Lección 38
EJERCITÁNDONOS EN LA
PALABRA
GASTAMOS UNA GRAN CANTIDAD DE DINERO en la construcción de
gimnasios y en el entrenamiento de nuestra adolescencia y juventud con
ejercicios físicos. Nuestras escuelas y colegios e instituciones técnicas son
para el ejercicio de la mente. Lo poco que sabemos es sobre el ejercicio de
nuestros espíritus. La iglesia nunca se ha dado cuenta de que el espíritu del
hombre es la fuente de la fe. Que la fe no es producto del conocimiento
sensitivo engendrado de la razón.
Cono vez, todo el conocimiento que tenemos nos ha llegado a
través de los sentidos. No hay nada creativo en los sentidos. Los sentidos
simplemente reciben hechos físicos y los transmiten a signos mentales. Ninguna
escuela de pensamiento ha reconocido nunca que el hombre es un espíritu, y que
la fuente de toda habilidad creativa está en su espíritu. Ahora sabemos que
ninguna de las personas se convirtió en inventores o creadores, grandes
científicos o grandes músicos hasta que esa nación hubiera recibido la Vida
Eterna, la Naturaleza de Dios.
Esa naturaleza de Dios no entra en las facultades de
razonamiento del hombre. Llega al espíritu del hombre. Entonces, el espíritu
del hombre es la fuente de la capacidad creativa e inventiva de todo hombre.
Debemos aprender a cultivar este espíritu humano recreado. Los
espiritistas y los médiums han cultivado el espíritu humano no recreado y se lo
han entregado al diablo para ser educados, y realizan cosas prodigiosas y
milagrosas.
Las sesiones son espirituales, pero nunca son el producto del
espíritu humano recreado. Son el producto de un espíritu humano poseído y
controlado por demonios. El espíritu humano recreado contacta la Capacidad
Divina y sus recursos. No es sólo la fuente de energía creativa y capacidad, sino
la fuente de la fe. Qué poco hemos apreciado el hecho de que la Fe que Jesús
ejerció y que la iglesia ha demostrado a través de los siglos, es el producto
del espíritu humano recreado.
Verás, Dios es un Dios de Fe y Él imparte Su Naturaleza de Fe
al hombre en la Nueva Creación. Si el hombre sólo pudiera aprender a
desarrollar su espíritu recreado, desarrollaría su capacidad y habilidad de fe.
Mira, la fe ha dado a luz todos los grandes logros del hombre. Los grandes
logros de nuestro hombre moderno son el producto de la Vida Eterna en el
espíritu del hombre. Una de las cosas asombrosas es que los hijos de los hombres
y las mujeres que han recibido la Vida Eterna llevan consigo como don prenatal
la capacidad Divina, la capacidad latente, la capacidad creadora de Dios. Los
hijos de clérigos y de destacados cristianos han sido los grandes líderes de
todas las grandes fuerzas morales, intelectuales y espirituales de nuestra
nación.
Pero el espíritu humano recreado no sólo produce la capacidad
creativa y la fe, sino que es la fuente del amor. "El Amor fue derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo".
Es la fuente de la cual brota este nuevo tipo de Amor. Hemos aprendido que el
hombre natural en el estado pagano, donde no ha entrado en contacto con el
cristianismo, no tiene amor. Él tiene atracción sexual, y tiene el mismo
cuidado por sus hijos que los animales salvajes tienen por su descendencia
hasta que puedan cuidar de sí mismos, pero no ama. No tiene sentido de la
relación. Recuerda que David no crio a sus propios hijos. Fueron puestos entre
los líderes de Israel.
La Vida Eterna ha sido dada al hombre. Con ella viene un nuevo
tipo de Amor, y ese nuevo tipo de Amor ha afectado a sus hijos. Difícilmente
hay una familia de personas recreadas que no hayan tenido en su árbol
genealógico hombres y mujeres que hayan recibido la Vida Eterna. La corte
moderna de divorcio revela el egoísmo absoluto del hombre natural. Hay otra
cosa. Ese espíritu recreado da nacimiento a la fe, a la energía creativa y al
Amor. Es la fuente de la cual viene toda sabiduría. La sabiduría no es el
producto del conocimiento sensorial.
El conocimiento sensorial puede reunir y obtener bastante de
la experiencia y de lo que llamamos sabiduría natural, pero la sabiduría que
viene de arriba, la sabiduría que Jesús fue hecho para ser para ustedes (Dios
lo hizo sabiduría para nosotros, esa nueva clase de sabiduría) es la que viene
del corazón humano. Durante mucho tiempo he estado convencido de que si un
creyente cultivara la habilidad creativa y la capacidad de sabiduría de su
espíritu, sería la personalidad más destacada de su comunidad. Cómo deberíamos
aprender a ejercitarnos a lo largo de esta línea. Así como nos hemos ejercitado
físicamente para edificar músculos, como hemos hecho mentalmente para edificar
la memoria y almacenar nuestras mentes con hechos y datos, así también ahora
debemos edificar nuestra vida de amor, edificar nuestra vida de sabiduría, edificar
nuestra energía creativa.
¿Cómo? Alimentándonos de la Palabra de Dios. La palabra es la
sabiduría de Dios, la capacidad de Dios, la misma Vida de Dios. Al alimentarme
de ella, cultivo, fortalezco y edifico mi espíritu. Edifico la fe en mí. Edifico
la capacidad de Dios en mí. Edifico en mí todo lo atractivo que he visto en la
vida de Jesús. Comprometerme a memorizar la Palabra no lo hace; aprender la
historia de los libros de la Biblia no lo hace; aprender el hebreo y las
palabras griegas no lo hará. Sólo una cosa hará: el hacer la Palabra, practicarla,
vivirla en mi vida cotidiana, confiar en ella, actuar en ella.
Ése es nuestro secreto. 1 Timoteo 4:6-8: "Si esto enseñas a los hermanos, serás buen
ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena
doctrina que has seguido. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate
para la piedad; porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la
piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la
venidera.” Observa que nosotros debemos alimentarnos en la Palabra. Debemos
alimentarnos. Debemos cultivarnos a nosotros mismos. Debemos beber la leche pura
de la Palabra (1 Pedro 2:2-3) hasta que nuestro espíritu gobierne nuestras
facultades de pensamiento. Luego, a su vez, gobernarán los sentidos. Pero nota
el versículo siguiente: "Desecha las
fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad". Este es un
ejercicio en la Palabra. Tú te entregas a la Palabra.
Hebreos 4:12 (Traducción de Moffatt) dice: "Porque el Logos de Dios es una cosa
viviente, y activa y más cortante que cualquier espada de dos filos, que
penetre hasta la división del hombre triple: cuerpo, alma, Y espíritu”.
Esta Palabra viva es rápida para discernir los pensamientos y las intenciones
del corazón. Medita en eso. Verás cómo la Palabra se revela en nuestros
espíritus, nuestras facultades de pensamiento y nuestro cuerpo, mostrando la
relación, una a la otra. Esa Palabra viviente es lo que debe dirigir nuestro
pensamiento, nuestras meditaciones. El Salmo 19:14 dice: "Sean gratos los dichos de mi boca y la
meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío."
El hombre que controla su meditación controlará su conducta y
controlará su discurso. Cuando aprendemos el secreto de meditar en la Palabra,
cediendo nuestras mentes a la Palabra, entonces el Salmo 104:34 se convierte en
una realidad. Nuestra meditación le será dulce, y nos alegraremos en Jehová.
Nuestros espíritus pueden ser tan desarrollados, tan fortalecidos, que nos convertiremos
en mentalizados con Dios. Por la mañana, nuestras mentes inconscientemente irá
a Él por guía y sabiduría para el día. Nos hemos ejercitado en la Palabra hasta
que todo nuestro ser está saturado de ella.
Hebreos 5:12-14 debe ser cuidadosamente estudiado. Ninguno de
nosotros ha pasado más allá: "Porque
debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se
os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios;
y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento
sólido." La mayoría de los creyentes son buscadores de fe. Desconfían
de su propia fe. Están buscando a alguien que pueda orar por ellos la oración
de fe. Son como los que Pablo habla en Timoteo, aprendiendo siempre pero nunca
llegando (2 Timoteo 3:7). Nunca han alcanzado el lugar donde sus espíritus estén
quietos y tranquilos. Están teniendo un combate continuo con el adversario.
Uno de ellos me dijo: "Yo he tenido este combate con el adversario durante treinta años. No
conocía a Colosenses 2:15: Y despojando a los principados y a las potestades,
los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.’" ¿Qué
significa esto? Es el combate de Jesús con el adversario por nosotros antes de resucitar
de entre los muertos. Él fue nuestro sustituto, y su combate con el adversario
fue nuestro combate. Él derrotó a Satanás, lo despojó de su autoridad antes de
que Él resucitase de entre los muertos. Esta victoria se hace nuestra cuando
recordamos que el adversario que nos está combatiendo fue vencido, que es
nuestro objeto en lugar de nuestro amo. Entonces debemos decir: "En el Nombre de Jesús, demonio, fuera",
y él debe irse.
Hebreos 2:14 dice: "Así
que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó
de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la
muerte, esto es, al diablo". Observa esto: Satanás fue derrotado,
conquistado, despojado de su autoridad; u ustedes, por su unión con Cristo,
habéis llegado a ser amos del diablo. Ejercítate en la Palabra, ahora, hasta
que se convierta en una realidad en ti. La Traducción de Moffatt de 1 Corintios
2:6 dice: "Sin embargo, nosotros
hablamos sabiduría, entre los que están completamente crecidos, no con una
sabiduría de este siglo ni de los gobernantes destronados de este siglo".
¿Quiénes son los gobernantes destronados? Son demonios y hombres gobernados por
demonios.
Jesús nos dio el derecho legal del uso de Su Nombre en Juan
14:13-14: "Y todo lo que pidiereis
al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré".
La palabra "pedir" puede traducirse como "demandar".
Es Su promesa para usar Su Nombre en el trato con los demonios y la enfermedad tal
como Pedro lo usó en Hechos 3: 6, cuando dijo al hombre en la Puerta Hermosa:
"En el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate." Pablo también lo usó en Hechos 16:18: "Y esto lo hacía por muchos días; mas
desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre
de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora".
Cuando uno se ejercita en la Palabra hasta que esta Palabra se convierte en una
realidad para él, instantáneamente se convertirá en amo de los demonios.
Recuerda en una hora de crisis que Satanás ha sido derrotado y que Jesús nos
dio el poder legal para usar Su Nombre. En Marcos 16:17-18, Él dijo: "En
mi Nombre echarán fuera demonios". Si puedes echar fuera a un demonio,
puedes echar fuera a cualquier demonio. Si puedes curar una enfermedad en el
Nombre, puedes sanar cualquier enfermedad; porque dijo: "Sobre los enfermos pondrán sus manos, y
sanarán". Ves, puedes llegar a ser tan fuerte en la Palabra que dominarás
las circunstancias a tu alrededor. Tú entiendes que la fe no es producto de
evidencias de los sentidos, sino que la fe es algo que surge de tu espíritu que
ha caminado en la Palabra, vivido en la Palabra, y en la cual la Palabra ha
vivido y dominado, hasta que llegas a ser completamente uno con la palabra.
Recuerda que Jesús dijo: "Yo soy la
vid, vosotros sois las ramas". Hay una unidad entre ustedes y Jesús
porque ustedes son una rama de la vid. Lo mismo ocurre con la Palabra. Llega
una absoluta unidad entre ustedes y la Palabra. La Palabra permanece en ti.
Mira, esto no es algo intelectual. Es una cosa espiritual.
"Si permanecéis en mí, y mis
palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que queráis y os será hecho"
(Juan 15:7). Si eres hijo de Dios, permaneces en él. Si esa Palabra ha
encontrado su lugar en tu vida, gobernándote, enseñándote y amonestándote en
cada fase de tu caminar, entonces permanece en ti y vives en la Palabra. Así
como caminas en Amor, vives Amor, respiras Amor, ahora caminas en la autoridad
consciente y en la habilidad de esa Palabra en su vida. Mira, es la Palabra
viva en sus labios la que sana a los enfermos, la que salva a los hombres
perdidos, la que pone el coraje y la fuerza en el de corazón débil.
Es tu conciencia de la autoridad de esa Palabra en sus
labios. Te dices a ti mismo: "La
Palabra de Dios en mis labios es tan eficaz como en los labios de Pedro o de
Juan, porque es la Palabra de mi Padre la que estoy usando". Hebreos
5:12-14 dice: "Y todo aquel que
participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia, porque es niño".
Ese es la que nunca come nada más que los primeros principios de su redención.
Es decir, dicen: "Sí, he sido salvo
y santificado, he recibido el Espíritu Santo, y he hecho esto y lo otro".
Pero no han crecido. Lo dicen como un loro repite palabras que ha oído.
Pero el creyente adulto no sólo ha recibido la Vida Eterna,
sino que ha continuado en el estudio de la Palabra y en la práctica de la
Palabra. Él ha tenido experiencia en la Palabra que enseña acerca de su
justicia. Como sabes, justicia significa la capacidad de estar en la presencia
del Padre sin el sentimiento de culpabilidad o de inferioridad. No le tienes
miedo de Satanás. No le tienes miedo a la enfermedad. No le tiene miedo de la
falta de dinero. Son intrépidos, porque han experimentado la realidad de la
Palabra viviente en la propia vida de su corazón.
Fíjate, "pero el
alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso
tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal."
Se han ejercitado en la palabra, y no en sus sentidos, hasta que se han
convertido en amos absolutos en su camino espiritual. Recuerda 2 Corintios
9:10: "Y el que da semilla al que
siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y
aumentará los frutos de vuestra justicia".
El sentido de culpabilidad e inferioridad nos roba el llevar
fruto. Cuando reconocemos la integridad de la Palabra y entramos en nuestra
herencia de justicia, nos convertimos en portadores de fruto. Filipenses 1:20
nos da una hermosa ilustración: "Conforme
a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda
confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o
por vida o por muerte". Pablo quería que Cristo fuese magnificado en
su cuerpo a través de las cosas que hizo y dijo. Él quería que Jesús fuera
magnificado, hecho atractivo, para que los hombres lo quisieran. Esto sólo
puede venir mientras nos ejercitamos en la Palabra.
Preguntas
1. ¿Cuál es la fuente de la habilidad creativa del hombre?
2. Explica cómo se cultiva el espíritu humano recreado.
3. Explica completamente los frutos del espíritu recreado.
4. Explica 1 Timoteo 4: 6-8.
5. ¿Por qué es que muchos cristianos son "buscadores de
fe"?
6. Da la escritura, y di porqué el creyente no necesita
luchar contra el adversario.
7. ¿Quiénes son los gobernantes destronados?
8. ¿Qué autoridad ejerce el hijo de Dios sobre los
gobernantes destronados?
9. ¿Qué significa "experiencia en la palabra de
justicia"?
10. Explica Filipenses 1:20.
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