos son copias fragmentarias de los Evangelios.

La versión peshitta (siríaca) del Nuevo Testamento parece haberse producido en el siglo IV. Para esta fecha las antiguas versiones siríacas necesitaban una revisión y alguien se encargó de unificarlas en una sola versión sencilla que se convirtió en la Versión Común de las iglesias sirias. Esta forma revisada y cotejada con los originales griegos fue aceptada por las iglesias sirias, y ha sido desde entonces transmitida con mucha fidelidad hasta nuestros días.

Las Versiones Coptas (250 D.C.): La última forma que tomó la antigua lengua egipcia se llamó copta y, hasta los comienzos del cristianismo, se escribió en jeroglíficos. Posteriormente se utilizó el alfabeto griego con la ayuda de unos pocos caracteres especiales. Del copto se conocen seis dialectos, y toda la Biblia o el Nuevo Testamento se tradujo especialmente a cinco de ellos. Todos estos testimonios coptos del Nuevo Testamento se hallan hoy en pleno estudio y se consideran de mucha importancia para la crítica textual de los diferentes textos griegos que se usaron en las traducciones.

Actualmente existen 19,000 copias de traducciones del Nuevo Testamento.


4. Citas de Escritores

En los primeros cuatro siglos los padres apostólicos y escritores cristianos utilizaron 36,289 citas en sus libros. Con ellas se puede reconstruir todo el Nuevo Testamento con la excepción de 11 versos.

La Enciclopedia Británica dice: “Cuando el erudito textual ha examinado los manuscritos y las versiones, todavía no ha agotado la evidencia para el texto del Nuevo Testamento. Los escritos de los primeros padres cristianos a menudo reflejan una forma de texto que difiere de un manuscrito a otro. En varios casos esos escritos representan los únicos accesos que tenemos a tradiciones textuales que hace mucho tiempo han desaparecido; y por eso su testimonio al texto, especialmente cuando corroboran las lecturas que vienen de otras fuentes, pertenecen al testimonio que los críticos textuales deben consultar antes de hacer sus conclusiones.”

Veamos los principales autores.

Clemente de Roma (95 D.C.): Fue Obispo de Roma (91-100 D.C.) fue compañero de Pedro y Pablo. Orígenes dice que fue discípulo de los apóstoles; Tertuliano dice que fue designado por Pedro; Ireneo, hablando de él dice: “La predicación de los Apóstoles todavía hacía eco en sus oídos y su doctrina enfrente de sus ojos”.

Este Padre Apostólico que fue un eslabón entre los apóstoles y los creyentes del segundo siglo, cita en sus escritos 8 libros del Nuevo Testamento.

Ignacio (70-110 D.C.): Fue alumno de Juan y Obispo de Antioquía. Padeció martirio en Roma en el 110 D.C.; mientras iba a Roma escribió siete epístolas, las cuales contienen 15 libros del Nuevo Testamento.

Policarpo (70-156 D.C.): Fue discípulo de Juan y obispo de Esmirna. En su carta a los Filipenses (110 D.C.) cita nueve cartas de Pablo y 1 de Pedro.

Ireneo (130-200 D.C.): Fue discípulo de Policarpo, cita como Escrituras la mayor parte de los libros del Nuevo Testamento, que en su tiempo se conocía como “El Evangelio y los Apóstoles”, tal como los libros del Antiguo Testamento se denominaban “La Ley y los Profetas.” En sus escritos hay 1819 citas del Nuevo Testamento.


5. Libros Litúrgicos

Los libros litúrgicos de las iglesias tienen lecturas seleccionadas del Nuevo Testamento que han servido de manuales y han sido leídos a través de la historia de la iglesia.

También han sido definidos como libros devocionales que tenían citas específicas del Nuevo Testamento y eran usados por la iglesia temprana como un plan de lecturas sistemáticas.

Estos libros datan de mediados del Siglo IV y están escritos en su mayoría en idioma griego.

Contienen todo el Nuevo Testamento con la excepción de Apocalipsis y partes de Hechos.


6. Versiones Modernas

Son traducciones de los originales al idioma que se usa en un determinado país.

Algunas de las traducciones más antiguas en castellano son:

1. Traducción de la Vulgata, realizada bajo los auspicios de Alfonso el Sabio y dada a conocer en el año 1284 D.C.

2. La Biblia de Ferrer, traducción del Latín al valenciano, publicada en Valencia en 1478.

3. El Nuevo Testamento de Francisco de Enzinas,  en 1543.

4. La Versión de Ferrara, traducción del Antiguo Testamento al Castellano, en 1553.

5. Revisión del Nuevo Testamento de Enzinas, por Juan Peréz en 1556.

6. La Biblia de Casiodoro de Reina, publicado en 1569.

7. La Biblia de Cipriano de Valera, revisión de la anterior, publicada en 1602.

8. La Versión de Felipe Scío de San Miguel, publicada en 1793; es una versión católico romana.

9. La versión de Félix Torres Amat, publicada en 1824, es otra traducción católica romana.

10. La versión moderna, traducida bajo los auspicios de la Sociedad Bíblica Americana a fines del Siglo XIX.

Existen otras traducciones que son revisiones de la Reina Valera, como la 1856, 1909, 1860, 1979, 2000, Reina Valera Actualizada, entre otras.

Existen también otras traducciones católico romanas como la Biblia de Jerusalén, la Nácar Colunga, la Biblia Latinoamericana y la EUNSA (Traducción de la Universidad de Navarra), que son bastante buenas.

También otras traducciones evangélicas como La Nueva Versión Internacional, la Biblia de las Américas, la Nueva Biblia de los Hispanos y la Castillian entre otras traducciones excelentes.

Finalmente las Biblias que lamamos paráfrasis, o de lenguaje sencillo o “versiones populares” como la Dios Habla Hoy, la Biblia al Día, la Biblia en Lenguaje Sencillo y la Palabra de Dios Para Todos.

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