Gálatas 2:11-16 (Biblia Expandida de Fe)
11 Pero cuando Cefas (Pedro) vino a Antioquía, le resistí [y me opuse a él] cara a cara, porque [por su conducta] era digno de ser censurado [, reprendido y condenado].
12 Porque al principio comía con los creyentes de origen Gentil (convertidos no Judíos); pero luego que llegaron [de Jerusalén] unas personas de parte de Jacobo (Santiago), comenzó a retraerse, apartarse, y finalmente se negó totalmente a seguir comiendo con aquellos por temor a las críticas de las personas de origen Judío [, los cuales exigían la práctica de la circuncisión para los creyentes Gentiles].
13 A esta hipocresía (simulación) de Cefas (Pedro) se sumaron los demás cristianos de origen Judío [ocultando sus verdaderas convicciones y no actuando con sinceridad], de tal manera que incluso el propio Bernabé se dejó arrastrar por esa hipocresía.
14 Pero, tan pronto como vi que no andaban rectamente según la verdad del Evangelio, le dije a Cefas (Pedro) delante de todos los que estaban presentes: "Si tú, que eres Judío, vives como un Gentil (persona no judía) y no como un Judío, ¿cómo es que les obligas a los Gentiles a judaizarse?"
15 Nosotros que somos judíos por nacimiento; y no pecadores procedentes de los Gentiles (personas no judías, pueblos paganos);
16 sabemos muy bien que nadie (ningún hombre) puede ser justificado (considerado justo) por obedecer a la ley mosaica, sino únicamente por la fe en Jesucristo (el Ungido). Nosotros, que hemos creído en Jesucristo, somos justificados (hechos justos) por esa fe en Cristo y no por haber obedecido a la ley de Moisés. ¡Nadie es justificado (hecho justo) por cumplirla!"
Pedro era una persona de grandes matices y extremos, un día estaba en el punto más alto y ese mismo día en el más profundo.
Recordemos el día que camino sobre el agua, empezó muy bien pero luego empezó a hundirse (Mateo 14:22-33). Más adelante, el día que recibió la revelación de que Jesucristo era el Mesías y fue alabado por Jesús, a los pocos minutos fue reprendido por Él (Mateo 16:13-23). Finalmente recordemos cuando dijo que jamás negaría a Jesús, esa misma noche lo negó tres veces ante unas muchachitas (Lucas 22:31-34, 54-62).
Aquí vemos a Pedro en otra de esas ocasiones, el había abierto la puerta de la salvación de los judíos cuando predicó en Pentecostés (Hechos 2) y luego de los gentiles cuando predicó en la casa de Cornelio (Hechos 10), pero tal como era su costumbre estaba listo para meter la pata.
Pedro había llegado a Antioquía y estaba visitando a Pablo y Bernabé, y de paso compartiendo con la iglesia gentil.
Estaba haciendo lo que era inconcebible para los judíos que era el comer y compartir con ellos; pero pasó algo que le hizo cambiar su manera de actuar.
Cuando llegaron los creyentes judíos enviados por Jacobo comenzó a retraerse, apartarse, y finalmente se negó totalmente a seguir comiendo con ellos por temor a las críticas de estos creyentes de origen judío.
La actitud hipócrita fue tal que le se sumaron los demás cristianos de origen judío (ocultando sus verdaderas convicciones y no actuando con sinceridad), de tal manera que incluso el propio Bernabé se dejó arrastrar por esa hipocresía.
Eso si fue fuerte; Pedro era el apóstol principal y su mal ejemplo provocó que los demás creyentes, incluyendo al mismo Bernabé, cayeran en lo mismo.
Pablo al ver esto fue directamente a él y lo reprendió delante de todos.
¿Por que era necesaria esa respuesta de Pablo?
En primer lugar porque iba en contra del Evangelio.
Al actuar de esta manera en presencia de los judaizantes, estaba mostrando ante la gente que Jesucristo no era suficiente, que era necesaria la religión judía, con todo lo que tiene, para la salvación.
En segundo lugar porque con esa actitud hacía parecer que ser judío era mejor que ser cristiano.
Antes que llegasen los creyentes judíos Pedro había estado actuando como gentil, pero ahora se alejaba de ellos como si fuera algo malo compartir con ellos.
La respuesta de Pablo a esto fue bien fuerte: "Pedro eres un hipócrita, si ves y actúas como un gentil, ¿por que obligas a los gentiles a judaizarse?."
El día de hoy está creciendo el movimiento mesiánico en la iglesia queriendo judaizar a los creyentes como si esto fuera el cristianismo verdadero; pero aquí Pablo nos dice todo lo contrario.
Al contrario de estos falsos judíos actuales Pablo le habla a Pedro apelando a su raza; "Tu y yo somos judíos pero sabemos que el cumplimiento de la ley no salva a nadie sino el creer en la obra de Cristo en la cruz."
La ley de Moisés no salva a nadie, uno es justificado por la obra de Cristo en la cruz. Esa obra es suficiente para nosotros.
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