sábado, 14 de noviembre de 2020

Kenneth E. Hagin - Develando el Misterio de los Dones Espirituales - Lección 4

 
Lección  4
 
El Don de la Palabra de Sabiduría
 
Textos Bíblicos: Hechos 9:10-16
 
Verdad Central: La Palabra de sabiduría es una revelación sobrenatural por el Espíritu de Dios con respecto al propósito divino en la mente y la voluntad de Dios.
 
Al estudiar los nueve dones del Espíritu, las Escrituras declaran claramente que todas estas cosas las hace ". . .  uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere" (1 Corintios 12:11).
 
Como Cuerpo de Cristo, hemos de desear que los dones del Espíritu se manifiesten entre nosotros y luego dejarlo en las manos del Espíritu Santo para que use a los que él quiera.
 
El Espíritu Santo no usará a todos del mismo modo.  El claramente dice que reparte a cada uno en particular como El quiere.  Por tanto, debemos permanecer abiertos a El y dejar que Su voluntad sea hecha, incluso en la distribución y manifestación de los dones espirituales.  Nos meteremos en un lío si queremos hacer algo de esto nosotros mismos.
 
No todos tendrán todos los dones del Espíritu en manifestación, porque la Biblia dice,  "Porque a ESTE es dada por el mismo Espíritu palabra de sabiduría; a OTRO, palabra de ciencia según el mismo Espíritu"  (1 Corintios 12:8).  Es bastante claro, entonces, que todos los dones no son dados igualmente a cada uno.  Como Cuerpo de Cristo, deseemos estas manifestaciones y permitamos al Espíritu Santo que se manifieste a Sí mismo en medio nuestro como El quiera. . .
 
En cuanto a esta Escritura,  ". . . a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu. . .", la gente a veces llama estas manifestaciones el don de sabiduría y el don de ciencia.  Sin embargo, eso no es correcto.  Debemos llamarlos como la Biblia los llama o nos confundiremos.  Si llamaras a un perro, gato, confundirías a la gente.  Esta Escritura no está hablando acerca de sabiduría o ciencia en el sentido general.  Está hablando simplemente acerca de lo que dice - la palabra de sabiduría y la palabra de conocimiento.
 
Dios tiene toda sabiduría y toda ciencia.  El lo sabe todo, pero nunca revela a nadie todo lo que sabe.  El simplemente les da una palabra de lo que sabe.  Una palabra es una parte fragmentaria de la frase completa.  Y así es con sabiduría.  No es el don de sabiduría, es el don de la palabra de sabiduría que Dios revela al hombre - sólo la palabra, o parte, que El quiere que sepa.
 
Por ejemplo, si necesitas consejo legal, llamas a un abogado.  Pero el abogado no te dará toda la sabiduría legal que tiene, ya que tú no la necesitas toda; sólo te dará una parte - una palabra - de la sabiduría legal, y eso es en realidad todo lo que necesitas.
 
La palabra de conocimiento es una revelación sobrenatural dada por el Espíritu de Dios con respecto a ciertos hechos en lamente de Dios, relacionados con la gente, lugares, o cosas.
 
La palabra de sabiduría es una revelación sobrenatural por el Espíritu de Dios con respecto al propósito divino en la mente y voluntad de Dios.  La diferencia entre estos dos dones - la palabra de sabiduría y la palabra de conocimiento - es que la revelación que la palabra de conocimiento trae es siempre conocimiento presente, o es conocimiento de algo que siempre sucedió en el pasado; la palabra de sabiduría, por otra parte, siempre habla del futuro.
 
 
La Palabra de Sabiduría y la Palabra de Conocimiento A Menudo operan Juntas
 
Al enseñar acerca de ellos, generalmente dividimos estos dos dones y tratamos con ellos por separado; sin embargo, con frecuencia operan juntos.
 
Por ejemplo, como señalamos en la Lección 15, cuando el Señor habló a Juan en la Isla de Patmos, fue en forma de visión. Jesús apareció a Juan y le contó acerca de la condición de las siete iglesias en Asia Menor en aquellos tiempos.  El entendimiento sobre la condición presente de estas siete iglesias era una manifestación de la palabra de conocimiento.
 
Luego el Señor continuó dándole a Juan una palabra de sabiduría. Jesús le dio instrucciones a cada iglesia con respecto a lo que debían hacer en el futuro de acuerdo con Su plan y propósito para cada una.
 
Vemos otro ejemplo de estos dos dones operando conjuntamente en el caso del discípulo laico, Ananías.
 
HECHOS 9:10-16
10 Había entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el Señor dijo en visión: Ananías.  Y él respondió: Heme aquí, Señor.
11 Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora,
12 y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone las manos encima para que recobre la vista.
13 Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;
14 y aun aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre
15 El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;
16 porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
 
En este pasaje vemos ambos dones, la palabra de conocimiento y la palabra de sabiduría en operación.  El Señor le dijo a Ananías dónde debía ir para encontrar a Saulo, y que Saulo había estado orando y había visto una visión.  El Señor incluso le dijo a Ananías la misma calle, la misma casa, y la persona a la que debía acudir.  Todos estos eran hechos presentes.  El Espíritu Santo también le reveló a Ananías que en la visión de Saulo, Saulo había visto a un hombre llamado Ananías entrar y poner las manos encima de él para que recibiera la vista.  Esto, también, era una revelación, dada a través de una visión, a Ananías con respecto a hechos presentes acerca de Saulo.  Por tanto, esto era la palabra de conocimiento en operación.
 
Pero una revelación más amplia fue dada también a Ananías.  Esta otra revelación era una palabra de sabiduría porque revelaba el plan y el propósito de Dios, como leemos en el versículo 15: “El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;"
 
Dando aún una mayor revelación, el Señor le dijo a Ananías, "Porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre."  Esto no significaba que Saulo (mas tarde llamado Pablo) iba a estar enfermo por causa de Jesús, sino que sufriría mucha persecución y adversidad física.  Y así fue.  Fue apedreado y dejado por muerto.  Cinco veces los judíos le dieron treinta y nueve latigazos.  Tres veces padeció naufragio.  Dondequiera que Pablo iba, había personas que causaban tumultos en su contra, y él sufrió muchas cosas por causa de Dios.  Esta revelación dada a Ananías concerniente a las grandes cosas que Pablo sufriría, era también una manifestación de este don sobrenatural llamado la palabra de sabiduría.
 
En el capítulo octavo de los Hechos, tenemos otro ejemplo de este don de la palabra de sabiduría en operación a través de un laico. En esta ocasión, Felipe aun era un diácono, señalado para servir las mesas.  Más tarde Dios le hizo un evangelista.
 
HECHOS 8:26-29
26 UN ANGEL DEL Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.
27 Entonces él se levantó y fue.  Y sucedió que un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,
28 volvía sentado en su carro, y leyendo al profeta Isaías,
29 y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro.
 
Dios reveló Su plan y propósito a Felipe a través del mensaje del ángel.  En este mensaje, Dios dirigió a Felipe a hacer algo - tal y como cualquiera podría ser dirigido por el Espíritu.  Y en el mensaje, Dios le dijo que fuera al desierto, y Felipe tuvo que ir por fe.  El mensaje del ángel era una revelación que revelaba algo acerca del propósito y plan de Dios; no todo el plan de Dios, sino sólo una parte de este - sólo una palabra.  Por tanto, esta era la palabra de sabiduría en operación.
 
 
La Sabiduría Natural
 
La palabra de sabiduría es a menudo confundida con la simple sabiduría usada al tratar con los asuntos de la vida.  Pero la sabiduría que trata con los asuntos de la vida diaria no es un don espiritual del Espíritu Santo.
 
Al principio del ministerio de Josué, Dios le dijo que la llave para su éxito descansaría en meditar la Palabra de Dios: "Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien" (Josué 1:8)
 
Otra traducción dice, "Harás prosperarte a ti mismo y serás capaz de tratar sabiamente en los asuntos de la vida."
 
Si, hay una sabiduría que ganar a través del conocimiento de la Palabra de Dios, pero esa sabiduría no es la manifestación sobrenatural del don de la palabra de sabiduría.
 
Algunos piensan que la sabiduría de Salomón le fue dada por Dios. Esta misma clase de sabiduría nos es prometida en Santiago 1:5, "Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada."
 
La sabiduría de la que Santiago está hablando es la sabiduría para tratar sabiamente en los asuntos de la vida sabiduría para saber cómo conducirse uno como cristiano.  Dios ha prometido que esta sabiduría - la cual yo llamo sabiduría general para tratar con los asuntos de la vida esté al alcance de todos los que piden por ella.  Dios si imparte sabiduría, pero esta no es la manifestación sobrenatural de la palabra de sabiduría.
 
Al escribir a los creyentes, Santiago dijo que si alguno tenía falta de sabiduría, pídala a Dios.  Pero Pablo dijo en nuestro texto, "A este es dada palabra de sabiduría" - a este; no a todos, sino a uno.  Esto infiere que no todos van a tener estas manifestaciones.  Pablo concluye diciendo que estas manifestaciones de los dones sobrenaturales del Espíritu Santo son dadas solamente como el Espíritu quiere.
 
Cuando Dios decide revelar Su propia mente y propósito y plan al hombre de una manera sobrenatural, lo hace a través de la manifestación sobrenatural de la palabra de sabiduría.  Y ese don de la palabra de sabiduría debe distinguirse de la sabiduría general al tratar con asuntos de la vida que El dará a todos los que se lo piden.
 
Texto Para Memorizar:
"Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría. . . “(1 Corintios 12:8).

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