Kenneth E. Hagin - Develando el Misterio de los Dones Espirituales - Lección 9
Lección 9
El Don de Hacer
Milagros
Textos
Bíblicos:
2 Reyes 2: 9-14; 1 Reyes 17: 12-16; Hechos 5: 1-5
Verdad
Central:
Un milagro es una intervención sobrenatural en el curso ordinario de la naturaleza; una
suspensión temporal del orden acostumbrado a través del Espíritu de Dios.
En nuestro
estudio sobre los dones del Espíritu llegamos ahora al don de hacer milagros. Primero que nada,
definamos "el hacer milagros." Como con muchas palabras en el
lenguaje español, cuando usamos la palabra "milagro" significa una
cosa hablando en general, pero usada específicamente significa algo diferente.
A veces la
palabra "milagro" es usada en sentido figurativo, como metáfora. Hablamos de "telas milagrosas," de
"medicinas milagrosas," y de "detergentes milagrosos."
En la
naturaleza vemos un amanecer maravilloso y decimos, "Es un
milagro." Podemos mirar a un
hermoso jardín de rosas brillando con gloriosos colores, el perfume de las
flores ascendiendo a los cielos, y decir que eso es un "milagro" de
la naturaleza. Ninguna de esas cosas es un milagro específicamente hablando, pero
hablando en general lo son. En el
suntuoso amanecer, el sol está haciendo exactamente lo que debería hacer de
acuerdo a las leyes de la naturaleza. La
rosa está haciendo exactamente aquello para lo que fue creada de acuerdo con
las leyes de la naturaleza.
Cada uno de
los dones del Espíritu es milagroso. Son
sobrenaturales. En el uso general de la
palabra "milagro," todos los dones del Espíritu son milagros. Pero específicamente hablando, no lo
son. El hacer milagros, entonces, es un
hecho específico, como por ejemplo cuando Eliseo dividió el río al golpearlo
con su manto.
Después de
que Elías ascendió a los cielos en el carro en un torbellino, Eliseo recibió su
manto y golpeó el Río Jordán con él. El
dividir las aguas por el toque de su manto fue realmente un milagro - una
intervención en el curso ordinario de la naturaleza.
2
REYES 2:9-14
9 Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo:
Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción
de tu espíritu sea sobre mí.
10
El le dijo: Cosa difícil has pedido. Si
me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.
11
Y aconteció que yendo ellos y hablando, he aquí un carro de fuego con caballos
de fuego apartó a los dos; y Elías subió al cielo en un torbellino.
12
Viéndolo Eliseo, clamaba: ¡Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de
a caballo! Y nunca más le vio; y tomando
sus vestidos, los rompió en dos partes,
13
Alzó luego el manto de Elías que se le había caído, y volvió, y se paró a la
orilla del Jordán.
14
Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde
está Jehová, el Dios de Elías? Y así que
hubo golpeado del mismo modo las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y
pasó Eliseo.
En el campo
de la sanidad, los milagros son recibidos a menudo, pero no son el resultado
del hacer milagros; son milagros de
sanidad. Todo lo que Dios hace es
milagroso en cierto sentido, pero no es un milagro como en el caso de volver agua
en vino sólo por decir una palabra - eso es el hacer milagros.
El agua
convertida en vino por el proceso de la naturaleza es un milagro natural. Pero agua convertida en vino por decir una
palabra, como Jesús hizo en Juan 2:1-11, es el resultado del don espiritual del
hacer milagros.
Un milagro,
por tanto, es una intervención sobrenatural en el curso ordinario de la
naturaleza, una suspensión temporal del orden acostumbrado, una interrupción
del sistema de la naturaleza como la conocemos nosotros, operado por la fuerza
del Espíritu de Dios.
El Hacer Milagros en
el Antiguo Testamento
El hacer
milagros fue más prominente en el Antiguo Testamento. Aunque la gente fue
sanada y los dones de sanidades estaban en operación en el Antiguo Testamento,
los dones de sanidades fueron más predominantes en el Nuevo Testamento.
El hacer
milagros fue usado para la liberación milagrosa del pueblo de Dios del
cautiverio de Egipto. Vemos este don
usado cuando Dios convenció a Faraón que dejara ir a Israel. Un gran número de milagros fueron hechos
entonces.
Cuando Aarón
echó su vara el suelo y se volvió en serpiente (Ex.7:10), eso fue el hacer un
milagro. Cuando el polvo se volvió en
insectos (Ex.8:19), y las otras plagas que siguieron, fueron el don de hacer
milagros en operación.
Al salir de
Egipto, los israelitas se enfrentaron al Mar Rojo con el Faraón y sus ejércitos
acercándose a ellos, listos para hacer les sus esclavos nuevamente. Había montañas a un lado, el desierto al otro
lado, el mar enfrente de ellos, y el enemigo por detrás de ellos - su situación
parecía desesperada. Pero Moisés miró al
Señor, y el Señor le dijo que extendiera su vara. Moisés obedeció, y el mar se dividió. Aquello fue el hacer un milagro -una
intervención divina en el curso ordinario de la naturaleza.
Realmente,
dos dones del Espíritu Santo estuvieron en operación en esa ocasión. El hacer milagros dividió la mar, ¡pero fue
el don de fe el que lo mantuvo dividido!
Esto fue un milagro contínuo. La
gente caminó sobre tierra seca hasta el otro lado. Cuando el enemigo trató de
hacer lo mismo, las aguas se juntaron y los egipcios se ahogaron.
Otro uso en
las escrituras del hacer milagros fue el proveer para aquellos en necesidad.
1
REYES 17:12-16
12 Y ella respondió: Vive Jehová tu Dios, que no
tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en la tinaja, y un poco
de aceite en una vasija, y ahora recogía dos leños, para entrar y prepararlo
para mí y para mi hijo, para que lo comamos, y nos dejemos morir.
13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como
has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de
la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo.
14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho
así; La harina de la tinaja no escaseará,
ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover
sobre la faz de la tierra.
15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías;
y comió él, y ella, y su casa, muchos días.
16 Y la harina de la tinaja no escaseó, ni el
aceite de la vasija menguó, conforme a la palabra que Jehová había dicho por
Elías.
También el
hacer milagros estaba en el ministerio de Eliseo cuando la vasija de aceite de
una viuda continuó fluyendo hasta que hubo llenado todas las vasijas que
tenía. Ella entonces fue y pidió otras
vasijas de sus vecinos y las llenó también con aceite. (Ver Segunda de Reyes 4:1-7.)
El Hacer Milagros en
el Nuevo Testamento
Vemos el
hacer milagros en manifestación cuando Jesús tomó la merienda de un pequeño
muchacho, dio de comer a cinco mil con ella - y luego recogió doce canastas de
la comida que había sobrado después de que todos hubieran comido (Juan 6:5-15)
El hacer
milagros también fue usado para ejecutar juicio divino en el Nuevo Testamento.
HECHOS
5:1-5
1 Pero cierto hombre llamado Ananías, con
Safira su mujer, vendió una heredad,
2 y sustrajo del precio, sabiéndolo también su
mujer; y trayendo sólo una parte, la puso a los pies de los apóstoles.
3 Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que
mintieses al Espíritu Santo, y sustrajeses del precio de la heredad?
4 ¿Reteniéndola, no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has
mentido a los hombres, sino a Dios.
5 Al oír Ananías estas palabras, cayó y
expiró. Y vino un gran temor sobre todos
los que lo oyeron.
Los
cristianos en la iglesia primitiva tenían todo en común: Vendían todas sus
posesiones y traían el dinero a los apóstoles. Dios no les dijo que lo
hicieran. Evidentemente tuvieron la
dirección del Espíritu para hacer esto, y demostró ser un paso sabio, porque en
pocos años la ciudad fue ocupada por los romanos y de todas formas hubieran
perdido todo lo que poseían.
Cuando
Ananías y Safira vendieron su heredad, sustrajeron parte del dinero que habían
recibido. Hubiera estado perfectamente
bien el haber dicho, "Esta es la mitad del dinero" (Dios no les
obligó a darlo todo). Pero ellos mintieron al respecto.
Pedro supo,
a través del don de la palabra de conocimiento cuánto había sustraído
Ananías. El dijo, "¿Por qué llenó Satanás tu corazón para que mintiese al Espíritu
Santo?" Entonces Ananías cayó
muerto - un resultado del juicio divino a través del hacer milagros. Cuando Safira vino más tarde, sin saber que
su marido estaba muerto, repitió la mentira, y ella también cayó muerta. El
hacer milagros fue usado otra vez para ejecutar la disciplina divina.
El hacer
milagros también fue usado para confirmar la Palabra que fue predicada. Cuando Pablo estaba predicando en Chipre,
Elimas, el mago se le resistió. Pablo, a
través del poder de Dios en la operación del don de hacer milagros, le dejó
ciego por algún tiempo, y esto fue una señal para otros (Hechos 13:4-12).
Este don
también fue usado para liberar a la gente de un peligro inevitable. El don de fe conducirá a una persona a través
del peligro sin que la persona sufra ningún daño, pero el hacer milagros es
diferente: Realmente cambiará las circunstancias que causan el peligro.
Por ejemplo,
cuando Pablo naufragó, la tormenta no cesó hasta que lo hizo por si misma
(Hechos 27). Pablo no se puso en pie y
dijo, "¡Tormenta, cesa ahora mismo!"
Pero ya que
Dios le había hablado, él tuvo una fe sobrenatural para creer por la protección
divina. Esto era el don de fe en operación,
y él recibió seguridad para todos, aunque la nave fue perdida.
Sin embargo,
cuando Jesús se puso en pie en aquella barca durante una tormenta en el Mar de
Galilea y dijo, "Calla, enmudece" (Marcos 4:39), aquello obró un
milagro. Eso cambió la circunstancia que
causó el peligro.
La diferencia entre el don de fe y el
hacer milagros es que el don de fe RECIBE un milagro y el hacer milagros OBRA
un milagro.
El hacer
milagros es usado para demostrar el poder de Dios y Su magnificencia. En la Analytical Concordance to the Bible (Concordancia Analítica de la Biblia) de Young, la
palabra griega usada para "milagros" es "poderes." En otras palabras, el hacer milagros es
llamado "el obrar poderes." La
palabra griega, de acuerdo con la concordancia griega, significa,
"explosiones de omnipotencia."
Significa, impúlsenles y asombrosas maravillas o prodigios. En otras palabras, el griego podría leer,
"el obrar de impulsarte y asombrosas maravillas y prodigios, o la
demostración de explosiones de omnipotencia."
En su libro,
Questions and Answers on Spiritual Gifts
(Preguntas y Respuestas sobre los Dones Espirituales), Howard Carter dijo,
". . . el hacer milagros es una manifestación del Espíritu muy
importante. Es el gran poder de Dios
fluyendo a través de una persona."
Podríamos
decir que el individuo participa del mismo poder de Dios que fue manifestado
cuando Dios creó el mundo, porque ciertamente EL obró un milagro cuando habló
la tierra en existencia.
Cuando el
Señor permite que un individuo, a través del poder del Espíritu, hable la
palabra y el río se divida - el mismo Dios que creó esas aguas deja que un poco
de esa omnipotencia, sea manifestada en esa persona como el Espíritu desee.
Este hacer
milagros es en verdad un don poderoso, glorificando al "Dios de todo
poder" como dijo Howard Carter, así estimulando la fe de su pueblo, como
asombrando y confundiendo la incredulidad del mundo.
Texto Para Memorizar:
"Porque a éste
es dado por el Espíritu. . . el hacer
milagros. . . “(1 Corintios 12:8,10).
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