viernes, 22 de noviembre de 2013

Como Servir a Dios En Tu Iglesia Local 7 - El Llamado Divino

El Llamado Divino


La Biblia nos enseña que existe un llamado de Dios. Un llamado para todos los hombres, así como un llamado para todos los creyentes.

Según el diccionario, un llamado se define como:
  1. Acción para atraer a alguien de un lugar a otro.
  2. Inspiración divina que mueve los corazones.
  3. Designación legitima de una persona para una sucesión o cargo.

1 Pedro 2:9
9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable

Dios nos llamó de las tinieblas a su luz admirable; nos traslado de un lugar a otro.

2 Corintios 5:18–20
18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 
19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 
20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.

Dios está llamando a todos los hombres a la salvación. El clamor del corazón de Dios es que todos los hombres se reconcilien con El.

2 Pedro 3:9
9 El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.

La voluntad de Dios es que todos los hombres se salven, pero la decisión final es del hombre, pues en Apocalipsis 3:20 dice: “El que oye mi voz y abre la puerta, yo entraré a el.”

El llamado de Dios siempre está disponible, pero a nosotros somos los que debemos responder.

En 1 Corintios 12:27–28 vemos que también hay un llamado divino para el creyente; pues: “...a unos puso Dios en la iglesia.”

En Éxodo 36 vemos como Dios llamó a Bezaleel y Aholiab para un trabajo específico para el cual los capacitó.

Éxodo 35:30–36:1
30 Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, Jehová ha nombrado a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; 
31 y lo ha llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría, en inteligencia, en ciencia y en todo arte, 
32 para proyectar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, 
33 y en la talla de piedras de engaste, y en obra de madera, para trabajar en toda labor ingeniosa. 
34 Y ha puesto en su corazón el que pueda enseñar, así él como Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; 
35 y los ha llenado de sabiduría de corazón, para que hagan toda obra de arte y de invención, y de bordado en azul, en púrpura, en carmesí, en lino fino y en telar, para que hagan toda labor, e inventen todo diseño.
1 Así, pues, Bezaleel y Aholiab, y todo hombre sabio de corazón a quien Jehová dio sabiduría e inteligencia para saber hacer toda la obra del servicio del santuario, harán todas las cosas que ha mandado Jehová.

En nuestra definición vimos que el llamado es: “La designación legitima de una persona para un cargo.” 

Dios mismo es el que designa creyentes para cumplir tareas específicas. Algunos son llamados para el ministerio quíntuple (Efesios 4:11), pero la mayoría de los creyentes son llamados para apoyar en el ministerio de ayudas.

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